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Lanzamiento de «La balsa» y popularización del movimiento (1967-1976) editar

 
Los Gatos en su primera formación (de izquierda a derecha): Kay Galiffi, Oscar Moro, Litto Nebbia, Ciro Fogliatta y Alfredo Toth. Su primer sencillo «La balsa» estableció la viabilidad comercial del rock en español y lo convirtió en un fenómeno juvenil masivo.

El 3 de julio de 1967 se lanzó el sencillo «La balsa» de la banda Los Gatos, abriendo una nueva era en la historia del rock argentino. «La balsa» había sido iniciada en la madrugada del 2 de mayo de 1967 por Tanguito (José Alberto Iglesias) en el baño de caballeros de la bar La Perla del Once, quien se la pasó a Litto Nebbia para que termine la canción. Nebbia se basó para ello en una secuencia armónica emparentada con el gran hit de la bossa novaGarota de Ipanema[1]​ y con su grabación por Los Gatos se convirtió en un fenómeno que arrasó con toda la escena tal y como se conocía hasta ese entonces. El sencillo obtuvo un éxito descomunal que shockeó a propios y extraños: vendió 250.000 copias.

El éxito de «La balsa» instaló un nuevo modelo de hacer canciones en la escena del rock argentino: cantadas en español en lugar de en inglés, composiciones originales en lugar de covers, con inclusión de elementos argentinos como su jerga, y con temáticas relacionadas con ideologías contraculturales.

Litto Nebbia, el único que tenía estudios de música del núcleo inicial, estableció un estilo de rock moderno con resonancias sudamericanas -emparentado con la bossa nova- y fuerte vocación de masividad. Sin embargo, el éxito de La Balsa no llevó a un interés por parte de las discográficas y los medios de comunicación masiva de difundir el recién nacido estilo de música beat en castellano, llamado también a partir de la década de 1970 "música progresiva" o "rock nacional".[2]

La difusión masiva entonces comenzó a ser realizada por medios propios. En 1968 se publicó el primer número de la revista de rock Pinap, y se fundó el primer sello discográfico argentino de rock: Mandioca. Fueron estas dos empresas las que impulsaron el proceso de masificación del beat en español, a través de artículos, reportajes e imágenes de los músicos y las bandas argentinas, en el primer caso, y discos en el segundo. Por otra parte, tanto Pinap como Mandioca comenzaron a organizar recitales cada vez más masivos. Mandioca tuvo su presentación al público el 12 de noviembre de 1968 con un concierto realizado en la Sala Apolo de la Calle Corrientes al 1300 (donde funcionó luego el cine Lorange y hoy nuevamente es Apolo), en el cual participaron Manal, Los Abuelos de la Nada y la cantante Cristina Plate.[3]​ El recital se hizo con los equipos Fender de Los Gatos, y al terminar el mismo subió Luis Alberto Spinetta, líder de Almendra diciendo "¿Se dan cuenta ustedes lo que empezó hoy? Hoy empezaste a terminar con la música comercial".[4]​ Durante los meses siguientes el sello editó simples de los participantes del recital: el primero de Cristina Platé y el segundo de Los Abuelos de la Nada [que en marzo de ese año habían debutado discográficamente en CBS con una gema psicodélica compuesta por los temas Diana Divaga (con Claudio Gabis) y Tema en Flu sobre el Planeta (con Pappo)], además del primer simple de Manal y la única referencia del grupo Hielo.

