Neoliberalismo en el Perú

situación de la corriente neoliberal en el Perú
(Redirigido desde «Consenso de Lima (economía)»)

El neoliberalismo en el Perú (referido también como «neoliberalismo criollo»)[1][2]​ corresponde a una serie de políticas de tal ideología aplicadas en ese país desde los años 1980,[3][4]​ que tuvieron su punto de inflexión con el Fujishock de los años 1990, luego de las propuestas económicas recibidas desde Washington hacia América Latina. Su documento referente es la constitución de 1993, que llevó rasgos libertarios.[5]​ Se manifiesta como un gobierno mayormente empresarial, generadora de bienes, en contraste con otros países de América Latina.[6]​ Esta manifestación ganó relevancia cuando el país alcanzó mayor crecimiento económico durante el auge de las materias primas entre 2003 y 2013.[7]

Hernando de Soto en una entrega de títulos de propiedad. La formalización de propiedades es una de las posturas ofrecidas por el neoliberalismo en el país.

Impulsada por Hernando de Soto, principal responsable de dotar una ideología política a los ejecutivos del país en los años 1980,[8]​ es una de las corrientes que permaneció vigente en esa región, debido a que no ha sido cuestionada.[9]​ Cuenta el respaldo del Banco Interamericano de Desarrollo (en el conocido consenso de Washington),[10]empresas transnacionales,[11]​ y parte de la clase media. Como resultado, se ha consolidado una élite económica con control sobre los sectores financieros, exportadores y de comunicaciones, factores determinantes en el Consenso de Lima.[12]

A pesar de su nombre, la corriente del neoliberalismo llevó posturas conservadoras, al menos cuando asumió Alberto Fujimori, por lo que se diferencia con las liberales del siglo XXI por oponerse a una democracia plena.[13][14][15][16]​ Sus partidarios promueven medidas económicas como la desregulación y la privatización, incluyendo la eliminación de los programas sociales.[17]​ Dicho modelo proporcionó al país en alcanzar la estabilidad económica a costas de una desigualdad social;[18][19]​ con una restricción evidente de la expresión en los sectores populares, que incluye a los indígenas.[20]

Desarrollo del neoliberalismo editar

Antecedentes editar

La economía liberal provino de José Manuel Rodríguez, un congresista que fue representante de la primera generación de economistas del Perú (finales del siglo XIX). Rodríguez tuvo la idea de fomentar la intervención del capital extranjero en la exportación de sus productos.[21]​ El antecedente del neoliberalismo, cuando esta se propagó desde la Segunda Guerra Mundial, se concretó en las medidas económicas por el entonces ministro Pedro Beltrán Espantoso (educado en la Escuela de Economía de Londres) en el segundo gobierno de Manuel Prado Ugarteche, a mediados del siglo siglo XX.[22]​ Beltrán, quien facilitó la difusión de las ideas representativas de la corriente económica liberal en el diario La Prensa,[23]​ corrigió algunos aspectos de la economía popular del antecedido Manuel Odría por medio de choques al sistema que no tuvo éxito en aquel entonces debido a sus limitaciones.[22]

Durante al menos nueve años de mediados de siglo (1959-1967), desde el gobierno de Prado hasta el segundo de Odría, el crecimiento anual fue considerable.[24]​ Sin embargo, cabe destacar que para 1968, Perú tuvo una menor inversión que cualquier otro país de Latinoamérica, según Ernesto Álvarez Miranda.[25]

Posterior a la interrupción del proyecto de Beltrán a finales de la década de 1960, la participación social unificada constituyó una prioridad en el gobierno de Juan Velasco Alvarado,[26]​ quien promovía la primacía del capital nacional sobre el extranjero. No obstante, los derechos laborales fueron relegados y entraron en conflicto con las medidas adoptadas en el gobierno de Francisco Morales Bermúdez.[27]​ En ese entonces el Estado entró en una economía social de mercado sustentada originalmente por el Partido Popular Cristiano para la constitución de 1979, según el historiador Henry Pease.[28]​ Según Jürgen Schuldt, el plan de gobierno de PPC recibió inicialmente el apoyo de especialistas bajo concepto de un «pensamiento económico neo-liberal en el país».[29]

A continuación, una nueva versión preliminar se aplicó como medida económica por parte de Manuel Ulloa. Ulloa, bajo el segundo gobierno de Fernando Belaúnde, propuso distribuir la economía a la clase pobre con obtener recursos naturales en 1981, plan que adoptó de los Estados Unidos pero no consiguió el resultado esperado.[30]​ Además, se propuso la privatización de empresas y la reforma del sistema tributario, pero estas medidas tampoco se llevaron a cabo.[31]​ El equipo a cargo del plan se desmanteló en 1984.[4]

En 1986, el primer gobierno de Alan García revirtió el plan de Ulloa[32]​ y recurrió a los recursos acumulados para fomentar el consumo y las importaciones.[33]​ Sin embargo, la falta de planificación del Estado ante la escasez de reservas y los intentos fallidos de estimular la inversión privada, seguida del crecimiento de la inflación,[34]​ llevaron al pobre rendimiento de la administración pública del país.[35]​ El mandato de Alan García convirtió a Perú en un Estado paria en el sector financiero.[36]​ Asimismo, los empresarios que depositaron su confianza en Alan García como una alternativa a Belaúnde Terry se vieron decepcionados por el control de las instituciones bancarias y los conflictos con las autoridades centrales.[37]

Implementación del sistema de gobierno neoliberal editar

Consenso de Washington y privatización de empresas editar

Hernando de Soto, fundador de una de las primeras organizaciones neoliberales en América Latina, el Instituto para la Libertad y la Democracia (ILD), comenzó a recibir asistencia de la administración de Ronald Reagan, con el Centro para la Empresa Privada Internacional (CEPI), una organización de la Fundación Nacional para la Democracia (NED). Aquella fundación brindó financiamiento y capacitación a ILD para sus campañas publicitarias.[38][39]​ Entre 1988 y 1995, de Soto y el ILD fueron los principales partícipes de unas cuatrocientas iniciativas, leyes y reglamentos que llevaron a cambios significativos en el sistema económico del Perú.[40]​ Soto ganó fama con su obra El otro sendero, que popularizó las ideas mercantilistas.[41]​ Según Carlos Alberto Adrianzén, su difusión de ideas en la obra procuró a los actores sociales «la cercanía al poder político para recoger dádivas y diversos beneficios».[42]​ El autor Felipe Cole argumentó que la corriente neoliberal se puso en práctica en el país a través de la oferta de títulos de propiedad que propuso Soto.[43]

El régimen neoliberal se instauró durante el gobierno de Alberto Fujimori, respaldado por la Confederación Nacional de Instituciones Empresariales Privadas (Confiep).[37]​ Tras la desconfianza generada por la administración de Alan García,[37]​ sin considerar el controvertido Plan Verde, el gobierno se centró en objetivos de estabilización (Fujishock), las reformas promercado y la inserción del Perú en el circuito financiero.[44]​ En el marco de la reforma estatal, el economista Carlos Matus propuso la introducción de «tecnopolíticos» en puestos clave. Estos individuos poseían una perspectiva distinta y promovían valores democráticos y la satisfacción de las demandas ciudadanas.[45]

Después de las medidas de choque económico implementadas entre 1990 y 1991, se adoptó el Consenso de Washington.[5][46]​ Ante la oposición[47]​ y el escepticismo del Frente Democrático, Fujimori perpetuó un autogolpe en 1992 con apoyo militar.[48]​ Posteriormente, se implementó una amplia reforma institucional, con una centena de decretos supremos,[47]​ promulgada a través de la constitución de 1993 por el Congreso Constituyente Democrático. Estas reformas incluyeron medidas similares a las adoptadas durante el gobierno de Manuel Odría.[49]​ Según el análisis del economista Félix Jiménez, la economía experimentó un crecimiento significativo entre 1993 y 1996 gracias a la inversión extranjera en sectores primarios. Además, el crédito bancario tuvo que dolarizar su portafolio para atender a las empresas locales, ya que el nuevo sol ayudó a contrarrestar la inestabilidad de la moneda extranjera.[50]

La reforma estuvo liderada por el Ministro de Economía Carlos Boloña,[51][52]​ quien anunció el inicio de los cambios institucionales.[53]​ Hasta 1993, Boloña abogó por una revisión de la perspectiva económica del Perú. Argumentando que «[entre los años 1970 y 1990], las ideas y los gobiernos "populistas", socialistas o "mercantilistas" ejercieron [...] un predominio casi absoluto»,[54]​ se implementó un proceso de privatización de empresas estatales. Esta fase culminó en 1998[55]​ y dio origen a la Agencia de Promoción de la Inversión Privada (ProInversión).

En 1994, el proyecto neoliberal comenzó a mostrar resultados con una disminución marginal de la pobreza (53.5 % en 1994 a 49 % en 1997, según el Banco Mundial) y la creación de aproximadamente 1.3 millones de empleos, aunque muchos con calidad inferior.[56]​ Adicionalmente, se produjo una reestructuración de la clase clase media, con Lima concentrando aproximadamente el 46 % de su población en 2004.[57]

Sin embargo, en 1996, cuando el gobierno estaba a punto de declarar la reforma como un fracaso,[58]​ el jefe de Estado insistió en continuar el sistema económico liberal mientras visitaba Malasia para replicar otros modelos económicos.[59]​ Es en ese entonces que consiguió la atención necesaria a nivel internacional para obtener apoyo del país, como señaló un estudio realizado por la economista estadounidense Erica Field.[58]​ Cuando se reunió con el presidente surcoreano Kim Young-sam en ese año, Fujimori señaló la importancia de los inversionistas extranjeros por ser «socios del desarrollo».[60]​ Tiempo después, en 1998, Perú postuló para ser miembro de la APEC, bajo el compromiso de liberalizar su comercio y las inversiones en su territorio.[61]

El rol de la empresa prestadora de servicios en la atención de la población editar

Con las medidas de no estabilización, se implementó también la modalidad de Empresa Prestadora de Servicios para algunos servicios no privatizados. En el caso del agua potable y saneamiento, las municipalidades tendrían la mayoría de las acciones con el tiempo, mientras que el sector privado tendría una parte minoritaria.[62]​ En los servicios de salud, el sector privado tuvo la autorización de participar en la atención de personas que aún no estaban cubiertas por el Estado.[63]​ No obstante, la institución pública conocida como EsSalud permaneció exenta del proceso de privatización.[64]

Además, el Decreto Legislativo 651 fue promulgado para fomentar la liberalización del transporte público y permitir que este prestara sus servicios. En este proceso de liberalización, cualquier empresario puede operar líneas de transporte en las vías urbanas, sin que sea estrictamente necesario que estén formalizadas.[65]​ En el caso de Lima Metropolitana el municipio implementó la concesión de rutas, mediante ordenanzas que se emitían desde finales de la década de 1990, lo que les confirió el derecho de explotarlas.[66]​El mecanismo transporte sufrió varios cambios como la exigencia del medio pasaje en 2004[67]​ y la unificación de las rutas en Lima en los años 2010, este último como parte del proyecto de un sistema integrado de transporte que buscaba formalizarlas.

Inconvenientes laborales y económicos de las medidas neoliberales editar

La conclusión de la primera etapa de las medidas económicas no impidió que el Estado se viera afectado por una serie de problemas. Las medidas de flexibilización laboral fueron criticadas por Javier Mujica por violar convenios de la Organización Internacional del Trabajo (OIT),[68]​ lo que provocó la denuncia del Perú ante dicho organismo en 1996.[69]​ En el año 2000, la falta de garantías contra el despido injustificado[70]​ llevó al sector público a despedir a aproximadamente medio millón de empleados sin abordar su compensación posterior.[71]​ En 2002, los dirigentes de la Confederación Intersectorial de Trabajadores Estatales solicitaron la restitución de los puestos de trabajo eliminados desde 1992.[72]​ Posteriormente, en 2014, la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) declaró al Perú responsable de infringir los derechos laborales de 164 empleados públicos cesados en la década de 1990.[73]

El analista Roberto Abusada señaló en una serie de publicaciones del Instituto Peruano de Economía, institución creada en 1994 para proveer apoyo técnico al Ministerio de Economía y Finanzas,[74]​ que no todas las reformas neoliberales fueron implementadas, al menos en 1998, cuando el mandato presidencial entró en su propia crisis.[75]​ Esta crisis económica y política, según Juan José Marthans, fue más intensiva que la ocurrida a inicios de la década.[76]​ No obstante, Perú supo aprovechar en hacer conexiones con otros países frente la crisis asiática,[77]​ que de no afrontarse pudo terminar en la decadencia del modelo económico.[78]​ El economista Félix Jiménez señaló que a esta crisis de 1999 se añadió un posible conflicto social por la situación de pobreza de algunos sectores a causa de la recesión.[79]

