Ares

dios griego de la guerra

En la mitología griega Ares (en griego antiguo Ἄρης; en griego moderno, Άρης; en latín, Ares), hijo de Zeus y Hera, es el dios olímpico de la guerra.

Estatua de Ares en Villa Adriana (Tívoli).

En la guerra representa la brutalidad, la violencia y los horrores de las batallas.[1]​ Como dios de la virilidad masculina a lo largo de la mitología se han contabilizado unas treinta amantes mujeres, con una descendencia de alrededor de 60 hijos (entre ellos Eros, Harmonía, Fobos, Deimos, las amazonas). Afrodita, diosa del amor y la belleza, era su amante preferida, su sanadora y aliada en la guerra. Su equivalente romano es Marte.

A pesar de ser identificado como dios de la guerra no siempre salió victorioso en los combates. De hecho, resulta varias veces herido, como frente al semidiós Heracles, y sobre todo en sus enfrentamientos con su hermana Atenea, divinidad también guerrera, patrona de la estrategia y la sabiduría. Su lugar de nacimiento y auténtico hogar estaba situado en la región de los bárbaros y tracios,[2]​ al norte de la Hélade, y allí huyó cuando fue descubierto acostándose con Afrodita,[3]​ quien engañó reiteradas veces a su esposo Hefesto con él.

En la guerra de Troya en un primer momento peleó con un bando y luego con el otro, para compensar el coraje de ambas partes. Su mano destructiva se veía incluso tras los estragos provocados por plagas y epidemias.[4]​ Esta faceta salvaje y sanguinaria de Ares lo hacía ser detestado por otros dioses, incluidos sus propios padres.[5]

«Ares» fue también un adjetivo y epíteto en la época clásica para referirse a otros dioses cuando presentaban una modalidad guerrera, violenta o viril: eran comunes los títulos Zeus Areios, Atenea Areia e incluso Afrodita Areia.[6][7]

Culto editar

 
Ares alzando a Afrodita

El nombre de Ares ya aparece atestiguado en las tablillas micénicas bajo la forma A-re. Pese a ello, en Grecia, al menos durante las épocas arcaica y clásica, no era de los dioses a los que más culto se rendía, dado que se le consideraba de procedencia bárbara.[8]

La adoración de Ares en los países al norte de Grecia[9]​ indica que probablemente su culto se introdujera desde Tracia. En Escitia, otro de sus principales lugares de culto, se le adoraba con la forma de una espada, con la que se sacrificaban caballos, ganado y, en algunas ocasiones, esclavos.[10][11]

Por el geógrafo Pausanias se sabe que en Esparta había una estatua del dios encadenado, para mostrar que el espíritu combativo y la victoria nunca abandonaría a los habitantes de la ciudad.[12]​ En esta ciudad se le sacrificaban cachorros de perros.[13]

En el mito de los Argonautas se creía que en la Cólquide, el vellocino de oro estaba colgado de un roble en una arboleda consagrada a Ares.[14]​ Desde allí se creía que los Dioscuros trajeron a Laconia la antigua estatua de Ares que se conservaba en el templo de Ares Thareitas, en el camino de Esparta a Terapnas.[15]

También, al ser considerado padre de las Amazonas,[6]​ se contaba que estas habían levantado un altar dedicado al dios en una isla del mar Negro. Esta isla, en la que se creía que moraban los pájaros del Estínfalo, se conocía como la «isla de Ares».[16][17]

En el periodo helenístico fue muy adorado en Macedonia, de donde proviene uno de sus adeptos más destacados, Alejandro Magno. Por escritos de Pseudo Calístenes y Plutarco es posible precisar los rituales que Alejandro Magno le rendía en vísperas de las batallas, que generalmente consistían en un complejo conjunto de ritos donde se relacionaban las libaciones con lo órfico y los sacrificios animales.[18][19]

El templo de Ares que vio Pausanias en el siglo II en el Ágora de Atenas (centro administrativo, religioso y cultural), había sido trasladado y rededicado allí durante la época de Augusto: en esencia era un templo de Marte, su equivalente romano. Sin embargo Pausanias señala que allí había una estatua de Ares que era obra de Alcámenes.[20]​ El Areópago, la ‘colina de Ares’ donde predicó Pablo, está situado a cierta distancia de la Acrópolis y desde tiempos arcaicos se celebraban juicios allí.

