Individuo

unidad independiente

Individuo, que proviene del latín individŭus (‘indivisible’ o que no se puede dividir),[1]​ se refiere a una unidad frente a otras unidades dentro de un mismo sistema.

A veces se confunde erróneamente con clase lógica o un Todo-lógico, distribuido o no-distribuido, como si fuera un conjunto de individuos existentes. Puede ocurrir cuando se utilizan de forma semántica pronombres vagos como: algún, cualquiera o todos (considerando tales pronombres como sustitución de uno, uno por uno o cualquiera de todos o algunos de los posibles elementos de la clase lógica como si fueran individuos reales y existentes). Se confunde de este modo la propiedad de una clase lógica, como unidad lógica del pensamiento, con la clase natural formada por individuos; como si fuera aquella un conjunto numerable.[2][3]

Unidad y pluralidad en lo individual editar

Un acercamiento lingüístico al concepto nos viene bien desde el concepto griego de ἄτομος.[4]​ Definido por la Real academia Española como: 1. adj. individual.

2. adj. Que no puede ser dividido.

Para Mario Bunge individuo sustancial, lo mismo que propiedad (lógica), es un concepto primitivo que no admite definición y es la base de la determinación de cualquier y toda cosa; siendo por tanto equivalente a lo elemental de un sistema.[5]​ Si el sistema es conceptual entonces lo elemental no es individuo sino constructo.[6]

En filosofía, en algunas teorías al menos, individuo será cualquier ser racional, es decir con capacidad de racionamiento, como base para la formación de teorías de pensamiento y la metafísica .

Lo individual y el principio de individualización en la filosofía clásica y medieval editar

Platón llama a individuo "Hombre". El hombre para Platón es metafísico y esta formado a partir de un cuerpo y alma, entendiendo el cuerpo como la prisión del alma. mejor explicado con su Alegoría del carro alado. Para él el individuo es la dualidad y el tiempo que este vive es el tiempo que el alma esta en el cuerpo y lo que gasta en librarse para seguir existiendo como alma. Para Platón el cuerpo, al ser material compuesto de átomos, corresponde al mundo fenoménico y por tanto caótico atomismo[7]​; la individualidad del hombre como unidad procede del alma como forma sustancial.

Aristóteles concibe a el individuo y al ser como la una mezcla entre materia y forma, esto según su teoría del hilemorfismo el individuo para Aristóteles es el ser y lo nombra ousia prote (primera materia). Según Aristóteles el mundo esta conformado de sustancia y todo lo metafísico es hecho a partir de sustancia. Siendo esta sustancia la esencia del mundo. El ser estaba formado a partir de esta esencia y forma, por eso es que el individuo es la primera materia.

Cicerón usaba los términos "individuus" y "dividuus".[8]

Séneca: qaedam separari a quibusdam non possunt, coharent, individuae sunt (Ciertas cosas que están unidas (coherente) y no pueden ser separadas entre sí, son cosas individuales).[9]​ El individuo, por tanto, es cualquier entidad por el hecho de ser indivisible, aun cuando pueda estar compuesta de partes. Tan individuo es una piedra como un árbol o un hombre.

Porfirio: τὰ ἄτομα = τὰ καθ’ ἕκαστα. Identifica lo atómico con Lo que es según lo que es en sí mismo lo que viene a ser lo «irrepetible» en sentido de ser «único», lo que conviene a una identidad, como Sócrates.[10]​ De ese modo ¿una piedra sigue siendo tan individuo como un árbol o un hombre?. Si partimos la piedra, ¿Deja de ser "piedra en sí misma"?; ¿Son ahora dos individuos "en sí mismos"?. ¿Qué ocurre si cortamos unas ramas al árbol? ¿Es igual que con la piedra? ¡No digamos nada en caso de partir a un hombre! Pero ¿Cuándo deja de ser "el sí mismo"?

