Diferencia entre revisiones de «José Antonio Primo de Rivera»

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=== La Falange y su actividad política ===
 
José Antonio Primo de Rivera creó, junto a [[Julio Ruiz de Alda]], el [[Movimiento Español Sindicalista]], embrión de la futura [[Falange Española]], movimiento político de carácter fascista que, como tal, nació desconfiando de los métodos democráticos e intentó imponer un ''Nuevo Estado'' de carácter totalitario y corporativo (expresado en la consigna del [[Sindicato Vertical|sindicalismo vertical]]). En sus puntos iniciales ya estaban presentes los conceptos que Primo de Rivera manejaría a lo largo de su corta vida política: una España unida por un destino universal que supere la lucha de clases y los nacionalismos, la concepción de un ''hombre nuevo'' portador de ''valores eternos'' y una justicia social que proporcione al hombre una ''vida digna y humana''; todo esto, con un sentido de ''catolicidad''.

La Falange Española fue fundada en el [[Teatro de la Comedia]] de Madrid, el 29 de octubre de 1933. Dicho acto comenzó con las palabras de Primo de Rivera «Camaradas, nada de un párrafo de gracias. Escuetamente gracias, como corresponde al laconismo militar de nuestro estilo»; definiéndose, acto seguido, como contrario al Estado liberal parlamentario y fustigando a [[Jean-Jacques Rousseau]] y su ''Contrato Social'':
 
{{cita|Cuando, en marzo de 1762, un hombre nefasto, que se llamaba Juan Jacobo Rousseau, publicó ''El contrato social'', dejó de ser la verdad política una entidad permanente. Antes, en otras épocas más profundas, los Estados, que eran ejecutores de misiones históricas, tenían inscritas sobre sus frentes, y aún sobre los astros, la [[justicia]] y la [[verdad]]. Juan Jacobo Rousseau vino a decirnos que la justicia y la verdad no eran categorías permanentes de razón, sino que eran, en cada instante, decisiones de [[voluntad]].[...] Como el Estado liberal fue un servidor de esa doctrina, vino a constituirse no ya en el ejecutor resuelto de los destinos patrios, sino en el espectador de las luchas electorales. Para el Estado liberal, sólo era lo importante que en las mesas de votación hubiera sentado un determinado número de señores; que las elecciones empezaran a las ocho y acabaran a las cuatro; que no se rompieran las urnas. Cuando el ser rotas es el más noble destino de todas las urnas. Después, a respetar tranquilamente lo que de las urnas saliera, como si a él no le importase nada.|Discurso del Teatro de la Comedia, 29 de octubre de 1933.<ref>José Antonio Primo de Rivera. Escritos y Discursos. Obras Completas (1922-1936)-Agustín del Río Cisneros. Ed. [[Centro de Estudios Políticos y Constitucionales|Instituto de Estudios Políticos]]. [[Madrid]], 1976.[http://plataforma2003.org/ocja/html/jaoc0011.html] {{Wayback|url=http://plataforma2003.org/ocja/html/jaoc0011.html |date=20101127113620 }}</ref>}}