A partir de la creación de esa nueva escena, también empezaron a establecerse diferencias entre la misma música beat: los seguidores de su ala contracultural comenzaron a llamar despectivamente como "música complaciente" al otro ala de la música beat, que tenía canciones sin compromisos ideológicos. El mayor exponente de esta corriente, en esa época, eran Los Náufragos, quienes en 1968 lograron que en el sello CBS les grabara su primer simple, "La Leyenda de Xanadú", que incluía como lado B el primer tema compuesto por Tanguito, el mismo coautor de "La Balsa", llamado "Sutilmente a Susana". Para el segundo simple ("Eloise / Vuelvo a Naufragar"), la banda incorpora como productor y luego figura clave a Francis Smith, quien más tarde se convertiría en uno de los mayores autores de poprock. Con su guía, Los Náufragos llegaron a producir a principios de los años setenta una saga de éxitos de inusitada relevancia en toda Latinoamérica, a tal punto que en el año 1973 la revista Cashbox menciona a Los Náufragos como el grupo que más simples en español había vendido en el mundo en toda la historia. Su siguiente éxito fue «Otra vez en la Vía«; que sería el título de su primer LP de 1969. Éste incluía seis canciones compuestas por Pajarito Zaguri, otro de los habitués de La Cueva, y pese a las críticas, varias de sus letras -Cómo viene la mano, Hoy un plato volador- trataban los mismos temas que las de Los Gatos y reflejaban por igual la ideología del joven movimiento roquero mientras que en Hippies y todo el circo, lamentaban la rivalidad entre las distintas "tribus" de los jóvenes porteños. El escritor Jorge Dossi, autor de un ensayo sobre cantautores de rock nacional de los años setenta, resalta estas letras: "Los Náufragos –con la integración de Pajarito Zaguri- no se quedan atrás con temas como Tendría que insistir, Brillan las estrellas o Hippies y todo el circo, al generar canciones que bucean en una poética que no descuida la mirada sobre el cotidiano, muy a pesar del bombardeo sistemático de sus éxitos más rutilantes".[5]​ En ese primer disco, su sonido, conducido por el inimitable sonido del órgano Hammond, resultaba totalmente en sintonía con el pop psicodélico que en ese mismo momento triunfaba en Europa, aunque a partir de ese momento, y ya consolidado Francis Smith como su compositor principal, perderían ese componente psicodélico para abrazar un pop bailable mucho más comercial, como en sus hits «Zapatos Rotos» y «De Boliche en Boliche».

El mismo autor cita el ejemplo de otra banda que, por un tiempo, abarcaba sin contradicciones ambas escenas, la del beat y la del rock, hasta ser defenestrada por la crítica: "Otro caso notable es el de Séptima Brigada, cuyas canciones más renombradas -Paco Camorra o Juan Camelo- desplazan (ocultan) la escucha de otras como Señor Brujo con inocultables influencias del Santana de Black Magic Woman, Sureña y Solitaria, cuya rica instrumentación permite considerarla uno de los primeros ejercicios de rock progresivo en la Argentina o Mis penas sobre la quena, calificada como latinsoul en la que se destacan el guitarrista Jorge Montes, quien años más tarde formaría Montes Mahatma; Juan Rodriguez que se integraría a Sui Generis y Diego Chamorro, participe en una de las varias formaciones de La Joven Guardia".[5]

Otra de las grandes bandas de la era beat que sufrió el mismo destino fue Formación 2000, quienes grababan versiones covers en inglés de los éxitos del rock anglosajón del momento, pero al mismo tiempo componían canciones en castellano en un tono de pop psicodélico de altísima calidad. La instrumentación no sólo era sobresaliente, sino que se adelantaba a su época con detalles nunca vistos en el rock nacional, como el doble bombo implementado ya desde fines de los sesenta por su baterista Juan Espósito[6]​. Ya en su primer simple, en 1969, mostraban esa doble cara: en el lado A, Orgullosa Mary (cover del Proud Mary de Creedence Clearwater Revival) acompañada en el lado B por la bellísima Mañana será. Ese mismo año editan el que sería su único longplay, El Mundo al Revés, con un sonido impecable. Incluía dos covers de Creedence, Orgullosa Mary y Al salir la luna (su versión de Bad Moon Rising) y uno del éxito de los Rolling Stones, Susie Q. Pero el resto de las composiciones eran propias. La que le terminó dando nombre al álbum es un ejercicio de country rock con violín como instrumento líder y una clara influencia de Creedence. La letra de la canción, al igual que El Extraño de Pelo Largo de La Joven Guardia, o que Hippies y todo el circo de Los Náufagos representaba una protesta hacia los prejuicios a los que se veían sometidos los jóvenes de pelo largo. También había notables momentos de psicodelia barroca e influencias británicas como El Castillo del Rey Sol.[7]​Lamentablemente, y pese a la extraordinaria calidad del material propio, el sólo hecho de incluir covers terminaron marginando a Formación 2000 de la categoría de "progresiva" para la prensa del momento. Vilipendiados como "complacientes", terminaron separándose poco después de la edición del disco y quedaron en el olvido. Ya en 1971, dos de sus integrantes -el baterista Juan “Locomotora” Espósito y el tecladista Luis Valenti- se unirían a El Reloj, banda pionera del hard rock progresivo en la Argentina.