Boecio[11]​ distingue tres sentidos:

  • Se dice de aquello que no se puede dividir por ser una unidad.
  • Se dice de lo que no se puede dividir por su solidez física, aún pudiendo constatar en que tenga partes, al menos espaciales. Pone como ejemplo, el diamante.
  • Se dice de lo que no se puede predicar de otras cosas: Sócrates.[12]

El primer sentido de Boecio trata al individuo en sentido general, referente tanto a una unidad material como real. Sin embargo queda inexplicado cómo el compuesto de "unidades individuales" puede ser "un individuo" y no muchos. ¿Cuándo un grano de arena es "un montón"? y ¿Cuándo un montón deja de ser montón para ser "granos de arena"? ¿Cuándo un grupo de células constituyen un tejido, un órgano, un ser vivo?.

El segundo sentido se aplica solamente en un sentido material de realidad física, pero si la realidad física se divide, ¿Deja de ser inmediatamente un individuo o solo en determinadas circunstancias? ¿Cuáles son tales circunstancias? Una piedra que se parte, son ahora dos piedras; pero un árbol al que se le corta una rama no son dos árboles. ¿Solo depende de la dificultad en dividirse?

Y el tercero se aplica en un sentido lógico, en aquello que, como definía Aristóteles como sustancia primera, explicado anteriormente.

En definitiva, Boecio, el último romano, que pasó a ser el comentarista por excelencia de los escritos griegos para los cristianos medievales, transmite un concepto de individuo que plantea más problemas que un concepto claro de individuo.

Los escolásticos en la Edad Media trataron profundamente este concepto bajo el punto de vista del principio de individuación.

Distinguieron el individuum vagum es decir: cualquier hombre, cualquier mesa, cualquier cosa como una unidad no señalada como tal dentro de una misma especie;[13]​ Así lo utiliza Santo Tomás (S. Theol. I, q.XXX a 4) lo que constituye una referencia a una unidad conceptual, lógica.

Respecto a lo real consideraron que la individuación es realizada por la materia, materia signata quantitate; lo que plantea graves problemas metafísicos. El individuum vagum se distingue de los demás de la misma especie por las notas individuantes que los escolásticos consideraron siete: forma, figura, locus, tempus, stirps (estirpe, como herencia o tronco familiar), patria, nomen, que hace referencia a las formas o propiedades espacio-temporales y empíricas y por eso materiales.

Pero, por otro lado, metafísicamente, el individuo como tal se constituye según una esencia como principio sustancial; es, por tanto, la forma universal lo que constituye lo individual existente, como individuo de una especie. Esto es de especial importancia en el caso del alma espiritual humana, que ha de ser individual y no material (pues cada individuo tiene su alma creada por Dios); pero, al mismo tiempo, esa alma ha de ser universal por ser principio formal del hombre como especie. ¿Cómo puede ser que la individuación que constituye al hombre de manera esencial, sea producida por la materia común a todo?

Para Duns Scoto la noción de individuo requiere dos principios diferenciados: su naturaleza común como especie, y su entidad individuante entre las cuales no hay distinción real sino únicamente formal. La individuación es esencial e independiente de los contenidos materiales o empíricos.

Lo individual en la Edad Moderna editar

En la Edad Moderna se asume el sentido de Porfirio que viene a ser algo así como lo «idéntico», «esto», «esta cosa», «este determinado ser».

La «individualidad» y lo «individual» es la noción abstracta de una identidad que se conoce como sujeto de sus predicados:

Tal es la interpretación de la lógica de Port-Royal.[14]

Esta noción la asumieron tanto los racionalistas como los empiristas si bien con importantes diferencias.

