Usuario:MiguelAlanCS/Danzas folklóricas de Pomabamba

Danzas folklóricas de Pomabamba es un breve tratado de las supuestas danzas que se seguirían practicando en la citada provincia. Se caracterizan por haber sido enriquecidas con aportes socioculturales diversos, lo que se traduce en sus diferentes elementos, que son expresiones supervivientes y vivas en todos los ámbitos del Perú: Lima, sierra, selva, y hasta en el extranjero. Pero tiende a comercializarse y hacerse espectáculo, simplemente.[1]​ Aunque muchas de ellas se han extinguido, otras se mantienen a pesar de los años; continuos cambios sociales y la agresión del espectáculo masificado y comercial las pervierten.

Huanca

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Su nombre proviene del quechua "wanka", piedra grande[2]​Danza de origen colonial,[3]​ representa a los hidalgos españoles o criollos [cita requerida]que se divertían danzando magistralmente después de los choques bélicos como parte de la celebración de las victorias obtenidas; en otras ocasiones solemnizaban las festividades religiosas. Quizá constituyan una mezcla de la danza nativa de los guerreros Huancas del centro del país con los aires españoles, aunque es notoria su ascendencia europea por lo que también se le conoce como la "Danza de las espadas".

Su presencia en las calles, en el atrio de los templos, al frente de las capillas de Tayta Pancho o en casas particulares, concita algarabía. Decenas de espontáneos van junto a los danzantes, algunos de ellos bailan en el cuadro final "qayqa cosecha", en ritmo de chimaychi, ejecutado con arpa y violín.

Su nombre procede del protoquechua hanaqkaq ( de la parte alta en contraposición a los yuncas, de la zona baja).Es una danza ejecutada por seis mujeres jóvenes o ñustas[4]​ (denominación Inca); que ante la mirada de los espectadores, recorren la Plaza de Armas y principales calles de la ciudad, en ciertas ocasiones intervienen una capitana y dos guías conocidos como Yuncas que sirven como dirigentes de las evoluciones que realizan las anacas, y se encargan de custiodar solícitamente a las bailarinas de los arrebatos de algún espectador que intente propasarse. La danza ejecuta su coreografía al compás de una banda musical, que inunda los desplazamientos y las escenas dancísticas de homenaje o de reverencia, con una música alegre que hasta los mirones y seguidores, sienten picazón en los pies o ganas de bailar. Sobre el nombre, podría provenir del término hanakaq (de arriba, en referencia al ámbito geográfico; pues representaban a los llakwas, en contraposición a los waris), o bien por el uso de 'anaku', vestimenta nativa.[5]

El Aunquindanza

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El vocablo auquis o auquin (áwkin) [6]​ en quechua significa viejo, por consiguiente la frase bilingual auquin danza, en esta subregión, quiere decir danza de los viejos. Es una danza autóctona, en la época del incanato tenía carácter ceremonial y era propia de los príncipes. Es un conjunto formado de cuatro o más bailarines varones; sin embargo, en ciertas ocasiones, se incluye a una niña y un niño (de diez años aproximadamente), que llevan porongos de chicha o botellas de licor, con el encargo de hacer beber a los viejos cuando estos estén cansados o les ayudan a levantarse cuando haya ocurrido una caída simulada. Vestimenta:los auquin se visten con un terno negro, una bufanda blanca un chullo de colores variados, un recipiente de licor, sombrero negro y los bastones de madera. Los integrantes externos a ellos que son mayormente mujeres se visten con su típica pollera y una bufanda negra. Musica: la música es interpretada por una roncadora (un tambor y un picuyo) mientras los auquin se quejan de dolor y cantan desafinadamente.

Marcha

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Rememora la histórica visita del español, capitán de caballos, Felipe Gonzales de Cosío [7]​ para componer y remensurar tierras del corregimiento de Conchucos en 1636. Es una representación de la escolta rural que acompañó al citado funcionario real. Aparecen una vez al año, en la fiesta patronal de San Juan Bautista, participan entre 30 y 40 jinetes campesinos, que se ufanan de dominio y altanería en su paso zigzageante por las calles. Son capaces de cualquier estropicio y se mofan de las autoridades locales, su desfile pintoresco y chocarrero lo acompaña un músico con tambor y flautín, con cierto aire moro-andaluz, que suena como una convocatoria de guerra.