A la incompleta implementación, también se permitió algunas empresas recibir beneficios tributarios millonarios, 78 de ellos permanecieron vigentes en la próximas dos décadas.[80]​ Destacó al decreto supremo 120-94 EF para que exoneraban de algunos impuestos para potenciar su presencia,[81][82]​ una muestra de la consolidación de grupos de poder complacidos por el Estado.[83]​ Además, el sector privado permitió contratar trabajadores de las antiguas empresas que fueron adquiridas, según Javier Diez Canseco.[84]​ Con la crisis política en el año 2000, Fujimori propuso cambiar las medidas económicas para mejorar su imagen presidencial previo a las nuevas elecciones, como la eliminación de la exoneración de impuestos del sector minero y su atención a la situación de pobreza del país, que alejó el interés de los inversores en el país.[85]

Renovación de la política neoliberal y el consenso de Lima editar

El Consenso de Lima es potente. Ejerce casi un poder de veto sobre la política económica. [...] [Luego del fracaso de su primer gobierno], [el expresidente] Alan García se olvidó por completo de su pasado social demócrata y abrazó la ortodoxia conservadora con fervor. [Su sucesor], [Ollanta] Humala, derrotado por el Consenso de Lima en 2006 y muy golpeado por ello en la primera vuelta de 2011, se adaptó también. [...]
Para la derecha económica, el Consenso de Lima es el "garante" más efectivo de la continuidad [neoliberal de los años 1990]. [Sin embargo], el Consenso de Lima no representa una mayoría del electorado peruano.
Steven Levitsky, en una columna de La República sobre el término consenso de Lima.[86]

El gobierno de Alejandro Toledo marcó el inicio de una nueva etapa en el sistema político peruano, tras la terapia de choque y los decretos del autogolpe de 1992. Esta etapa se caracterizó por la reestructuración de instituciones públicas, entre ellas ProInversión.[87]​ El dinero obtenido de la privatización se destinó a los sectores de salud y educación, con el objetivo de mejorar la calidad de vida de la población. Asimismo, se reestructuró el Consejo Nacional del Trabajo para promover la reactivación del sector laboral.[88]​ Además, se formó ProInversión para coordinar la inversión del sector empresarial en obras públicas.[87]

No obstante, ante la incertidumbre sobre las empresas estatales como Sedapal,[89]​ Toledo mantuvo su postura a favor de la privatización,[90]​ lo que se concretó con la planificada venta de empresas de electricidad.[91]​ Esta medida suscitó protestas en el sur del país, donde se proyectó subastar estas entidades.[92]

Con el debilitamiento gradual del Consenso de Washington a lo largo de la década del 2000, surgió de manera informal el Consenso de Lima,[93]​ término acuñado por el politólogo Steven Levitsky para identificar la relevancia de los grupos de poder peruanos,[94][95]​ que se basa en una postura más ortodoxa que la anterior.[93]​ En este escenario, Alan García, quién ejerció la presidencia de la república entre los años 2006 y 2011, inicialmente privado de la confianza de la Confederación Nacional de Instituciones Empresariales Privadas en vista de las acciones tomadas durante su previa gestión,[96]​ llevó al extremo la ideología neoliberal, facilitando la exportación de tierras y fomentando la recepción de inversiones foráneas sin restricciones.[97]​ Algunas medidas fueron retomadas de la administración fujimorista, reanudando la explotación de los sectores primarios mientras que, por otro lado, la mano de obra, que no logró ser aprovechada adecuadamente en el gobierno de Toledo, no experimentó más que decretos que propiciaban su abaratamiento.[98]​ Aprovechando el declive de la reforma previa, pronunció discursos orientados contra la pobreza,[99][100]​ mientras incorporaba a ministros alineados con su postura ideológica.[101]

El surgimiento del mencionado consenso ocurrió simultáneamente a una mejora de la economía durante el apogeo de las materias primas en aquella década.[102]​ En ese contexto, la Sociedad Nacional de Industrias manifestaría, en el año 2004, sus preocupaciones respecto de los intereses «mercantilistas» de las empresas dependientes de las exportaciones de dichos bienes.[103]​ La etapa de prosperidad por la que atravesaba el Perú le permitió incrementar el tamaño de su economía a partir de la extracción intensiva de recursos esenciales, diversificando a su vez los elementos minerales que venían siendo extraídos,[104]​ en tanto que la población alcanzaba mayores niveles de poder adquisitivo gracias al acceso a líneas de créditos financieros.[105]​ Sin embargo, el analista Carlos Adrianzén indicó en 2009 que, al igual que en el gobierno de Fujimori, no se fortalecieron las instituciones peruanas ni se implementaron reformas educativas y financieras para garantizar un mayor rendimiento de los ingresos.[106]

Ausencia de representatividad y declive editar

Algunos dicen que soy de Patria Roja, otros dicen que soy de la Confiep (por la línea demasiado pro empresarial y cercana al gremio), entonces en realidad eso demuestra que hay diferentes intereses y percepciones que hay que escuchar.
María Antonieta Alva, ministra de economía en el gobierno de Martín Vizcarra.[107]

Para finales de los años 2010, Pedro Pablo Kuczynski, quien participó en la reunión de Washington de 1989,[108]​ fue el siguiente presidente de la República en asumir posturas neoliberales.[109]​ Su principalmente fuente apoyo fueron los jóvenes simpatizantes que defendieron ese sistema cuando postuló Kuczynski en 2011.[110]​ En ese entonces, solo se buscó mejorar el sistema de distribución de riqueza y la eficiencia en obtención de recursos.[108]​ La salida de Kuczynski marcó una nueva crisis política, en que se perdió a un representante para afrontar el descrédito del gobierno y otras instituciones del país.[111]​ Los economistas Bruno Seminario[112]​ y Pedro Francke,[113]​ la investigadora Marina Mendoza[114]​ y el docente Fernando Villarán[115]​ refirieron que esta década marcaría la etapa final del neoliberalismo.

Con la pandemia de COVID-19 en el país, el estado peruano ya era un ente capitalista dependiente de la economía global, con presencia burocrática.[116]​ Sin embargo, con la persistente la crisis política al pasar el tiempo, los problemas sociales se agudizaron.[117]​ El economista Pedro Francke refirió que la nación, como se asemejó en otros territorios neoliberales, entró en un descuido sanitario mientras que las personas buscaban formas de ganar dinero para sobrevivir.[118]​ Sin modificar el marco jurídico para ofrecer servicios asistenciales gratuitos[119]​ ni contar con el respaldo de la Confiep en el plan del gobierno de Martín Vizcarra para regular los precios,[120]​ la respuesta fue el apoyo económico para mitigar la precaria situación de la población en situación de vulnerabilidad. Sin embargo, este apoyo debía recogerse presencialmente de las entidades estatales competentes.[121]​ Agregada la deficiencia en infraestructura y personal, como fue en el sistema de atención de salud, las disparidades en otras regiones del país de conllevaron a uno de los peores en gestionar la lucha contra la pandemia en el mundo.[122]

Si bien contó con un plan de rescate ofrecido por el Estado para librar de su bancarrota, parte de los servicios financieros y clínicas mostraron indiferencia en ofrecer alternativas de atención a la población más vulnerable.[123]​ Además, estudiantes de universidades privadas denunciaron en mantener la cuota mensual mientras estudiaban a distancia,[124]​ preocupación que la Sunedu exigió transparentar a los institutos para conocer el destino de los pagos realizados.[125]​ El presidente del evento CADE Ejecutivos, Juan Fernando Correa, reconoció en 2023 que, aunque no exista una conexión social pero sí de «empresas abusivas», «el sector privado sí se preocupa por las personas, solo que lo hace de una manera muy difusa a través de una fragmentación».[126]

La candidatura presidencial de Pedro Castillo, quien compitió con la imagen conservadora de Keiko Fujimori, hija de Alberto Fujimori, explicitó los perjuicios en el sector privado y la corriente neoliberal.[127]​ El economista Alonso Segura refirió en el diario Gestión que las propuestas de Castillo evidencian su animadversión hacia la inversión privada y las comparó con las medidas económicas tomadas en el primer gobierno de Alan García.[128]​ Esta confrontación de ideas marcó una nueva crisis política entre el Ejecutivo y el Congreso. Mientras ocurría esta crisis, la coalición de Empresarios Unidos por el Perú, formada por 197 asociaciones, gremios y conglomerados empresariales a nivel nacional, expresó su rechazo a un proyecto de asamblea constituyente en 2022 por parte de Castillo.[129]

Con los votos hacia Pedro Castillo, que fue elegido presidente en 2021, la imagen empresarial permaneció parcialmente afectada. Como referencia, en 2021, solo un 26 % de los encuestados por Apoyo manifestaron una posición favorable al modelo económico.[130]​ Dos años después, en un contexto de recesión, el 19 % de los encuestados por Ipsos (cifra que aumentó a 26 % en el sector rural) opinó que, si el modelo económico ha fallado, es por responsabilidad de los empresarios, sustancialmente inferior al 75 % (63 % en el sector rural) atribuido a los políticos.[131]​ Es de destacar que Hernando de Soto, quien fue excandidato presidencial en ese año, hizo referencia al gabinete liderado por Castillo como una «Confiep de terrucos» en un comentario irónico.[132]

Tras la renuncia de Pedro Castillo, Dina Boluarte asumió la Presidencia de la República el 28 de diciembre de 2022. Enfrentando a la naciente convulsión social, la nueva mandataria propuso un gabinete que mantuvo similitudes con los conceptos neoliberales.[133]​ En 2023, la reducción de la inversión privada y las expectativas empresariales pesimistas provocaron una nueva caída económica en Perú, la más grave desde la crisis financiera asiática de 1997.[134]​ Según una encuesta de opinión realizada por el Instituto de Estudios Económicos y Sociales, 7 de cada 10 empresarios no tenían previsto realizar inversiones en los últimos meses del año.[135]​ El economista Kurt Burneo atribuyó la falta de estabilidad económica a la pugna entre los poderes del Estado, incluyendo a la Junta Nacional de Justicia que enfrentó su juicio político.[136]

Postura política editar

 
Una sucursal de la cadena de supermercados Tottus ubicado en Lima, donde se comercializan televisores mientras se proyecta la bandera peruana sobre la fachada de la tienda.

La corriente toma conceptos clásicos de la ideología; donde sostiene a una comunidad política conformada por individuos (sean empresarios o integrantes de gremios) que «deben enriquecerse» para encontrar el progreso de los peruanos, y así ganar su liderazgo en la toma de decisiones del país.[1]​ Esta ideología intentó extender otros sectores sociales del país a modo de promesas.[137]​ Un estudio de la Escuela de Posgrado Newman en 2022 sugiere que los negociantes del país adoptaron habilidades ingeniosas, producto de un rasgo distintivo, la criollada, para trascender en círculos sociales nacionales e internacionales.[138]

En el contexto de la historia peruana, el historiador Franklin Pease García Yrigoyen señaló que la tendencia política conservadora mantuvo los principios colonialistas en el Estado desde su independencia del imperio español; por ejemplo, ser un «productor del bien público y de la bonanza económica» con el apoyo de comerciantes extranjeros.[139]​ En el siglo XXI, dicha corriente sugirió al neoliberalismo como una corriente positiva por su capacidad de obtener recursos a cambio de generar megaobras.[140]

Antes de la llegada de Alberto Fujimori al poder, Hernando de Soto escribió El otro sendero, donde acusó la presencia de un Estado intervencionista en el mercado.[141]​ Especialistas como Carlos Iván Degregori, Cecilia Blondet y Nicolás Lynch catalogaron su visión de «neoconservadora» por naturaleza, debido a los derechos que aplicarían a los trabajadores en condición de informalidad (una de las más relevantes en el precario sistema laboral del país).[142]

El Consenso de Washington en el Perú —aprobado en el Congreso Constituyente Democrático,[5]​ que sucedería al de Lima luego del gobierno de Fujimori— se centró económicamente en la desregulación y la privatización con el objetivo de migrar el Estado a una economía neoliberal.[54][143]​ En algunos casos, sobrevivieron pocas empresas estatales que el sector corporativo no pudo reemplazar, como fue el caso del Banco de la Nación,[144]​ además de otras que se agruparon en el Fondo Nacional de Financiamiento de la Actividad Empresarial del Estado. Algunas posturas recibieron el visto bueno de la Confederación Nacional de Instituciones Empresariales Privadas, un grupo económico enfocado en políticas económicas,[145]​ donde su director Jorge Camet asumió como ministro de economía (sucediendo a Boloña).[146]​ Sin embargo, para los años 2020, el grupo perdería parte del empresariado nacional, luego de la formación de la Unión de Gremios del Perú y su planteamiento en la economía social de mercado.[147]

Sin embargo, los grupos de poder económico, que permitieron su desarrollo gracias a la permisividad del fujimorato, se mostraron críticos del sistema jurídico peruano, debido a su excesivo formalismo y al prejuicio social que en 1997 había una mayor participación de jueces de sectores bajos y de menor educación. Como resultado, estos grupos adoptaron medidas alternativas, como el arbitraje. Para el catedrático Wilfredo Ardito Vega, la utilización de mecanismos legales no estatales para resolver problemas sociales expuso la fragilidad de los derechos de los sectores rurales.[148]

