Diferencia entre revisiones de «Gótico isabelino»

Contenido eliminado Contenido añadido
Sin resumen de edición
m Revertidos los cambios de 181.64.238.216 (disc.) a la última edición de 181.64.238.169
Etiqueta: Reversión
Línea 12:
Las referencias a la Antigüedad clásica en España apenas son algo más que elementos literarios, al contrario que en Italia, donde la presencia de edificios romanos era mucho más abundante y lo ''gótico'' se había recibido de una forma muy adaptada al gusto ''clasicista'' local. Hasta la década de 1530 y aún después en la arquitectura española no terminó de imponerse ''lo romano'' a ''lo moderno''. El uso de estos términos se refería, en la intención de los que los usaban, a cosas diferentes a lo que hoy podría pensarse: ''lo romano'' era el estilo del renacimiento clasicista, emocional, ampuloso e italianizante; mientras que ''lo moderno'' era para ellos el gótico, que era estructuralmente racional, pragmático y eficaz, más propiamente español.<ref>{{versalita|Maroto}}, José. ''Historia del arte'', Casals, ISBN 978-84-218-4021-4, p. 195, citando, entre otros, a [[Diego de Sagredo]], ''Las medidas del romano'', 1526.</ref>
 
Independientemente de las características ambientales de los interiores, el gótico proporciona unos sistemas estructurales de conocida y probada eficacia. Y precisamente el estilo gótico había tenido en la Península una serie de modificaciones debidas a la tradición local: ventanas más pequeñas que las conocidas en el sistema constructivo y pendientes de cubierta mucho menos pronunciadas, y también cubiertas planas, lo que hizo un estilo realmente original, pero que aprovechaba eficientemente el sistema constructivo gótico. Por otro lado, muy probablemente los arquitectos españoles habituados al gótico, considerasen con cierto desprecio las bóvedas bajas, los gruesos muros, los tirantes metálicos vistos y refuerzos, entre otros artificios, que los arquitectos italianos se veían obligados a colocar entreen los arcos y pilares para resistir los empujes horizontales, cuando en el sistema constructivo «gótico» con su bien conocida distribución de fuerzas y pesos, simplemente no eran necesarios o había métodos que evitaban la «trampa» de estas ayudas arquitectónicas.
 
A partir de la herencia gótica se empieza a gestar un estilo propio en el que se incluyen elementos más modernos. Quizá el ejemplo más representativo de este estilo sea el [[Monasterio de San Juan de los Reyes]] de Toledo, en que la idea gótica está más en el sistema constructivo que en la concepción del espacio interior, la relación se hace más lejana con el gótico original francés, pero más cercana a una tradición constructiva local.