Racionalistas editar

Descartes comprendió dos órdenes completamente diferenciados de elementos individuales. Los elementos materiales que constituyen el orden de la extensión, (res extensa) y los elementos o unidades espirituales que constituyen el orden del pensamiento, (res cogitans). Adicional a esto, Descartes al igual que otros filósofos, concibe al hombre ("real y verdadero") como una dualidad entre cuerpo y alma

Spinoza diluye la individualidad en su relación con el Todo como un modo de una sustancia única, Dios: "sive Deus sive Natura"; la pluralidad es aparente pero no real, por lo que no existe más que una única individualidad o individuo, una única sustancia, es decir un Monismo panteísta.

Esta noción la utilizó Leibniz si bien aplicada a la unidad última de lo real, la mónada como orden único en la constitución del mundo en sucesivas coordinaciones y subordinaciones de las mónadas, (la armonía preestablecida por Dios), y viene a significar el paso a la filosofía moderna.[15][16]

Leibniz señala la singularidad de lo individual, la mónada, y unas relaciones meramente externas con las demás; relaciones armónicamente establecidas por Dios.[17]​ Por ello en Dios, para quien la noción es completa, no existen las verdades de hecho sino que todo ocurre de modo necesario como verdades de razón.

Wolff considera que lo individual es aquel ser que se encuentra enteramente determinado por la noción de especie y la diferencia numérica.[18]​ Lo que nos recuerda la diferencia entre la lógica clásica aristotélica como "participación en las formas", y la lógica de Port-Royal de nociones y atributos.

Empiristas editar

Por su parte los empiristas señalaron lo individual como lo dado, siendo por tanto una percepción elemental como idea simple o dato irreductible en la experiencia de la propia conciencia.[19]

El criticismo editar

Para Kant la individualidad es el resultado de la aplicación de diversas categorías y su manifestación en los juicios necesariamente ligados a la intuición sensible de la experiencia fenoménica, sometida por tanto al espacio-tiempo:

JUICIO CATEGORÍA
Afirmativo Realidad
Singular Totalidad
Categórico Inherencia y subsistencia

Lo individual acaba siendo una "unidad de fenómeno" que deja al aire su relación con lo real pues es fruto de la actividad del yo como "apercepción trascendental".

Los problemas editar

La referencia al hombre editar

El individuo en tanto que unidad indivisible aplicada al ser humano, suele considerarse unida:

A partir de esas consideraciones el concepto de individuo como "Yo", "Ego", "persona" ha dado lugar a múltiples teorías y consideraciones siendo de especial relevancia el individualismo.[25]

La filosofía contemporánea editar

El problema de lo individual presenta serios problemas. Destacamos solamente algunos de los planteamientos más concretos acerca de lo individual, singular y particular que destacan algunos pensadores:

La Enciclopedia Oxford de Filosofía considera que la individuación es:

  • lo que constituye a un uno de algo.
  • Y puede ser enumerado conforme a un criterio establecido.

El uno (individuo) está en íntima relación con lo múltiple de un género o especie como clase natural, o clase lógica para su posible conocimiento bien como algo constructo, o bien como cosa, es decir individuo real.

El uno para destacarse como individuo ha de ser elemento discernible en un conjunto, haciéndolo diferente del elemento nulo.[27]​ Pero la definición del conjunto requiere una propiedad (lógica), como clase, bien como contenido de experiencia o bien como axioma conceptual en una teoría previa. Véase Individuo sustancial.[28]

Lo que intuitivamente en la experiencia ordinaria aparece como algo individual evidente solo puede indicarse como un "esto"[29]​ y en el uso normal del lenguaje ser designado mediante una palabra, nombre propio, o término lingüístico o enunciado cuyo significado es un concepto lógico de contenido universal:

El recurso de poder contar como número las unidades percibidas, si bien nos permite "señalarlo" como individuo, no siempre nos permite sin embargo elaborar el concepto lógico de individualidad según sea el orden que previamente hallamos establecido como criterio de unidad.