 
Ares, copia romana de un original de Alcámenes del siglo V a. C. Hallado en 1925, en la zona sagrada de Largo di Torre Argentina

En Olimpia existía un altar dedicado a este dios.[21]​ También era adorado cerca de Tegea, llamado allí Ares Afneo, y en la misma ciudad de Tegea.[22]​ Cerca de Tebas había una fuente consagrada a Ares.[23]​ En Gerontras (Laconia), tenía un templo con una arboleda donde se celebraba un festival anual durante el que no se permitía que las mujeres se acercaran al templo.[24]

Se conservan algunos himnos tardíos dedicados a Ares: el Himno homérico VIII —que la crítica atribuye al neoplatónico Proclo y por tanto es del siglo V d. C.—[25]​ y el Himno órfico LXV, de la época imperial romana.[26]​ Estos himnos invocan a Ares denominándolo como personificación de la valentía, la fuerza incansable, rey de la virilidad masculina, protector del olimpo y de los ejércitos, caudillo de los rebeldes, de los hombres justos, y ayudante de los débiles. Estos atributos son, en parte, diferentes de los que tenía el Ares tradicional.[25]

Heródoto relata que los egipcios rendían culto a una divinidad a la que también llama Ares.[27]

Símbolos y apariencia editar

Ares suele representarse como un hombre joven, con cabellera anástole (al parecer, algo propio de los guerreros helenos) y con rostro y cuerpo sin vello. El carruaje y la antorcha encendida son algunos de sus símbolos. Ares montaba un carruaje tirado por dos caballos inmortales que volaban y llevaban bridas de oro.[28]​ Entre los demás dioses, Ares era representado con una armadura de bronce, lanza, escudo, casco y espada.[29]​ A él estaban consagrados los perros y los buitres[30]​ y en Italia, entre los picenos, también los pájaros carpinteros eran aves sagradas de Ares.[31]​ Según las Argonáuticas,[32]​ los pájaros de Ares (Ornithes Areioi) eran una bandada de pájaros cuyas plumas podían lanzar como dardos a los enemigos. También se identifica con los dos cuernos por el mito del vellocino de oro, el carnero de lana dorada (como se lo representa en el signo zodiacal de Aries).

Títulos y epítetos editar

Uno de los epítetos más destacados de Ares es el de Enialio (Ἐνυάλιος Enyálios) que puede tener el significado de guerrero heroico, y tal epíteto era aplicado a los efebos en Atenas. Los efebos eran los jóvenes que ingresaban al servicio militar, y era un tipo de culto heroico durante su juramento. En las tablillas micénicas en lineal B ya aparecía E-nu-wa-ri-jo, identificado como Enialio. Para la época clásica Enialio había sido identificado como un héroe.

Otros epítetos de Ares son:

  • Brotoloigos (Βροτολοιγός, ‘destructor de hombres’);
  • Afrodisíakos (Αφροδισιακος, 'encantado por Afrodita')
  • Androfontes (Ανδρειφοντης, ‘asesino de hombres’);
  • Miaiphonos (Μιαιφόνος, ‘la voz de los hombres’);
  • Teikhesiplêtês (Τειχεσιπλήτης, ‘asaltante de murallas’);
  • Maleros (Μαλερός, ‘hechicero, chamán’);
  • Teritas (Θηρίτας, ‘apaciguado'), por Tero, su niñera y sanadora.

Mitología editar

Afrodita editar

 
Afrodita y Ares sorprendidos por los dioses, por Joachim Wtewael.