No fueron sólo ejemplos aislados. Con el tiempo, toda la actividad pop-rock en Argentina previa a «La balsa», así como la escena beat de principios de los años setenta, pasaron a ser negadas, menospreciadas o tildada de "no ser verdaderamente rock argentino". Esta visión se trasladó incluso a los trabajos académicos y formales, como los libros de la historia del rock argentino que salieron a lo largo de las décadas siguientes: todos comienzan sus cronologías en los años '60. Solo a partir de los años 2010 surgió una nueva camada de historiadores del rock argentino que empezaron a cuestionar a los historiadores clásicos, investigando y publicando acerca de toda la actividad de rock en Argentina pre-«La balsa».

 
Jorge Álvarez fue el productor más importante del rock argentino de fines de los 60. Junto a Pedro Pujó, Rafael López Sánchez y Javier Arroyuelo, fundó el sello independiente Mandioca y más tarde dirigió Talent, etiqueta roquera perteneciente a la discográfica nacional Microfón, a través de los cuales lanzó álbumes de artistas como el trío Manal, Vox Dei, Almendra, Tanguito, Sui Generis, Billy Bond y La Pesada del Rock and Roll, Claudio Gabis, Pappo's Blues, Miguel Abuelo y Los Abuelos de la Nada, y Moris, entre otros.[8][9][10]




 
Moris en 1970, interpretando "El Oso" en vivo.

Sin embargo, fue fundamental el éxito que tuvo la música beat en el público joven, ya que dio lugar a que la discográfica CBS, la principal promotora de este género, venciera a su rival RCA que hasta entonces había dominado la industria musical argentina. La Joven Guardia llegó a encarnar, en 1970, el auge de la música beat con su éxito "El extraño de pelo largo", que llevaría a que con ese nombre se hiciera en 1970 una película y con Lito Nebbia actuando en ella, teatralizando la llegada de Los Gatos Salvajes de Rosario a Buenos Aires. En la película, Los Gatos comparten cartel con bandas beat como Trocha Angosta, La Joven Guardia, Conexión n° 5, Pintura Fresca y también con el dúo Pedro y Pablo, pioneros del folk rock de protesta, que por entonces acababan de editar su primer simple: "Yo vivo en esta ciudad / Los caminos que no sigue nadie". La canción que ocupaba el lado A, retrataba el mismo tema central de la película "El Extraño de pelo largo", esto es, las complicaciones que tenían los jóvenes "modernos" de Buenos Aires para vestirse con la ropa significativa de la moda pop (desde el pelo largo para los varones hasta las minifaldas para las mujeres): “Yo adoro a mi ciudad/ aunque me acuse de loco y de mersa/ Aunque guadañen mi pelo a la fuerza/ en un coiffeur de seccional.”[1]La Joven Guardia, por su parte, continuó el éxito del simple con un long play de igual nombre, que contenía composiciones y arreglos de enorme calidad. Se permitían, como los Beatles en Lucy in the Sky with Diamonds, hacer un guiño al movimiento psicodélico titulando una canción con un acrónimo de LSD ("Locos, santos, diablos"), y hasta cerrar el disco en plan conceptual, narrando la muerte del Extraño que le daba título, "víctima de la crueldad de la sociedad", asesinado por la policía, según la interpretación hecha por el mismo autor[11]​. Según Mario Antonelli: "Tiene muchas referencias al Álbum Blanco beatle. "Motores de pastel" es pop psicodélico con orquesta (Rodolfo Alchourrón) de gran nivel. "Después de la tormenta" sea quizás la mejor canción de Pando, con una coda que recuerda a While my guitar gently weeps... Roque se destaca como un guitarrísta ácido... (es un temprano guitar hero poco reconocido). La base rítmica de La Joven Guardia es implacable, otra de las claves del grupo, que a diferencia de sus contemporáneos, en vivo SONABA. "En el pueblo de San Esteban" es una broma a Roque (un joven country boy), cantada por Hiacho -otra humorada con referencia beatle. LSD es "Loco, santo, diablo". "Otoño" es una preciosa balada de Narvaja, muy álbum blanco. La muerte del extraño hasta le da un toque conceptual, muy Sargent Pepper...".[12]

