Movida madrileña

movimiento musical cultural
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La movida madrileña fue un movimiento contracultural surgido en Madrid durante los primeros años de la transición de la España posfranquista, que se extendió a otras provincias con el nombre genérico de la Movida, hasta su finalización a mediados de la década de 1980.

Madrid por la noche (1980). Desde La Movida siguen en el vocabulario madrileño expresiones como «Madrid nunca duerme», «Esta noche, todo el mundo a la calle» o «Madrid me mata».

Se considera que el movimiento se precipitó tras el Concierto homenaje a Canito el 9 de febrero de 1980, en memoria de dicho músico y cantante,[1]​ promovido en la Escuela de Caminos de Madrid por un grupo de estudiantes que posteriormente formaron la banda Los Secretos.[2]​ La primera reunión importante tuvo lugar en 1981 con motivo del «Concierto de primavera» de la Escuela de Arquitectura.[3][4]

Se ha destacado la importancia de programas musicales en su difusión y mitificación, como los de Radio España, con Jesús Ordovás, Rafael Abitbol y Gonzalo Garrido; Radio El País, con Moncho Alpuente y Madrid Me Mata, Radio Popular, con Julio Ruiz; Radio Juventud, con Paco Pérez Bryan y Sardinita; Radio Centro, con Javier Díez, etc. También fueron determinantes los fanzines (sucedáneos de revistas que reflejaran el fenómeno), que dieron cierta entidad literaria y catalogaron las estéticas y eventos de la Movida en Madrid. Destacaron Licantropía y Monster; La Pluma Eléctrica, 96 Lágrimas y Du Duá, de Sardinita; Rockocó, de Miguel Trillo; Ediciones Moulinsart, de Pepo y Kiko Fuentes; Lollipop, de los futuros creadores del sello discográfico de igual nombre; Mental, de Juan Mental; Banana Split, de los hermanos Astudillo y La Parlote de Patricia Godes, en clave de parodia. También Garageland, creado por Chema Díaz en 1985, y maquetado por Aurora García, «Kitty Orsa».

Más tarde aparecieron las revistas La Luna y Madrid Me Mata[5]​ de Óscar Mariné, y otras publicaciones financiadas por los ayuntamientos de Madrid y de Vigo (donde también tuvo lugar la conocida como Movida viguesa).[6]​ Publicaciones como las citadas fueron el baluarte del movimiento, que halló reflejo en algunos programas televisivos como Musical Express, Popgrama, La bola de cristal, Si yo fuera presidente de Fernando García Tola y La edad de oro de Paloma Chamorro, y tuvo sus cronistas a Fernando Márquez en fanzines (Kaka de Luxe, La Liviandad del Imperdible, El Corazón del Bosque) y su obra literaria, Sardinita en los fanzines y su columna en la revista La Luna de Madrid, en el escritor y periodista Francisco Umbral desde su columna en el diario El País; sus cantantes en Enrique Urquijo, Antonio Vega, Paco Clavel, Santiago Auserón y Olvido Gara (más conocida como «Alaska»), su poeta en Eduardo Haro Ibars, su tebeo en Madriz, su graffitero en Juan Carlos Argüello (Muelle), su ídolo artístico en Andy Warhol y sus lugares de culto en Rock-Ola, La sala Carolina, El Sol, El Pentagrama, La Vía Láctea, Marquee, El Jardín, El Escalón, El Cien por Cien, etc.

Las principales «capitales» de la movida fueron Madrid y Vigo, si bien se extendió después a otras capitales españolas. El fenómeno coincidió con la despenalización de la homosexualidad, la venta de anticonceptivos, el resurgimiento del feminismo y el laicismo en la sociedad. También se ha glosado la importancia de las drogas que, siguiendo la pauta de los círculos musicales de Occidente, llegarían a España, provocando la muerte de gente de la música, el cine y el teatro afectos a la Movida. El consumo de sustancias psicotrópicas encarnó los valores nihilistas que sus integrantes abanderaron[7]​.