Tras el régimen de Fujimori, que afectó negativamente a las instituciones del Estado[149]​ y restringió el ejercicio de los derechos políticos de la ciudadanía,[150]​ la corriente neoliberal se mantuvo en el Perú. Este sistema se caracterizó por una elevada tasa de corrupción,[151]​ como había ocurrido anteriormente en el segundo gobierno de Fernando Belaúnde a finales de 1980,[30]​ así como por la desprotección de los trabajadores.[152]​ Además, la debilidad institucional dificultó el desarrollo de las organizaciones empresariales debido a la inestabilidad de los gobiernos.[153]​ Sólo un grupo de empresas adoptó una actitud cortoplacista que buscaba vivir de las rentas, intentando obtener favores económicos del gobierno.[153]​ En el juicio de 2009, Fujimori argumentó que sus medidas habían sido necesarias para evitar que el Perú se convirtiera en un país paria en el ámbito financiero.[154]​ Pese a la negativa de las instituciones, el Banco Central de Reserva fue uno de las pocas que sobrevivió y contó con la ayuda de economistas especializados en la situación económica del país.[155]

 
Jockey Plaza Shopping Center, inaugurada en 1997, es uno de los centros comerciales más amplios del país. Además, es el lugar más recurrente por empresarios peruanos, según la Cámara de Comercio de Lima en 2023.[156]

En el ámbito del consumo, esta corriente tuvo un impacto significativo, dando lugar a patrones de consumo novedosos. Destacó el establecimiento y la prominencia de franquicias internacionales en las principales ciudades, siendo Lima un ejemplo notable.[157]​ No obstante, el especialista Wilfredo Ardito Vega señaló que, en la década de 2000, los publicistas afirmaban segmentar sus mensajes a un público específico, pero esta afirmación contrastaba con la realidad.[158]​ La presencia de productos dirigidos a toda la población peruana en los centros comerciales puso de manifiesto esta incongruencia.[nota 1]​ La falta de inclusión y reconocimiento de la capacidad de consumo de los sectores históricamente discriminados contrastaba con las prácticas publicitarias de otras naciones, como Estados Unidos, Brasil, Inglaterra y Sudáfrica.[158]​ Por otra parte, numerosos ciudadanos peruanos, carentes del respaldo de la élite influyente, se vieron obligados a aceptar deficiencias en servicios esenciales como educación, justicia y seguridad.[143][160]​ Una encuesta realizada en 2004 por la Universidad de Lima reveló que solo el 5 % de los trabajadores estaban afiliados a sindicatos, los cuales atravesaban una crisis de identidad en cuanto a la defensa de los derechos laborales.[161]

Por otro lado, la disolución de la Empresa Nacional del Transporte Urbano del Perú (ENATRU) evidenció la necesidad de vehículos de desplazamiento más accesibles para atender a la considerable población con escasos recursos.[162]​ Los conductores informales procuraron producir ingresos que ponían en riesgo sus propias vidas, en la llamada «guerra del centavo»,[163]​ de las siguientes décadas. Una investigación de El Comercio en el año 2023 dedujo que existen 385 empresas de autobuses en Lima.[164]​ Según Luis Quispe Candia, no se adoptaron medidas para eliminar el concepto de corporaciones «cascarón» para unificar la formalidad.[164]​ Sumándose a la situación, conforme al periódico, algunos colectivos pretendieron formar su partido político en el año 2023.[165]​ Los intentos de sustituir las empresas de autobuses por corredores complementarios en Lima no lograron materializarse.[166]

Con el advenimiento de la pandemia de COVID-19, la cual expuso la dura realidad de los ciudadanos desamparados por el Estado, los defensores de dicha corriente ideológica atribuyeron la crisis de los servicios básicos a los escándalos de corrupción que involucraron a casi todos los expresidentes del Perú durante los años 1990, 2000 y 2010.[167]​ Además, se hicieron esfuerzos para reprimir las voces opositoras, como el diario La República y las estaciones de radio regionales, según lo argumentado por personalidades de derecha como Madeleine Osterling,[168]​ lo que contribuyó a la polarización política de la crisis de 2021.[nota 2]​ Asimismo, ciertos comentaristas, como Christopher Gianotti,[169]​ conductor de un magacín en TV Perú, intentaron minimizar la desigualdad económica alegando que individuos de origen rural remoto habían logrado el éxito empresarial en el país.[nota 3]

En el año 2024, el dirigente gremial René Cobeña manifestó su desacuerdo con el desempeño del Programa Compras a MYPErú, el cual fue creado con el objetivo de impulsar a las micro y pequeñas empresas. Según Cobeña, dicho programa no ha ejecutado ningún presupuesto y sus Núcleos Ejecutores de Compras (NEC) carecen de financiamiento gubernamental, incluido el del Ministerio de la Producción, institución que se encontraba bajo la presidencia de Dina Boluarte al momento de realizarse la crítica.[171]​ Estas críticas coinciden con las denuncias de otros dirigentes gremiales, quienes observan que las empresas emergentes limeñas están concentrando la mayor parte de las cuotas asignadas, en detrimento de las micro y pequeñas empresas regionales.[172]

Estructura de partidos políticos editar

Un detalle relevante de la influencia empresarial en la política es la precariedad de los partidos políticos en la década de 1990, que trajo como resultado a organizaciones políticas débilmente estructuradas al iniciar el siglo XXI; por lo cual, los tecnócratas existentes el gobierno de Fujimori seguirían promoviendo el consenso para permanecer la situación política en Perú.[160]​ El medio La República afirmó que en CADE Ejecutivos de 2000 se presentaba interés de los líderes empresariales en la participación electoral para cubrir la ausencia de Alberto Fujimori en ese evento.[173]

El sociólogo Agustín Haya de la Torre dedujo que los partidos políticos suelen estar improvisados, pues estos esconden intereses particulares sobre los valores democráticos.[174]​ El autor Francisco Miró-Quesada Rada señaló la existencia de «partidos empresa», en donde los empresarios los lideraban con cualidades caudillistas y oligárquicas.[175]​ Además, el especialista Steven Levitsky refirió en 2020 la asuencia de partidos políticos puros sino de «franquicias alquiladas a la gente para llegar al Congreso y hacer plata o negocio».[176]​ Dicho sustento fue compartido por Percy Medina, jefe del capítulo peruano de Idea Internacional, en 2023.[177]

Una encuesta de Ipsos para Perú 21, compartida por Federico Salazar, señaló que el 31 % de encuestados está a favor de que los empresarios asuman responsabilidades en cargos de alto nivel en el gobierno; en cambio, el 64 % de los empresarios está a favor de tales medidas.[178]

Enfoque social y apoyo popular editar

Tras la promulgación de la Constitución de 1993, el gobierno del presidente Alberto Fujimori manifestó su intención de promover políticas inclusivas en colaboración con organizaciones internacionales y feministas en la Conferencia de Beijing de 1995.[nota 4]​ Sin embargo, su implementación práctica resultó insatisfactoria.[179]

La política social de Fujimori se vio influenciada por su orientación neopopulista,[180][181]​ que enfatizaba la oferta y la demanda del mercado en detrimento de los derechos sociales.[182]​ Este enfoque se reflejó en la falta de mención a las comunidades indígenas en la Conferencia de Beijing,[183]​ lo que evidenció una omisión racial. Como resultado, según el académico Luis Reyes Lostaunau, los beneficios sociales se concentraron desproporcionadamente en los trabajadores urbanos, descuidando a las poblaciones rurales y desfavorecidas de Perú.[184]

Equivocadamente los llamamos "neoliberales", en realidad son "conservadores". Se les llamó así (en Estados Unidos) porque fueron los liberales que se pasaron al sector conservador, y por eso se les llamó neoliberales, pero eso es sólo un episodio del gobierno de Reagan. [...] Si trasladáramos los debates político-electorales que se dan en Estados Unidos al Perú (a causa de la ideología), aquí sus dirigentes [opositores] aparecerían como comunistas porque todo el tiempo están hablando de seguridad social, de pensiones, de educación, de salud, de servicios. [...] [Los defensores] aceptan que ciertos aspectos del Consenso de Washington son sacrosantos.
Enrique Zileri, en una entrevista de 1999 para La República sobre la situación política en unas eventuales nuevas elecciones generales.[185]

Adicionalmente, se vio al compromiso social bajo un enfoque individualista, siendo el movimiento cooperativo que dejó la primera reforma agraria en 1969 transformado a empresas que buscan ofrecer tales enfoques.[3]​ Para finales de los años 1990 el sector populista, con que Fujimori se reunía en los primeros años de la década, consiguió participar en asuntos que colectivos gremiales como Confiep debatieron con el gobierno.[186]​ Según la investigadora Maruja Barrig, en el poder ejecutivo de los años 1990 hubo mayor prioridad en la maximización del capital que en iniciativas sociales como el enfoque de género.[179]

Una de las estrategias de Alberto Fujimori en sus primeros años de gobierno fue la distribución de donaciones de entidades extranjeras.[187]​ Esta estrategia, que formaba parte de su política populista, estuvo enfocada en entregar apoyo a las personas, algunas desconfiadas en elegir por la Constitución de 1993. Para ello, Fujimori se centró en la distribución de suministros de salud y comida, así como en la construcción de infraestructura.[188]​ Esta asistencia fue centralizada, como se reflejó en la creación de instituciones como el Programa Nacional de Asistencia Alimentaria (Pronaa, renombrado como Qali Warma) y el Fondo Nacional de Compensación y Desarrollo Social (Foncodes), que no fueron cedidas a entidades subnacionales.[189]

También, se reestructuró el Proyecto Nacional de Manejo de Cuencas Hidrográficas y Conservación de Suelos (Pronamachcs), creado en 1981 en convenio con el Agencia Interamericana de Desarrollo, para atender a cerca de 236 mil personas en situación de pobreza que se agrupan en 6250 organizaciones campesinas a más de dos mil metros de altura.[190]​ El medio La República describió como «el principal ente ejecutor de los esfuerzos del ministerio de Agricultura para reducir la pobreza rural en el ámbito de las zonas altoandinas del país».[190]​ El Pronamachcs manejaba la obtención del agua, uno de los pocos recursos que el Ministerio de Agricultura no pudo privatizarlo por falta de respaldo del Banco Mundial.[191]

Las políticas populistas con asistencia financiera externa continuaron. Pronaa aún fue una de las instituciones que se destinaron a beneficiarios y proveedores del gobierno.[192]​ En 2000, dirigentes de clubes de madres denunciaron ante la opinión pública una posible coacción por parte del gobierno para que continuaran recibiendo suministros del programa social a cambio de apoyar a Fujimori en su campaña presidencial.[193][194]​ Sin embargo, estas políticas fueron descontinuadas por Valentín Paniagua luego de la renuncia del presidente, quien cambió el enfoque de los servicios sociales.[195]

Sistema laboral editar

Pequeña y mediana empresa editar

 
Micro y pequeños empresarios de Gamarra, y los distritos de Ate y San Juan de Lurigancho promoviendo la campaña de producción de camisetas de la selección nacional de fútbol.

Las pequeñas y medianas empresas (pymes) constituyen una parte fundamental de la economía nacional, representando alrededor del 90 % del entramado empresarial.[196]​ En 2023, las pymes daban empleo al 46% de la población activa (8.5 millones de personas),[196]​ una cifra que ha experimentado una notable evolución respecto al 75% de 1997.[197]

El marco legal de las pymes fue definido inicialmente en 1991 mediante la Ley de Promoción de Microempresas y Pequeñas Empresas (Decreto Legislativo 705).[197]​ Esta ley requirió la formalización de las PYME a través de la Solicitud Simplificada de Licencia Municipal, que incluía una declaración jurada y una copia del registro único.[197]​ En 2013, se adoptaron medidas de apoyo adicionales, incluida la obligación del Estado de destinar el 40 % de sus adquisiciones anuales a este sector empresarial.[198]

En el pasado, las microempresas solían ser de carácter familiar. Según un estudio de Alternativa (1997), aproximadamente la mitad de las pymes eran dirigidas por una sola persona.[197]​ El mismo estudio encontró que los propietarios dedican entre 10 y 12 horas diarias, seis o siete días a la semana.[197]​ A partir de 1992, estas crecientes empresas emprendedoras se convirtieron en un objetivo de atención para los bancos tradicionales.[197]

Durante la campaña presidencial de Alberto Fujimori en el año 2000, se llevaron a cabo numerosos congresos organizados por los Concejos Transitorios de Administración Regional. Esta estrategia se centró en promover iniciativas de solidaridad del Estado hacia los empresarios que se habían establecido recientemente fuera de la capital, como resultado de la creación de la Comisión de Promoción de la Pequeña y Micro Empresa (Prompyme) en 1997,[199]​ entidad que cubrió los gastos de traslado a Lima.[200]​ La estrategia resultó ser exitosa en su objetivo, pues contribuyó a mejorar la imagen del candidato, que fue respaldado por la Confiep bajo el lema «El Perú no puede parar».[201]​ Asimismo, el acercamiento a los empresarios de varios sectores fue un factor clave en asegurar la victoria de Fujimori en las elecciones, a pesar de las acusaciones de fraude electoral.[200]

En 2002, Prompyme llevó a cabo su Cumbre Empresarial de Ventas inaugural con el objetivo de promover el enfoque corporativo de las nuevas empresas. Esta iniciativa contó con el apoyo del Instituto Peruano de Administración de Empresas.[202]

Formalización de la propiedad editar

 
Una vivienda con esteras en el entonces pueblo joven Villa el Salvador. Fotografía de 1975.