En la historia cantada por el poeta Demódoco, en el palacio de Alcínoo, rey de los feacios,[33]​ el dios sol Helios espió una vez a Ares y Afrodita haciendo el amor en secreto en los aposentos del esposo de esta, Hefesto, el rengo y jorobado dios del fuego. Helios le advirtió sobre la situación a Hefesto, quien enfureció y tramó un plan, confeccionó una red invisible, pero tan fuerte y resistente que ningún hombre ni dios pudiera romperla, que pudiese inmovilizar a cualquiera para así atrapar a la pareja; así que colocó esta red sobre la cama, que actuaría con los rayos del amanecer. Hefesto salió de su casa y volvería al día siguiente a la salida del sol. Ares prevenidamente, puso a su guardia Alectrión en la puerta para que le avisase de la salida del sol (Helios), pero el joven se quedó dormido, y con los primeros destellos del sol la red cayó sobre los amantes. Así atrapó a Ares y Afrodita en plena situación íntima, quedando estos inmovilizados. Hefesto, furioso, llamó a los demás dioses para que fuesen testigos del adulterio. Las diosas no concurrieron por pudor. Los dioses presentes comentaron la belleza de Afrodita, y que habrían cambiado gustosos el lugar de Ares, burlándose de Hefesto. Cuando la pareja fue liberada, ella escapó a Pafos su isla natal de Chipre, mientras que Ares se refugió en su natal Tracia.[3]​ Ares, furioso, transformó a Alectrión en un gallo que nunca se olvidaría de anunciar la llegada del sol por las mañanas. Ni Afrodita ni Ares cumplieron su promesa, y volvieron a encontrarse repetidas veces. Tal historia fue representada en esculturas y pinturas, especialmente en el Renacimiento. Como resultado de su amor tuvieron al menos ocho hijos.

Ares encadenado editar

En un mito relatado en la Ilíada por la diosa Dione a Afrodita, dos gigantes ctónicos, los alóadas Oto y Efialtes, encadenaron a Ares y lo encerraron en una urna de bronce durante un año lunar. Ares estuvo gritando y aullando en la urna durante trece meses, hasta que su hermano Hermes lo rescató y su hermana Artemisa engañó a los gigantes haciendo que se arrojaran sus lanzas uno al otro, matándose. «Allí pereciera el dios insaciable de combate si su madrastra [de los Alóadas], la bellísima Eribea, no lo hubiese participado a Hermes».[34]​ «En este se sospecha un festival de libertinaje que se desata al decimotercer mes.»[6]

 
Ares y otros dioses —Apolo, Artemisa, Leto, Escamandro y Afrodita— acudiendo a luchar a favor del bando troyano en la guerra de Troya.

La guerra de Troya editar

En la Ilíada, Homero cuenta que Ares peleó para un bando y luego para el otro para recompensar el coraje de ambos lados: prometió a su hermana Atenea y a su madre Hera que lucharía del lado de los aqueos junto a Aquiles,[35]​ pero Afrodita y Apolo lo convencieron para que luchase con ellos del lado de Paris y los troyanos.[36]

En la batalla, Diomedes sorprendido al ver a Ares luchando en el bando troyano ordenó a sus soldados la retirada. Hera vio la desproporción del combate y pidió a Zeus que interviniera para alejarlo del campo de batalla. Ares atacó a Diomedes con su lanza, pero Atenea desvió el ataque. Diomedes respondió con la pica y Atenea guio el golpe en dirección a Ares, quien cayó herido y en su caída bramó como nueve o diez mil hombres. Huyó al monte Olimpo para que su padre Zeus curara sus heridas, lo que obligó a los troyanos a replegarse.[37]​ Zeus lo sermoneó:

"Mirándolo oscuramente, Zeus, quien recoge las nubes, le habló: -No te sientes a mi lado y te quejes, mentiroso de doble cara! Para mí eres el más odioso de todos los dioses que sostienen el Olimpo! Siempre peleón, es lo que quieres para tu corazón, guerras y batallas!... Y sin embargo, no soportaré mucho verte con dolor, ya que eres mi niño... Y para mí fue tu madre quien te aburrió. Pero si es que naciste de algún otro dios, resultaste tan ruinoso! Hace mucho que no te habrían dejado caer debajo de los dioses del cielo brillante!"[38]

Cuando Hera mencionó durante una conversación con Zeus que el hijo de Ares, Ascálafo, había muerto, Ares rompió a llorar. Quiso unirse a la batalla del lado de los aqueos, contra la orden de Zeus de que ningún olímpico debía participar en la guerra. Atenea lo impidió, lo consoló y le ayudó a quitarse la armadura.[39]

Más tarde, cuando permitió Zeus a los dioses tomar parte activa en la guerra de los mortales, Ares se enfrentó a Atenea, pero terminó herido de nuevo cuando esta lo golpeó con una piedra, cubriendo al caer con su cuerpo tumbado siete yugadas.[40]

Ayudantes editar

 
Fobos y Deimos

Una de sus principales consejeras es Temis, una importante diosa de la justicia y el orden correcto de las cosas.

