Diferencia entre revisiones de «Aristóteles»

▲Ya en el VIII libro de la ''Física'', Aristóteles habla de un ser inmaterial que no padece ningún cambio y que es el principio físico del mundo. Por no ser material, él mismo no es algo físico (''Física'', II, 7, 198 a 36). Después, en el libro XII (''Lambda'') de la ''[[Metafísica (Aristóteles)|Metafísica]]'', Aristóteles aboga por la existencia de un ser divino y parece identificarlo con el «[[primer motor inmóvil]]», quizá influenciado por el ''[[Nous]]'' de [[Anaxágoras]]. El primer motor no puede tener magnitud, ni finita o infinita, y en consecuencia, es indivisible y sin partes.<ref name=":6" /> Esto, unido a que en el capítulo noveno habla de Dios, la vida del motor inmóvil es el pensamiento autocontemplativo ("νοήσεως νόησις ( ''noeseos noesis'' )", es decir, "pensamiento del pensamiento"). Según Aristóteles, los dioses no pueden distraerse potencialmente de esta eterna autocontemplación porque, en ese instante, dejarían de existir. Esto ha llevado a muchos autores a hablar de [[Divina providencia|Providencia]].<ref>Algunos comentaristas como [[Alejandro de Afrodisias]] y [[Averroes]] piensan que Dios tiene un conocimiento de las formas generales de los seres sublunares; además, es Providente. Otros autores, como [[William David Ross]] creen que no parece conocer nada más que a Sí mismo. Sin embargo, [[santo Tomás de Aquino]] seguido en esto por [[Franz Brentano]] y [[Enrico Berti]] cree que es posible que Dios, a través del conocimiento que tiene de Sí mismo, conozca también todos los demás seres.</ref>{{Cita|Está claro entonces que no hay lugar, ni vacío, ni tiempo, fuera del cielo. Por lo tanto, todo lo que está allí, es de tal naturaleza que no ocupa ningún lugar, ni el tiempo lo envejece; ni hay ningún cambio en ninguna de las cosas que están más allá del movimiento más externo; continúan a lo largo de toda su duración inalterable y sin modificaciones, viviendo la mejor y la más autosuficiente de las vidas … Desde [el nacimiento de todo el cielo] deriva el ser y la vida que otras cosas, algunas más o menos articuladas pero otras débilmente, disfrutan.|De Caelo , I.9, 279 a17–30.|col2=|col3=}}Aristóteles argumentó a favor de la idea de varios motores, como son los motores inteligentes de los [[Planeta (desambiguación)|planetas]] y las [[Estrella|estrellas]]. Estos parecen ser dioses, pero todo hace suponer que sean sustancialmente diversos de Aquel "primero", que merecería ser identificado con el que el hombre contemporáneo entiende por Dios, uno que accionaba la [[Primer móvil|primera esfera celeste]] y vivía más allá de la esfera de las estrellas fijas.<ref>{{Cita publicación|url=http://topicosojs.up.edu.mx/ojs/public/journals/1/laks_andre.pdf|título=Los motores inmóviles de Aristóteles: una introducción sencilla a un problema complejo|apellidos=Laks|nombre=André|fecha=2013|publicación=Tópicos, Revista de Filosofía|fechaacceso=|issn=0188-6649|doi=|pmid=}}</ref> El «Dios» aristotélico no es creador del mundo y no se preocupa por él, solo es la causa final de todo cambio y movimiento eterno del universo.<ref name=":11" />