La formalización de la propiedad fue propuesta por Hernando de Soto en 1988 y aplicada en 1996, tras la aprobación del Banco Mundial y del gobierno de Alberto Fujimori.[203]​ El entonces gobierno neoliberal de los años noventa eliminó el sistema mutual, lo cual facilitó el crecimiento de terrenos urbanos sin un proceso regulatorio.[204]​ En 1996, se promulgó el Decreto Legislativo n.° 803, que estableció como de interés público la formalización de la propiedad privada en las viviendas y creó la Comisión de Formalización de la Propiedad Informal.[205]

Adicionalmente, con la Ley de Inversiones en el Agro (1991) se permitió la compra y venta de suelos agrícolas (prohibida desde la primera reforma agriaria), que estuvo acompañada con la norma sobre Titulación de Comunidades Campesinas de la Costa (1996) y así garantizar el comercio desde latifundios.[206]

La importancia de formalizar las empresas para facilitar la obtención de capital y garantizar su estabilidad ha sido objeto de importantes debates. En 2024, el economista Hernando de Soto señaló, durante una entrevista, que otorgar préstamos a pequeños mineros peruanos en lugar de capitalizarlos ha precipitado el colapso de empresas informales, lo que ha generado importantes pérdidas financieras agravadas por la pandemia de COVID-19.[207]

Derechos laborales editar

En medio de la crisis económica peruana, se reformó el Sistema Privado de Pensiones (SPP), el sistema de seguridad social del país. La reforma coincidió con el apoyo del Fondo Monetario Internacional (FMI) a Perú. Como parte de las directrices económicas, el Estado peruano buscó desmantelar las estructuras sindicales preexistentes y adoptar un modelo estatal que favoreciera la rentabilidad del capital extranjero. La creación de las administradoras de fondos de pensiones (AFP), y la posterior afiliación obligatoria de los trabajadores,[208]​ inicialmente encontró oposición dentro del movimiento sindical.[209]

Posteriormente, las medidas de flexibilización laboral minimizaron el papel del sindicalismo en la protección de los derechos de los trabajadores. El país implementó prácticas de contratos temporales y empleos precarios,[210]​ lo que debilitó la exigencia de unirse a un sindicato como condición para mantener la estabilidad laboral.[211]​ Esta tendencia, sumada a la informalidad laboral prevalente, dificultó la mejora de las condiciones laborales en el país.[212]​ El especialista Alfredo Villavicencio Ríos atribuye esta situación a la inexistencia de mecanismos de redistribución de la riqueza.[213]

La Ley de Relaciones Colectivas de Trabajo de 1992 se promulgó como un marco legal fundamental para regular la situación laboral en el Perú. La ausencia de una disposición específica sobre el sindicalismo en la Constitución de 1979,[214]​ derogada en 1993, que solo se limitaba a reconocer el derecho a formar sindicatos con libertad,[215]​ motivó a la Comisión de Trabajo y Seguridad Social del Congreso a citar dicha ley en el año 2001. El objetivo era modificar las normas que protegen a los trabajadores ante un despido arbitrario.[216]​ Estas modificaciones fueron recibidas con beneplácito por la Confederación General de Trabajadores del Perú, mientras que la Asociación de Exportadores (ADEX) las rechazó.[216]​ Posteriormente, durante el gobierno de Ollanta Humala, se creó la Superintendencia Nacional de Fiscalización Laboral como ente supervisor de las posibles irregularidades por parte de los empleadores.[217]

En 1998, la Empresa Nacional de Puertos (ENAPU) destacó la reducción de la densidad sindical atribuida a las reformas laborales implementadas por el gobierno. Estas reformas otorgan a los empleadores la potestad de externalizar hasta el 90 % de su fuerza laboral mediante la contratación de empresas de servicios, cooperativas y programas de capacitación para jóvenes.[218]​ Notablemente, han surgido esfuerzos de organización sindical para salvaguardar los derechos de los trabajadores, ejemplificados por la formación de asociaciones laborales en los canales de televisión peruanos América (SutramericaTV) y Latina (Sintralatina).[219]​ Estas asociaciones fueron inscritas en los años 2020.

En 2021 se puso en marcha la Agenda 19, una serie de directrices propuestas por el economista Íber Maraví (del gobierno de Pedro Castillo) para fortalecer los derechos de los trabajadores tras supuestamente acordar con los empresarios.[220]​ La medida generó detractores como la Cámara de Comercio de Lima por suponer que esto limitaría la actividad del sector privado desde una «visión ideologizada».[221]​ En 2023 se anunció reemplazar la mencionada agenda a cargo del asumido ministro del gobierno de Dina Boluarte, Alex Contreras.[222]

Impacto del neoliberalismo de Fujimori en posteriores gobiernos editar

Imagen externa
  Gráfico sobre la encuesta realizada en 2016 por GFK vía Gestión-
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El nuevo sistema económico causó un profundo impacto en los grupos de poder, los empresarios y la ciudadanía en general. En 2004, la publicación Perú: The Top 10 000 Companies, bajo la direción de José Carlos Lumbreras, determinó que 51 de las 100 empresas con mayores ingresos en el Perú durante el año 2002 eran extranjeras, con un capital total de 739.61 millones de dólares.[223]

El impacto de la política neoliberal podría conducir a que el electorado en situación de pobreza elija candidatos inestables, en un contexto similar al de los movimientos sociales previos al gobierno de Juan Velasco Alvarado.[224]​ Una encuesta realizada por Apoyo en 1998 reveló que el 68 % de los encuestados desaprobó la política neoliberal.[225]​En 2010, un 86 % de los encuestados por Ipsos Apoyo estuvieron de acuerdo de modificar parcial o totalmente el modelo económico.[226]​ En 2016 fue de un 72 % según GFK.[226]

Además, un informe de la Defensoría del Pueblo en 2009 señaló que casi la mitad de las manifestaciones ocurridas en los primeros años de la década de 2000 estuvieron motivadas por el descontento con la inversión extranjera.[227]

Control político editar

El Consenso de Washington, impulsado en la desregulación y la privatización, propició un crecimiento económico sostenido en Perú.[228]​ Sin embargo, este avance trajo consigo repercusiones negativas, como el aumento de la economía informal y la corrupción generalizada en las esferas pública y privada.[228]​ A pesar del apoyo de grupos influyentes,[229]​ estas deficiencias persistentes se manifestaron se manifestaron también en las administraciones posteriores de Alejandro Toledo y Alan García, tras el gobierno de Fujimori.[230]​ Esto erosionó la credibilidad de la ciudadanía en las políticas económicas y políticas implementadas.[230]

A pesar del respaldo de grupos de poder, estas deficiencias, que mermaron la confianza de la ciudadanía, se hicieron presentes también en los gobiernos de Alejandro Toledo y Alan García, posteriores a Fujimori.

Además, Lima se benefició del proceso de la globalización,[231]​ que llevó su nombre en el nuevo consenso. Al apoyar el consenso de Lima, las élites obtuvieron poder de veto en el gobierno,[102][143][160]​ lo que impidió que se consolidara una verdadera democracia liberal en los gobiernos posteriores a Fujimori.[230]​ Si bien se demostraron las conexiones entre empresarios y máximas autoridades del país, la «captura» del Estado neoliberal por parte de la élite económica ha sido objeto de debate.[232]​ Kent Eaton ha sugerido que los promotores del descentralismo regional en el país son opositores a esta medida económica.[233]

En la década de 2000, las corporaciones modificaron su estructura interna para facilitar la recepción de capitales transnacionales.[234]​ La Confiep fue uno de los gremios empresariales que logró consolidar su influencia durante esta etapa,[234]​ coincidiendo con el período conocido como la «república empresarial». La Confiep también respaldó la designación del nuevo ministro de Economía del gobierno transitorio de Valentín Paniagua,[235]​ que dio comienzo a esta etapa de la historia republicana. El periodista César Hildebrandt argumentó que el poder político de un candidato es irrelevante, ya que siempre gana la Confiep, incluso cuando los candidatos provienen de ideologías políticas distintas a la derecha, como Alejandro Toledo y Ollanta Humala.[236]

Desarrollo del mercantilismo en la preparación académica editar

La instrucción académica bajo el modelo neoliberal de Fujimori permitió la docencia del sector privado,[237]​ algo que se impidió con la Constitución de 1979.[238]​ Un rasgo importante de este modelo es la «promoción de la inversión en educación», a partir de una norma legislativa publicada en 1996,[238]​ como supuesta alternativa a la docencia financiada por el Estado.[239]​ Se fundamentó en la mercantilización,[240]​ donde el lucro se establece como un objetivo legal y legítimo en la acción educativa,[241]​ y cuyo conocimiento está alcance de sectores con mayor poder adquisitivo.[240]​ El educador Juan Rivera Palomino justificó que el objetivo de la reforma fue de «preparar, entrenar alumnos idóneos, eficientes, competentes y competitivos en la aplicación de conocimientos a situaciones problemáticas para que desarrolle competencias con miras al mundo laboral, al empleo y al mercado como sostienen los técnicos de la OCDE y los del Banco Mundial».[242]

El legado de la educación bajo esa corriente fue proponer una mayor lógica empresarial y comercial que humanista y científica.[241]​ La instrucción propuesta por organismos internacionales, no obstante, estuvo dificultada por la situación burocrática y la creación de centros de trabajo temporales propensos a cambios bruscos.[243]​ A lo largo de casi tres décadas bajo esta corriente, se desarrolló un panorama educativo heterogéneo y altamente competitivo. Según el Instituto Peruano de Economía, una parte de los colegios ofrecía una educación de alto costo, mientras que otra se centraba en la máxima rentabilidad posible.[244]

Adicionalmente, se observó un debilitamiento en el desarrollo de las materias sociológicas y afines a las ciencias políticas dentro de la formación universitaria.[245]​ Una investigación sobre la Reforma Educativa Neoliberal (aquella emprendida desde 1990 con su revisión final en 1997) por la Universidad San Ignacio de Loyola dedujo en este postulado: «[La reforma] no se apoyó en la generalizada sensación de derrota del campo progresista para descalificar las estrategias educacionales demoliberales, consignar como acabado el sistema educativo tradicional y borrar de la memoria las innumerables experiencias educacionales (que se desarrollaron a mediados y finales del siglo XX)».[246]

El Sindicato Único de Trabajadores de la Educación del Perú es uno de mayores detractores de la corriente, desde las medidas dictadas en 1991,[247]​ por «mellar la autoestima del magisterio».[248]​ En 2008, su secretario señaló que en un texto educativo se resaltó al período neoliberal «como si fuera la panacea del país, pero no menciona en lo absoluto las profundas diferencias que marca entre los más pobres y la clase empresarial».[249]

Luego del fujimorato, se intentó destinar cerca del 6 % del PBI por el Acuerdo Nacional para invertir en la educación, que posteriormente se formó el Fondo Nacional de Desarrollo de la Educación Peruana.[250]​ Sin embargo, según La República, con el Tratado de Libre Comercio Perú-Estados Unidos a finales de los años 2000, no se propusieron atractivas ofertas de en la mayoría de los servicios del sector educativo estatal (salvo centros de idiomas y arte culinario), sin descartar la posibilidad de realizar cambios en la legislación nacional sobre educación.[251]

Extracción de recursos y uso del suelo editar

El neoliberalismo instaurado en la década de 1990 se caracterizó por una fuerte dependencia de la extracción de recursos,[252]​ otorgando al empresariado igualdad de derechos frente a las comunidades campesinas.[253]​ Esto facilitó la expropiación de tierras indígenas y posteriores luchas contra esta corriente.[149]​ Uno de ellos es el minero, donde el gobierno permitía explotar sus recursos bajo una normativa que no se puede modificar sin el permiso de la empresa explotadora.[254]​Además, la corriente político impidió el monitoreo de eventuales desastres naturales como fueron reflejados en el fenómeno de El Niño de 1997.[255]

Más allá del convenio, su mayor avance fue limitar el Código del Medio Ambiente y los Recursos Naturales de 1990, considerado como un «obstáculo» para el sector empresarial por sus incongruencias en el manejo de riqueza ecológica;[256]​ mientras que en los capítulos de economía de la Constitución Política de 1993, los derechos de territorio se redactaron con ambigüedad.[257]​ En su lugar, se formó el Fondo Nacional del Ambiente en 1997 para buscar compromisos de la inversión pública y privada en el cuidado de recursos naturales.