La cabalgata está formada por tres jinetes elegantemente vestidos, que llevan terno negro de casimir, con doble banda cruzada en X, y tachonada con monedas de plata sobre el pecho, sombreros de dos picos y ala abarquillada. Montan corceles lugareños bien aperados. Días antes, por pregón, advierten a la población que ellos gozan de impunidad y licencia, durante sus correrías. Es decir, no son responsables de atropellos o lesiones que pudieran ocasionar. Por lo que debe tenerse cuidado con los niños, ancianos o personas discapacitadas, pues la tradicional impunidad es consentida por el Gobierno Local. En cierto momento recorren las calles y el contorno de la plaza de armas, a todo galope al grito de ¡campo, campo, campo! Cabalgan por calles, subiendo a las veredas con indiscreción. Incluso podrían cruzar el río, sin embargo, su intento termina en chapuzón y en jocosidad de los mirones y hasta magalladuras.

Pizarro

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Es más una representación,[8]​ pues los danzantes nunca bailan, solo pasean por las calles a pie entre la víspera y el día central de la fiesta de tayta San Juan Bautista, luego en el segundo día resultan actores en la infausta acción del suplicio del Inca Atahualpa, el último inca que recibiera a los invasores. Se forman en hilera, colocándose al centro Francisco Pizarro, y a sus lados Hernando Pizarro y Diego de Almagro, por delante y agitando la bandera española avanza Felipillo, intérprete de dudosa honestidad. Corretea muy servil, el negrito esclavo sacudiendo los trajes de los amos, con su plumero fino de plumas de pavo real. Cerrando la hilera, muy ceremonioso camina el cura Vicente Valverde portando una biblia, y que ha de invocar a Santiago, violento azuzador de guerras, transmutado de matamoros a mataindios.

Apu- inca

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Es una comparsa creada posiblemente por los mitimaes de la actual comunidad campesina de Vilcabamba y Huanchacbamba.[9]​Las significativas canciones, en lengua vernácular, rememoran la grandeza del imperio del Tahuantinsuyo, maldicen al tallán y desleal Felipillo (uno de los intérpretes que usaron los invasores), y vaticinan grandes desastres en el Tahuantinsuyo por la aparición de los “nuevos wiracochas”. Integran este baile ocho ñustas, el sargento, el Inca, el brujo, llamado el buen aungur, encargado de presagiar todos los acontecimientos en el incanato.

Vestuario

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Todas las mujeres, se visten el monillo y la falda de un mismo color, que bien podría ser rosado, celeste, granate o lila con pecheras y una corbata cruzada tejida con lana. En la cabeza se colocan un gorro con flores artificiales, fijadas con una bincha llamada redocilla con flecos de piedras brillantes.

El sargento porta una lanza dorada, vistiéndose un chaleco, un pantalón negro, una faja multicolor y en la cabeza lleva un sombrero blanco de lana. El Inca, se viste con una túnica, capa de tela fina y una faja multicolor, lleva en la cabeza una corona adornada con plumas multicolores, lleva pulseras, brazaletes y el cetro incaico. El brujo se disfraza con un terno negro de bayeta, sandalias, calcetines de lana a rayas, pelambres largos. Lleva una bellota con una cuerda larga llamada riwi y cuelga por su cintura una cantimplora y una comadreja o mashallu disecada.

Música

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Es un violín y un arpa que hacen melodía para el baile y canto de esta comparsa folklórica.

