El barón y doctor Jörg Lanz von Liebenfels (1872-1954), que ni era barón ni mucho menos doctor, y que además había nacido con el nombre de Adolf Josef Lanz era ni más ni menos que el “tío loco” en palabras de su sobrino, su padre era el maestro Johann Lanz y su madre Katharina Hoffenreich; sin embargo él falsificó su partida de nacimiento diciendo que era hijo del barón Johann Lancz y de Katharina Skala, habiendo nacido en Italia y siendo apátrida; como es fácil de ver tenía una obsesión por cambiar su apellido, ¿Por qué?, según estudios recientes parece que el abuelo materno era un comerciante eslovaco llamado Abraham Hoffenreich, siendo seguro casi al cien por cien que éste era de origen judío, no sólo por su nombre hebreo sino por el apellido muy difundido entre los judíos eslovacos y además en esa región la gran mayoría de los comerciantes eran judíos, por tanto encontramos que su obsesión por sus apellidos se basaba en la necesidad de ocultar su verdadero origen absolutamente incompatible con sus postulados raciales. Lanz atraído por la orden del Temple cuyas andazas había visto en las óperas a las que acudía siendo joven, decide ingresar en la orden Cisterciense el 31 de noviembre de 1893; al ingresar cambia su nombre por el de Georg por motivos que luego expondremos, pasando un tiempo en la Abadía de Lambach, donde su misterioso prior, Theodor Hagen, había colocado svásticas por doquier trayendo dicho símbolo de un viaje a la India. En esa abadía tal vez el propio Lanz hubiese reparado en uno de los niños que componían el coro y que se llamaba Adolf Hitler. Hagen en sus viajes hacia Jerusalén – ciudad estado de los Templarios que tanto interesaban a Lanz – pasó por la isla de Patmos donde San Juan tuvo sus visiones proféticas previas a su Apocalipsis, Hagen interpretó el texto bíblico, como después haría el propio Lanz, en un sentido mesiánico, racista y milenarista. Durante esa época Lanz visita la biblioteca de la abadía y la del Monasterio Heiligen Kreutz – Santa Cruz- donde en teoría de algunos estudiosos tropieza con los extraños volúmenes que Hagen ha traído desde Oriente y con otros antiguos textos germánicos, pero por desgracia no existe registro alguno en la biblioteca del Monasterio que hable de la existencia de dichos volúmenes. En 1899 es expulsado de la orden cisterciense, debido a la publicación de varios textos en los que interpretaba la historia sagrada en clave racista y su participación en el movimiento Separémonos de Roma; se lanza en su cruzada por el cristiano-paganismo y forma en 1907 la ONT – Orden de los Nuevos Templarios -; por supuesto Lanz entre otras muchas cosas estaba interesado en el Grial que en su personal visión se configura como un acumulador de energías de donde la raza aria sacará su fuerza y preponderancia; cuando formó la ONT lo hizo al haber recibido una iniciación secreta de un sucesor clandestino del propio Jacques de Molay, último Gran Maestre del Temple. Esta ONT, que a pesar de lo que él dijese nunca llegó a contar con más de 400 miembros, tenía su sede en el viejo castillo de Werfenstein en cuya torre ondeaba una bandera con una svástica roja sobre un fondo dorado y cuatro flores de lys, la svástica era el símbolo de la raza aria, como ya había dicho Blavatsky, el color rojo el de la sangre pura, el amarillo el de la electricidad de la que estaban dotados los arios originales gracias a unos órganos especiales y atrofiados en la actualidad y las flores de lys eran la señal de la pureza. Dotó a su orden de vistosos y arcaicos rituales que hicieron las delicias de los adeptos ávidos de nuevas sensaciones; el mismo Lanz redactó la regla de la orden bajo el título “Regularium Fratum Ordinis Novi Templi” dividido en nueve secciones: - Exposición de los motivos que llevaron a la reconstrucción del temple. - Requisitos para los aspirantes. - Deberes y derechos de los miembros. - Ritos y ceremoniales. - Procedimientos de admisión. - Órganos y jerarquías de la orden. - Administración y burocracia.