Si el individuo es un elemento simple no podremos expresar "qué es" dicho elemento al no poder tener conceptos generales que expresen su identidad como predicado.[30][31][32]

Así pues, añade la Enciclopedia Oxford de Filosofía:

Cuando no hay un principio singular para determinar cuántos Xs hay en algún sitio en un tiempo dado, puede decirse que los Xs no pueden ser individuados como tales.

Lo que nos obliga a establecer un sistema de referencia que permita contar, es decir enumerar, lo que consideramos Xs y separar los Xs de los no-Xs.

En tan difícil situación se vinieron a encontrar los físicos y matemáticos neo-positivistas, Russell, Whitehead y el Círculo de Viena, cuando los átomos elementales fueron desapareciendo como unidades indivisibles y las partículas-ondas-elementales surgían más y más en una física donde lo individual elemental desaparece detrás de unas experimentaciones que responden a unos conceptos-lógicos previos más que a unas realidades unitarias numerables.

Estos conceptos-lógicos previos son productos de unas teorías que procuran modelar la realidad según unas técnicas y metodologías adecuadas, y no obedecen siempre ni mucho menos a una unidad contable que pueda ser individualizada.[33][34]

Por otro lado la pérdida de la supuesta perfección matemática de la Teoría de conjuntos, tras el teorema de Gödel, supuso el final del programa formalista de Hilbert de formalización matemática así como del intuicionismo de Brouwer. En la física cuántica el hecho de poder contar individualidades ya no es necesario.

La aritmética y las matemáticas, en definitiva, están sometidas a la capacidad ampliadora de la dinámica de la propia razón en su búsqueda del saber; en la superación de cada conocimiento dado o tenido como tal. La ciencia, (Popper), no establece verdades, sino ampliaciones de conocimientos posibles acerca de lo real. La lógica de la razón es más amplia y creativa que cualquier sistema lógico-matemático; siempre en camino de ampliación futura. Como mucho antes había escrito Bachelard:

La aritmética no es, como tampoco, la geometría, una promoción natural de una razón inmutable. La Aritmética no está fundada en la razón. Es la doctrina de la razón la que está fundada en la aritmética elemental. Antes de saber contar apenas sabíamos qué era la razón. En general, el espíritu debe plegarse a las condiciones del saber.
Bachelard. Filosofía del No.
 
Esta persona puede tener su referente como individuo por descripción de una propiedad, sin necesidad de nombre propio.

Un nuevo sentido nominalista se mantiene en autores como Nelson Goodman o Quine, para quienes solo admiten ontológicamente entidades concretas, es decir individuos; no existen más realidades que las realidades concretas. Las entidades abstractas clases lógicas o conceptos, no son más que recursos lógicos para operar con ellas.

Gödel no piensa así:

Es cierto que mi interés por los fundamentos de la matemática surgió a través del contacto con el “Círculo de Viena”, pero las consecuencias filosóficas de mis resultados, lo mismo que los principios heurísticos que llevan a ellos son cualquier cosa menos positivistas o empiristas... He sido un realista conceptual y matemático desde 1925 aproximadamente. Nunca he mantenido la tesis de que la matemática sea sintaxis del lenguaje, sino que por el contrario esta tesis, en cualquiera de sus sentidos razonables, puede ser refutada con mis resultados.
Carta que Gödel dirige a Mr. Grandjean en 1975.

Una famosa obra sobre los individuos y su individualización es la escrita por Peter Frederick Strawson. Lingüísticamente o bien nos referimos a una individualidad particular mediante un nombre propio o una disyunción inclusiva de propiedades cuyo referente puede resultar problemático; pues las clases, como descripción de posibles individuos de tales propiedades y en posibles mundos diferentes, difícilmente evitan toda ambigüedad de referencia.[35]

Así pues el problema por un lado es cómo pueden identificarse los individuos particulares si no es:

  • Por indicación: directa en la experiencia, «señalando con el dedo: "esto"»; o designación otorgando un nombre propio a la experiencia en que dicha individuación es conocida.
  • Por referencias: bien sea a través de la transmisión del nombre propio otorgado o de su descripción por disyunción inclusiva de propiedades, (esenciales o no esenciales), evitando toda ambigüedad en la referencia.[36]

Se trata, entonces, de averiguar las formas de proceder mediante las cuales se habla acerca de los individuos.