En las batallas, Deimos y Fobos son dos de sus hijos con Afrodita[41]​ y también respectivamente los espíritus del terror y el miedo, que lo acompañaban en las batallas, al igual que su hermana Eris.[42]​ Otra acompañante de Ares era Enío,[43]​ diosa del derramamiento de sangre y la violencia. A modo de construcción etimológica, de Fobos proviene la palabra fobia. Tienen cita en la astronomía, que ha dado estos nombres de sus hijos, Fobos y Deimos, para nombrar a los dos satélites del planeta Marte (donde Ares era llamado así en Roma).

La presencia de Ares se veía también reforzada por Cidoimos, el demon del alboroto de las batallas,[44]​ así como las Macas (Batallas), las Hisminas (Disputas), Polemos (un espíritu menor de la guerra, probablemente un epíteto de Ares, pues no tenía un dominio específico) y la hija de este, Alala, la diosa-personificación del grito de guerra griego, cuyo nombre era usado por Ares como grito de guerra propio. En la Ilíada también se describe que otra de sus hermanas, Hebe, le prepara el baño y luego le viste.[45]

La fundación de Tebas editar

Ares también está presente en el mito fundacional de Tebas: Cadmo mató al dragón que custodiaba la fuente de Ares —y del que algunos decían que era hijo de este dios— que estaba en Beocia, en el lugar donde después se construyó Tebas. Luego, por consejo de Atenea, sembró los dientes del dragón, de los que brotaron como si una cosecha creciese una raza de guerreros, los espartos. Para aplacar a Ares, Cadmo estuvo al servicio de Ares durante un año y luego tomó como esposa a Harmonía, hija de este con Afrodita.[46]

Otros mitos editar

  • En la contienda de Tifón contra Zeus, Ares se vio obligado, junto con los otros dioses, a huir a Egipto, donde se metamorfoseó en un pez.[47]
  • Ares dio a Hipólita el cinturón que luego le quitó Heracles.[48]
  • En algunas versiones se contaba que cuando Afrodita amó a Adonis, un celoso Ares se transformó en un jabalí y mató a su rival o bien envió el jabalí para que lo matara.[49]
  • Según una tradición, Ares mató a Halirrotio, hijo de Poseidón, cuando este intentó violar a Alcipe, su hija con Agraulo. Poseidón exigió a Zeus que Ares fuese castigado, por lo que fue llevado a juicio: el primer juicio por asesinato de la historia. Los demás olímpicos votaron que debía ser absuelto. Se cree que este suceso dio origen al nombre «Areópago».[50]
  • Existen relatos de un hijo de Ares, Cicno, que fue tan sanguinario que intentó construir un templo con las calaveras y huesos de los viajeros a los que asesinaba. Heracles lo mató, provocando la cólera de Ares, a quien también derrotó, obligándolo a volver al Olimpo.[51]

Cristianismo editar

Reaparece en el libro del Apocalipsis como el jinete del caballo rojo.[52][53][54]

Consortes y descendencia editar

 
Afrodita y Ares, en el lecho de Hefesto, sobre ellos la red invisible
 
Eros, hijo de Ares y Afrodita, representa el deseo. En la mitología romana es Cupido
 
Copia de una escultura representando a Ares, obra de Alcámenes.

Ares es quizá uno de los dioses que más descendencia ha dejado entre los doce olímpicos. Como patrón de la virilidad masculina, se cuentan al menos una cuarentena de amantes y unos 60 hijos, de los cuales muchos son epónimos de ciudades míticas, como Amazonas, que se enumeran a continuación.