Campichis o Campeadores

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  • Origen.- En el Perú, este baile es adaptado por los españoles para festejar la explotación minera en el centro del Perú durante los años 300 antes del coloniaje, por ello luce este baile el disfraz europeizado. Algunos regionalistas, sostienen que es una danza guerrera, creada y caracterizada por los peruanos héroes de la batalla de Huamachuco con los chilenos. Alguno de ellos, pomabambinos, al vislumbrar a su amada tierra Pomabamba desde la cumbre de Socsi, entre los salvados y sanos, comenzaron a bailar con silbidos, luego contrataron a los famosos cajeros que eran parientes de los reclutas que regresaban de esa cruenta guerra.
  • Componentes.- Generalmente los danzantes son dos. Solo en las comunidades de Vilcabamba, Pallahuasi y Cotocancha, hacen de este baile con más personas, asemejando a las guerrillas, armadas con bordones o “shucshus”. A estas cuadrillas, por lo que bailan a través de correrías lo denominan “loco Tushu”.
  • Disfraces.- La indumentaria varía totalmente de acuerdo a la tradición y comunidad de donde proceden. Así por ejemplo, los campichis de Huayllán lucen simples vestidos de diario, con ponchos y bastones; los de Angascancha sin poncho, pero arrastrando bastones. En cambio los campichis de Pajash, Cushuru, Viñahuya y Socsi utilizan el vestuario al estilo de los Húsares de Junín, con un sombrero tapizado con tiras de papel rojo y blanco. Y portan la espada y el broquel metálico. En cambio los campichis de otras comunidades como el de Cotocancha llevan sombrero cónico tapizado con telas multicolores, visten solo terno negro de bayeta, insertado en la parte trasera a la altura de la cintura dos pañuelos blancos, sustentándose que a los montoneros caceristas que no alcanzaban uniformarse como tales, se les distinguía de esa manera. Estos campichis portan un bastón y broquel de madera.
  • Música.- El acompañamiento musical corresponde a dos cajeros intérpretes inagotables de la caja y la flauta.[10]

Shashu o Yunca

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  • Origen.- Tal vez la leyenda de Tayta Palli sea producto de la imaginación, pero en realidad parece concordar con la procedencia chilena sobre las danzas del “Yunca”, ya que son cuadrillas muy distintas a las estampas folklóricas de origen peruano; por ello coinciden con las narraciones de la aparición de tres personajes muy parecidos pero discapacitados para hablar y para escuchar que dieron origen al folklore de procedencia araucana; tal vez de la época de Lautaro y Caopolican, líderes muy mentados para su región: quienes con sus coloridos vestuarios, atavíos sonoros y utilería dominante, establecieron las primeras poblaciones en las periferias de la ciudad de Pomabamba asumiendo el cacicazgo, quien en una etapa sedentaria enseñaron a los subordinados el manejo óptimo de la agricultura. Shashu es un vocablo quechua onomatopéyico que se refiere al sonido peculiar que emiten los cascabeles de semillas, las cuales para habilitarlas como tales han sido previamente tostadas. Esta danza es costumbre durante la fiesta del yachacuy en chuyas, en donde realizan una serie de rituales. antiguamente se trasladaban danzando desde chuyas hasta Pomabamba recibiendo buena acogida de la población.
  • Integrantes.- Conforman este baile cuatro personajes, llamados yuncas, que en otras palabras son los guiadores o jefes de esta cuadrilla de danzantes. A este número de integrantes se añade a la capitana o cantante y a los dos ancianos entre un varón y una mujer.
  • Disfraces.- la capitana luce un monillo de color rosado, una manta negra para llevar en ella las flores de chilihuayta, retama o romero; viste también la pollera, la pintaybata, colares de perla, un sombrero de lana ceñida con una cinta roja. La viejita y el viejito de pantalón de bayeta negra, cascabeles de semillas sonoras llamadas “shagapi”, llevan en el pie ojotas de jebe y se visten de camisa blanca manga largas, chaleco negro, azul o marrón; montera con plumas y un látigo de cuero trenzado llamado “culebrilla”.
  • Música.- Animan este baile, dos músicos versados en la ejecución de la flauta y de la caja.

Los Negritos

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https://peru.info/es-pe/talento/noticias/6/24/las-danzas-tradicionales-de-ancash

  • Origen.- Se remonta al triunfo del segundo gobierno del Mariscal don Ramón Castilla Marquesado en la ciudad de Junín, desde donde promulgó dos leyes aboliendo la esclavitud y anulando el tributo del indio. Ante este acontecimiento, los negros, juntamente con los indios de Huánuco y Cerro de Pasco, recibieron estas noticias con fiestas bulliciosas e indiscriminadamente al son de los instrumentos costeños y serranos, disfrazándose incluso con las mantas, pañolones de las mitas andinas, con algunas monedas que poseían se aunaron bailando en un solo grupo, siendo Pomabamba uno de sus centros de influencia después de Piscobamba.
  • Integrantes.- La cuadrilla se constituye por un caporal, una capitana o cantante y seis pallas, distribuidos en dos columnas.
  • Disfraces.- Los danzantes se visten con pantalones y chalecos negros, camisa blanca de manga larga, corbata roja, por el pecho se entrelazan dos bandas de pañolón negro con monedas de plata; llevan sombrero negro de paño con un plumaje negro, llevan también una campanilla en la mano. El caporal se disfraza con un pantalón blanco, camisa blanca, zapato negro, medias blancas, polainas, levita negra, bufanda blanca, casco negro o amarillo europeizado, una máscara oscura de cuero y porta en la mano una matraca chica de madera.
  • Música.- La música para este baile folklórico es ejecutada por un violín y un arpa cuya tonada es el típico chimaychi de Pomabamba.

