Philodryas baroni es una especie de serpiente de la familia Dipsadidae.[2]​ Se caracteriza por una extensión de las escamas rostrales, siendo las de los machos más desarrolladas que las de las hembras. La coloración es más bien variable. Se han reconocido especímenes verdes, azulados o marrones. El diseño puede ser uniforme o con rayas negras en la parte dorsal, en el tercio anterior del cuerpo. En el diseño general, poseen una línea negra que comienza en las escamas rostrales y se extiende hacia atrás pasando por debajo de las escamas labiales. Esta línea se extiende más o menos hacia la parte posterior del cuerpo dependiendo del espécimen. La zona ventral, bajo la línea negra, puede ser blanca o blanca amarillenta. También pueden encontrarse ejemplares con un verde claro bajo la mandíbula inferior.

Philodryas baroni

Culebra Hocicuda
Estado de conservación
Preocupación menor (LC)
Preocupación menor (UICN 3.1)[1]
Taxonomía
Reino: Animalia
Filo: Chordata
Clase: Sauropsida
Orden: Squamata
Suborden: Serpentes
Familia: Colubridae
Subfamilia: Dipsadinae
Género: Philodryas
Berg, 1895
Especie: P. baroni
Sinonimia

Rhinodryas königi Werner, 1903

Veneno

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P. Baroni no parece tener un veneno muy potente, incluso puede no tener síntomas notorios más que incomodidad.

Comportamiento

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Philodryas Baroni tiene un relativamente interesante comportamiento diurno. Es una serpiente que muestra una intensa actividad durante el día, claramente prefiriendo la parte elevada del terrario.

Descripción

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Philodryas baroni puede alcanzar una longitud total (incluida la cola) de aproximadamente 150–180 centímetros.[3]​ Los machos son más pequeños que las hembras. La longitud de la cola es aproximadamente el 30% de la longitud total del cuerpo. Esta especie es la más larga conocida en el género Philodryas. La cabeza es pequeña y alargada, con una extensión de la escala rostral, formando una pequeña protuberancia nasal flexible más desarrollada en los machos. La coloración del cuerpo es bastante variable.[4]​ Por lo general, es verde, pero se han encontrado ejemplares que tienden a azul o marrón. El patrón puede ser uniforme o con rayas largas longitudinales negras en la espalda y en los lados, en el tercio anterior del cuerpo. El área ventral debajo de las líneas laterales negras puede ser blanca o de color blanco amarillento, a veces con tonos de verde o azul.[4]​ Es estrictamente arborícola.

 
Philodryas baroni enrollada

Distribución

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Argentina, Bolivia y Paraguay.

Carácter

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Al contrario de muchas otras Philodryas, P. Baroni demuestra escasas o ninguna muestra de agresividad, durante su manipulación se observaron pocos casos de ataques o actitudes intimidatorias.

Temperatura

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Tiene una preferencia de entre 26 y 28 °C. La temperatura nocturna debe bajar hasta los 20 °C.

Alimentación

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Los juveniles comen mamones de ratones con rapidez. En presas vivas no se observan reacciones particulares.

Terrario

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Considerando el tamaño y la importante actividad de esta serpiente, el terrario debe ser grande. Una base de 100X50 cm y 1 m de altura parece ser el mínimo para una pareja de adultos. Lianas y otras plantas pueden ser usadas. Aunque yo aconsejó usar plantas artificiales, pueden usarse plantas naturales como Ficus o epifitas, con lianas robustas como soporte. Todo esto sujetado fuertemente.

Referencias

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  1. Cacciali P, Giraudo A, Scott N, Scrocchi G & Arzamendia V (2017). "Philodryas baroni ". The IUCN Red List of Threatened Species 2017: e.T15181766A15181770. https://dx.doi.org/10.2305/IUCN.UK.2017-2.RLTS.T15181766A15181770.en. Downloaded on 01 October 2020.
  2. Reptarium (ed.). «Philodryas baroni». Reptile Database. Consultado el 16 de abril de 2015. 
  3. "Philodryas baroni". Squamata.it.
  4. a b «Philodryas». Archivado desde el original el 2 de diciembre de 2013. Consultado el 21 de octubre de 2018. 

"Reptiles venenosos del hemisferio oeste" (Campbell & Lamar, 2004):

Citado: "En Argentina, un ejemplar de 90 cm en TL, mordió a un herpetólogo de 22 años en el pulgar, retirándose al instante. Hubo inmediatamente una leve sensación de dolor punzante con mínimo sangrado local. Al cabo de cinco minutos la hinchazón era evidente, después de una hora toda la mano estaba hinchada y había hemorragias petequias en la piel. La hinchazón progresó hasta la altura del antebrazo, y hubo equimosis junto con la línea de linfáticos hasta la axila. La recuperación fue completa pasadas las 48 horas (Kuch y Jesberger, 1993)."

Enlaces externos

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