Amante Descendencia y referencias
Aérope Aérope, hija de Cefeo, murió en el parto del hijo de Ares y este lo salvó, llamándose Aéropo.[55]
Afrodita A su vez, con Ares, perforador de escudos, Citerea concibió a Fobos y a Deimos, terribles, que ponen en confusión las compactas falanges de varones en la guerra sangrienta junto con Ares destructor de ciudades; y también a Harmonía, a quien el muy esforzado Cadmo hizo su esposa.[56]Eros, hijo terrible de Afrodita engañosa, al que dio a luz para Ares traicionero.[57]​ De Afrodita y de Ares se dice que nació Anteros.[58]
Aglauro Una hija de Cécrope; de ella y Ares nació Alcipe, a quien Halirrotio violó.[59]
Altea Altea tuvo otro hijo de Eneo, Meleagro, que algunos creen engendrado por Ares.[60]
Aquíroe Fue seducida por el dios Ares, con el que tuvo un hijo llamado Sitón.[61]
Astínome Cerca del río Aqueloo se encuentra el monte Calidón llamado así por Calidón, hijo de Ares y una tal Astínome. Como quiera que Calidón vio a Artemisa bañándose, la diosa lo transformó en el monte homónimo.[62]
Astíoque De Aspledón y Orcómeno se presentaron los caudillos Ascálafo y Yálmeno, hijos de Ares, a quien había dado a luz Astíoque en casa de Áctor Azida. La pudorosa doncella había subido al piso superior, y el violento Ares se acostó a su lado en secreto.[63]
Atalanta Atalanta tuvo de Melanión, o de Ares, un hijo, Partenopeo, que luchó contra Tebas.[64]
Caldona Sólimo, el héroe epónimo del pueblo de los sólimos nativos de Anatolia, se dice hijo de Ares y Caldona, hija de Pisido.[65]
Calírroe o Terpsícore Calírroe, una náyade, hija del río tracio Nesto, le dio a Ares un trío de hijos epónimos: Bistón (bistones), Odomante (odomantos) y Edono (edones).[66]​ En otras fuentes la madre de Bistón es Terpsícore.[67]
Cirene Como octavo trabajo de Heracles, a este se le ordenó llevar a Micenas las yeguas de Diomedes el tracio. Este, hijo de Ares y Cirene, era rey de los bístones, pueblo tracio muy belicoso, y poseía yeguas antropófagas.[68]​ De Cirene y Ares también nació Crestone; se dice que Tracia se llamaba antes Crestone en su honor.[69]
Critobule El monte Pangeo lleva su nombre por su epónimo. Pangeo, hijo de Ares y Critobule, por error se acostó con su propia hija, lo que le desconcertó hasta tal punto que huyó al monte Carmania, donde, abrumado por una pena que no podía dominar, sacó su espada y se suicidó.[70]
Demonice o Pisídice Agénor, hijo de Pleurón, engendró a Portaón y a Demónice, la cual con Ares tuvo a Eveno, Molo, Pilo y Testio.[71]​ En una fuente se la menciona como Pisídice y la hace madre solamente de Testio.[72]
Dormotea El río Alfeo de Arcadia antiguamente se llamaba Estínfelo, por Estínfelo, el hijo de Ares y Dormotea. Habiendo perdido a su hermano Alcmeón, se arrojó por pena al río homónimo.[73]
Dotis o Crisa Lico y Nicteo habían huido de Eubea por haber matado a Flegias, hijo de Ares y Dotis la beocia.[74]​ La fama es que de Crise, la hija de Almo, y de Ares nació Flegias, y el trono, al morir Eteocles sin hijos, lo obtuvo Flegias.[75]
Egina o Parnasa Diferentes nombres de una hija de Asopo,[76]​ consorte de Ares y madre Sínope.[77]
Enío Algunos dicen que Enialio, dios de la guerra, nació de la unión entre Ares y Enío, diosa similar a aquél.[78]
Eris Eris es mencionada como compañera y en algunas versiones "hermana" de Ares, se le considero una de sus amantes al igual que Enio, ya que en algunos escritos se confunden ambas diosas
Eritía Con una de las Hespérides Ares engendró a Euritión, que cuidaba las reses de Gerión.[79]
Eos Eos, enamorada de Orión, lo arrebató y lo transportó a Delos; pues Afrodita la había hecho enamorarse a perpetuidad por haber tenido relación sexual con Ares.[80]
Estérope, Harpina o Eurítoe Enómao es hijo de Ares y Estérope.[81]​ Harpina, según las leyendas de los eleos y los fliasios, se unió Ares y fue la madre de Enómao, que reinó en Pisa.[82]​ Otros dicen que Ares poseyó a Eurítoe, a la sazón una de las Danaides.[83]
Filónome Hija de Níctimo de Arcadia, fue seducida por Ares con la guisa de un pastor. De esta unión nacieron Licasto y Parrasio.[84]
Harmonía Las amazonas eran una estirpe nacida de la ninfa Harmonía, la cual le alumbró a Ares unas hijas belicosas, tras compartir su lecho en los valles del bosque de Acmón.[85]
Nerio En la tradición romana Nerio es la esposa de Marte y personifica la Valentía.[86]
Otrera Heracles mató a Hipólita, hija de Ares y de la reina Otrera, de quien adquirió el cinturón de la reina de las amazonas.[87]Pentesilea, hija de Otrere y Ares que había dado muerte involuntariamente a Hipólita, fue purificada por Príamo.[88]
Pelopia o Pirene Heracles, al pasar por Itono, fue desafiado a combate singular por Cicno, hijo de Ares y Pelopia[89]​ o Pirene.[90]​ Ares defendía a Cicno y dirigía la pelea, cuando un rayo arrojado en medio de ambos hizo cesar el combate.[90]
Pero Ares con una tal Pero fue padre de Leódoco;[91]​ probablemente una corrupción por Laódoco, hijo de Biante y Pero.
Protogenía De Calidón y Eolia, hija de Amitaón, nacieron Epicasta y Protogenía; de ésta y Ares nació Óxilo.[71]
Rea Silvia o Ilia Marte se apareció en un sueño de Silvia​ y la violó en un bosque. De esta violación nacieron los gemelos Rómulo y Remo según la mitología romana.[92]
Sete La hermana de Reso y madre, por Ares, de Bitis, epónimo de la tribu tracia de los bitias.[93]
Tanagra A causa de Tanagra los dioses Hermes y Ares se enfrentaron en una competición de pugilato para conseguir el afecto de la náyade.[94]
Teógona Tmolo, rey de Lidia, era hijo de Marte y Teógone. Mientras que cazaba sobre el monte Carmanorio vio por casualidad a la bella virgen Arripe, que asistía a Diana, y se enamoró apasionadamente de ella.[95]
Tereine Trasa fue hija de Tereine (hija, a su vez, de Estrimón) y de Ares.[96]
Tritea Otros dicen que Ares se unió a Tritea, una hija de Tritón, y que la doncella era sacerdotisa de Atenea, y que Melanipo, hijo de Ares y de Tritea, cuando creció fundó una ciudad.[97]

