Príncipe

título nobiliario

Un príncipe (femenino princesa) es un miembro de una nobleza. Normalmente es un título asociado a la realeza, siendo usado por hijos del rey. Típicamente, en la mayoría de las dinastías europeas, recibe el título de príncipe el hijo varón y heredero de un monarca (como el Príncipe de Asturias o el Príncipe de Gales), aunque a veces se usa de forma más amplia en el sentido del infante castellano. También es el título de algunos soberanos, cuyos países no son considerados reinos (tal es el caso de Mónaco, el Príncipe Alberto II, como ejemplo). En algunos países es también uno de los más altos títulos de nobleza (normalmente reservado para familias con sangre real).[1]​ El título príncipe también se usa para referirse al esposo de una reina. A un Estado gobernado por un príncipe se le llama «principado».

Es uno de los títulos más estereotipados, siendo normalmente asociado a la belleza y virtud y formando parte de numerosos cuentos y leyendas.

Etimología y origen editar

 
Corona del Príncipe de Gales.

La palabra príncipe viene del latín princeps (primer ciudadano), palabra divida en primus (primero) y caput (cabeza), que significa "el primero, el principal, el jefe, el más distinguido, noble gobernante, príncipe".[2]

El primer título se convirtió en hereditario con Augusto en el siglo I a. C., en la etapa conocida como Principado, previa a la instauración oficial del imperio.

En los tiempos de la monarquía visigoda, en los que el monarca se designaba por elección, los príncipes eran los gobernantes locales con derecho a elegir y a ser elegidos rey. En Italia, todos los vástagos de un príncipe, y todos los vástagos de cada uno de ellos, sin límite de generaciones, tenían derecho a ser llamados 'Príncipe'.

Principados independientes editar

El título de príncipe es usado por algunos nobles que son cabeza de estados independientes, pero no considerados reinos. Actualmente Liechenstein y Mónaco son los únicos que quedan (aunque Andorra es un principado, no tiene príncipe sino dos copríncipes). Como rango nobiliario, se considera superior a Duque, pero inferior a Gran Duque.[cita requerida]

El príncipe como soberano editar

La tradición política medieval europea fue heredera de la noción de Princeps (Príncipes) que, en tiempos de la transición de la república romana clásica hacia la época del Principado, se utilizó en contraposición con la noción de Rex (Rey), reflejando un debate político de gran calado (muy intenso en transición entre la República romana y el Principado) donde el Prínceps «el primer ciudadano» era la cabeza del Imperio, por tener adjudicado los principales puestos y funciones heredados de la República, la soberanía en términos teóricos pero no prácticos residía en los órganos representativos de los considerados ciudadanos (Senado, en Roma) y, contrariamente, el Rex, que, en los sistemas monárquicos de gobierno (como la época de los reyes en Roma y los reinos en la época medieval) poseía la soberanía a título personal. Los partidarios de la República aceptaban a un Princeps (sujeto al senado) pero no a un Rey (con el poder absoluto). En la Roma clásica, el Imperio sucedió a la República y César Augusto, elegido como Princeps, mantuvo la constitución republicana hasta el año 23 a. C. en que el poder tribunicio y el Imperium (mando) fueron revestidos con el poder unipersonal absoluto, propio de los reyes.

El estereotipo editar

Los príncipes, al igual que las princesas, son habituales protagonistas en cuentos de hadas tradicionales. Algunos ejemplos de esto son Blancanieves, La bella durmiente, La Cenicienta, Rumpelstiltskin, Rapunzel o el típico personaje del príncipe azul. Estereotípicamente, los príncipes son bien parecidos, caballerosos, valerosos, y montan un caballo blanco.

En la Iglesia editar

Los cardenales de la Iglesia católica son considerados los príncipes de la misma, puesto que de entre ellos surge el nuevo papa.

En otros idiomas editar

 
Leonor, Princesa de Asturias.