Para ser admitido había que superar un riguroso estudio racial, similar al que se establecería para la Sociedad Thule o para las SS tiempo después, aunque condición sine qua non era presentar un aspecto físico de ario nórdico. Entre 1919 y 1923 Lanz compone los rituales y libros principales de la orden, que eran de lectura obligada para los miembros y algunos de los cuales superaban las mil páginas:

- Cantuarium: salmos y cánticos. -Imaginarium Novi Templi: libro de imágenes sagradas. -Evageliarium: Oficios de medio día. - Visionarium: Oficios nocturnos. - Festivarium Novi Templi: Oficios en días festivos. - Hebdomadarium: Rituales diarios siguiendo el sol, en el amanecer, cenit y ocultación. - Legendarium: Textos legendarios.

Al igual que cualquier orden religiosa Lanz también procedió a dividir a sus acólitos en grados clasificando éstos en superiores e inferiores; los inferiores eran:

- Acólitos: con una pureza racial de al menos 50% y menores de 24 años. - Familiares: eran miembros honorarios que no deseaban ser miembros de pleno derecho, entre ellos destacó el escritor August Strindberg, quien con sus textos de carácter elitista y racista dio a Lanz el concepto de Chandala que utilizaría para referirse al paria racial; Strindberg dice en una de sus obras “Paria muere, Ario vence”. Hablaba también de la telepatía, de los espíritus, de distintas realidades, incluso postuló la obligatoriedad de que los chándalas utilizasen preservativos para evitar su proliferación, enseñó también a Lanz ciertas obras de Emmanuel Fremiert que decían ser representaciones de la vieja lucha entre el ario y el judío animal. - Novicios: aspiraban a entrar en el orden superior.


Los órdenes superiores eran:

- Maestres: su pureza racial debía ser de entre 50-75%, su título era de Honorable. - Canónigos: con una pureza del 75-100%. - Sacerdotes: con el título de reverendos, eran canónigos que habían logrado construir una “casa de la orden”. - Priores: eran sacerdotes en cuya “cada de la orden” había al menos cinco maestres o canónigos. Las escasas fotos que quedan de sus reuniones y celebraciones nos muestran que todos iban con un hábito blanco en cuyo pecho llevaban la cruz teutónica, que había servido como señal identificadora del fascismo austriaco que era algo así como una versión moderada del NSDAP. Los miembros de las distintas órdenes sólo se diferenciaban por el color de sus birretes, no obstante todos ellos recordaban siniestramente al Ku Klux Klan.

Pero, ¿en qué consistían exactamente sus ideas?. Podemos sistematizarlas en dos vertientes: una de origen cristiano y otra de origen pagano. De su formación cristiana extrajo la idea de que Cristo, a quien llamaba Franja según un antiguo nombre germánico, fue un ario iniciado que se opuso con fuerza a la oscuridad que representaba la ideología de las sinagogas. Según él, Cristo predicó una religión aria fuertemente racista y sólo manipulaciones posteriores la tergiversaron hasta convertirla en el cristiano actual, incluso sostuvo que el propio nombre de Jesús no era hebreo sino ario; yendo más allá, su propio cambio de nombre, elegido al tomar los hábitos, Georg o Jörg en una grafía aún más teutónica se debía a la devoción que sentía hacia San Jorge vencedor del dragón, ya que según Lanz tal historia cristianizada era en verdad un alegato de cómo el Santo había luchado contra los monos degenerados y monstruosos que eran los judíos representados en la figura del dragón. Siguió más allá con su teología paracristiana y especificó que la orden del Temple original había encontrado esa misma verdad y que por misión tenía el proteger a la raza aria, por eso su propia ONT era heredera directa del Temple.

Con mucha más profundidad elaboró su teoría racial pagana, en su estancia en el monasterio descubrió la losa sepulcral de un tal Berthold von Treum, publicando en 1894 un opúsculo titulado “Berthold von Treum. Eine Studie von Fr.Go.C.” – Berthold von Treum un estudio del hermano Geord, ordinario del cister”; en él interpretaba el relieve de la lápida como mejor le convino, en la lápida se ve a un caballero, que según Lanz era un templario, señalando perentoriamente con una mano a una criatura mitad mono mitad hombre que estaba a sus pies; Lanz concluyó que aquel templario representaba la misión aria de esclavizar a los monos medio humanos y así lo publico en su opúsculo que suscitó su expulsión de la orden.