Del mismo modo, el siguiente éxito de La Joven Guardia "La extraña de las botas rosas" también tuvo mucha repercusión cuando fue usada en una publicidad de Coca-Cola filmada en República de los Niños. Entre los dos primeros simples, llegaron a vender más de un millón de copias, obteniendo un doble disco de oro.[13]​ La seguidilla de esos dos hits convirtió a La Joven Guardia en la banda más popular del momento. Como lo recuerda Bobby Flores: "De “El extraño del pelo largo” a “La extraña de las botas rosas no hubo más que algunos llamados telefónicos entre empresarios y publicistas. Un riff pegadizo, voces y coros prolijamente producidos, los cuatro tocaban bien: Roque Narvaja voz y guitarras, Hiacho Lezica en batería, Enrique Masllorens era el bajista y Félix Pando gran tecladista, se las arreglaban para tener un sonido bien definido e inimitable. Y la poesía de suburbio acomodado, tan bella y valiosa como la de Manal o Almendra. Hablaban de otras cosas en el mismo idioma"[14]​.

Después de estos éxitos, La Joven Guardia incluso siguió el camino de algunos de los músicos progresivos, al optar por la radicalización política. El cantante Roque Narvaja y el bajista Enrique Masllorens habían comenzado a militar en agrupaciones de izquierda y sus letras comenzaban a alejarse de la candidez inicial para adoptar un tono de denuncia social, como ‘Fuerza para vivir' y la increíblemente explícita -para la época- ‘Los corderos engañados’. En ésta, además de agregar una guitarra distorsionada y un solo de batería, Narvaja cantaba: “Vino el águila del Norte a atender el bar / con gaseosas y películas sobre Vietnam / somos buenos, dijo el lobo sin pensarlo más /lo engañaba y le enseñaba el signo de la paz. / De vino pronto dormirán / y se hartarán sin reaccionar / el lobo es jefe del lugar / con sus amigos los va a devorar. / Lobos y corderos. / Lobos y corderos. / Lobos y corderos”[15]​. Este giro no fue bien tomado por el público, ni tampoco por los otros integrantes de la banda, preocupados por el descenso de las ventas. Todo ello motivó que Masllorens la abandonara para formar Cuero, una banda más progresiva y pesada, junto a Nacho Smilari y Carlos Calabró. Fue reemplazado por Víctor "Vitico" Bereciartua, con quien La Joven Guardia volvió a las fuentes beat, obteniendo un nuevo hit con "La Reina de la canción" (1971).[16]​Tras el éxito de este simple, se edita -con igual nombre- el tercer y último álbum de la banda, en el que ya se alejan del sonido beat para incluir muestras del estilo que Roque Narvaja desarrollaría en su posterior etapa como solista. Canciones como "Tu Libertad", "Dicen Que Te Fuiste A La Montaña" o "Mi Pensamiento" se acercan a la canción psicodélica acústica con apertura al folk latinoamericano y letras comprometidas como las que, desde 1972, darían forma a la carrera solista de Roque Narvaja tras su alejamiento de La Joven Guardia.[17]​En palabras de Mario Antonelli: "Vamos al sol cierra el disco notablemente, "Vamos al sol, a delirar de alegría"… nada de oxidarse".[18]

