Anexo:Sínodos francos

Lista de sínodos eclesiásticos celebrados en el reino franco y sus predecesores inmediatos en el área franca, incluido el Reino visigodo, el Reino ostrogodo y el Reino burgundio.

Historia

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Se habían celebrado regularmente sínodos regionales en la iglesia de la Galia, más de treinta entre 314 y 506. [1]​ Los sínodos enumerados aquí marcan un desarrollo particularmente germánico en la Iglesia occidental. A los habituales concilios regionales o provinciales, los pueblos germánicos añadieron un elemento tradicional de sus sistemas de gobierno: la idea de un concilio nacional, que estaba influenciada por el Oriente cristiano. [2]

También muestran un creciente vínculo entre la Iglesia y la monarquía. Mientras que los monarcas arrianos se mantuvieron alejados de los concilios generales, los gobernantes visigodos comenzaron a influir en los concilios después de la conversión de Recaredo I. Tan pronto como asumieron el poder, los reyes merovingios y luego los carolingiosejercieron una gran influencia en los concilios. [2]​ Según Gregory Halfond, tal vínculo era un rasgo especial de la iglesia galorromana, en la que la aristocracia romana constituía una parte importante del liderazgo de la iglesia, así como lo fue después de la franca. La continuidad de este vínculo de poder puede notarse también por el uso continuo de procedimientos romanos en los concilios. [3]

Uno de los primeros clérigos importantes es Cesáreo de Arlés, quien presidió el sínodo visigodo celebrado en Agda en 506, [4]​ y luego el Segundo Concilio de Orange (529) y el Segundo concilio de Vaison (529). Los sínodos organizados por Cesáreo eran regionales y se ocupaban principalmente de adaptar los cánones y prácticas de la Iglesia de la Galia a los de otras Iglesias. En Orange, por ejemplo, hizo anatematizar las prácticas anteriores (pelagianas) de la iglesia gala, y en el concilio subsiguiente de Vaison se estableció la conformidad litúrgica con otras iglesias (Italia, África, Oriente). [5]Clodoveo I, que organizó el Primer Concilio de Orleans (511), estableció un modelo para los siguientes sínodos francos. Aunque él mismo no asistió, fijó la agenda y siguió de cerca los procedimientos. Se dirimía entonces la unificación de la iglesia romana bajo el dominio franco. [6]​ Después de la disminución de la influencia de Cesáreo y el establecimiento del reino merovingio, las preocupaciones de la Iglesia franca se desplazaron hacia el norte, teniendo que hacer frente a las costumbres germánicas arraigadas que contravenían la doctrina cristiana. En lugar del pelagianismo o el predestinación, los obispos tuvieron que tratar cuestiones como las costumbres sobre el matrimonio, las relaciones entre una aristocracia guerrera germánica y el clero cristiano, la vida monacal, los conflictos nacidos de la influencia y el control real o de los derechos de propiedad. [5]

El modelo básico establecido por Clodoveo se basaba en una asamblea de clérigos de cualquier nivel que podía ser convocada por autoridades religiosas o seculares. El resultado de tales asambleas fueron decisiones normativas eclesiásticas llamadas cánones. [6]​ Otro aspecto de los sínodos era judicial: aquellos que habían transgredido la ley eclesiástica y otras leyes eran investigados y juzgados.[7]​ Finalmente, los sínodos decidieron sobre cuestiones de concesiones y privilegios. [8]

Bastantes de los sínodos fueron habitualmente llamados concilios, ya que sínodo a veces se aplicaba a asambleas más pequeñas.[9]​ Aunque no todos, tuvieron lo que se puede llamar estatus conciliar, es decir, fueron convocados por una autoridad monárquica.[10]​ El gran número de cánones conciliares es una muestra de la estrecha relación entre los monarcas y la Iglesia. Sin embargo, en el siglo VIII, la convocatoria regular de sínodos había decaído. Cuando san Bonifacio protestó ante el papa Zacarías en 742 porque no había tenido lugar un sínodo de la iglesia franca en ochenta años, seguramente describía una realidad. [11][12]​ El Concilium Germanicum de san Bonifacio fue el primero de los tres concilios de reforma que organizó en sus intentos de fortalecer la iglesia franca.[13][14]​ Solo tuvo un éxito parcial en sus proyectos y nunca logró disolver los estrechos vínculos entre aristocracia y clero en la sociedad franca. En muchos casos, estas relaciones habían llevado a que las propiedades de la iglesia pasaran a ser propiedad de nobles que habían sido nombrados obispos por los monarcas carolingios con el fin de apaciguarlos. [12][15]