Las Pallas

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  • Origen.- Es una variante de la Tinyapalla, que representa a las pallas o princesas, hijas de los nobles, dedicados al culto del Dios Kon. La denominación “Waytapalla” de esta comparsa es por los adornos exorbitantes del sombrero de las pallas con las flores. Se diferencia del Tinyapalla, porque es una comparsa que en su utilería obvia las “kiyayas” o bastones largos de madera y adiciona a los yuncas para dirigir a cada columna de pallas.
  • Componentes.- Después de los yuncas, están en cada columna las guiadoras, sucediéndoles a ellas dos pallas adicionales.
  • Vestuario.- El vestuario es similar a la del baile del Tinyapalla, con la diferencia de que el sombrero está tupido de flores naturales o artificiales y se ciñen las coloridas pecheras.
  • Música.- El protagonismo en la música es por dos competentes cajeros.

Pispi cóndor

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No se tiene noticias específicas y exactas sobre esta mojiganga que se practica constantemente en la comunicad de Chuyas, Ucushcasha, Cuchichaca y Jancapampa.

En Pomabamba, especialmente en la fiesta de San Juan Bautista esta danza acompaña en el suplicio de Atahualpa, que a su muerte hacen ademanes de devorar el cuerpo yerto del Inca.

  • Componentes.- Está conformada esta danza por el cóndor adulto, representando por un adulto y su polluelo, representado por un niño.
  • Disfraces.- El vestuario es similar al del Huanta, diferenciándose que en la espalda llevan un plumaje circular y en la cabeza sostienen el pecho del cóndor labrado en madera. En la mano derecha portan un cascabel.
  • Música.- Acompaña esta danza un solo músico, quien ejecuta al mismo tiempo la flauta de saúco o rayan y el bombo.
  • Origen.- Se remonta a los albores de la república para ridiculizar a los personajes exóticos ajenos al autoctonismo andino, mediante una fusión de la cultura europea y aborigen. Sarao en español significa reunión nocturna de personas de distinción para divertirse con baile o música, vocablo que también el país europeo de Francia alude enfáticamente con la palabra “soiree” a las noches de tertulias musical entre los varones selectos de la ciudad. Por ello es que el adaptarse esta costumbre en el Perú a la etapa colonial, recibió influencias de éstas costumbres europeas y en la etapa Republicana ridiculiza dichas expresiones selectivas a través de los caporales o “augas” como una réplica y confrontación a la inequidad de trato; al punto de mantener este baile a la misma denominación originaria SARAO.
  • Integrantes.- Integran esta cuadrilla ocho varones distribuidos en dos columnas: s decir cuatro personajes para cada una de ellas, cada columna es dirigida por un caporal o jefe llamado “auga”, personaje antropomorfo.
  • Disfraces.- Los caporales se cubren la cabeza y el rostro con una máscara de felino; visten overoles vertical y simétricamente divididos por colores diferentes: Llevan un zapato negro y calcetines blancos. En la mano portan un látigo de cuero trenzado. Los danzantes, que se ubican después de los caporales, visten un pantalón negro, zapato negro, camisa blanca de manga larga. Llevan en la cabeza un sombrero blanco de lana y un pañolón largo. Portan una vara o bastón corto llamado “llauto” como señal de autoridad o mando, adornado en espiral con dos telas de colores diferentes.
  • Música.- La música es ejecutada por dos diestros músicos del violín y el arpa.