El asumido congresista Jorge Rimarachín Cabrera advirtió que la vigencia de las nuevas legislaciones para la inversión privada en terrenos abandonados, a lo que denominó como la «ofensiva neoliberal», propiciaron el despoblamiento de algunas comunidades campesinas y nativas.[258]​ Uno de ellos fue el sector agrícola, que tuvo dificultades considerables al finalizar los años 1990, en parte por el fenómeno de El Niño y un decreto de urgencia (031-2000) que no ofrecía todas las compensaciones económicas.[259]​ Aférreos a la doctrina neoliberal suelen desprestigiar propuestas alternativas ecologistas por estar aparentemente ideologizadas,[260]​ propuestas que fueron concretándose en movimientos sociales.[261][262]

Pese a los pocos intentos de oposición, el extractivismo en Perú permaneció en las siguientes décadas, promovida del abandonado consenso de Washington, por empresas privadas.[263]​ Por ende, la estrategia para generar ingresos continuó de línea económica antiguorregimental,[264]​ y el país no pudo encontrar una industria sostenible para reemplazar ese sector extractivo.[212]​ Una de las prácticas ocurrió en Las Bambas por parte de extractores de China que se apoyó de las prácticas autoritarias dadas por el Estado con el afán de conservar el derecho a obtener recursos mineros.[265]​ En 2014 se reveló una serie de correos filtrados desde el despacho ministerial de René Cornejo,[266]​ en que se involucraron una disputa en la toma de decisiones en el estudio ambiental para ceder la explotación de recursos naturales por otras corporaciones.[267][268]

Organizaciones indígenas y sindicales denunciaron en 2022 la existencia de contaminación ambiental tanto en minería como en obtención de petróleo, además de exigir una norma de responsabilidad social empresarial.[269]​ En 2023, el Ministerio de Energía y Minas estableció, mediante la publicación de un formulario, el registro de acuerdos entre empresas y comunidades indígenas.[270]​ Sin embargo, existe permisibilidad en algunos casos, como los acuerdos voluntarios, lo cual imposibilita al Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental fiscalizarlos.[270]

Promoción económica de la Amazonía editar

 
Iquitos, una de las ciudades de la Amazonía peruana. En la fotografía de 1980 puede verse al Barrio de Belén, una de las zonas económicas de la ciudad.

En el ámbito forestal, por otro lado, el gobierno de Fujimori exoneró de impuestos a las regiones de la selva peruana por medio de la Ley de Promoción de la Inversión en la Amazonía.[271]​ La estrategia de la exoneración de impuestos se debió a la ausencia del Estado en promover políticas de desarrollo en la zona.[272]​ 350 distritos fueron supuestamente los beneficiados de no pagar tributos.[273]​ Sin embargo, la medida temporal fue extendiéndose con el tiempo ante una posible presión de lobbies privados y otros grupos de poder.[273]

Entre 1995 y 2011, el Estado peruano promulgó leyes para transferir la propiedad de los suelos de propiedad de las comunidades nativas a los particulares, con el objetivo de promover la inversión privada. Sin embargo, esta política generó conflictos sociales, como el de Bagua, que se produjo como consecuencia de la promulgación de un decreto legislativo que reforzaba la explotación de los recursos de la selva y su exportación.[274]​ En 2011, el gobierno, en cumplimiento del Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), estableció la consulta previa para garantizar la participación de los pueblos indígenas en las decisiones que los afectan.[274]

En los años 2020 el Ministerio de Economía y Finanzas mantuvo una reunión con empresas privadas para establecer nuevos usos forestales para su explotación comercial en zonas que el Estado le asigna. Los detalles de la reunión no fueron hechos públicos.[275]​ Algunas de las empresas que participaron en la reunión fueron responsables de solicitar al Congreso no ratificar el Acuerdo de Escazú,[276]​ entre ellas la Confiep.[277][278]

En diciembre de 2023, la misma Confiep y once gremios empresariales más[279]​ respaldaron la aprobación de una ley que derogó la necesidad de estudios técnicos para la clasificación de los bosques amazónicos. Esta medida, que permite el desarrollo de actividades agropecuarias en zonas deforestadas,[280]​ conllevaría a que los agricultores puedan cultivar palma aceitera (cuyas empresas son responsables de desforestar 13 mil hectáreas de bosque con títulos irregulares,[281]​ incluida Ocho Sur al usar terreno que fue anteriormente bosque virgen)[282]​ y cultivos alimenticios sin restricciones.[283]​ Además, según los defensores de este cambio, se pretendía beneficiar a los caficultores,[284]​ entre otros. La ley fue promulgada el mes siguiente, sin oposición del gobierno de Dina Boluarte.[285]​ Según Infobae, que consultó versiones cercanas al Ejecutivo, la ausencia de declaraciones explícitas del gobierno sobre la ley se debió a una prohibición directa desde la Presidencia del Consejo de Ministros.[286]

Esta norma fue criticada por la Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana (Aidesep) al infringir el derecho a la consulta previa[280]​ y la Agencia de Investigación Ambiental por considerar a la Amazonía como un territorio a seguir colonizando.[287]​ Uno de los representantes de la Aidesep, Julio Cusurichi, expresó que la aprobación de la norma «está hecha para las grandes industrias que van a validar la invasión de estos territorios nuestros».[286]​ Además, diversas organizaciones civiles expresaron su preocupación por el riesgo de que esta norma favorezca a organizaciones delictivas.[284]​ Por otro lado, algunos congresistas presentaron pedidos de reconsideración de la ley, que fueron desestimados de forma irregular;[285]​ mientras que el Poder Judicial ordenó al Congreso a cumplir el derecho a la consulta previa antes de votar sus leyes.[288]​ En 2024, la Comisión de Pueblos Andinos del Congreso aprobó un dictamen para derogar la norma debido a las preocupaciones sobre su impacto en las comunidades indígenas.[289]

Interés en el emprendimiento editar

La corriente liberal se enfatizó en el fomento de la iniciativa empresarial dentro de la nación, lo que ha llevado a una progresiva transformación del emprendimiento ético hacia un enfoque centrado en el impacto social, según un estudio del año 2020 llevado a cabo por la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso.[290]​ En 2004 se estableció la campaña Cómprale al Perú, que tenía como objetivo promover los productos fabricados por empresas locales y alentar su apreciación por parte de la sociedad peruana con miras a su exportación.[291]​ Esta campaña contó el apoyo de marcas como Wong[292]​ y tuvo nuevas ediciones en los años 2009[293]​ y 2020.[294]

Durante la pandemia de COVID-19, en 2020, se crearon 250 mil empresas, en su mayoría personales, de las cuales se formaron cinco por cada una que dejó de operar.[295]​ Según el Gremio de la Pequeña Empresa de la Cámara de Comercio de Lima en 2023, siete de cada diez nuevos emprendimientos en la capital son representados por mujeres.[296]

Una encuesta de Ipsos de 2023 para Perú 21 señaló que de cada diez personas encuestadas de todos los sectores económicos, cuatro prefieren formar sus propios emprendimientos, tres ser freelancer, dos trabajar en el sector privado y solo uno en el público. Sobre el sector privado, los encuestados dieron mayor énfasis en la «creación de empleos» y «generación de oportunidades de negocio».[297]​ En ese año, Ipsos señaló que Perú es el cuarto país en el mundo en poner en marcha algún emprendimiento con el 54 % de los participantes, más que el 31 % del promedio mundial.[298]​ Otros detalles ofrecidos de este estudio es que el 75 % de los emprendimientos se hicieron por cuenta propia y solo el 46 % considera el apoyo del gobierno como un elemento clave.[298]​ También en ese año, el estudio de mercado de Credicorp presentado por Ánimo Inversionista reveló que la mayoría de los casi 1600 peruanos encuestados consideraron que la alternativa de crear empresas era la más atractiva. Esta alternativa tuvo especial interés entre los adultos jóvenes.[299]

En 2023, el Congreso aprobó el reglamento para fomentar beneficios económicos a jóvenes (hasta 29 años) que quieran constituir sus propios emprendimientos. Entre los beneficios están en la reducción de impuestos y el trato preferencial como pequeña empresa.[300]

Véase también editar

Notas editar

  1. Esta afirmación sobre la segmentación del público fue aclarada por Ardito cuando refirió como ejemplos a las inversiones publicitarias por parte de empresas de capital chileno Saga Falabella y Ripley. Argumentó que se recurrieron a modelos que no se asemeja a la población peruana para promocionar sus productos en catálogos y segmentos televisivos.[159]
  2. Para un mayor contexto sobre las posturas contra medios y organizaciones opuestas a ideas conservadoras, véase Izquierda caviar en Perú.
  3. A pesar que las opiniones de Christopher Gianotti no fueron un planteamiento novedoso, es preciso resaltar el aporte de Wilfredo Ardito Vega (2006), quien puso énfasis en el mito arraigado de que los individuos en situación de pobreza son «personas ociosas y conformistas». Este estereotipo encubre la incapacidad del Estado para satisfacer las necesidades de dicha población, una situación que se ve agravada por barreras geográficas y culturales.[170]
  4. Es importante destacar que las reivindicaciones populares que se manifiestan en el neoliberalismo peruano fueron previamente analizadas en la obra El otro sendero de Hernando de Soto.[42]

