Diferencia entre revisiones de «Charles Dickens»

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[[Archivo:Stamp_in_The_Centenary_Edition_of_The_Works_of_Charles_Dickens_in_36_Volumes._36_vols._Chapman_&_Hall,_Ltd.-_London_(and_Charles_Scribner’s_Son-_New_York),_1910-1912_rotated.jpg | thumb|200px|Sello en las guardas de ''The Centenar yCentenary Edition of The Works of Charles Dickens in 36 Volumes''.]]
Charles Dickens era una personalidad muy reconocida y sus novelas fueron muy populares durante su vida. Su primera novela terminada, ''[[Los papeles póstumos del Club Pickwick]]'' (1837), le otorgó una inmediata fama que continuó durante toda su carrera. Mantuvo una gran calidad en todos sus escritos y aunque raramente se apartaba de su típico método dickensoniano de siempre intentar escribir una gran «historia» en una manera convencional (la doble narración de ''Casa Desolada'' es una notable excepción), experimentó con numerosos temas, caracterizaciones y géneros. Algunos de estos experimentos fueron más exitosos que otros y la apreciación pública de sus obras variaron a través del tiempo. Normalmente se alegraba de dar a sus lectores lo que ellos querían y la publicación mensual o semanal de sus trabajos en episodios significaban que el libro podría cambiar mientras la historia ocurría según el gusto del público. Un buen ejemplo de esto son los episodios americanos de ''[[Martin Chuzzlewit]]'', los cuales fueron puestos como respuesta de Dickens a más bajo precio de sus primeros capítulos. En ''Nuestro amigo mutuo'' la inclusión del personaje de Riaj fue un positivo retrato de un personaje judío, después de la que criticó con Fagin en ''[[Oliver Twist]]''.
 
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En un tiempo en el que Gran Bretaña era el mayor poder político y económico del mundo, Dickens destacó la vida de los pobres olvidados en el corazón del imperio. A través de su periodismo hizo campaña sobre cuestiones específicas —como la higiene y las ''workhouses''— pero su ficción era probablemente lo más poderoso para cambiar la opinión pública sobre las desigualdades de clase. Seguidamente describió la explotación y represión de los pobres y condenó a las instituciones públicas oficiales que permitían la existencia de tales abusos. Su más estridente acusación sobre estas condiciones está en ''Tiempos difíciles'' (1854), su única novela que trata de la clase obrera. En este trabajo, utiliza tanto la virulencia como la sátira para ilustrar cómo este marginado estrato social fue denominado como «Manos» por los empresarios, esto es, que no eran realmente personas, sino solo apéndices de las máquinas que operaban.
 
Sus escritos inspiraron a otros, en particular, a periodistas y figuras políticas, para incluir en sus agendas estos problemas de opresión de clase. Por ejemplo, las escenas de prisión en ''La pequeña Dorrit'' y ''Los papeles póstumos del Club Pickwick'' fueron los primeros instigadores en la destrucción de Marshalsea y Fleet Prison. Así como Carlos Marx dijo<ref>{{Cita publicación|url=https://www.marxists.org/archive/marx/works/1854/08/01.htm|título=The English Middle Class|apellidos=Marx|nombre=Karl|fecha=1 Agosto 1854|publicación=New-York Tribune|fechaacceso=|doi=|pmid=}}</ref>, Dickens y otros novelistas de la Inglaterra victoriana «...exhibían al mundo más verdades sociales y políticas que las que eran pronunciadas por políticos profesionales, publicistas y moralistas juntos...». La popularidad excepcional de sus novelas, incluso aquellas con temas de oposición social (''Casa desolada'', 1853, ''La pequeña Dorrit'', 1857, ''Nuestro amigo mutuo'', 1865) subrayaban no solo su casi natural habilidad para crear apremiantes historias e inolvidables personajes, sino que también aseguraban que los temas públicos sociales y de justicia que normalmente eran ignorados, fuesen enfrentados.
 
Su ficción, con continuas descripciones de la vida inglesa del siglo {{SIGLO|XIX}}, ha venido a simbolizar con exactitud y anacronismo la sociedad victoriana (1837-1901) como uniformemente «dickensiana», cuando de hecho, sus novelas relatan el periodo que va de 1770 a 1860. En la década siguiente a su muerte, ocurrida en 1870, un más intenso pesimismo filosófico y social se impusieron en la ficción británica, estos temas contrastaban con la fe religiosa que acompañó incluso a la más desoladora de las novelas de Dickens. Posteriores novelistas de la Inglaterra victoriana, como [[Thomas Hardy]] y [[George Grissing]] fueron influenciados por Dickens, pero sus trabajos exhiben una carencia de creencia religiosa y retrataban personajes inmersos en las fuerzas sociales (principalmente los de la clase baja) que estaban destinados hacia un trágico final más allá de su control.