Sargento

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  • Origen.- El Sargento es una comparsa. Al igual que la tinyapalla es de origen konchukano debido a la autenticidad de la música. Es una danza guerrera que rememora a los capitanes del antaño, que bailaban antes de marchar al frente de una batalla o también al retomar como héroes. Por el baile ágil a través de sus correrías, que tácitamente se ejecutan con garbo y donaire, según el calificativo del medio que se le denomina “loco tushu” o como también por el sonido peculiar de las flautas se les adjudicó el nombre de los “Tuyruru”.
  • Disfraces.- Antiguamente los disfraces fueron posiblemente a la usanza de los soldados del antiguo Perú, pero a través del proceso de transculturización es parodia árabe debido a los pantalones blancos, sacos negros o levitas. Llevan en la cabeza una montera adornadas con monedas de plata y plumaje multicolores. Por el pecho llevan también una banda negra nutrida con monedas de plata. Llevan en la mano una alabarda, como una especie de lanza con inserciones sonoras, que al ser sacudidas o blandidas incesantemente y al son de la música emiten sonidos característicos.
  • Música.- Son cuatro personas quienes interpretan la música de este baile. Dos tamboristas y dos quenistas o flautistas, que soplan con gran es fuerzo las flautas gruesas, hechas a base de saúco.

Alto vara

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Estrictamente, esta presentación no es una danza; es el caso de una ceremonia que realizan los envarados o warayoc de Vilcabamba, con motivo del cambio de mando el primero de enero de cada año.[11]

  • Origen.- Cuenta la historia que los aguerridos “Vilcabambinos”, del Departamento de Cusco, bajo el mando del “Varayoq” llegaron a Huaripata (En aquel entonces jurisdicción de la Provincia de Pomabamba) como servidores de la hacienda de la familia Cisneros; desde aquel entonces los vilcabambinos tenían que cumplir de manera obligatoria como Alcaldes Pedáneos por turnos y por determinados sectores del lugar (como Huaripata, Centro Chupis y Rumichaca). De ahí se establece un baile especial denominado como el baile de los alcaldes rurales, el 31 de diciembre de cada año cuando son ungidos como tales con la entrega de las varas de mando para recibir entre jolgorios el advenimiento del año siguiente. Más que una danza es un baile, y por razón geográfica e histórica corresponde a la Provincia de Mariscal Luzuriaga. Ver a Raimondi en Ancash. En Vilcabamba, la apertura de la fiesta de la Virgen de la Candelaria del dos de febrero lo realizan las autoridades con baile descrito solo en la noche de la antevíspera, es decir el 31 de enero de cada año. Similar acontecimiento se percibe en la fiesta del sector Chaupis, Huaripata, Rumichaca, etc.
  • Integrantes.- Integran este baile seis autoridades más importantes de la comunidad.
  • Vestuario.- El vestuario es todo lo que le caracteriza al hombre andino, con su terno negro de bayeta, camisa blanca manga larga, poncho negro o de color granate que la lengua lugareña lo identifica a ese color como “cabritilla”, llevan puesto sombrero blanco de lana, sandalias u ojotas de jebe, faja multicolor, y portan la infaltable vara de mando.
  • Música.- El baile de las autoridades es acompañada por la melodía que emana de una flauta, violín y arpa, no es sino el género musical andino, llamado chimaychi.

El Chimaychi

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  • Origen.- Recopilando algunos datos de fuentes orales, podemos decir que el “chimaychi” tiene su origen en el corazón de la gente del campo en los primeros pobladores que se establecieron en Pomabamba. Ellos en los momentos de descanso después de una ardua actividad agrícola como en la siembra, en la cosecha, faenas comunales, etc., cuando el campesino después la tarea agrícola, animado por la chicha de jora y otras bebidas, empezaba a cantar y a silbar, manifestando de esta manera su mundo interior. Esta forma de expresar el sentimiento las llevó a las cuerdas del violín, del arpa y con la alegre interpretación de la flauta. Se comenta de generación en generación que la denominación “Chimaychi” surgió cuando en plena animación durante la fiesta se les decía a los demás “piimaychi” o “ichiiyay” que significa “para todos” y “pararse todos” respectivamente, durante el momento festivo.

De estos vocablos insinuatorios al jolgorio colectivo que se repetían constantemente, éste género musical con el tiempo se convierte en la palabra Chimaychi.

