Parisienne

estereotipo femenino
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La Parisienne es un estereotipo femenino para designar a las habitantes de la ciudad de París en su actitud:

Portada de la edición francesa de Vogue (abril de 1922).
la Parisienne pasa, fina y orgullosa, sosteniendo en una mano una ligera sombrilla y con la otra un abanico necesario para refrescarse y, a veces, solo como apariencia...[1]

Contexto editar

Figura que evoca elegancia y mentalidad francesa,[a]​ que siempre se distingue por una indefinible no sé qué, fue elogiada por los escritores (como Théodore de Banville[5]​ y Octave Uzanne[6]​), pintores, ilustradores (como René Gruau, Kiraz, y más recientemente por Margaux Motin) y cineastas. El diseñador de moda británico John Galliano, de forma general, la describió como «bien peinada, bien calzada».[7]​ El director Loïc Prigent, experto en moda, dice que «es una referencia y un misterio», y trata de «definir a la Parisienne» con humor:

« La elegante Parisienne no se puede definir por un tacón o un zapato , un tono de cabello o lápiz de labios. […] La Parisienne [es] un estilo, un estado de ánimo […], luciendo su bolso Chanel con tanta negligencia […] La Parisienne ama la moda, a menudo se queja de su ciudad […] Básicamente, la Parisienne lo tiene todo para ser dolorosa, pero la facilidad para hacerla pasar por casual, […] un aire de descuido pero estudiado para no ser descuidado, […] Ella sabe que la moda funciona por temporadas pero su estilo evoluciona poco, fiel a los clásicos, haciendo evolucionar algunos elementos.[8]

Algunos periodistas han tratado de describirla, como en la edición estadounidense de la revista Vogue (de 1922)[b]​ donde se dedica una crónica ilustrada: « los hechos y gestos de seis Parisiennes, sus gustos, su buen gusto, […] una joven… cuya forma de vestir, en que no se sabe qué hay en ella»;[10]​ u ocho décadas más tarde en Madame Figaro: «Ella todavía reinó en la última Fashion Week. Paseó su figura elegante y despreocupada por los desfiles de Céline, Carven, Cédric Charlier, por citar algunos. Desconcertante en la vestimenta y el sex-appeal, en la reserva y la emancipación, la Parisienne sabe mezclar el clasicismo y la moda pura como ninguna otra. Un frío y un calor que, en todos los países, simboliza la quintaesencia de la feminidad».[11]

La mode domine les provinciales, mais les Parisiennes dominent la mode.
La moda domina a las provincianas, pero las parisinas dominan la moda.

La Parisienne es la fuente de inspiración para los diseñadores de moda, entre ellos Yves Saint Laurent —quien fue el representante más significativo—, o perfumes,[11]​ convirtiéndose en un símbolo de la moda.[12]

Mujeres representantes editar

Actualmente, la persona que mejor ha personificado a la Parisienne es Inès de La Fressange,[13]​ aunque lo fue antes Bettina,[14][15]Jeanne Lanvin —definida como la «ultra-Parisienne»—[16]​ o Catherine Deneuve,[11]​ más recientemente.[c]

Véase también editar

Fuentes consultadas editar

Notas editar

  1. En 1883, se lee en la prensa:
    Aquí hay una nueva noticia que nos complace anunciar a nuestras lectoras de la provincia y el exterior. A menudo les resulta difícil seguir nuestras modas parisinas como les gustaría, tan coquetas e impresas con un sello de distinción tan grandes.[2]

    Luego al año siguiente:

    Ahora, volvamos a la coquetería real, a nuestros queridos harapos. Ignoran las dificultades que experimentan las modistas para encontrar siempre algo nuevo que satisfaga el gusto parisino y confirme la reputación de elegancia que nos merecemos en más de una forma.[3]

    En 1893, un artículo escrito por Arsène Houssaye, dedicado a la Parisienne, intentaba describirla:

    La Parisienne nació totalmente extravagante con la poesía bajo el lápiz de Gavarni y la pluma de Balzac. Podríamos buscar sus orígenes en las brumas del tiempo. […] De todas las mujeres que nacen en París, cuántas deben contarse como Parisiennes? Hay dos partos para la mujer: el de la cuna y el del vestido. […] Todavía se puede nacer Parisienne después de su primera pasión y su primer viaje a París, porque ahí está la tierra de las metamorfosis y las transfiguraciones. Para convertirse en Parisienne, tiene que nacer codiciosa, caprichosa, ambiciosa, coqueta y adorable.[4]
  2. Por su parte, el Vogue británico, durante la siguiente década, también estuvo tratando de describirla:
    Las Parisiennes muestran en su actitud hacia la ropa lo que puede tener su egoísmo positivo. Su innegable fama en el mundo de la moda no se debe a su gran belleza ni a su mejor gusto, si no a su inquebrantable credo «Yo soy yo».[9]
  3. También durante su primera campaña de publicidad en 2009 para el perfume Parisienne, la empresa Yves Saint Laurent Beauté utilizó como imagen a la inglesa Kate Moss. Loïc Prigent comentó en tono irónico, en relación a la Parisienne, que incluso tiene un perfume a su nombre donde la modelo no era parisina y vestía una gabardina muy inglesa,[8]​ pero Ser Parisienne no es un estado civil si no una actitud.[11]

Referencias editar

  1. «Art et chiffons». L'art et la mode (en francés) (Éditions Jalou) (26). 1883. 
  2. Fanfreluches (febrero de 1883). «Art et chiffons». L'art et la mode (en francés) (Éditions Jalou) (40): 6. 
  3. «Art et chiffons». L'art et la mode (en francés) (Éditions Jalou) (10): 3. 2 de 1884. 
  4. Houssaye, Arsène (1893). «La Parisienne». La Grande dame - Revue de l'Élégance et des Arts (en francés) I: 5-10. Consultado el 21 de mayo de 2015. 
  5. Le Génie des Parisiennes(en francés)
  6. Harrison, Charles; Wood, Paul; Gaiger, Jason (1998). Art in theory, 1815–1900: an anthology of changing ideas (en inglés). Malden: Wiley-Blackwell. p. 777. ISBN 978-0-631-20066-6. OCLC 36847844. Consultado el 7 de febrero de 2011. 
  7. Mouzat, Virginie (9 de 6 de 2009). «John Galliano : « Je suis un pirate, un séducteur »». lefigaro.fr. Style (en francés). Le Figaro. Consultado el 7 de diciembre de 2012. 
  8. a b Prigent, Loïc (agosto de 2012). «La Parisienne». Vogue Paris (en francés) (929): 98-99. ISSN 0750-3628. 
  9. Parker, William; Hockney, David (2010). Dessins de mode. Vogue (en francés). París: Thames and Hudson. p. 90. ISBN 978-2-87811-359-4. OCLC 822850989. 
  10. Parker, William; Hockney, David (2010). «1923 - 1934». Dessins de mode. Vogue (en francés). París: Thames and Hudson. p. 36. ISBN 978-2-87811-359-4. OCLC 822850989. 
  11. a b c d Veyretout, Émilie (10 de 4 de 2012). «Dans le sillage de la Parisienne». madame.lefigaro.fr (en francés). Le Figaro. Consultado el 2 de diciembre de 2012. 
  12. Saillard, Olivier; Zazzo, Anne (noviembre de 2012). «[Sylvie Lécallier], Paris, décor de la haute couture». Paris Haute Couture (en francés). Bertrand Delanoë (prefacio). Paris: Skira. p. 218. ISBN 978-2-08128605-4. OCLC 834910144. «[…] depuis l'origine de la couture, la Parisienne, symbole d'élégance pour les lectrices provinciales comme étrangères, est une icône de la mode.» 
  13. de Santis, Sophie; Rouge, Élodie (14 de octubre de 2009). «La Parisienne 2009 : mais qui est-elle vraiment ?». Le Figaro (en francés). 
  14. Benaïm, Laurence (enero de 1992). «Givenchy, pour Audrey Quarante ans de couture fêtés au palais Galliera». Le Monde (en francés). ISSN 0395-2037. «Bettina, l'égérie d'Hubert, incarne cette nouvelle Parisienne rive droite». 
  15. Design Museum; Reed, Paula (2012). «Jacques Fath & Bettina. Le style parisien 1951». Fifty fashon looks that changed the 1950s (en inglés). Londres: Conran Octopus. pp. 24-25. ISBN 978-1-84091-603-4. Consultado el 31 de marzo de 2013. 
  16. Brunel, Jacques (marzo de 2012). «La femme française selon Alber Elbaz». L'Express Styles (en francés) (3166): 82-85. ISSN 0014-5270. 

Bibliografía adicional editar

Enlaces externos editar