Referencias editar

  1. a b López Lozano, Rafael Baldomero (30 de junio de 2019). «Influencia del neoliberalismo en los principios y valores de las elites empresariales de la ciudad de Lima, Perú». Entramado 15 (2): 202-215. ISSN 2539-0279. doi:10.18041/1900-3803/entramado.2.5714. Consultado el 20 de octubre de 2023. «La mayoría de los entrevistados conciben la nacionalidad peruana sobre la base de un neoliberalismo criollo, esto es, la adaptación del pensamiento neoliberal clásico al contexto peruano. Este sostiene que una comunidad política se encuentra compuesta por individuos que para progresar deben enriquecerse, siendo la única posibilidad de "salir adelante" el trabajo productivo dentro de un mercado libre. [...] Esta narrativa tiene como objetivo integrar a otros a nivel de sociedad [y] brinda protagonismo a los empresarios en la vida política nacional y asegurar sus intereses. [...] Por otro lado, la hegemonía del pensamiento neoliberal no solo parte de la economía sino de la vida en general, siendo esta su forma de concepción de la sociedad. Ella representa a la nación en el sentido de una comunidad de individuos con intereses distintos que para progresar económicamente deben entender que el trabajo es la única forma de generar bienestar. En ese sentido, dentro de los gremios empresariales se genera la riqueza de todos y eso les permite ganar un liderazgo en la toma de decisiones del rumbo de la sociedad». 
  2. Haya de la Torre, 2013, p. 69. «Nos encontramos (entre las diferencias de los tipos de liberalismo) frente a una fundamentación en que la doctrina y la historia de la lucha por la libertad y por la democracia tiene poco o nada que ver con la adulteración maniquea del neoliberalismo criollo, que pretende reducir la política a la economía y esta a los simples supuestos de la competencia perfecta convirtiéndolos en valores».
  3. a b Poole, Deborah (28 de diciembre de 2012). «Corriendo riesgos: normas, ley y participación en el Estado neoliberal». Anthropologica 30 (30): 83-100. ISSN 2224-6428. doi:10.18800/anthropologica.201201.005. Consultado el 26 de octubre de 2023. «Con la reforma neoliberal del Estado en los ochenta y la nueva Constitución de 1993, la fuerza normativa de la ley ya no radica en esta lógica social de una ciudadanía que revindica sus derechos sociales. En el Derecho administrativo y fiscal neoliberal mas bien, la «fuerza de la ley» emerge precisamente de los discursos técnicos con los que el Estado busca universalizar (o «igualar») los derechos individuales dentro de la lógica competitiva del mercado (Plant, 2009). [...] Desde esta perspectiva, la única opción que el Estado ofrece a los cooperativistas es la conversión en una «empresa» y la repartición de sus terrenos bajo títulos particulares. En este sentido, las acciones de los cooperativistas al repartir sus tierras se adecuan a una lógica jurídica neoliberal según la cual el fin del Derecho es el de consagrar y privilegiar los derechos individuales en el contexto del mercado». 
  4. a b Estrada Álvarez, Jairo (2005). Intelectuales, tecnócratas y reformas neoliberales en América Latina. Universidad Nacional de Colombia. p. 180. ISBN 978-958-701-573-7. Consultado el 13 de enero de 2024. «El presidente Belaúnde conformó un equipo económico neoliberal que defendiera la liberación del comercio y estrictas prescripciones monetarias. [...] Debido a la creciente presión de su propio partido político [...], Belaúnde desmontó su equipo neoliberal en 1984». 
  5. a b c Súmar Albujar, Oscar Augusto (5 de diciembre de 2017). «Public choice y el consenso de Washington: el caso de la constitución peruana». Revista Facultad de Jurisprudencia. ISSN 2588-0837. doi:10.26807/rfj.v1i2.17. Consultado el 27 de octubre de 2023. «Se debe añadir que la mayoría oficialista en el Congreso Constituyente dejó clara su posición de un neoliberalismo radical, a la par que, con ello, la privatización general de la vida económica quedó sentada en el texto constitucional de 1993.. [...] [L]a reforma constitucional en Perú no fue, ante todo, promovida por un genuino deseo de promocionar valores "libertarios". Como cualquier proceso regulatorio, el factor relevante es la búsqueda de ganancias personales por grupos de interés. Los reformadores en Perú usaron la Constitución de tres maneras para obtener beneficios, todas predichas por Stigler (1971): (i) restringida entrada a rivales y a productos sustitutos; (ii) subsidios directos; y, (iii) compradores y ofertantes debilitados». 
  6. Vargas Villafuerte, Jaime Moisés; Cuevas Calderón, Elder (2 de agosto de 2022). «Neoliberalización de la gestión urbana en Lima metropolitana, Perú». Revista INVI 37 (105). ISSN 0718-8358. doi:10.5354/0718-8358.2022.65453. Consultado el 28 de octubre de 2023. «El embate neoliberal no solo ha permanecido en los modelos económicos; estos, además, se han desplazado hacia orientaciones políticas de hiper-liberalización desenfrenada. La complejidad del caso peruano se puede entender al contrastarlo con sus pares latinoamericanos, quienes, pese a también tener un influjo neoliberal, ofrecen modos de resistencia. [...] En Perú, solo se ha adaptado y adoptado el modelo de libre mercado sin contrapesos, a través de las empresas inmobiliarias, como generadoras de vivienda, gestoras de suelos y redistribución». 
  7. Mendoza, 2023, p. 16. «El proceso de neoliberalización autoritaria que se desplegó en Perú durante la administración fujimorista (1990-2000) estableció las condiciones económicas y jurídicas que viabilizaron la financiarización de la economía y posibilitaron el aprovechamiento del superciclo de commodities del período 2003-2013».
  8. Adrianzén, Carlos Alberto (Noviembre-diciembre de 2014). «Una obra para varios elencos: Apuntes sobre la estabilidad del neoliberalismo en el Perú». Nueva Sociedad (254): 103. ISSN 0251-3552. Consultado el 17 de noviembre de 2023. «A su llegada a Lima, De Soto combinaría su trabajo en una empresa minera con la difusión del pensamiento neoliberal. Para ello organizó dos seminarios, en 1979 y 1981, cuyos protagonistas fueron importantes miembros de la Sociedad Mont Pelerin. [...] Para Desco, estos encuentros obedecían a un doble propósito: a) «dotar de ideología a nuestra clase empresarial» y b) deshacerse de la «indigestión de las ideas generalizadas de la izquierda», tal como afirmó el orador final de aquel encuentro y cabeza del Partido Popular Cristiano, Luis Bedoya». 
  9. Eaton, 2015, p. 129. «Explanations vary of neoliberalism's unusual persistence in Peru. Some explain the resilience of Peruvian neoliberalism as the result of the capture of the state by business interests, particularly the financial sector (DURAND, 2010). Others attribute this persistence not to the private sector but to the public sector, namely entrenched technocrats in key bureaucracies like the Central Bank and Ministry of Economy and Finance whose expertise and mastery of administrative procedure have enabled them to shield the neoliberal regime from political interference (DARGENT, 2011, 2014; VERGARA and ENCINAS, forthcoming). Whatever the cause of this persistence, the inability of opponents of neoliberalism to generate even a serious debate about the neoliberal model stands in sharp contrast to other countries in Latin America, where neoliberalism has been seriously questioned or complemented with important new forms of state-financed social protection (LEVITSKY and ROBERTS, 2011)».
  10. Vaca Hernández, Wendy (2 de enero de 2023). «El BID y el modelo político neoliberal en América del Sur: el caso de Perú». El Trimestre Económico 90 (357): 155-181. ISSN 2448-718X. doi:10.20430/ete.v90i357.1492. Consultado el 28 de octubre de 2023. «Entre fines del siglo XX y principios del XXI Perú atravesó una nueva crisis, la cual se atribuye a factores externos y a las políticas implementadas (Cuba, 2008: 21). Sin embargo, no se alteró el modelo político (Adrianzén, 2014). Más aún, el BID resaltaba la adhesión de Perú al Consenso de Washington (BID, 2002a: 10)». 
  11. Durand, Francisco (2012). «La gravitación del empresariado en la era neoliberal». En Plaza, Orlando, ed. Cambios sociales en el Perú, 1968-2008: homenaje a Denis Sulmont (Segunda edición). Fondo Editorial de la Pontificia Universidad Católica del Perú. p. 230. ISBN 978-9972-42-993-4. doi:10.18800/9789972429934.008. Consultado el 18 de abril de 2024. 
  12. Silva Sernaqué, Santos Alfonso (2002). «Control social, neoliberalismo y derecho penal en un país del tercer mundo: El fujimorismo». Control social, neoliberalismo y derecho penal. Ciencias sociales. Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Fondo Editorial. ISBN 978-9972-46-187-3. Archivado desde el original el 30 de junio de 2012. Consultado el 28 de octubre de 2023. «El fracaso no ha sido sólo de Fujimori, lo es también de la cúpula militar, de la clase social que lo apoyó en la instrumentalización de sus políticas macroeconómicas. Estas fuerzas, que estuvieron de acuerdo con el autogolpe, son los nuevos ricos que se encuentran ubicados controlando los medios de comunicación masiva como, radio, TV (señal abierta y cerrada), periódicos, revistas amarillas, cable privado, radio telefonía, electrónica e informática, banca y la industria exportadora-extractiva, fundamentalmente. Sin embargo, la información que manejamos es que este sector civil que se benefició del poder en la época del fujimorismo, ahora resucita y apertura puentes con el neo-populismo en el poder con Paniagua a la cabeza». 
  13. Haya de la Torre, 2013, p. 69. «Nos encontramos (entre las diferencial de los diferentes tipos de liberalismo) frente a una fundamentación en que la doctrina y la historia de la lucha por la libertad y por la democracia tiene poco o nada que ver con la adulteración maniquea del neoliberalismo criollo, que pretende reducir la política a la economía y esta a los simples supuestos de la competencia perfecta convirtiéndolos en valores».
  14. Vaz da Motta Brandão, 2017, p. 88. «No caso peruano, sob o governo de Alberto Fujimori (1990/2000), a principal particularidade residiu no fato de que o neoliberalismo foi implantado com base no desmonte das regras do sistema da democracia liberal. Exemplos deste processo foram o auto-golpe de Estado de 1992, as privatizações mediante decretos ditatoriais, a corrupção de importantes setores do Estado, as fraudes eleitorais que permitiram a sua reeleição, a violência utilizada na repressão contra a população indígena e os movimentos insurgentes. Assim, a construção do modelo neoliberal no Peru exigiu a implantação de um Estado autoritário, que destruiunumerosas organizações populares com o único propósito de assegurar a hegemonia do grande capital».
  15. Portocarrero, Gonzalo (9 de marzo de 2016). «El neoliberalismo en el Perú». El Comercio. ISSN 1605-3052. Consultado el 31 de octubre de 2023. «No es gratuito que el neoliberalismo haya llegado al poder en medio del autoritarismo y la corrupción del régimen de Alberto Fujimori. El neolliberalismo no se ha articulado con los valores liberales y democráticos. Y esta es la única forma en que puede perdurar». 
  16. «RMP: "Congreso celebra aquí triunfo de Milei, pero no son liberales, sino conservadores”». larepublica.pe. 20 de noviembre de 2023. Consultado el 22 de noviembre de 2023. «Al respecto, Rosa María Palacios consideró que aquí en el Congreso peruano hay muchos que celebran el triunfo de Javier Milei, pero aseguró que pese a mostrarse como liberales, son, en realidad, conservadores. "Aquí en el Perú los mercantilistas, autoritarios y conservadores en el Congreso creen que son liberales, celebran el triunfo de Milei, pero de liberales no tienen nada, son más bien conservadores", comentó.» 
  17. Holland, Lynn (30 de julio de 2014). «The House on the Mountain: How Mining Corrodes Democracy in Peru». Council on Hemispheric Affairs (en inglés estadounidense). Consultado el 23 de febrero de 2022. 
  18. Gonzales De Olarte, 2006, p. 14. «[B]ajo este modelo, en el Perú se ha generado estabilidad económica con desigualdad social y exclusión, lo que hace latente el conflicto y la violencia social, en la medida que el modelo económico no genera mecanismos fluidos de movilidad social, sobre todo a través del mercado de trabajo y porque el Estado no ha logrado reformarse y reestructurarse fiscalmente para ser un "igualador de oportunidades" y un buen árbitro de conflictos».
  19. Reyes Lostaunau, 1999, p. 61.
  20. Mendoza, 2023, p. 11. «El orden neoliberal peruano se sostuvo mediante la restricción de las vías de participación de las grandes masas populares -particularmente indígenas y campesinas-, el fortalecimiento de una democracia electoral y la acumulación de poder económico y político de las clases dominantes».
  21. Saenz-Armstrong, Patricia (2018). «Economic Liberalism in Peru». Econ Journal Watch 15 (2): 179-200. Consultado el 13 de octubre de 2023. «Tax reform was a chief topic of discussion in this platform that Rodriguez had created. Rodriguez advocated liberalizing policies such as lower tariffs and fiscal reforms, but he also advocated interventions including capital controls, as Peru was exporting heavily and running a negative financialaccount balance». 
  22. a b Orrego, Juan Luis. «Los límites del neoliberalismo en el Perú del siglo XX». Revista Ideele. Consultado el 11 de septiembre de 2023. 
  23. Haya de la Torre, 2013, p. 101. «Estas ideas se difundieron en el Perú desde fines de los años cuarenta, siendo su principal promotor el diario La Prensa, de Pedro Beltrán Espantoso. Por décadas, este periódico se convirtió en el gran propagandista de las ideas de la libertad económica. Su ciclo terminó con las dictaduras militares de Velasco y Morales Bermúdez, pero sus ideas fueron retornadas luego del triunfo de conservadores y republicanos en Gran Bretaña y los Estados Unidos en 1980».
  24. Jiménez, 2022, «Límites del crecimiento económico neoliberal», pp. 220-221. «El crecimiento del periodo actual (años 2010), comparado con el de 1959-1967, se sustente en los altos precios de las materias primas sino también en el liderazgo de sectores no transable de baja productividad».
  25. Juris.pe (1 de julio de 2022). «Lo que debes conocer sobre la actividad empresarial del Estado». LP. Consultado el 22 de enero de 2024. «Al respecto Lowenthal citado por Álvarez describe la perción que se tenía del Perú por ese entonces: "Antes de 1968, la participación del Estado en la inversión nacional era probablemente menor en el Perú que en cualquier país sudamericano […] La planificación era un anatema, y las empresas estatales eran evitadas"». 
  26. Solfrini, 2001, p. 46. «The Velasco project—a mixture of radical nationalism, Christian social theory, and Marxism—attempted to promote a sort of “social-democratic concertation” from above, in which all social actors were to participate in a national project of unity instead of struggling with each other».