  • Vestuario.- Se detalla en el vestuario de la mujer una “pintaybata”, que debajo de ella está la “llullimpa” o pollera granate o rosada, botines de cuero negro o marrón, llevan además el monillo o blusa de color rosado, celeste o lila. Sobre a cabeza utilizan un sombrero blanco de lana, con cinta roja.

El varón utiliza un terno negro de bayeta, además un sombrero blanco de lana ceñido con un hilo de colores con una bellota, un poncho negro, camisa blanca de manga larga, una faja multicolor, yanquis u ojotas de jebe.

  • Música.- Ejecuta la melodía del “chimaychi” un violinista, un arpista y en algunas ocasiones también un flautista.

Antichunchuy

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  • Origen.- Se supone que es aporte de los invasores incas, quienes al no poder a concertar el confederado que ofrecían, presentaron las más bellas princesas ricamente vestidas, procedentes del Antisuyo de la Selva alta, de ahí su nombre Anti, agregando como sufijo Chunchuy, nombre del bastón que portaban y que en la actualidad se llama “kiyaya”. Pero retomando el caso de las bellas princesas, los aguerridos konchukanos no se doblegaron ni con estas ofertas. A esta afrenta, las huestes incaicas ingresaron a esta región para entablar con los konchukanos las sangrientas batallas de Pishgopampa, Chagán, Yahuapampa, Corongo, etc. Otras versiones sostienen, que éste baile representa a las ñustas o pallas de la región oriental o del Antisuyo, que en la época del imperio incaico fueron al encuentro del monarca Inca Yupanqui, con la finalidad de congraciarse con él a efectos de no destruir su comarca que había sido sometido por su ejército. Esta iniciativa festiva y de homenaje de las mujeres le alegró al inca y resuelve llevarlas al Cusco, a fin de que sirvan a su corte con sus alegres y exóticos bailes.
  • Integrantes.- Este baile está conformado por siete mujeres, que en medio de ellas se encuentra la “capitana”, encargada para el canto. A esta cuadrilla se incluye el “chuncho”, un personaje varón encargado de dirigir todo el desarrollo del baile.
  • Disfraces.- El vestuario de las pallas consiste en el monillo y la falda del mismo color; llevan una pechera con adornos de fantasía. Utilizan zapatos de un sol color y forma. Llevan en la cabeza una montera con plumas de pavo real, cintas multicolores y un velo vaporoso. Llevan una vara larga o bastón largo denominado “kiyaya” o “chuncho”, cuyo cabeza termina en v arias r amas doblada a modo de arcos. El chuncho antiguamente se vestía al estilo Huanta, con la diferencia que llevaba una montera cónica, una máscara y se ceñía en la cintura la kirulina de tela fina a manera de tolva invertida; pero en la actualidad eso ha sido sustituido por el sombrero blanco, camisa blanca, chaleco negro o marrón, pantalón negro, faja de ana multicolor y el kiyaya.
  • Música.- En este baile tienen protagonismo el violinista, el arpista y el flautista.

Notas y referencias

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  1. Presentación de "Por el Parque Nacional I" 2006) de Elmer Neyra Valverde, Lima
  2. Abdòn Yaranga:Diccionario Quechua-español
  3. Álvarez, Eberth: acercamiento al folflore musical[...] en Libro de Oro de Pomabamba (2011) pág.141
  4. Álvarez, Eberth: acercamiento al folklore musical[...] en Libro de Oro de Pomabamba (2011) pág.142
  5. Eulolio Caldas, en un artìculo de "Libro de oro de Pomabamba", (2011)
  6. Escudero, Eulolio: "Danzas folklóricas en Libro de Oro de Pomabamba (2011) pág.150
  7. Escudero, Eulolio: Danzas folklóricas en Libro de Oro de Pomabamba (2011) pág.160
  8. Escudero, Eulolio: Danzas folklóricas en Libro de Oro de Pomabamba (2011) pág.154
  9. Escudero, Eulolio: Danzas folklóricas en Libro de Oro de Pomabamba (2011) pág.152
  10. Nota: las otras danzas aparecen en el artículo Danzas folklóricas de Eulolio Escudero ( inserto en el Lobro de Oro de Pomabamba). Sin embargo, sobre la antenticidad de lo escrito, Adolfo Vidal ( estudioso regionalista) tiene serios reparos
  11. Consulta sobre el vídeo al especialista Daniel Díaz de la Escuela de Folklores J.M. Arguedas