Hijos de Ares de madre desconocida editar

  • Alcón de Tracia, hijo de Ares, marchó contra el jabalí de Calidón.[98]
  • Cálibe, epónimo de pueblo de los cálibes, era hijo de Ares.[99]
  • Driante, hijo de Ares, natural de Calidón, también participó en la cacería del jabalí de Calidón.[60]
  • Eagro, el audaz hijo de Ares, abandonando su ciudad de Pimplea, en tierra bistonia, se puso en marcha.[100]
  • Hiperbio, hijo de Ares, fue el primero que tuvo que matar un animal.[101]
  • Lico era un rey de Libia, cuya costumbre era sacrificar a los extranjeros para su padre Ares.[102]
  • Niso, hijo de Ares, era rey de los megarenses, y se dice que poseía un mechón de cabello púrpura en su cabeza.[103]
  • Nike, la Victoria, es «hija de Ares de brazo poderoso, que concluye con la guerra».[104]
  • Peón era hijo de Ares y padre del epónimo Bistón.[105]
  • Porteo, hijo asimismo de Ares, fue padre de Eneo, el rey de Calidón.[106]
  • Quimárroo, según un escolio, era uno de los hijos de Ares.[107]
  • Tereo, hijo de Ares y natural de Tracia. Pandión solicitó su ayuda al suscitarse la querella con Lábdaco por cuestiones fronterizas.[108]