Historia

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En los barrios de Tribunal y San Bernardo se movía gran parte de la noche madrileña de los 80

La noche madrileña siempre fue muy activa; su primer cronista fue a principios de siglo Ramón Gómez de la Serna, un devoto de El Rastro y de lo kitsch; existía desde siempre un interés inusual en las llamadas «culturas alternativas» o underground. Todo ello había estado germinando desde los movimientos culturales juveniles que anteriormente, a través del boom turístico, habían llegado del resto de Europa en los 60 y 70 y que, con el cambio de régimen, encontrarían ya un terreno abonado para desenvolverse completamente. Fue parte del cambio y liberalización cultural e ideológica a que se abriría la gran mayoría de la sociedad española en general.

Los comienzos de lo que después se ha conocido como la movida madrileña fueron entre 1977-1978 alrededor de los grupos musicales de la nueva ola madrileña, primera hornada punk en Madrid a imitación de lo que sucedía en varias ciudades anglosajonas (Londres, Nueva York o Los Ángeles) en esos mismos días.

Esos grupos musicales tienen un denominador común: sus maquetas (entonces no había sellos independientes y grabar un disco era muy difícil) sonaban en los programas musicales de Onda 2 (Radio España), Dominó de Gonzalo Garrido, Dinamita de Rafael Abitbol, Jesús Ordovás, Mario Armero, Patricia Godes, etc.; Julio Ruiz, que en principio no apoyó el punk ni la nueva ola, terminó programando los grupos de la Movida en su Disco grande, de Radio Popular. Paco Pérez Bryan, que en principio sí apoyó el punk (Ramoncín a la cabeza), en El Búho, en Radio Juventud, se inclinó más por los grupos de chapa: Rosendo, Miguel Ríos, etc.

 
Vista del centro de Madrid

Se reconoce como pistoletazo de salida de la movida al llamado Concierto homenaje a Canito en memoria de José Enrique Cano Leal, difunto batería de Tos (futuros Los Secretos), que había muerto a consecuencia de un accidente de tráfico ocurrido en la Nochevieja de 1979. En dicho concierto, organizado desde los micrófonos de Onda 2, celebrado el 9 de febrero de 1980 en la Escuela de Caminos de Madrid, actuaron los citados Tos, Mermelada, Nacha Pop, Mamá , Paraíso, Alaska y los Pegamoides, Trastos, Mario Tenia y los Solitarios y Los Rebeldes (futuros Los Bólidos, sin relación con el grupo catalán Los Rebeldes).[8][9][10][11]

Sin embargo, quizás el momento cumbre de la Movida madrileña fue el 23 de mayo de 1981, cuando los alumnos de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid de la Universidad Politécnica de Madrid junto a Klub organizaron "El Concierto de Primavera". Más de 15 000 personas se dieron cita en dicho acontecimiento histórico, en un festival de más de ocho horas de duración en el que participaron en orden y por sorteo Farenheit 451, Alaska y los Pegamoides, Flash Strato, Los Modelos, Tótem, Rubi y los Casinos, Mamá, Los Secretos y Nacha Pop.

 
Plaza del Callao

Nacido en Madrid, el movimiento tomó muy pronto una envergadura mucho mayor a nivel sociológico y nacional, extendiéndose miméticamente a otras capitales españolas, con la connivencia y aliento. Fue apoyada por algunos políticos, principalmente socialistas, entre los que destacaría el entonces alcalde de Madrid, Enrique Tierno Galván, que había estudiado profundamente desde un punto de vista sociológico la cultura marginal juvenil (véanse los ensayos contenidos en su obra El miedo a la razón). El apoyo político a esta cultura alternativa pretendía mostrar un punto de inflexión entre la sociedad franquista y la nueva sociedad de la democracia. Esta imagen de una España "moderna", o cuando menos abierta a la modernidad, sería utilizada internacionalmente para combatir la imagen negativa que el país había adquirido a lo largo de cuatro décadas de dictadura. No obstante, y a pesar de este movimiento contracultural, gran parte de las estructuras sociales y económicas del país eran heredadas del régimen anterior.

