Diferencia entre revisiones de «Arte público de Barcelona»

En esta época hubo una gran proliferación de monumentos, ya que la dictadura utilizó el arte como medio propagandístico de su ideario: según [[Alexandre Cirici]], «la estética aparece como un elemento esencial del franquismo, de la misma manera que fue un elemento esencial en todos los fascismos».{{Harvnp|Subirachs i Burgaya|1986|pp=41-43}} Los primeros monumentos erigidos por las nuevas autoridades franquistas, el mismo 1939, fueron improvisados y efímeros: el 19 de mayo, «día de la Victoria», se colocó una lápida con el parte de guerra en la fachada del Ayuntamiento; el 29 de abril se puso una cruz a los caídos en el Hospital de San Pablo; el 7 de mayo se instaló un obelisco en conmemoración del [[2 de mayo]] en la plaza de Cataluña; y el 19 de julio se colocó en el Portal de la Paz un arco de triunfo en honor a [[Galeazzo Ciano]], de visita en la ciudad.{{Harvnp|Lecea et al.|ref= Lecea et al.|2009|p=242}}

 

El primer monumento definitivo y con carácter más planificado fue el dedicado a los [[Monumento a los caídos (Barcelona)|Caídos]] en el Foso de Santa Elena del [[Castillo de Montjuïc]], realizado en 1940 por los arquitectos [[Manuel Baldrich]], [[Joaquim de Ros i de Ramis]], [[Josep Soteras]] y [[Manuel de Solà-Morales i de Rosselló|Manuel de Solà-Morales]], y los escultores [[Miquel Oslé|Miquel]] y [[Llucià Oslé]]. El monumento constaba de tres arcos —el del medio, más alto y ancho—, un altar y un sepulcro coronado por un obelisco con una cruz, además de una lápida donde se encontraba la escultura realizada por los hermanos Oslé, una figura yacente con una corona de laurel a los pies.<ref>{{cita web|url= http://w10.bcn.cat/APPS/gmocataleg_monum/FitxaMonumentAc.do?idioma=ES&codiMonumIntern=464|título= A los Caídos del Foso de Santa Elena|autor=Jaume Fabre, Josep M. Huertas y Joan Francesc Ainaud|fechaacceso= 15 de marzo de 2014}}</ref>