Pero fue en su libro “La teozoología o los Simios de Sodoma y el electrón de los dioses”, donde expuso sus teorías con mayor detalle, según él los Arios eran los hijos de los dioses mientras que los judíos eran directos descendientes de los simios, y estableció a partir de ahí una clasificación de las razas humanas según el porcentaje de sangre y rasgos arios o monos que poseyesen. Estableció para ello una escala de 100 puntos en la que se medía el color de los ojos, el del pelo, la forma de la nariz, de la planta de los pies, cien puntos serían para el ario puro – que en su terminología se denominaba arioheroíco; para él pues el no tener ojos azules o pelo rubio no implicaba que no se fuese ario, lo que vino muy bien a gente como Hitler, su clasificación racial sería pues: Nórdicos (rubios, ojos azules...) Cerca del Ario. (casi 100 puntos) Germánicos (pelo castaño, ojos azules o castaños) Predominantemente Ario Mediterráneo (blanco pero moreno) Ario ligero (italianos, griegos españoles...) Eslavo (piel blanca pero degenerativa) Medio mono (polacos, rusos…) Oriental Mono ligero (Chino, hindú…) Africano Negro Predomina el mono Judío (cráneo diabólico) Cerca del mono puro.

De todos esos caracteres extrajo también consecuencias psicológicas, para él las mujeres morenas cuanto menos puntuación tenían eran más propensas a la prostitución, por lo que era necesario proceder a su esterilización para evitar que propagasen su progenie impura por todo el mundo, los negros y los inferiores eran en general muy promiscuos y aficionados a la sodomía.

Yendo más allá explicó la historia del mundo en clave racial, así la raza Teozoa – ariosheroícos – luchaban desde el principio de los tiempos con la raza Antropozoa – judíos – sólo humanos en apariencia dedicados a la práctica sexual desenfrenada e incapaces de cualquier característica propia de los hijos de los dioses; en el inicio de los tiempos el mundo había estado habitado y dominado por los dioses arios puros dotados de extraordinarios poderes y facultades, poseedores de una glándula pineal capaz de generar poderes eléctricos – levitación, videncia… -, los monos envidiosos de su poder habían conspirado contra ellos y convenciendo a la mujer de que cometiera bestialismo con ellos dando lugar al nacimiento del hombre, híbrido entre bestia y dios, sólo aquellos en que el porcentaje de sangre divina era elevado merecían heredar la tierra, se basaba para ello en antiguos relieves babilonios con escenas de supuesto bestialismo.  Para él el Génesis – la historia de Adán y Eva - no era más que un mensaje de aviso para los arios, Adán sería el primer pigmeo-animal y su misión y la de todo el Antiguo Testamento no sería otra que concebir más pigmeos o judíos o seres degenerados, así los arios quedaban avisados sobre las aviesas intenciones de las razas inferiores.

Esta historia de fusión nefasta aparece en múltiples mitologías, desde las Sumerias y Babilonias, de raza aria, pasando el más famoso Libro de Enoch, donde se cuenta la historia de unos Vigilantes, ángeles, que no pudieron refrenar su impulso y yacieron con las hijas de los hombres, dando lugar al nacimiento de gigantes, que no será la primera vez aparezcan en esta historia, que a su vez desataron todas las desgracias para la humanidad, que a partir de aquel momento quedó degenerada y sin guías superiores. “Los arios son la obra maestra de los dioses y están dotados de poderes paranormales, emanados de “centros de energía” y “órganos eléctricos” que les confieren la supremacía absoluta sobre cualquier otra criatura” “Los no arios no son seres humanos y pueden situarse en la escala evolutiva apenas por encima del mono; la historia no es otra que la eterna lucha del Bien, encarnado en la raza aria, contra el Mal, que representan semitas y jafeítas” Por supuesto la publicación de un libro no garantiza la difusión total de ideas, para ello es y era necesario un medio más dinámico y accesible, así Lanz se lanzó a la publicación de una revista: Ostara - tomando ese nombre de la fiesta de Pascua germánica -, de la que Hitler fue un asiduo lector, en la que exponía con más detalle cada una de sus teorías y en la que además participaban los miembros de su ONT e incluso llegó a publicar el propio List; el lema de la revista era claro y evidente: “¿Eres rubio? Entonces estás en peligro, lee Ostara” y “Ostara, revista para rubios”. Si su ONT no tuvo apenas acólitos la tirada de su revista, escrita en caracteres góticos, superaba los 100.000 ejemplares. La temática de la revista es bien llamativa, como bien –por una vez - señala Cesar Vidal en su “Los incubadores de la serpiente” “De los números 26 al 89 veintinueve se dedicaron a la comparación entre rubios y oscuros, dieciocho a temas relacionados con el sexo, las mujeres y la prostitución, nueve a temas religiosos […] y siete a la clasificación racial”