Otras bandas de la escena beat eran: Pintura Fresca (quienes alternaban el idioma castellano y el inglés y, en pleno éxito de "El Extraño de Pelo Largo" grabaron un cover en inglés del mismo hit), Industria Nacional (cuyo primer long play, "Hurra para la banda de Industria Nacional" de 1970, traía arreglos del "Chango" Farías Gómez)[12]​, El Grupo de Gastón, Los Cables Pelados, Los Bárbaros, Los Tíos Queridos, Katunga, Los In (liderados por Francis Smith), Los Walkers, Piel Tierna, Solvente. Kano y Los Bull Dogs, banda formada en Montevideo en 1964 pero radicada en buenos Aires desde 1967 puede ser considerada el nexo entre la "Invasión Uruguaya" y la movida beat con su sonido de baladas psicodélicas. En 1969 llegan al éxito con la canción Sobre un vidrio mojado, incluida en “Los preferidos a la luna”, que sería el compilado de mayor venta en la historia de la RCA Argentina. Sobre un vidrio mojado fue el tema más irradiado del longplay, alcanzando éxito en toda Hispanoamérica[19]​. Inmediatamente, la compañía intentó capitalizar este éxito editándoles su primer disco homónimo. El disco se iniciaba con Vuelvo a casa, una de las mejores adaptaciones del sonido de la psicodelia californiana al Río de la Plata y continuaba con el ya consagrado Sobre un vidrio mojado que abría el paso a otras diez canciones, mayormente baladas, de arreglos preciosistas y grandes climas de ensueño. Sin embaro, tal como le sucedió a otra bandas beat, el primer éxito terminó eclipsando la brillante composición de otras canciones. Letras como Hoy se rieron, todo un manifiesto del modo de vida hippie fueron ignorados y la prensa terminó tildándolos de "complacientes" por tener un éxito masivo. A diferencia de las bandas porteñas, Kano y los Bulldogs pudo alejarse y continuar su carrera en Montevideo, donde en 1971 editaron, antes de disolverse, un segundo álbum, Carita con carita, en el que las baladas se complementaban con ritmos latinos en estilo más cercano al que en esa época popularizaba Santana (en Báilalo ya) y con pasajes similares al sonido de rock pesado que comenzaba a imponerse en Buenos Aires (La quiero y Se vistió de negro),

Mantra fue un raro ejemplo de una banda de la Provincia de Corrientes, que llegó a tener un éxito masivo en Buenos Aires, grabando para el sello Music Hall éxitos como Saravah, Trinidad Tobago, Me gusta hacer las cosas, Nos amaremos en cualquier lugar, y tocando en los principales boliches de la noche porteña, entre ellos Mau Mau, Bwana y St. George.[12]Trocha Angosta y Banana fueron otras dos bandas destacadas de esta movida que con el tiempo, a principios de los setenta, evolucionaron hacia las baladas y lo que luego en el mundo se denominó soft rock o rock melódico. Este camino ya había sido iniciado por los uruguayos Los Iracundos, que si bien venían de una época anterior, también eran considerados parte de la movida beat y habían definido las bases del estilo melódico con su clásico de 1968 Puerto Montt.

