Acuerdo Nacional para la Transición a la Plena Democracia

El Acuerdo Nacional para la Transición a la Plena Democracia fue un documento suscrito por representantes de diversos partidos políticos chilenos, bajo el patrocinio de la Iglesia Católica, el 25 de agosto de 1985. Incluía a opositores a la dictadura militar de Augusto Pinochet aunque también (en minoría) partidarios de la misma, todos los cuales presentaron las bases para transitar hacia una democracia plena y representativa y terminar con la dictadura militar de Augusto Pinochet.

Panfleto de la oposición a la dictadura militar en apoyo al Acuerdo Nacional.
Panfleto de partidarios de la dictadura militar rechazando el Acuerdo Nacional, comparándolo con el Estatuto de Garantías de 1971.

Historia

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Antecedentes y contenido del acuerdo

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Luego del fracaso de la llamada «apertura política» impulsada por el ministro del Interior Sergio Onofre Jarpa y el quiebre de las conversaciones entre gobierno y oposición, el arzobispo de Santiago, monseñor Juan Francisco Fresno, realizó un «llamado a la reconciliación» entre todos los sectores políticos. Para ello, encomendó a Sergio Molina (demócratacristiano), Fernando Léniz (independiente cercano a la derecha, exministro de Economía de la dictadura y posterior crítico del mismo) y José Zabala (empresario independiente cercano a la Iglesia Católica) la redacción de un documento que sirviera de base para una salida pactada a la democracia.[1]

El documento final del Acuerdo Nacional fue firmado en Santiago el 25 de agosto de 1985. Concurrieron a su suscripción 19 personalidades representantes de 11 partidos políticos, que abarcaban desde la adhesión crítica a la dictadura militar (expresada en el MUN y el PN) como hasta la oposición al mismo (representada en la Alianza Democrática y sectores socialistas).

Entre las propuestas institucionales del texto, se encontraban:[2]

  • Convocatoria a elección popular de la totalidad del Congreso Nacional.
  • Establecimiento de un procedimiento de reforma constitucional que contemplare la celebración de un plebiscito en caso de desacuerdo entre Ejecutivo y Legislativo.
  • Elección del Presidente de la República mediante elección directa y popular, con segunda vuelta si fuere necesario.
  • Existencia de un Tribunal Constitucional en el que estén representados adecuadamente los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial. Dicho tribunal sería el único facultado para decretar la inconstitucionalidad de partidos y movimientos contrarios al sistema democrático.
  • Regulación de los estados de excepción constitucional.

En materia económico-social, el Acuerdo proponía:

  • Superación de la extrema pobreza, alcanzar una tasa alta de crecimiento económico y asegurar oportunidades de empleo estable como metas principales.
  • Garantía constitucional del derecho de propiedad, incluidos los medios de producción.
  • Economía mixta, en que el Estado tuviera una función activa.
  • Equilibrio de las relaciones entre trabajadores y empleadores.

Contemplaba, además, una serie de medidas inmediatas:

  • Término de los estados de excepción y del exilio.
  • Formación de registros electorales.
  • Término del receso político y derogación de las normas que impedían el funcionamiento de los partidos.
  • Aprobación de una ley electoral para elegir Presidente de la República y Congreso Nacional, mediante sufragio directo, personal y secreto, libre, informado y debidamente controlado.
  • Convocatoria a un plebiscito que legitimase las medidas propuestas.

Consecuencias

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Posteriormente firmaron el documento el Movimiento de Acción Popular Unitaria, el Comando Nacional de Trabajadores y la Unión Democrática de Trabajadoras, así como las federaciones de estudiantes de las universidades de Chile y Católica, y varios organismos gremiales, empresariales y poblacionales. Quedaron fuera los movimientos de izquierda revolucionaria del Movimiento Democrático Popular —el Partido Comunista rechazó firmar el acuerdo pero declaró su disposición a impulsar las medidas inmediatas propuestas— y la derecha incondicional a Pinochet, como el Movimiento Unión Demócrata Independiente y Avanzada Nacional.[3][4]