Por su parte, la aparición de sellos independientes de grabación discográfica (DRO, MR, Nuevos Medios, Spansuls, TicTac, Tres Cipreses, Lollipop, etc.) colaboró en la difusión de música que las multinacionales del disco no patrocinaban.

Ámbitos de expresión

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Olvido Gara, «Alaska», vocalista de Alaska y los Pegamoides.

La Movida produjo estilos y vertientes nuevas en:

 
Pedro Almodóvar fue uno de los iconos de la Movida.
  • Literatura, surgida a la palestra el 13 de marzo de 1984 con el debate en la Tertulia de Creadores (Círculo de Bellas Artes de Madrid) «Narrativa en la Posmodernidad», en el que participaron Gregorio Morales, Vicente Molina Foix, Luis Antonio de Villena, Javier Barquín, José Tono Martínez, Luis Mateo Díez, Sardinita, José Antonio Gabriel y Galán, José Luis Moreno-Ruiz y Ramón Mayrata. La mayor parte de ellos —como Gregorio Morales (alma de la Tertulia de Creadores), José Tono Martínez o Ramón Mayrata— eran colaboradores regulares de La Luna.[16]​ Sus objetivos se pueden sintetizar en estas palabras de Gregorio Morales: “Superación de la narrativa decimonónica y de la vanguardista. Asunción completa del presente, precisamente para definirlo, negarlo y saltar por encima de él. Construcción de nuevas realidades que muestren horizontes desconocidos. Ser la reina de las artes, la avanzadilla de la renovación, la definidora de las modas. Erigirse en el juego lingüístico del entorno, definidor y organizador de los otros juegos. Y pese a todo, no buscar ninguna trascendencia, aunque sí el humor, la ironía, el desgarramiento o la belleza. Ser, en definitiva, tan variada y original como el universo y tan humilde como una intocable”.[17]
  • Prensa, La prensa genuina de La Movida fueron los fanzines; con un contenido preponderantemente musical, pero no exclusivamente, los medios artesanales reflejaron e impulsaron el verdadero espíritu de La Movida, hasta entonces conocida como "el rrollo", y contribuyeron a la creación de una identidad común. Premamá, (Prensa Marginal Madrileña) de La Cochu (Laboratorios Colectivos Chueca) con su oficina en la calle Augusto Figueroa, agrupaba a los primeros de la época: Mmmm...!, Muá, Muasica, Diario Desarraigado, Schmurz, Pchi-Pchi y otras (todos de 1976 a 1978). Después, el rompedor de esquemas "96 Lágrimas" (1980 - 1982) de Sardinita, "La Pluma eléctrica" (1982), "Licantropía" (1982), "Grátix" (1983), "Du-Duá" (1983) y un sinfín de otras publicaciones, hasta la aparición de las revistas La Luna (1983), junto con Madrid Me Mata (1984) de Oscar Mariné, y posteriormente Madriz (1985).
  • Graffiti, siguiendo la estela de El Muelle (Juan Carlos Argüello).
  • Locales (Templos de La Movida y garitos de moda) La Vía Láctea, La sala El Sol, la sala Rock-Ola, la sala Clamores, la sala Galileo Galilei, el Pentagrama más conocido como El Penta, el bar El Palentino y el Kwai, regentado por el mítico Constante.

Legado

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Años después de esta época, TVE organizó a través de su página web una encuesta sobre los temas musicales más populares y emblemáticos de la Movida, cuyos resultados fueron los siguientes, por orden desde el más votado:[19]

Entre los grupos que más se valoran se encuentran: Clavel y Jazmín, Parálisis Permanente, Alaska y los Pegamoides, Alaska y Dinarama, Derribos Arias, Pistones, Los Bólidos, Radio Futura, Los Secretos, Hombres G, Aerolíneas Federales, Nacha Pop, Gabinete Caligari, Mecano, Tino Casal, Olé Olé, Loquillo y los Trogloditas, Paraíso y Farenheit 451.