Problemática que nos lleva al tema de la actividad cognitiva de la mente y a la percepción de las unidades significativas y su semiosis mediante las cuales establecemos las evidencias pertinentes a la referencia y usos del lenguaje tanto en el uso del lenguaje y definición vulgar como en el conocimiento más profundo de la ciencia.

Objetivismo editar

El Objetivismo considera a todo ser humano como entidad independiente y soberana que posee un derecho inalienable a su vida, un derecho que deriva de su propia naturaleza de ser racional. Por ende, una sociedad civil, forma de asociación, cooperación o convivencia pacífica entre los seres humanos sólo puede lograrse sobre la base del reconocimiento de los derechos individuales - y que un grupo, como tal, no tiene más derechos que los derechos individuales de sus miembros. El principio de los derechos individuales es la única base moral de todos los grupos o asociaciones. Dado que sólo una mujer o un hombre pueden poseer derechos, la expresión "derechos individuales" es una redundancia (que se debe utilizar para mayor claridad en el caos intelectual de hoy), pero la expresión "derechos colectivos" es una contradicción en términos. Los derechos individuales no están sujetos a votación pública, una mayoría no tiene derecho a votar en contra de los derechos de una minoría, ya que la función política de los derechos es precisamente proteger a las minorías del abuso de las mayorías: "La minoría más pequeña del mundo es el individuo. Cualquiera que niegue los derechos del individuo no puede alegar ser un defensor de las minorías", según Ayn Rand.

Individualidad e individuo editar

Por otra parte Zubiri, desde el campo de la filosofía, hace una distinción entre singulum e individuo stricto sensu.

El primero es un ente singular, pero el hombre es necesariamente individuo stricto sensu.[37]

Ferrater Mora, establece la existencia de grados de individualidad, que son en gran medida grados de discernibilidad. Hay por tanto diversos modos en los que puede decirse que algo es "individuo".[38]

Paul Ricoeur por su parte distingue la identidad idem (el mismo) y la identidad ipse (sí mismo). La primera tiene que ver con la identidad numérica, continuidad ininterrumpida en la permanencia en la duración, en el tiempo. La segunda es una identidad narrativa que admite variaciones de personalidad, porque se basa en la necesidad de alteridad, necesidad del otro.[39]

Apoya este modo de concebir la "individualidad" que la Biología sitúa lo individual primariamente en la relación individuo-especie, por cuanto el sujeto de la evolución es la especie biológica por un lado. Pero asimismo en el reino de la vida como organización compleja de la materia lo individual se define por una función, desde un gen, un tejido, órgano etc.

De la misma forma la Antropología, lo mismo que la Sociología sitúan al "individuo" dentro de un sistema de relaciones.

El individuo deja de ser sujeto lógico como una clase de uno solo, como ocurría en la lógica silogística,[40]​ como elemento aislable de una relación. Es en el seno de un sistema material, orgánico, biológico-social-cultural, en el que se produce la "individualización" en el que se desarrolla una unidad dentro del sistema o personalidad única, como individuo stricto sensu y persona.[41]