Véase también editar

Bibliografía editar

Notas y referencias editar

  1. Una inscripción ática escrita a finales del siglo VI: «Permanece y llora mucho en la tumba del fallecido Kroisos / a quien el furioso Ares destruyó un día, luchando en las filas más avanzadas.» (Atenas, NM 3851; citado en Stewart, A. F. (1990). «I. The Sources». Greek sculpture: an exploration. Nueva York: Yale University Press. ISBN 978-0-300-04072-2. )
  2. Ilíada XII,301. Ovidio: Arte de amar II,10.
  3. a b Odisea VIII,361.
  4. Sófocles: Edipo rey 185.
  5. «Me eres más odioso que ningún otro de los dioses del Olimpo», le dice Zeus en la Ilíada, v.890. «Siempre te han gustado las riñas, luchas y peleas.»
  6. a b c Burkert (1985), pág. 169.
  7. Diccionario Griego-Español en línea, voz Ἄρειος
  8. Grupo Tempe, Los dioses del Olimpo, p.109, Alianza Editorial; Madrid, 2001), ISBN 84-206-3648-7.
  9. Heródoto, Historias V,7.
  10. Odisea VIII, 361, con la nota de Eustacio. Arte de amar, II, 585. Estacio: Tebaida VII, 42.
  11. Heródoto: Historias IV, 59 y 62.
  12. Pausanias: Descripción de Grecia III,15,7.
  13. Pausanias III,14,9.
  14. Biblioteca mitológica I,9,16.
  15. Biblioteca mitológica III,19,7.
  16. Apolonio de Rodas: Argonáuticas II, 382; II, 1047.
  17. La isla de Ares: ¿la isla Giresun?
  18. Pseudo Calístenes. Historia de Alejandro de Macedonia. 
  19. Plutarco. Vida de Alejandro. 
  20. Descripción de Grecia I, 8, 4.
  21. Descripción de Grecia V, 15, 6.
  22. Descripción de Grecia VIII, 44, 7; 48, 4.
  23. Biblioteca mitológica III, 4, 1.
  24. Descripción de Grecia III, 22, 6.
  25. a b Himnos Homéricos. La Batracomiomaquia, pp.178-179, traducción y notas de Alberto Bernabé Pajares. Madrid: Editorial Gredos. ISBN 978-84-249-3501-6.
  26. Porfirio. Vida de Pitágoras. Argonáuticas Órficas. Himnos Órficos, p.65, nota complementaria de Miguel Periago Lorente. Madrid: Editorial Gredos. ISBN 84-249-1234-9.
  27. Heródoto: Historias II, 63.
  28. Ilíada V,352.
  29. Pierre Grimal: Diccionario de mitología griega y romana, p. 44, Barcelona, Paidós, 1981. ISBN 84-7509-166-0.
  30. María Luisa Picklesimer, La doble función del perro Argos en la Odisea, p.405, en revista Florentia Iliberritana, n.º 8, 1997, pp. 401-419.
  31. Estrabón V,4,2.
  32. Apolonio de Rodas: Argonáuticas II,382 y ss., 1031 y ss. Higino: Fábulas XXX.
  33. Odisea VIII, 302 y ss.
  34. Ilíada V,385–91.
  35. Ilíada v.832.
  36. Ilíada V,455.
  37. Ilíada V,855 y sig.
  38. Ilíada (en griego, traducción de Richmond Lattimore). Libro 5. p. Líneas 798–891, 895–898. 
    • Richmond Lattimore (1906-1984): clasicista y poeta estadounidense, conocido por sus traducciones de clásicos griegos, y en especial por las de la Ilíada y la Odisea.
  39. Ilíada XV,110-28.
  40. Ilíada XXI,390 y ss.
  41. Hesíodo: Teogonía 934 y ss.
  42. Ilíada IV,436, XIII,299. El escudo de Heracles 191, 460. Quinto de Esmirna: Posthoméricas X,51.
  43. Homero, Ilíada V,592.
  44. Homero, Ilíada V,593.
  45. Homero, Ilíada V,905.
  46. Apolodoro, Biblioteca mitológica III,4,1-2.
  47. Antonino Liberal: Colección de metamorfosis 28.