Desde los principales medios empezaba a lanzarse esta nueva música beat. Por radio, Modart en la noche con la música de Ricardo Kleiman y conducción de Pedro Aníbal Mansilla, y Música con Thompson y Williams, mientras que por televisión se transmitía Sótano Beat, Alta Tensión y Música en Libertad. Los medios también usaban la música beat para la publicidad, como "Verano naranja" de Donald que era usado en una publicidad de la gaseosa Crush, y "Tiritando" que era usada en una publicidad de cigarrillos donde aparecía una niña de 17 años fumando. En ese momento en la música beat no se hacían distinciones entre bandas que tuvieran temáticas ideológicas y las que no. Mientras Donald, Tormenta, Juan y Juan, Sabú, Heleno, Raúl Padovani, Silvestre, Quique Villanueva y Cacho Castaña eran catalogados dentro del beat más comercial, Arco Iris y Pedro y Pablo, entre otros, a menudo hacían música con mensaje de protesta, lo que les valía la reputación para ser elogiados como "progresivos" en nuevas revistas como JV, Baño, Pinap, Cronopios, La bella gente y Pelo.[20]

Esta última, fundada en 1970 por Osvaldo Daniel Ripoll se convertiría en la publicación más clásica del rock argentino, llegando a tener verdadera influencia sobre los estilos musicales y las temáticas tratadas, especialmente durante los años 70. Se editó durante 31 años, hasta diciembre de 2001. En sus primeros números, la línea editorial de la revista puso mucho énfasis en diferenciar el movimiento "progresivo" de las bandas beat a las que se catalogaba como "complacientes". Estas descalificaciones eran permanentemente mantenidas en las críticas de discos y recitales, y tenía una sección de correo de lectores donde se publicaban cartas dirigidas a Ripoll y con un tono incluso más airado que el que se permitían los periodistas. Como un ejemplo, en el correo del número 25 (de fines de 1971), se publica una carta en la que se lee: "Realmente algo debe andar muy mal en la Argentina para que gente como Francis Smith sea considerado como ejemplo de nuestra juventud. Y por supuesto no faltan las grandes mentiras, la mayor de ellas es quizás que "nosotros hacemos esta música porque es la que la gente quiere que hagamos", falso, la gente no quiere nada, la gente es inducida a consumir esa música porque los managers de las grabadoras y los productores independientes ponen las suficientes trabas como para que esas canciones "tipo Alegría", como dicen ustedes, sean la única opción".[21]

En el mismo número se publicitaba la nueva edición del B.A.Rock, festival organizado por la misma revista, y se dejaba en claro con rigidez cuál era el comportamiento que se esperaba del público y cuál se consideraría incorrecto: "Otro de sus fines es elevar el nivel de presentación que ambas partes, artistas y público, se merecen y necesitan, todo ello en un ambiente de amor a la música y respecto (sic) por la comunicación a través del arte. Los artistas que participan en los recitales B.A.ROCK no son los que necesitan "fans" chillones, coléricos y falsamente entusiastas esos prototipos idiotizados quedan para la otra música. La intención principal de B.A.ROCK es que se haga y se escuche música en PAZ; no queremos -ni vamos a permitir- hacerle el juego a nadie. Y que eso lo seguiremos cumpliendo -como ha quedado demostrado- que no quede ninguna duda".[21]​La "otra música" a la que se rendían los "prototipos idiotizados", era, para la línea editorial de la revista, la movida beat en toda su extensión y sin distinguir matices. Y los lectores que asistían a un festival sentían la presión de adaptarse a una estricta etiqueta para no caer ellos mismos en el descrédito.

