Humillación corporal

discriminación basada en la apariencia física

La humillación corporal (en inglés: body shaming) es el acto de ridiculizar o burlarse del aspecto físico de una persona. El alcance de la humillación corporal es amplio y puede incluir, a pesar de que no está limitado a, la humillación por sobrepeso o delgadez, por alta o baja estatura, por pilosidad o carencia de esta, por tener alguna marca en la cara (acné, cicatriz, etc), por el color de cabello, por la forma corporal, por muscularidad o carencia de esta y, en su sentido más amplio, incluso puede incluir la humillación por tatuajes y piercings o por trastornos y enfermedades que dejan marcas físicas como el vitiligo o la psoriasis.[1]

Propaganda brasileña (1942)

En un estudio de películas y libros infantiles en relación con los mensajes sobre la importancia del aspecto físico, los medios de comunicación orientados a audiencias infantiles estaban altamente saturados con mensajes que enfatizan el atractivo como una parte importante de las relaciones y la interacción interpersonal.[2]​ Entre las películas que se utilizaron en el estudio, dos películas de Disney tuvieron el número más alto de mensajes sobre belleza personal. Este estudio también encontró que el 64% de los videos estudiados retrataron a sus personajes obesos como no atractivos, malos, crueles, y antipáticos; más de la mitad de estas representaciones implicaron el factor o el consumo de alimentos.[3]

Algunas formas de la humillación corporal tienen sus orígenes en la superstición popular, tal como los la discriminación contra las personas pelirrojas y los estereotipos de las personas rubias (sobre todo las mujeres: véase el tópico de la rubia tonta).[4]​ Las formas que toma la discriminación también pueden variar significativamente según el grupo de edad. Por ejemplo, entre preadolescentes, los más altos a veces son descritos como torpes o feos e incluso reciben términos peyorativos o derogatorios como «larguirucho». Sin embargo, en la adultez, tales actitudes poco halagadoras típicamente se revierten ya que la altura es normalmente valorada entre los adultos.[1]

A veces, la humillación corporal puede llevar a una percepción de que uno no es suficientemente masculino o femenino. Por ejemplo, los hombres con caderas anchas, pechos prominentes o que carecen de vello facial a veces son humillados por parecer femeninos.[5]​ De igual modo, las mujeres han sido humilladas corporalmente por su carencia de feminidad o por tener hombros anchos, características que son típicamente asociadas con los hombres.

Los niveles extensos de humillación corporal pueden tener efectos emocionales negativos, incluyendo reducción en la autoestima y otros problemas como trastornos alimenticios, ansiedad, TDC y depresión.[6]

Véase también editar

Referencias editar

  1. a b Chen, Hong; Todd, Jackson (2005). «Are cognitive biases associated with body image concerns similar between cultures?». Body Image 2 (2): 177-186. PMID 18089185. doi:10.1016/j.bodyim.2005.03.005. 
  2. Herbozo, S.; Tantleff-Dunn, S.; Gokee-Larose, J.; Thompson, J.K. (2004). «Beauty and thinness messages in children's media: A content analysis». Eating Disorders 12 (1): 21-34. PMID 16864302. doi:10.1080/10640260490267742. 
  3. Greenberg, B.; Eastin, M.; Hofschire, L.; Lachlan, K.; Brownell, K. (2003). «Portrayals of Overweight and Obese Individuals on Commercial Television». American Journal of Public Health 93 (8): 1342-1348. PMC 1447967. PMID 12893625. doi:10.2105/AJPH.93.8.1342. 
  4. Dettmar, Esther Katherine (2016). «Revising identification: fairy tales that transform tradition from within». Disertación (University of Illinois at Urbana-Champaign). 
  5. Namaste, Ki (1996). «Genderbashing: Sexuality, gender, and the regulation of public space». Environment and Planning D: Society and Space 14 (2): 221-240. doi:10.1068/d140221. 
  6. Matheson, Mikayla (2017). Women’s Body Image in the Media: An Analytical Study of Recent Body Image Movements across Media Platforms (Tesis).