Se da la forma en masculino seguida de la femenina. Si después hay un guion, indica la existencia de formas separadas para los hijos del rey sin principado (similar al infante castellano). En cada caso, el título es seguido (cuando está disponible) por la forma femenina y luego (no siempre disponible, y obviamente raramente aplicable a un príncipe de la sangre sin un principado) el nombre del territorio asociado con él, cada uno separado por un barra oblicua. Si también se da un segundo título (o conjunto), entonces ese es para un Príncipe de sangre, el primero para un principado. Téngase en cuenta que la ausencia de un título separado para un príncipe de sangre no siempre significa que tal título no existe; alternativamente, la existencia de una palabra no implica que haya también una realidad en el territorio lingüístico de que se trate; es muy posible que se use exclusivamente para traducir títulos en otros idiomas, independientemente de si existe un vínculo histórico con alguno (lo que a menudo significa que se adopta la tradición lingüística)

Etimológicamente, podemos discernir las siguientes tradiciones (algunos idiomas siguieron un vínculo histórico, por ejemplo, dentro del Sacro Imperio Romano Germánico, no en su familia lingüística; algunos incluso no siguen la misma lógica para otros títulos aristocráticos)

  • Lenguas germanas, con títulos derivados del equivalente alemán Fürst:
    • Alemán: Fürst /Fürstin - Prinz /Prinzessin
    • Danés: Fyrste /Fyrstinde - Prins /Prinsesse
    • Islandés: Fursti /Furstynja - sería Prins /Prinsessa
    • Inglés: Prince /Princess
    • Luxemburgués:Fürst /Fürstin - sería Prënz /Prinzessin
    • Neerlandés: Vorst /Vorstin - Prins /Prinses
    • Noruego: Fyrste /Fyrstinne - sería Prins /Prinsesse
    • Sueco: Furste /Furstinna - Prins /Prinsessa
  • Lenguas eslavas y bálticas, que usan formas derivadas del título latino Caesar, que terminó por ser el de los herederos al imperio (véase Zar):
    • Bielorruso: Zarevitch, Karalevich, Prynts /Tsarewna, Karalewna, Pryntsesa
    • Búlgaro: Knyaz /Knaginya Zarevitch, Kralevich, Prints /Printsesa
    • Croata, Serbio, Bosnio: Knez /Kneginja Kraljević/Kraljevna, Princ/Princeza
    • Checo: Kníže /Kněžna, Králevic/Králevična, Princ/Princezna
    • Letón: Firsts /Firstiene - Princis/Princese
    • Lituano: Kunigaikštis /Kunigaikštiene - Princas /Princese
    • Macedonio: Knez /Knezhina, Tsarevich, Kralevich, Prints /Tsarevna, Kralevna, Printsesa
    • Polaco: Książę /Księżna, Książę, Królewicz /Księżna, Królewna
    • Ruso: Knyaz /Knyagina Knyazhnya, Zarevitch, Korolyevich, Prints/Tsarevna, Korolyevna, Printsessa
    • Eslovaco: Knieža /Kňažná, Kráľovič, Princ /Princezná
    • Esloveno: Knez /Kneginja, Kraljevič, Princ /Kraljična, Princesa
    • Ucraniano: Knyaz /Knyazhnya, Tsarenko, Korolenko, Prints /Tsarivna, Korolivna, Printsizna
  • Otras:
    • Albanés:Princ /Princeshë
    • Finés: Ruhtinas /Ruhtinatar - Prinssi /Prinsessa
    • Estonio: Vürst /Vürstinna - sería Prints /Printsess
    • Griego: Igemonas /Igemonida - Pringipas /Pringipesa
    • Húngaro: Fejedelem / Fejedelemnő ((en caso de príncipe o princesa reinante)) / Fejedelemasszony (en caso de príncipe consorte)
    • Euskera: Printzea/Printzesa
    • Irlandés: Prionsa /Banphrionsa
    • Galés: Tywysog /Tywysoges
    • Sánscrito: Rājaputra /(no existe traducción para princesa)

Véase también editar

Referencias editar

  1. Real Academia Española. «príncipe». Diccionario de la lengua española (23.ª edición). 
  2. Cassell's Latin Dictionary, ed. Marchant & Charles, 260th thousand


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