El músico Enrique Masllorens, de La Joven Guardia, llegaría a decir: “Había alguien que regía todos los destinos en ese entonces y que se llamaba Daniel Ripoll, que dirigía la revista Pelo. Y a nosotros rápidamente nos encasillaron como ‘grupo comercial’”[16]​.El mismo Ripoll, muchos años después, reconocería: "nos volvimos un poco fundamentalistas".[22]

  1. a b Pujol, Sergio (1° de mayo de 2020). «De la Nueva Ola a la Contestación: Memoria e historia de la música joven argentina entre 1963 y 1973». MUSIMID: Revista Brasileira de Estudos em Música e Mídia. Consultado el 8 de febrero de 2024. 
  2. Miguel Grinberg admitía en la revista Cantarock que los términos ´musica progresiva´y ´rock nacional ´no se empleaban en los 60, sino ´que se hablaba de shake´y ´beat´. «Cantarock nº 04.pdf». Dropbox (en inglés). Consultado el 14 de octubre de 2017. 
  3. Álvarez, Jorge, 2013, p. 94.
  4. Álvarez, Jorge, 2013, p. 96.
  5. a b Dossi, Jorge (4 de diciembre de 2023). «Nuestro Viejo Beat». La Música del Arcón. Consultado el 8 de febrero de 2024. 
  6. «Murió 'Locomotora' Espósito: el baterista precursor del doble bombo en Argentina». Diario Registrado (Buenos Aires). 30 de mayo de 2016. Consultado el 19 de marzo de 2024. 
  7. «Formacion 2000 - El Mundo Al Reves + Simples (1969)». La Nave del Rock Argento. 1° de mayo de 2015. Consultado el 19 de marzo de 2024. 
  8. Federico Scigliano. (12 de marzo de 2012). «Entrevistas Jorge Álvarez» Ni a palos. Consultado el 6 de mayo de 2012.
  9. Mecano Pop de los 80.
  10. «Jorge Álvarez ataca de nuevo Archivado el 20 de agosto de 2011 en Wayback Machine
  11. «LA VICTORIA ES TIEMPO..., entrevista a Roque Narvaja». Intersticio Rock. 18 de septiembre de 2019. Consultado el 22 de febrero de 2024. 
  12. a b c «Progresiva y Complaciente». Buenos Aires, capital del rock en español. Consultado el 22 de febrero de 2024. 
  13. «La Joven Guardia, grupo de rock argentino regresa después de 30 años». Recorriendo América News. 21 de mayo de 2015. Consultado el 21 de febrero de 2024. 
  14. Flores, Bobby (15 de octubre de 2022). «Los 15 minutos de fama de La Joven Guardia y la historia del hit “La extraña de las botas rosas”». Infobae (Buenos Aires). Consultado el 22 de febrero de 2024. 
  15. Fischerman, Diego (18 de mayo de 2008). «La felicidad, boom boom». Página 12 (Buenos Aires). Consultado el 22 de febrero de 2024. 
  16. a b Fischerman, Diego (25 de mayo de 2008). «El extraño de pelo blanco». Página 12 (Buenos Aires). Consultado el 21 de febrero de 2024. 
  17. «La Joven Guardia - La Reina de La Canción + Simples (1971)». La Nave del rock Argento. 26 de febrero de 2021. Consultado el 22 de febrero de 2024. 
  18. «"LA JOVEN GUARDIA: PASION BEAT". MARIO ANTONELLI INTERVIEW». Universo Limbo. 19 de julio de 2009. Consultado el 22 de febrero de 2024. 
  19. «Kano y Los Bulldogs - Idem (Uruguay -1969)». La Nave del Rock Argento. 9 de junio de 2017. Consultado el 20 de marzo de 2024. 
  20. Error en la cita: Etiqueta <ref> no válida; no se ha definido el contenido de las referencias llamadas m2
  21. a b «B.A.ROCK - Información». Pelo (25) (Buenos Aires). Diciembre de 1971. p. 43. 
  22. Bengochea, Constanza (2 de febrero de 2024). «500 dólares prestados y mucho rock: un editor joven, el sótano de un comercio y la revista que se volvió ícono de una generación». La Nación (Buenos Aires). Consultado el 20 de marzo de 2024.