Referencias editar

  1. «Significado de Individuo (Qué es, Concepto y Definición)». significados.com. 
  2. Aristóteles. Metafísica VIII. cap.III; B. Russel. Mr. Strawson, sobre el referir. La evolución de mi pensamiento filosófico. op. cit. p. 250-257
  3. http://faculty.fullerton.edu/jeelooliu/435(10)_Strawson%20&%20Donnellan.pdf Archivado el 3 de agosto de 2016 en Wayback Machine.. Visitado el 17-11-2013
  4. átomo = que no se puede dividir
  5. Mario Bunge, Diccionario de filosofía, México, Siglo XXI, 1999, p. 40.; Mario Bunge, Treatise on basic philosophy. Volume 3. Ontology I: The furniture of the world, Dordrecht, D. Reidel Publishing Company, 1977, p. 158.
  6. Mario Bunge, Treatise on basic philosophy. Volume 1. Semantics I: Sense and Reference, Dordrecht, D. Reidel Publishing Company, 1974.
  7. Timeo
  8. Según R. Eucken, citado por Ferrater Mora, J. op. cit.
  9. Séneca. De providentia, 5
  10. Citado por Ferrater Mora. op. cit.
  11. Anicci Manlii Severini Boethi in Isagogen porphyrii commenta. op. cit. Lib. II, p. 195.
  12. Cfr. ref. 2. La lógica aristotélica considera al individuo existente como clase lógica universal distribuida. Dicha lógica se basa en el concepto de sustancia primera que constituye la realidad sustancial y por ello elemental e individual como tal, que no puede realizar más función que la de sujeto de sus predicados
  13. Se distingue individuo (realidad existente) de individuum vagum como caso particular" de una clase lógica
  14. Incluso la existencia es considerada como predicado de la esencia. La noción es al mismo tiempo esencia y sujeto de todos sus predicados como identidad sustantiva; lo que viene a justificar el argumento ontológico para la demostración de la existencia de Dios, siguiendo la doctrina cartesiana.
  15. La mónada como unidad de acción reúne en sí su actividad en una incomunicación total; su ser es la acción que se manfiesta en sus predicados; el análisis de sus predicados manifiesta su ser. La noción de cada sustancia individual es precisamente la suma de sus predicados. Si bien Leibniz incluye en ellos tanto la percepción que es el estado interior de la monada que representa sus relaciones con las demás mónadas del universo, y la apercepción, que es la conciencia o el conocimiento reflexivo de ese estado interior,(Monadología && 23 y 30) donde reconoce su identidad individual y, si es el caso, su mismidad como conciencia. Esto es lo que hace a Leibniz más moderno que Descartes y más cercano a la Ilustración y la filosofía contemporánea, pues su pluralismo panpsiquista inicia el camino hacia la filosofía del sujeto que acaba en los idealismos: trascendental, Kant; subjetivo, Fichte; objetivo, Schelling; Absoluto, Hegel
  16. Interesante descripción del problema de la identidad y pluralidad de individuos a partir de las diferencias tal como son consideradas por Aristóteles, Locke y el pensamiento de Leibniz en: Gómez Pin, V. Leibniz, la diferencia material. Los filósofos y sus filosofías, Tomo II. 1983. Barcelona, Vicens-Vives. ISBN = 84-316-2139-7
  17. Es muy cierto que, cuando a un mismo sujeto se le atribuyen muchos predicados, y el tal sujeto ya no se atribuye a ningún otro, se la llama sustancia individual.../...Así las cosas, podemos decir que la naturaleza de una sustancia individual o de un ser completo es la de tener una noción tan perfecta que baste para hacer comprender y deducir todos los predicados del sujeto al que se le atribuye dicha noción
    Leibniz. Discours de métaphysique,& 8,9
  18. Ontología § 227 y 240
  19. El "YO" concebido como una suma de percepciones como sostenía Hume
  20. a b c Arts. de referencia en Enciclopedia Oxford de Filosofía. op. cit.
  21. Véase descripción y la posibilidad de una verdad necesaria a posterior. Kripke, op. cit.
  22. Kripke, op. cit.
  23. Rationalis natura individua substantia (Sustancia individual de naturaleza racional). Tal es la definición escolástica de persona