El poeta Luis Antonio de Villena novelizó esta época en Madrid ha muerto. Lo mismo hizo el novelista Gregorio Morales en su obra La individuación.

En 2008, el Baile de la rosa, organizado en Mónaco por el príncipe Alberto dedicó el baile anual a la Movida madrileña.[20][21]

Véase también

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Notas y referencias

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  1. Héctor Fouce (2002). Universidad Complutense de Madrid, ed. «El futuro ya está aquí: Música pop y cambio cultural en España. Madrid 1978-1985» (pdf). Consultado el 15 de julio de 2015. 
  2. rtve (8 de octubre de 2008). Corporación de Radio y Televisión Española, ed. «Popgrama: concierto de Tos» (vídeo informativo). Consultado el 6 de febrero de 2010. 
  3. Diario ABC 26/05/1981 - consultado 08-12-2011
  4. «página de Antonio Vega 06-03-2005 - consultado 08-12-2011». Archivado desde el original el 3 de febrero de 2012. Consultado el 8 de diciembre de 2011. 
  5. Javier Reguera (10 de marzo de 2010). Así se fundó Carnaby Street, ed. «Baazar de la Postmodernidad» (blog). Consultado el 11 de abril de 2010. 
  6. Ramos, Fernando (11 de diciembre de 2021). «El encuentro de 'las movidas Vigo-Madrid' y los incidentes en el Pazo de Castrelos». Atlántico Diario (Rías Baixas Comunicación). Consultado el 17 de diciembre de 2021. 
  7. Gómez Fernández, Eva (2024, (2018)). «A Movida contracultural; a cultura a serviço do poder». Zenodo. 
  8. Palacio, Manuel (2012). La televisión durante la Transición española. Cátedra. ISBN 978-84-376-3068-7. Archivado desde el original el 5 de diciembre de 2014. 
  9. rtve (8 de octubre). Corporación de Radio y Televisión Española, ed. «Popgrama: concierto de Tos» (vídeo informativo). Consultado el 14 de abril de 2013. 
  10. Movida en Caminos publicado en el elmundo.es, blog Metrópoli, el 20 de abril de 2006. Comprobado el 14 de abril de 2013.
  11. El País, ed. (9 de febrero de 1990). «La Movida echó a andar en Caminos». Consultado el 14 de abril de 2013. 
  12. Para contrastar los grupos que en el momento álgido de la "Movida" se consideraban integrantes de ésta, cf. por ejemplo el artículo de D.A. Manrique, "El oso y la caja de ritmos", en Rock Espezial, nº 3, noviembre de 1981.
  13. Rivera, Abraham (10 de abril de 2016). «Así era ser un 'heavy' madrileño de los ochenta». El País. ISSN 1134-6582. Consultado el 27 de septiembre de 2019. 
  14. País, Ediciones El (25 de agosto de 2011). «Reportaje | Último vuelo del Barón Rojo». El País. ISSN 1134-6582. Consultado el 27 de septiembre de 2019. 
  15. Salado, Ana; en ABC, Madrid, 09/11/1985, p. 57.
  16. Véase la información de Gabriela Cañas en El País del 15 de marzo de 1984, página 29.
  17. Texto incluido en la carpeta editada por el Círculo de Bellas Artes con motivo del acto “Narrativa en la posmodernidad” (13 de marzo, 1984).
  18. José Manuel Lechado, ed. (2005). «La Movida: Una crónica de los 80». 
  19. RTVE, ed. (27 de septiembre de 2011). «¿Cuáles son tus temas favoritos de La Movida madrileña?». Consultado el 20 de agosto de 2015. 
  20. «Aires de locura en el Baile de la Rosa». 2008. Consultado el 2009. 
  21. «'Movida' de lujo en Montecarlo». 2008. Consultado el 2009. 

Bibliografía adicional

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Enlaces externos

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