  27. Valladares López, Margarita (20 de enero de 2002). «Reforma constitucional: "construyendo una República de ciudadanos" Entrevista a Henry Pease García Yrigoyen». IUS ET VERITAS (24): 289-296. ISSN 1995-2929. Consultado el 14 de agosto de 2023. «La economía social de mercado proviene básicamente de propuestas social cristianas, que llegan a través del PPC a la Asamblea Constituyente del '79». 
  28. Schuldt, Jürgen (1980). La derecha creativa en el Peru: PPC y ADEX. Universidad del Pacífico. OCLC 959396951. Archivado desde el original el 10 de noviembre de 2023. Consultado el 10 de noviembre de 2023. «Hoy en día, se da un consenso relativamente general en torno a la claridad, contundencia y coherencia del Plan de Gobierno del Partido Popular Cristiano. Prácticamente, todas las tiendas del espectro político coinciden en esa apreciación, aunque puedan no coincidir con una sola de sus propuestas generales o específicas. Los economistas somos los más sorprendidos respecto a este repentino surgimiento de un pensamiento económico neo-liberal en el país. Pero pocos dejaríamos de reconocer la precisión y coherencia (aunque lo sea con los intereses del gran capital) de sus planteamientos y específicamente en lo rela­tivo a la política económica que con tanta insistencia propugna el PPC. [...] El Programa del PPC, así como las Propuestas de ADEX, marcarían así el inicio de una tan ansiada nueva era en el Perú, dejando de lado la improvisación, las ideas vagas, la incoherencia y las frases bonitas. Se terminaría con esto la centuria poética de la política —monopolizada por los abogados— para entrar en una nueva, apoyada cada vez más en la seriedad y creatividad de los técnicos, cuya primera plana estaría conformada necesariamente por economistas». 
  29. a b Figueroa, Adolfo (1982). «El problema distributivo en diferentes contextos sociopolíticos y económicos: Perú, 1950-1980». Desarrollo Económico 22 (86): 163-185. ISSN 0046-001X. doi:10.2307/3466386. Consultado el 12 de octubre de 2023. 
  30. Morón Pastor y Sanborn, 2007, p. 20. «El Congreso otorgó a Belaunde facultades legislativas extraordinarias para decretar un amplio espectro de reformas [...]. La mayor parte de estos incluía medidas de política económica. [...] Pero, a pesar de sus declaradas intenciones de revertir el legado estatista del régimen militar, de hecho, los técnicos no pudieron reformar la burocracia y privatizar las empresas públicas, ni llevaron a cabo una reforma seria de la ineficaz estructura tributaria del país».
  31. Vaz da Motta Brandão, 2017, p. 81. «O segundo governo Belaúnde Terry representou uma tentativa de retomada da política neoliberal no Peru. As ações deste governo, no entanto, levaram o país a um colapso econômico, possibilitando, em 1985, a vitória da APRA, partido membro da Internacional Socialista, encabeçada por Alan Garcia, que chegou ao poder com a promessa de reverter o avanço do neoliberalismo, conter a inflação e distribuir a renda em favor da camada mais empobrecida da população».
  32. Morón Pastor y Sanborn, 2007, p. 23. «En un inicio, contó con la ayuda de las reservas acumuladas gracias a la suspensión del servicio de la deuda, lo que financió un boom de consumo e importación. A través de medidas populistas que tuvieron un impacto inmediato en la vida de los pobres, avivadas a través de manifestaciones y de ampliamente difundidos «balconazos», su popularidad superó el noventa por ciento en 1986, y el APRA logró importantes victorias a lo largo de todo el país en las elecciones municipales de 1986».
  33. Morón Pastor y Sanborn, 2007, p. 23. «A inicios de 1987, sin embargo, las reservas internacionales empezaron a agotarse, y llegó a ser evidente que García y sus asesores no contaban con planes coherentes para avanzar más allá del corto plazo. El boom del consumo y los incentivos al sector privado fracasaron en el intento de estimular el tipo de nueva inversión esperada por García; en cambio, se amplió el déficit en el sector público y la inflación nuevamente comenzó a crecer».
  34. Gonzales De Olarte, 2006, p. 13. «Paradójicamente, un gobierno pro-estatista y nacionalista, como el de Alan García, redujo el tamaño del Estado, a través de los efectos perversos suscitados por sus propias políticas. Al final de este gobierno, la mayor parte de organismos públicos no funcionaban normalmente por falta de recursos».
  35. «Perú no es la Argentina: le suben nota». www.ambito.com. Consultado el 9 de diciembre de 2023. «Perú, que hace 20 años se convirtió en un paria de los mercados mundiales al dejar de pagar su deuda externa, es ahora un destino favorito entre los inversionistas. El boom económico ocurre bajo el segundo mandato del presidente Alan García, un ex izquierdista responsable del desastre económico en que cayó Perú entre 1980 y 1985, quien ahora defiende el libre mercado y la prudencia fiscal». 
  36. a b c Maxfield, Sylvia; Schneider, Ben Ross (5 de septiembre de 2018). Business and the State in Developing Countries (en inglés). Cornell University Press. p. 228. ISBN 978-1-5017-3197-6. Consultado el 11 de enero de 2024. «Initially, Garcia had considerable goodwill to draw on because the experience with the previous government had been so bad that businesspeople longed to believe in the new alternative. [...] The end of that particular period is well known: García lost all patience and decided to nationalize the banks, and relations broke down completely. [...] As early as 1984, deepening crisis led to the formation of CONFIEP, an umbrella business organization. With "the battle of the banks," CONFIEP became consolidated and more articulate and was thus able to establish a stable relationship with Fujimori from the beginning of his government in 1990. Once the political and economic instability of the late 1980s and early 1990s was overcome, institutional consolida- tion became possible. Most legislation approved by Fujimori from the start was closely coordinated between government elites and CONFIEP's policy experts.» 
  37. Pee, Robert (2018). The Reagan Administration, the Cold War, and the Transition to Democracy Promotion (en inglés). Palgrave Macmillan. pp. 168-187. ISBN 978-3319963815. 
  38. Mitchell, Timothy (2005). «The work of economics: how a discipline makes its world». European Journal of Sociology (en inglés) 46 (2): 299-310. doi:10.1017/S000397560500010X. 
  39. Brooke, James (27 de noviembre de 1990). «A Peruvian Is Laying Out Another Path». The New York Times (en inglés estadounidense). ISSN 0362-4331. Consultado el 26 de septiembre de 2020. 
  40. Durand, 2004, p. 43. «La obra de De Soto se constituyó en el manifiesto neoliberal de los 80 y fue acogida y difundida internacionalmente por la familia neoliberal. Nunca intentó demostrar, en esa o en otras obras, en qué consistía el "mercantilismo", idea que a pesar de ser solo un enunciado, se usó y popularizó para condenar el populismo y el intervencionismo estatal a tal punto que se convirtió en parte del lenguaje cotidiano, parte del sentido común».
  41. a b Alberto, Adrianzén Carlos (2010). «De Soto y la (im)posible apuesta por un neoliberalismo popular». Acta Académica (Asociación Latinoamericana de Ciencia Política). Consultado el 20 de noviembre de 2023. 
  42. Ford Cole, 2018, p. 48. «Neoliberalism came to Latin America in the form of a sociolegal project. It came to Peru by means of the ILD’s property-titling program and its mobilization of a "thin", neoliberal rule of law. Yet this observation alone does not explain the mechanism of action by which neoliberalism advances».
  43. Vaz da Motta Brandão, 2017, p. 82. «O pacote de ajuste neoliberal de Fujimori era composto por três estágios. O primeiro de les foi o programa de estabilização, adotado em agosto de 1990, com o intuito de conter a inflação e normalizar o pagamento da dívida externa. O segundo estágio correspondeu às reformas institucionais pró-mercado: a desregulação do mercado financeiro, a flexibilização das relações trabalhistas, as privatizações (possibilitando a entrada de capital estrangeiro) e o esforço para reduzir o déficit fiscal. Por fim, a reintegração do Peru no circuito financeiro internacional(SOTELO, 2005, p. 21)».
  44. Alarco, Germán (Febrero de 2024). «Narrativas económicas frente a la crisis sociopolítica en el Perú 2022-2023». En Toche M., Eduardo, ed. Institucionalidad bajo ataque. Perú Hoy (Primera edición). Desco. pp. 231-254. ISBN 978-612-5009-20-3. Depósito legal: 2024-01221. Consultado el 16 de marzo de 2024. «Es correcto que debemos tener buenas funcionarias y funcionarios públicos, pero cuando domina la tecnocracia por encima de todo habría que interrogarnos sobre lo que puede ocurrir con la democracia. [...] Las funcionarias y funcionarios somos, ante todo, servidores públicos. Por otra parte, como hemos señalado anteriormente en otros documentos, afirmar que se es exclusivamente técnico es ignorar la complejidad del mundo y cómo conocerlo, soslayar a quien se sirve o callar sobre los verdaderos intereses a los cuales se responde. Se necesitan gerentes públicos, sin duda, pero también "tecnopolíticos", en el lenguaje de Carlos Matus, que ayuden a definir objetivos, metas, construir medios, convencer y actuar en consecuencia». 
  45. Contreras, Carlos; Monsalve, Martín (2022). El Estado y los empresarios en la historia económica del Perú independiente. Nudos de la República. Proyecto Especial Bicentenario de la Independencia del Perú. p. 158. ISBN 978-612-49142-3-2. Consultado el 14 de octubre de 2023. «El Consenso de Washington retomaba las ideas del liberalismo económico del siglo xix, por lo que fue bautizado como «neoliberalismo». Por tener que batallar contra las medidas redistributivas del keyneseanismo de mediados del siglo xx, que habían propiciado diversos programas estatales de ayuda social y empleo, y en América Latina, contra el desarrollismo, que le sumaba a ello, las estrategias de participación del Estado para el logro de una revolución industrial, el neoliberalismo exacerbó algunas líneas maestras del liberalismo clásico, como la exclusión del Estado de las tareas de producción y distribución de bienes, el fiel cumplimiento del equilibrio entre los ingresos y egresos fiscales y la estabilidad de la moneda». 
  46. Gonzales De Olarte, 2006, pp. 15-16. «La nueva fórmula se parecía bastante al régimen del general Manuel A. Odría (1950-56), aunque el contexto internacional era bastante diferente y el Perú era un país muy distinto».
  47. «Política económica del gobierno ha conducido al país al borde del precipicio». La República. Archivado desde el original el 20 de febrero de 2001. Consultado el 20 de noviembre de 2023. «Por otro lado, con la política económica fujimorista se dolarizó el portafolio bancario. [...] Los cuatro años de crecimiento (1993, 1994, 1995 y 1997) que los fujimoristas exhiben como logro, no fue el resultado de sus políticas de reformas y de estabilización. Con la llegada del capital extranjero a partir de 1992, el crédito bancario se abarató. Los bancos se endeudaron a corto plazo sin restricción tributaria o de encaje alguno, para luego prestar en dólares a las empresas domésticas. El lector debe saber, además, que cerca del 80% de estos préstamos domésticos en dólares fue otorgado a empresas cuyos ingresos provenían de ventas en el mercado interno, por lo tanto, son ingresos que están denominados en soles. Con estos créditos y las inversiones extranjeras en los sectores primarios, la economía creció a corto plazo. Pero, la paralización del flujo de capitales extranjeros resultante de la crisis financiera internacional (originada en Asia y en Rusia) reveló la precariedad de este crecimiento». 
  48. Solfrini, 2001, p. 58. «In February 1991, Carlos Boloña, an extreme believer in "free market natural law", was appointed minister of economy and finance. A genuine advocate of neoliberal radical orthodoxy, he liberalized the market, privatized state-owned enterprises, and began the deregulation of labor relations. As during the military regime, the government governed by decree and social sectors were informed only after reforms were implemented».
  49. Haya de la Torre, 2013, p. 101. «Carlos Boloña, el ministro de Economía que se encargó de imponer las pautas neoliberales, resumió con claridad el proyecto aplicado en lo que calificó como los cinco principios, las cinco reformas y los cinco resultados del programa económico».
  50. Vaz da Motta Brandão, 2017, p. 84. «No dia seguinte ao golpe de Estado, o ministro da Economia, Carlos Boloña Behr, anunciaria a aplicação de um conjunto de reformas econômicas neoliberais».
  51. a b Orihuela, José Carlos (January–June 2020). «El consenso de Lima y sus descontentos: del restringido desarrollismo oligarca a revolucionarias reformas estructurales». Revista de historia (Concepción, Chile) 27 (1): 77-100. 
  52. «20 mil millones de dólares por privatización de empresas». La República. 23 de noviembre de 1996. Archivado desde el original el 28 de noviembre de 1996. Consultado el 16 de diciembre de 2023. «"Cuando en 1998 se culmine con el proceso de transferencia de la participación del Estado en la actividad económica, esta importante medida habrá reportado al país ingresos y compromisos de inversión por un monto cercano a los 20 mil millones de dólares", señaló el primer ministro Alberto Pandolfi». 
  53. Reyes Lostaunau, 1999, p. 67.
  54. Balbi, Carmen Rosa (2012). «La recomposición de las clases medias y el voto en el Perú». En Plaza, Orlando, ed. Cambios sociales en el Perú, 1968-2008: homenaje a Denis Sulmont (Segunda edición). Fondo Editorial de la Pontificia Universidad Católica del Perú. pp. 245-270. ISBN 978-9972-42-993-4. doi:10.18800/9789972429934.008. Consultado el 18 de abril de 2024. 
  55. a b Ford Cole, 2018, p. 47. «Even though the Peruvian government found that the 1996 version of the program, to which it had provided a modicum of support, had been a failure, it was received and represented in international development circles as a resounding success. This was in large part due to a study conducted by the American economist Erica Field that judged actual effects of the program –modest increases in labor participation, largely explainable by other phenomena – as evidence of success writ large. The study and promotion of the property titling program collapsed "the role of corporations, governments, and other complex arrangements of agency and power" by simplifying them into individual actors governed by rules of property (Mitchell 2009, 401)».
  56. «Perú seguirá con modelo neoliberal». La República. 21 de noviembre de 1996. Archivado desde el original el 28 de noviembre de 1996. Consultado el 17 de diciembre de 2023. 