  24. En este caso es el resultado de ser una manifestación especial de un sistema nervioso suficientemente complejo como para realizar esas funciones que consideramos inteligentes, que lo diferencian de los demás individuos de la naturaleza. La valoración de esa diferencia puede marcar un orden diferente o no del resto de los seres del universo
  25. Cfr. Principio de individuación. Concepción en Schopenhauer
  26. Así lo propuso Russell y los neopositivistas.
  27. El análisis de la estructura se produce generalmente por etapas... Lo que se toma por unidades no analizadas en una etapa se presenta como estructuras complejas en la etapa inmediata..../...Los huesos, las moléculas, los átomos y los electrones pueden ser tratados, separadamente, para ciertos propósitos, como si fueran unidades no analizables carentes de estructura, pero en ninguna etapa hay razón positiva para suponer que sea éste el caso en realidad. Las unidades más simples alcanzadas hasta ahora pueden resultar en cualquier momento susceptibles de análisis. Si ha de haber unidades no susceptibles de análisis porque carezcan de partes, es cuestión que, al parecer, no hay modo de decidir. No es importante ya que no hay nada erróneo en una descripción de estructura que parta de unidades que resulten después complejas. Por ejemplo, los puntos pueden definirse como clases de sucesos, pero ello no hace falso nada de la geometría tradicional, que consideraba los puntos como simples. Toda descripción de estructura es relativa a ciertas unidades que son consideradas, de momento, como carentes de estructura, pero nunca ha de suponerse que tales unidades hayan de tener, en otro contexto, una estructura que sea importante reconocer.
    B.Russell. op. cit. p.234
  28. Su relación con la materia es, en la actualidad científica, físicamente irrelevante. Frente al clásico principio de individuación materia signata quantitate, según los escolásticos, el concepto físico de materia actualmente tiene nada o poco que ver con el sentido de la experiencia, toda vez que la idea de cuerpo-extensión-tiempo-energía tienen una relación completamente distinta a partir de la teoría de la relatividad y la física cuántica. Zubiri propone por ello una distinción entre sustancia y sustantividad. Zubiri. Sobre la esencia. Parte III. cap. 8
  29. Como hace el niño pequeño al señalar con el dedo índice lo que quiere pero no tiene palabras con la que designar eso que quiere
  30. El niño "señala" con el dedito lo que quiere, cuando no tiene medios de expresar lo que es "eso que quiere". "That's so", "esto es así" como percepción esencial que remite a la experiencia directa de un objeto, tal como consideró Russell. Y ya Platón en el Teeteto:
    Escucha, pues, un sueño en cambio de ese otro sueño. Creo haber oído también decir á algunos que los primeros elementos, si puedo decirlo así, de que el hombre y el universo se componen, son inexplicables; que á cada uno, tomado en sí mismo, no puede hacerse más que darle nombre, siendo imposible enunciar nada más ni en pro ni en contra, porque seria ya atribuirle el ser ó el no ser; que no debe añadirse nada al elemento, si se quiere enunciarlo sólo; que ni aun deben unirse á él las palabras él, éste, cada, sólo, esto , ni otras muchas semejantes, porque no siendo nada fijo se aplican á todas las cosas y son de algún modo diferentes de aquellas á las que se aplican; que seria preciso enunciar el elemento en sí mismo, si esto fuera posible, y si tuviese una explicación que le fuera propia, por medio de la cual se le pudiese enunciar sin el auxilio de ninguna otra cosa; pero que es imposible explicar ninguno de los primeros elementos, y que sólo puede nombrárseles simplemente, porque no tienen más que el nombre. Por el contrario, respecto á los seres compuestos de estos elementos, como hay una combinación de principios, la hay también en cuanto á los nombres que hacen posible la demostración, porque esta resulta esencialmente de la reunión