Sínodos celebrados en la Galia antes del período franco

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Sínodos visigodos

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Sínodos ostrogodos

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Sínodos de Borgoña

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Sínodos francos

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Siglo VI

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Siglo VII

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Siglo VIII

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Siglo IX

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Referencias

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  1. Halfond 2.
  2. a b c d e Rahner 301–302.
  3. Halfond 4–6.
  4. Halfond 6.
  5. a b Markus 155–56.
  6. a b Halfond 8–9.
  7. Halfond 10–13.
  8. Halfond 12–13.
  9. Lumpe passim.
  10. Halfond viii, 21, 59.
  11. Hartmann 59.
  12. a b c Schuler 364.
  13. Wolf 1–5.
  14. Existe cierto debate sobre la idoneidad del término "reforma"; ver Halmond 1.
  15. Schieffer.
  16. a b c d e f g h i j k l m n ñ o p q r s t u v w x y z aa ab ac ad ae af ag ah ai aj ak Halfond, "Appendix A: Frankish Councils, 511–768." 223–46.
  17. Halfond 185 n.3.
  18. Rahner 301–302.
  19. a b c d Herbermann et al. 53.
  20. Acta Conciliorum tom. 3 col. 353
  21. Acta Conciliorum tom. 3 col. 355
  22. Delaney 579–80.
  23. Bachrach 25.
  24. «St. Columbanus». Catholic Encyclopedia (en inglés). Nueva York: Robert Appleton Company. 1913. OCLC 1017058. 
  25. Wolf passim.
  26. a b Dierkens 15.
  27. Herbermann et al. 577–578.
  28. a b Herberman et al. 276–78.

Bibliografía

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  • Bachrach, David Steward (2003). Religion and the conduct of war, c. 300-1215. Boydell. ISBN 978-0-85115-944-7. 
  • Delaney, John J. (2005). «Sulpicius». Dictionary of Saints. Random House. ISBN 978-0-385-51520-7. 
  • Dierkens, Alain (1984). «Superstitions, christianisme et paganisme à la fin de l'epoque mérovingienne: A propos de l'Indiculus superstitionem et paganiarum». En Hervé Hasquin, ed. Magie, sorcellerie, parapsychologie. Bruselas: Université de Bruxelles. pp. 9-26. 
  • Halfond, Gregory I. (2009). Archaeology of Frankish Church Councils, AD 511-768. Brill. ISBN 978-90-04-17976-9. 
  • Hartmann, Wilfried (1985). «Die fränkische Kirche in der Mitte des 8. Jahrhunderts». En Heinz Dopsch, Roswitha Juffinger, ed. Salzburg: Amt der Salzburger Landesregierung, Kulturabteilung. pp. 59-65. 
  • Herbermann, Charles George (1911). «Paul I, Pope». The Catholic encyclopedia: an international work of reference on the constitution, doctrine, discipline, and history of the Catholic church, Volume 11. Robert Appleton. pp. 577-78. 
  • Lumpe, Adolf (1970). «Zur Geschichte der Wörter 'Concilium' und 'Synodus' in der antiken christlichen Latinität». Annuarium Historiae Conciliorum 2 (1): 1-21. 
  • Markus, Robert A. (1992). «From Caesarius to Boniface: Christianity and Paganism in Gaul». En Jacques Fontaine, J.N. Hillgarth, ed. Le septième siècle: changements et continuités/The seventh century: changes and continuities. Studies of the Warburg Institute 42. London: Warburg Institute. pp. 154-72. ISBN 978-0-85481-083-3. 
  • Rahner, Karl (1975). Encyclopedia of theology: a concise Sacramentum mundi. Freiburg: Herder. ISBN 978-0-86012-006-3. 
  • Schieffer, Theodor (1980). Winfrid-Bonifatius und die Christliche Grundlegung Europas (2 edición). Darmstadt: Wissenschaftliche Buchgesellschaft. ISBN 3-534-06065-2. 
  • Schuler, Matthias (1947). «Zum 1200jähr. Jubiläum des fränkischen Generalkonzils vom Jahre 747. Der höhepunkt der Reformtätigkeit des hl. Bonifatius». Trierer Theologische Zeitschrift 56: 362-70. 
  • Wolf, Gunther G. (1999). «Die Peripetie in des Bonifatius Wirksamkeit und die Resignation Karlmanns d.Ä.». Archiv für Diplomatik 45: 1-5. 

Véase también

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