JACQUES CLEMENT

Jacques Clement, también llamado Clemens non Papa, figura entre los grandes nombres de la escuela franco-francesa. Su obra, tanto profana como religiosa, es muy variada y extensa. Es imposible definir su estilo, que va desde la más extrema sobriedad a la mayor fantasía. La disposición asimétrica de las entradas vocales y su originalidad rítmica denotan una escritura compleja y muy personal. La melodía se aleja de las convenciones de la época, pues Clemens la somete en ocasiones a giros inesperados o saltos sobre amplios intervalos. Numerosos pasajes vocalizados a todas las voces ponen en duda la supremacía de lo que Tinctoris llamaba contrapuntus simplex (la forma más simple de contrapunto, escritura nota contra nota.

En los motetes, Clemens busca, más que la flexibilidad de la curva vocal, su originalidad y fuerza expresiva. A veces, consigue efectos sorprendentes.

La variedad rítmica que caracteriza a sus salmos, piezas cortas y simples, les confiere un aspecto muy atractivo. En ellos practica normalmente las secuencias en escritura homófona, donde las consonancias se suceden sin ningún desarrollo ornamental.