En el caso del Movimiento de Acción Nacional, su líder Federico Willoughby-MacDonald apoyó personalmente la firma del documento, razón por la cual se marginó de la agrupación y se incorporó a la oposición al régimen. Por su parte, Pablo Rodríguez Grez denunció que el Acuerdo fue gestionado por el Departamento de Estado de los Estados Unidos con la finalidad de desestabilizar la dictadura militar de Pinochet. Esto trajo como consecuencia el que se denegara a Rodríguez la solicitud de visado para ingresar al país del norte en julio de 1987.[5]

Posterior a su firma, en noviembre de ese año, el Centro de Estudios Públicos realizó el seminario «Acuerdo Nacional y Transición a la Democracia», que contó con la presencia de los coordinadores del Acuerdo, así como personalidades políticas del momento como Eduardo Boeninger, Ángel Flisfisch, Óscar Godoy y Jaime Guzmán.[2]

El Acuerdo fue rechazado por Pinochet y el gobierno, quienes no recibieron a los firmantes ni auspiciadores del documento.[6]​ Posteriormente, el 8 de septiembre de 1986, algunos de los firmantes del documento, junto con otras agrupaciones políticas,[nota 1]​ suscribieron un texto de profundización del mismo, denominado «Bases de Sustentación del Régimen Democrático», el cual dio origen a una breve coalición conocida como «Grupo de los 13» o Acuerdo Nacional Democrático.[7]

Firmantes

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Partido Representantes
  Demócrata Cristiano Gabriel Valdés
Patricio Aylwin
  Radical Enrique Silva Cimma
Luis Fernando Luengo
  Social Democracia René Abeliuk
Mario Sharpe
  Movimiento de Unión Nacional Andrés Allamand
Francisco Bulnes
Fernando Maturana
  Nacional Patricio Phillips
Pedro Correa
Republicano Hugo Zepeda Barrios
Armando Jaramillo Lyon
  Unión Socialista Popular Ramón Silva Ulloa
Liberal Gastón Ureta
  Socialista-Briones Carlos Briones
Darío Pavez
  Socialista-Mandujano Sergio Navarrete
Germán Pérez
  Izquierda Cristiana[nota 2] Luis Maira
Sergio Aguiló
  1. Las Bases de Sustentación no fueron suscritas por el MUN ni por la Izquierda Cristiana, ambos firmantes del Acuerdo Nacional. A su vez, participaron en ellas fuerzas que no formaron parte del Acuerdo de 1985, como el Partido Humanista, el PADENA (facción Minchel) y el MAPU.
  2. La Izquierda Cristiana aprobó el documento final del acuerdo, pero no lo firmó el 25 de agosto, incorporándose en los días posteriores.

Referencias

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  1. Cañas Kirby, Enrique (1997). Proceso político en Chile: 1973-1990. Santiago, Chile: Andrés Bello. Consultado el 18 de septiembre de 2016. 
  2. a b Centro de Estudios Públicos (17 de agosto de 2015). «El valor de los consensos: 30 años del Acuerdo Nacional». cep.cl. Archivado desde el original el 21 de septiembre de 2017. Consultado el 18 de septiembre de 2016. 
  3. «Chile. Acuerdo Nacional para la Transición a la Plena Democracia». Nueva Sociedad. Noviembre de 1985. Consultado el 18 de septiembre de 2016. 
  4. «Los que no firmaron». APSI. 9 de septiembre de 1985. Archivado desde el original el 23 de septiembre de 2017. Consultado el 19 de septiembre de 2016. 
  5. «Los costalazos de Pablo Rodríguez». La Nación. 17 de julio de 2005. Archivado desde el original el 8 de agosto de 2016. Consultado el 20 de febrero de 2017. 
  6. «Pinochet rechaza el acuerdo nacional propuesto por la oposición». El País. 22 de diciembre de 1985. Consultado el 18 de septiembre de 2016. 
  7. Jorge Lavandero. «El precio de sostener un sueño». Consultado el 19 de septiembre de 2016. 

Bibliografía

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  • Friedmann, Reinhard. 1964-1988 La Política Chilena de la A a la Z. Santiago, Chile: Melquíades Servicio Editorial. 1988.
  • Arriagada, Genaro. Por la razón o la fuerza: Chile bajo Pinochet. Santiago, Chile: Editorial Sudamericana. 1998.

Enlaces externos

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