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Francisco Simó Orts

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Francisco Simó Orts, apodado “Paco el de la Bomba”, fue un pescador murciano-catalán natural de la localidad de Águilas (Murcia) que fue testigo involuntario y se vió inmerso casualmente en los sucesos del conocido como Incidente de Palomares el 17 de Enero de 1966 en la localidad española de Palomares, pedanía del municipio de Cuevas del Almanzora en Almería. Los testimonios de Francisco fueron esenciales para la labor de investigación del accidente de aviación tanto de cara a la respuesta internacional como para el conocimiento del suceso en la cultura popular española.

Biografía

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Francisco nació en Tarragona el 17 de enero de 1966. Su vinculación con el accidente ocurre a sus 38 años de edad, a cargo del barco pesquero Manuela Orts. Falleció el 4 de septiembre de 2003 en la localidad de Águilas (Región de Murcia), a la edad de 75 años. Su necrológica permanece escrita en el Diario de Almería.

Valor del Testimonio

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Francisco evidenció la caída de tres ingenios nucleares en Palomares y uno en el área de mar próxima, área que controlaba debido a sus conocimientos de navegación marítima. No solo fue relevante su testimonio, sino su activa colaboración con el gobierno estadounidense y su logro del hallazgo del artefacto explosivo localizado en la profundidad marina 80 días después del accidente. Sus estimaciones y el uso de referencias geográficas rudimentarias superaron la infraestructura y tecnología estadounidense en esta labor de hallazgo. Inicialmente su triangulación fue descartada y no tomada en consideración, pero tras la incapacidad de ubicar el artefacto de las administraciones de ambos gobiernos, recibió finalmente la disposición colaborativa. El pescador fue homenajeado en un clima de crisis diplomática, necesitando tanto el Régimen Franquista como el gobierno estadounidense de una reacción positiva por parte de la opinión pública. El Régimen Franquista se encontraba en un periodo de necesidad de lavado de imagen y promoción turística.

Es en relación a estos eventos cuando sucede la icónica fotografía del ministro de Información y Turismo del régimen, Manuel Fraga Iribarne junto al embajador norteamericano Angier B. Duke en las aguas del área, ambos en bañador, mostrando la salubridad del ecosistema almeriense de cara a disipar inquietudes a potenciales turistas.

Ceremonia de agradecimiento

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Francisco Simó Orts en la recepción con el embajador de EE.UU en su acto de agradecimiento en Madrid.[1]

El embajador estadounidense recibió a Francisco en Madrid para así certificar y condecorar su labor en otra maniobra diplomática. La recepción fue solemne, acompañada de la entrega de una medalla y un certificado oficial de gratitud. A Francisco le fueron prometidas una serie de mejoras en su dotación pesquera, así como otras gratificaciones que la embajada estadounidense nunca materializó.

Condena de EEUU

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Francisco inició un pleito con el Gobierno de EEUU debido a estas promesas incumplidas, a partir de las cuales estimó un presupuesto por las labores de búsqueda y localización del artefacto de 5 millones de dólares. El litigio resultó desfavorable para Francisco, pese a un público reconocimiento de su labor por parte del gobierno estadounidense.

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Los hechos han sido descritos en varias cintas documentales, como la obra de George Tillman Jr del año 2000 titulada Hombres de Honor, en la cual se hace escasa mención a la labor de Francisco. El accidente fue prolífico en prensa de tirada nacional, con monográficos y reportajes a doble página, pero estando esta completamente involucrada en la gran estrategia de invisibilización del riesgo radiactivo que habría contaminado la zona por parte de ambos gobiernos.

El relato apelaba al ya consolidado imaginario del sueño americano, con uso de productos culturales como Pepsi-Cola o iconos cinematográficos como James Bond, al re-titular la operación de descontaminación como “Operación Trueno” en referencia a la recién estrenada película protagonizada por Sean Connery. Se dio también protagonismo a un potencial riesgo de robo y uso ilegítimo del artefacto explosivo por parte del enemigo comunista como método de disuasión del peligro ambiental, en la línea de la narrativa del mencionado film, y relacionado con el evento de la aparición de un pesquero ruso en el área, evento que complementa el relato cultural.

Caracterización radiológica del área

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Pese a la no activación del explosivo, el área resultó afectada radiológicamente, consistente en partículas muy finas de óxidos de Pu del orden de 1-10 µm, dispersados como agregados junto a partículas del suelo, además de óxidos de mayor tamaño por la reacción exotérmica. La distribución de la contaminación radiactiva es muy variada con la profundidad, dependiendo de las acciones posteriores de remedio y de los usos del terreno como factores de la reducción de algunas de las áreas. El volumen de tierras contaminadas sería de 50.500 m³ debido al esponjamiento del material en la disgregación, superficie que podría ser reducida a 31.551 m³ gracias a las aplicaciones de tamizado en seco, que permite concentrar la mayor parte de actividad en una fracción de masa. Actualmente, la contaminación radiológica es considerada un efecto residual de la emergencia, pese a que en su día la contaminación in situ superase los criterios de restricción de uso de terrenos del CSN (Centro nacional de Seguridad Nuclear), siendo el volumen de 38.400m³.

En el año 2003, la presión de grupos ecologistas en relación al interés inmobiliario promueve la creación de estos informes, que advierten la peligrosidad del movimiento de tierras relacionadas con el impacto o del posterior enterramiento de residuos potencialmente radiactivos. En 2006 comienza una campaña de iniciativa estatal de vallado de áreas contaminadas radiológicamente, obligando a las actividades comerciales locales a eludir la mención del área de la cual proceden sus productos.

El Incidente de Palomares es considerado a día de hoy el accidente nuclear más relevante hasta Chernóbil en 1986, siendo esta percepción creada a posteriori y gracias a la visión retrospectiva y a la evolución de los estudios radiológicos en el área.

Véase También

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Referencias

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«Francisco Simó, 'Paco el de la bomba' de Palomares». El País. 8/9/2003. 

Firmas Invitadas (17 de enero de 2019). «James Bond y las bombas de Palomares» (Artículo Web). Foro. Diálogo Atlántico. 

Montero Sandoval, Jose María (18 de enero de 2016). «PACO, EL DE LA BOMBA» (Blog). El Gato en el Jazmín. Consultado el 24/11/22. 

«El incidente de Palomares y Paco «el de la bomba»». Catalunya Vanguardista Digital Independiente (CatVan). 11/1/2021. Consultado el 25 de octubre de 2022. 

«Fallece el histórico Francisco Simó 'Paco de la bomba'». Diario de Almería. 04/9/2017. Consultado el 25 de octubre de 2022. 

Estados Unidos. Embajada en España, ed. (27 de noviembre de 2009). «Ceremonia de agradecimiento al pescador Francisco Simó Orts por la ayuda prestada en relación a la busqueda y encuentro de los restos de la bomba de Palomares» (Colección Imágenes). Dc. Biblioteca Digita Universidad de Alcalá: e_buah. Consultado el 24/11/22. «C15S67F1.jpg». 

Bibliografía

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  • Micaletto Belda, Juan Pablo; Lasso de la Vega González, María del Carmen; Marín Dueñas, Pedro Pablo (2016). «La importancia de la comunicación de crisis en las

instituciones: sus inicios en España. El accidente de Palomares». Revista Internacional de Relaciones Públicas VI (12). ISSN 2174-3681. 


Enlaces externos

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