de los nombres; que por lo tanto, los elementos no son ni explicables, ni cognoscibles, sino tan sólo sensibles; mientras que los compuestos pueden ser conocidos, enunciados y estimados por un juicio verdadero; qué, por consiguiente, cuando se forma sobre cualquier objeto un juicio verdadero, pero destituido de explicación, el alma á la verdad pensaba exactamente sobre este objeto, pero no le conocía, porque no se tiene la ciencia de una cosa, en tanto que no se puede dar ni entender la explicación; pero que cuando al juicio verdadero se unia la explicación, se estaba entonces en estado de conocer, y se tenía todo lo requerido para la ciencia. ¿Es así como has entendido este sueño ó de otra manera?
    Platón, Obras completas, edición de Patricio de Azcárate, tomo 3, Madrid 1871, p. 273
  31. Lo individual único al no poder ser conceptualizado resulta incomprensible. Ya lo dijo Platón en el Teeteto. A este fin es interesante la experiencia que relata el P. Bartolomé de las Casas de los incas teniendo que describir a Moctezuma a unos seres muy extraños, "mitad hombre mital animal", los españoles montados a caballo, algo que no habían visto jamás. O las dificultades de los biólogos al pretender clasificar al ornitorrinco, un animal que rompe todos los esquemas conocidos hasta entonces.Umberto Eco. Kant y el ornitorrinco.(1999). Barcelona. Lumen. ISBN = 84-376-0466-4
  32. EL ÍNDICE EN LA FILOSOFÍA DE PEIRCE.Armando Fumagalli. http://www.unav.es/gep/AF/Fumagalli.html
  33. Schrödinger,
    Antes, si se preguntaba a un físico de qué material estaban integrados los átomos, él podía sonreír y responde con evasivas. Si, insistiendo, se le preguntaba si era posible concebirlos como pequeñas porciones invariables de materia ordinaria, como las que imaginaba el pensamiento pre-científico, el físico podía responder que eso no tenía mucho sentido, pero no podía hacer daño. La primera pregunta "absurda" hoy ha cobrado significación. La respuesta es un categórico "No". El átomo carece de la propiedad más primitiva que asociamos con una pieza de materia en la vida ordinaria. Algunos filósofos de antaño, si se les pudiera plantear el caso, dirían: vuestros átomos modernos carecen de sustancia, y no son más que forma.
    op. cit. ¿Qué es una partícula elemental? p. 180
  34. La "observabilidad" científica, como experimento, lleva implícita la necesidad de una objetivación del fenómeno como unidad individual o sistemática, lo que admite que sea una interpretación de una formalización del lenguaje matemático y/o a través de las medidas observables mediante aparatos técnicos diseñados conforme a dicha interpretación teórica para que sea aceptada como adecuada, al menos científicamente y, por tanto provisionalmente, a la realidad. Cfr. Ciencia
  35. Strawson, op. cit. Kripke. op. cit.
  36. ¿Cómo establecer criterios de referencia respecto a un individuo concreto? Como señala Kripke, si encontramos una referencia no ambigua de "Aristóteles" por algunas de sus propiedades, tendríamos una verdad necesaria a posteriori, lo que abre el tema a problemas más amplios sobre la verdad.
  37. Zubiri, op. cit. pp. 164 y ss.
  38. Ferrater Mora. 1983. op. cit.
  39. Paul Ricoeur. Sí mismo como otro. 1996. ISBN 84-323-0923-0. Madrid Siglo XXI
  40. cfr. silogismo
  41. Último capítulo de Frank, M. op. cit. "persona y mónada".

Bibliografía editar

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  • Ferrater Mora, J. (1984). Diccionario de Filosofía (4 tomos). Barcelona. Alianza Diccionarios. ISBN 84-206-5299-7. 
  • Ferrater Mora, J. (1983). De la materia a la razón. Madrid. Alianza Editorial. ISBN 84-206-5299-7. 
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  • Russell, B. (1982). La Evolución de mi pensamiento filosófico. Madrid. Alianza Editorial. ISBN 84-206-1605-2. 
  • Schrödinger, E. (1975). ¿Qué es una ley de la naturaleza?. México. Fonde de Cultura Económica. 

Véase también editar

Enlaces externos editar