En Ostara, y siguiendo a Blavatsky, se dejó arrastrar por la creencia en la existencia de antiguos continentes hundidos como Mu, Lemuria o la Atlántida y hasta allí llevó sus razas teozoa y antropozoa, los hijos de los dioses – Atlantes –, arios, sufrieron una relajación en sus costumbres y dejaron de ocuparse de lo que era natural a su esencia, por lo que los dioses los castigaron por su impudicia con el hundimiento de su tierra, la mayoría perecieron, pero algunos de sus sacerdotes lograron huir y ocultarse en las altas cumbres del Tibet, en busca de ellos fueron, en apariencia, las exploraciones de las SS durante los años treinta y cuarenta, de las que hablaremos próximamente.

Con el estallido de la Iª Guerra Mundial, y al igual que a todos los ariosofistas, el júbilo le atenazó la mente, veía en el conflicto el primer paso de la gran guerra racial, para él esa conflagración sería el antecedente de la invasión de las hordas mongolas sobre Europa que tendría lugar tras los años 60 y que acabarían con la gran victoria de los arios, surgiendo así un nuevo y deseado estado ario gobernado por la Iglesia del Espíritu Santo que políticamente se basaría en las dictaduras de derechas que en los años 20 gobernaban Italia, España y Hungría ; así hasta el año 2640 desaparecerían los parlamentos nacionales y las democracias.

La influencia de Lanz sobre Hitler es un hecho evidente, aunque pasado por alto. Wilfried Daim que escribió una biografía de Lanz titulada “El hombre que dio ideas a Hitler”, refleja una entrevista con Lanz en los años 50 en la que éste le contó como en 1909 recibió la visita de un joven interesado en adquirir viejos números de “Ostara”, Lanz al ver que el joven tenía poco dinero se los regaló, el joven dijo llamarse Adolf Hitler y la dirección que dio coincidía con la que Hitler tenía por aquella época. Josef Greiner, amigo de Hitler, recuerda que éste tenía en su habitación un pila de 20 o 30 centímetros de ejemplares de Ostara. Por si queda alguna duda, un repaso a los puntos fuertes de Lanz servirán para ver la concordancia con los puntos fuertes del nazismo: - Creación de una religión de la raza: algo que Himmler hizo en las SS, y que Rosenberg en su “El mito del siglo XX” postuló hasta la saciedad, y que además impregna cada página del Mein Kampf. - Privilegios para los arios; era parte del ideario más elevado del nazismo la creación de una especie de sistema feudal donde la nobleza sería exclusivamente aria. - Reducción de la mujer a un papel de madre, algo que el nazismo llevó a efecto con importantes incentivos para la maternidad, y la reducción de plazas femeninas en las universidades y puestos de trabajo. - El derecho de los hombres arios a tener hijos con las mujeres más perfectas. - Prostitución, sin reproducción, de las mujeres no arias, sin comentarios. - Esclavitud de las razas inferiores. - Apoyo del matrimonio ario. - Reordenación del sistema educativo para formar a los jóvenes en los valores raciales y en la verdadera historia del mundo. - Castración y esterilización de las razas inferiores. - Esclavitud de las razas inferiores. - Trabajos forzados hasta la muerte de las razas inferiores. - Deportación y concentración de las razas inferiores: Lanz fue el primero en apostar por estas drásticas soluciones que como es fácil de ver tuvieron su puesta de largo en los campos de concentración y exterminio. En las páginas de Ostara se describe con todo detalle como deberían ser esos campos; y esa descripción de barracones, alambradas y demás, coincide hasta el último detalle con lo que se puso en práctica con la llegada al poder del nazismo. En cuanto a la deportación, Lanz hablaba de enviar a todos los ejemplares de las razas inferiores hacia el Este, al desierto siberiano o incluso a Palestina, Suramérica o la Isla de Madagascar, confinándolos allí para que no saliesen a contaminar a los arios y ¡expresamente! Sólo en la medida en que esto no fuese eficaz cabría pensar en la ELIMINACIÓN DIRECTA – DIREKTE LIQUIDATION- para lo cual recomendaba incineración como muestra de adoración a los dioses. - Utilización de las razas inferiores como “carne de cañón” en todo tipo de experimentos.