  48. Biblioteca mitológica ii,5,9.
  49. Tzetzes, Juan: escolio de la Alejandra de Licofrón (831).
  50. Biblioteca mitológica III,14,2.
  51. El escudo de Heracles 461. Biblioteca mitológica II,5,11.
  52. Lenski, Richard Chales Henry (2008). The Interpretation of St. John's Revelation. Augsburg Fortress Publishers. p. 224. ISBN 978-0-8066-9000-1. Consultado el 18 de diciembre de 2015. 
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  54. Jeffrey, David Lyle (1992). 0802836348 (22nd edición). Grand Rapids, Michigan: Eerdmans. p. 363. ISBN 0802836348. Consultado el 18 de diciembre de 2015. 
  55. Pausanias: Descripción de Grecia VIII 44, 7-8
  56. Hesíodo: Teogonía 933
  57. Simónides: fr. 575 (PMG)
  58. Cicerón: Sobre la naturaleza de los dioses, III 59, 60
  59. Apolodoro: Biblioteca mitológica III 14,2
  60. a b Biblioteca mitológica I 8, 2
  61. Tzetzes sobre Licofrón, Alejandra 583 y 1161
  62. Pseudo-Plutarco: Sobre los ríos, 22 (Aqueloo)
  63. Ilíada II 512
  64. Biblioteca mitológica III 9, 2
  65. Etymologicum Magnum 721.43, voz «sólimos»
  66. Estéfano de Bizancio, voz «Bistonia»
  67. Etymologicum Magnum, 179.59
  68. Biblioteca mitológica II 5, 8
  69. Tzetzes sobre Licofrón, Alejandra 499
  70. Pseudo Plutarco: Sobre los ríos 3. 2
  71. a b Biblioteca mitológica I 7, 7
  72. Sobre los ríos 22.1
  73. Sobre los ríos 19. 1
  74. Biblioteca mitológica III 5, 5
  75. Pausanias, Descripción de Grecia IX 36, 1
  76. Para Parnasa: Diodoro Sículo: Biblioteca histórica IV 72.1.
  77. Para Egina: escolio sobre Apolonio de Rodas, Argonáuticas 2.946
  78. Aristófanes, La paz, 457; Dionisio de Halicarnaso, Antigüedades romanas III, 48; Eustacio, "sobre Homero", p. 944
  79. Tzetzes: Sobre Licofrón, 651; Servio: Sobre la Eneida de Virgilio, VIII, 299
  80. Biblioteca mitológica I 4, 4
  81. Higino: Fábulas 159
  82. Descripción de Grecia V 22, 6
  83. Tzetzes sobre Licofrón, Alejandra 157
  84. Plutarco: Vidas paralelas 36
  85. Apolonio de Rodas: Argonáuticas II 990. Diccionario Griego-Español en línea,voz Ἁρμονία. Esta ninfa llamada Harmonía hay que distinguirla de la Harmonía hija de Ares y esposa de Cadmo.
  86. Pierre Grimal: Diccionario de mitología griega y romana, voz «Nerio».
  87. Fábulas 30, 10
  88. Biblioteca mitológica: epítome 5, 1
  89. Biblioteca mitológica II 7, 7
  90. a b Biblioteca mitológica II 5, 11
  91. Fábulas, 159
  92. Tito Livio: Ab Urbe condita
  93. Esteban de Bizancio: Étnica (Ἐθνικά) s. v. «Bithyai».
  94. Corina, frs. 654 y 666
  95. Sobre los ríos 7. 5
  96. Antonino Liberal: Metamorfosis, XXI, 1
  97. Descripción de Grecia, VII 22, 8
  98. Fábulas 173.
  99. Escolios de las Argonáuticas de Apolonio (2. 373).
  100. Dionisíacas XIII.428
  101. Plinio el Viejo: Historia natural VII 57
  102. Plutarco: Vidas paralelas 23
  103. Fábulas 180
  104. Himno homérico VIII (a Ares)
  105. Etymologicum Magnum 197.59 voz «Bistonia»
  106. Antonino Liberal: Metamorfosis, 2
  107. Escolio a Hesíodo, Trabajos y días 1, p. 28
  108. Biblioteca mitológica III 14, 8

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