  57. «Fujimori afirma que inversionistas son socios de nuestro desarrollo». La República. 14 de septiembre de 1996. Archivado desde el original el 29 de noviembre de 1996. Consultado el 17 de diciembre de 2023. 
  58. «Perú se compromete a liberalizar su comercio». La República. 16 de noviembre de 1998. Archivado desde el original el 4 de diciembre de 2000. Consultado el 25 de diciembre de 2023. 
  59. Enríquez Hurtado, Raúl (2022). Agua potable y saneamiento en Perú. Friedrich-Ebert-Stiftung. p. 17. Consultado el 10 de diciembre de 2023. 
  60. «DL 887 sólo busca generar inversión privada en salud». La República. 17 de noviembre de 1996. Archivado desde el original el 29 de noviembre de 1996. Consultado el 17 de diciembre de 2023. 
  61. Reyes Lostaunau, 1999, p. 70.
  62. Gutiérrez, Alejandro Villanueva (1 de julio de 2020). «La ruta del día a día: cotidianidad laboral en una empresa de transporte público urbano en el Perú neoliberal». Anthropía (17): 32-45. ISSN 2076-2704. doi:10.18800/anthropia.2020.002. Consultado el 29 de diciembre de 2023. «[D]e facto, esta quinta etapa [de la historia del transporte en Perú] iniciaría en julio de 1991 con la promulgación del Decreto Legislativo n.° 651, en el cual se implementó la liberalización del transporte a través de la aplicación de una serie de medidas, tales como el establecimiento de la libre competencia de tarifas en el servicio; el libre acceso a rutas; la nueva posibilidad de que personas naturales o jurídicas prestasen el servicio; y la otorgación de permisos para cualquier vehículo de brindar el servicio. [...] a nivel de instituciones, el Estado se hizo presente (o ausente) a través de la reforma de transporte público, consecuente con las políticas neoliberales instauradas, las cuales se enfocaron en la privatización y liberalización del mercado hacia el exterior; sin embargo, no hubo interés en implementar una formalización integral de las empresas de transporte». 
  63. Bielich, Claudia. «El transporte público limeño y la guerra del centavo». Argumentos (2). Consultado el 28 de diciembre de 2023. «El reordenamiento del sector se vio cristalizado en 1997 con la promulgación de las ordenanzas 104, 131 y 132, que hasta el día de hoy regulan el transporte. La primera, la más importante, establece que el servicio se debe efectuar mediante concesiones. La MML es la propietaria de la ruta y la otorga en concesión a una empresa privada determinada. La concesión es el derecho de explotación de la ruta, la empresa que la posee tiene el derecho de explotación. Según la normatividad legal, estas empresas no están obligadas a ser las dueñas de su flota: tienen la posibilidad de tercerizar el servicio. Es decir, la entidad es la concesionaria, y otros, terceros, explotan dicha concesión». 
  64. «Elaborarán una ley para compensar el medio pasaje». La República. 22 de abril de 2004. Archivado desde el original el 16 de junio de 2004. Consultado el 30 de diciembre de 2023. 
  65. «Gobierno debe modificar normas que violan convenios celebrados con OIT». La República. 28 de diciembre de 2000. Archivado desde el original el 23 de septiembre de 2003. Consultado el 15 de noviembre de 2023. «En cuanto a la oposición de los empresarios para revisar esas normas laborales, Javier Mujica dijo que fueron precisamente ellos quienes durante la década pasada se beneficiaron y gracias a esas normas se subsidió la actividad económica de muchas empresas.» 
  66. «Gobierno denunciará cuatro convenios suscritos con OIT». La República. 30 de octubre de 1996. Archivado desde el original el 29 de noviembre de 1996. Consultado el 17 de diciembre de 2023. 
  67. Reyes Lostaunau, 1999, pp. 69-70.
  68. «Despidieron a 500 mil trabajadores estatales en la década fujimorista». La República. 17 de agosto de 2000. Archivado desde el original el 5 de diciembre de 2000. Consultado el 15 de noviembre de 2023. «Alrededor de 500,000 trabajadores de las ex empresas públicas fueron despedidos en la presente década, empero, esto no ha significado una reducción del aparato estatal, ni mucho menos una modernización del mismo, puesto que la burocracia ha aumentado y la ineficiencia no ha desaparecido». 
  69. «Despedidos pasan por difícil situación». www.gatoencerrado.net. 29 de mayo de 2002. Consultado el 13 de marzo de 2024. 
  70. «Corte Interamericana condena a Perú por violar derechos laborales de 164 trabajadores en años noventa». Gestión. 21 de diciembre de 2017. Consultado el 17 de diciembre de 2023. 
  71. Tanaka, Martín; Vera Rojas, Sofía; Barrenechea, Rodrigo (2009). «Think tanks y partidos políticos en el Perú: precariedad institucional y redes informales». Dime a quién escuchas... Think tanks y partidos políticos en América Latina. Instituto Internacional para la Democracia y la Asistencia Electoral. pp. 230-231. ISBN 978-91-85724-73-4. Consultado el 28 de febrero de 2024. «Ya hemos descrito el caso del IPE, uno de los más grandes e influyentes think tanks de los últimos quince años, desde que se emprendió el giro hacia las reformas neoliberales en el fujimorismo. Su posición a favor de políticas de libre mercado ha sido explícita. De hecho, fue creado en 1994 con el claro mandato de proveer apoyo técnico y conocimiento al Ministerio de Economía y Finanzas, responsable de llevar adelante las reformas estructurales de la época». 
  72. Durand, 2004, p. 44. «La obra, colectivo de ensayos del grupo tecnocrático del Instituto Peruano de Economía (IPE) y de expertos asociados a él, insistía en el buen camino y la necesidad de continuar "profundizando las reformas". Se afirmaba que "las reformas de 1991-1997 no han dado paso en el Penú a una segunda etapa", y que era necesario no solo que "se completen estas reformas" sino que se avance en el desarrollo de instituciones fundamentales para el desarrollo moderno de la economía de mercado. (2000: 26. tomo 1)».
  73. «No será tan fácil salir de la crisis económica». La República. 3 de agosto de 2000. Archivado desde el original el 18 de enero de 2003. Consultado el 15 de noviembre de 2023. «Marthans reiteró que «no es tan fácil salir del problema como lo fue en 1991», año en el que «la receta del texto era básica para salir del problema». Hoy, agregó, la situación es mucho más grave». 
  74. Gonzales De Olarte, 2006, p. 20. «Se podría decir que también, desde un punto de vista económico, [el gobierno de Valentín Paniagua] fue un momento de transición de una economía que durante el período fujimorista funcionó y creció basada sobre los factores de la liberación económica y financiera provocados por las reformas mismas, mientras que después de la crisis asiática y sobre todo a partir del 2000 los factores de crecimiento provinieron de la dinámica de países como la China, los Estados Unidos y los países de América del Sur, cuya demanda supo aprovechar el Perú en la medida que durante la década anterior se había incrementado notablemente su oferta exportadora, gracias a las nuevas inversiones sobre todo en minería. La cautela económica del gobierno de transición parecía sintonizar con estos cambios, pues su política económica siguió los fundamentos convencionales bajo la estrecha supervisión de los organismos de Washington».
  75. Jiménez, 2022, «Crisis internacional y crisis del neoliberalismo», p. 301. «Cuando los partidos políticos se sumaron al movimiento por la democracia, el modelo económico neoliberal y el propio régimen fujimorista habían sido heridos de muerte por la crisis financiera internacional de 1997-1998. Se evidenció su fragilidad y su vergonzante dependencia del capital extranjero».
  76. «Si el fujimorismo se perpetúa será responsable». La República. Archivado desde el original el 20 de febrero de 2001. Consultado el 12 de noviembre de 2023. «"La recesión actual y las consecuencias sociales del neoliberalismo están generando las condiciones para un cambio drástico de las políticas y de su concepción neoliberal. La oposición debe estar preparada para enfrentar este reto. Si el fujimorismo se perpetúa, será responsable de una reacción social sin precedentes en el siglo que termina. Considérese que la pobreza es más triste y deprimente que antes. Hay una especie de perversión moral asociada a la precarización de los espacios públicos y colectivos que puede devenir en un conflicto social de consecuencias imprevisibles", [dijo Félix Jiménez]». 
  77. Salazar, Elizabeth (14 de noviembre de 2016). «Privilegios fiscales: Los millonarios impuestos que no cobra el Estado». Ojo Público. Consultado el 4 de noviembre de 2023. 
  78. «DS 120-94 EF: beneficios para unos pocos». larepublica.pe. 14 de febrero de 2003. Consultado el 28 de octubre de 2023. «La publicación de los informes de la SUNAT sobre las pérdidas tributarias originadas por el DS 120 94 EF es un importante paso para que la opinión pública vea, desde adentro, la enmarañada trama que caracterizó las relaciones económicas entre el gobierno de Fujimori y sectores del empresariado, al amparo del neoliberalismo vigente en esa época». 
  79. Durand, 2004, p. 49. «En el caso del DS 120-94-EF, el Estado operó con gran rapidez y efectividad porque varios de sus órganos claves fueron permanentemente capturados o fuertemente influidos por intereses económicos por medio de la presencia directa de empresarios rentistas en el Estado y, más generalmente, por la asociación interesada de la tecnocracia que operó en él y fuera de él por medio de una correa de trasmisión que legalizó el "lobismo"».
  80. Sierralta Ríos, Aníbal (2005). Negociaciones comerciales internacionales: texto y casos (Primera edición). Pontificia Universidad Católica del Perú. p. 240. ISBN 978-9972-42-719-0. Consultado el 28 de octubre de 2023. «En septiembre de 1993, el gobierno dictó el Decreto Supremo 120-94-EF, que establece una exoneración tributaria para las empresas que decidieran fusionarse o escindirse, permitiéndoles mecanismos para reducir la tasa del impuesto que debían pagar. [...] El ejemplo muestra una acción de lobby de las empresas transnacionales en provecho propio, haciendo renunciar al Estado de su soberanía y esbozando dos conductos del ente recaudador: benévolo frente a la acción del mecanismo y enérgico con los pequeños empresarios». 
  81. «Gobierno anuló normas sobre contratos de privatizadores». La República. 22 de abril de 1999. Archivado desde el original el 12 de marzo de 2001. Consultado el 11 de noviembre de 2023. «Las críticas del presidente Alberto Fujimori contra los funcionarios públicos que, luego de pertenecer a una comisión de privatización, aparecen como directivos de empresas privatizadas son resultado de medidas tomadas por el mismo mandatario, después del golpe de 1992, declaró ayer el congresista Javier Diez Canseco. Dijo que el presidente retiró de la Ley de Presupuesto la prohibición de dichas contrataciones y la sanción para las empresas que contraten a estos funcionarios. "Todas las Leyes de Presupuesto, hasta la que rigió para 1992, antes del golpe, prohibían el pase de funcionarios por un período de cinco años desde que dejaban el cargo público. Las empresas que incumplían este disposición podían quedar inhabilitadas para tener contratos con el Estado", recordó. Diez Canseco señaló que, antes del golpe, el oficialismo pugnaba porque se elimine esta prohibición, argumentando que se impedía a los funcionarios salientes aportar a la empresa privada.» 
  82. AP / Grupo Reforma (18 de julio de 2000). «Empresarios peruanos pierden la paciencia». La República. Archivado desde el original el 9 de agosto de 2002. Consultado el 19 de noviembre de 2023. «El presidente Alberto Fujimori [...] encara ahora las molestias de los inversionistas extranjeros, inconformes con lo que perciben como un giro populista de sus políticas económicas. El deprimido sector financiero peruano expresó esta semana su estupor ante los indicios de que el gobierno de Fujimori se dispone a revertir 10 años de políticas de libre mercado [...]. El nuevo empeño de Fujimori se dirige a la aprobación de una docena de proyectos de ley, elaborados mediante decretos presidenciales «urgentes» [...], como la eliminación de excepciones tributarias a las ganancias generadas en nuevos proyectos mineros. [...] Todo un abanico de economistas, políticos opositores y líderes empresariales califican tales reformas como equivocadas, particularmente en un momento en el cual Perú es un país vulnerable a los vaivenes políticos y a la huida de inversiones extranjeras.» 
  83. «El Consenso de Lima». La República (Perú). 24 de octubre de 1999. Archivado desde el original el 27 de mayo de 2013. Consultado el 12 de noviembre de 2023. 
  84. a b Lust, 2019, p. 15. «The neoliberal orientation of the Peruvian governments was not changed after the “fall” of President Fujimori in 2000. His successor Alejandro Toledo (2001–2006) reinserted the country within the “family of democratic nations” and started with what might be called the third phase of the neoliberal program, i.e., the institutionalization of the reforms. It was his government that formally established the Peruvian Agency to Promote Private Investments (Proinversión) that was assigned the task to systematically sell off the public assets».
  85. Solfrini, 2001, p. 46. «The Toledo administration intended to use fiscal policy, and revenues from further privatization, to implement social programs and sectoral policies that had been strongly opposed by Fujimori’s government. [...] Toledo’s government increased the budget for health and education, reduced the defense budget, and started negotiations with the international financial institutions for an external debt payment that would not inhibit economic growth. Furthermore, the government decided to increase wages somewhat, and enacted a law on social tariffs for electricity. With respect to labor relations, the government decided to reorganize the Consejo Nacional del Trabajo (National Labor Council), in which all social actors involved in labor relations participate. The word "concertation" returned to the Peruvian political vocabulary».
  86. «Orden en las ideas privatizadoras». www.gatoencerrado.net. 20 de mayo de 2002. Consultado el 12 de marzo de 2024. 
  87. «Presidente Toledo afirma que su Gobierno continuará con privatizaciones empresas estatales». Primerapagina.com. 14 de junio de 2002. Archivado desde el original el 3 de julio de 2002. Consultado el 22 de diciembre de 2023. 
  88. «Otra postergación privatizadora». www.gatoencerrado.net. 20 de mayo de 2002. Consultado el 12 de marzo de 2024. 
  89. Semana (24 de junio de 2002). «Alejandro Toledo: entre el neoliberalismo y la pared». Semana.com Últimas Noticias de Colombia y el Mundo. Consultado el 27 de octubre de 2023. 
  90. a b Alarco Tosoni, 2019, p. 18. «El neoliberalismo peruano adquiere una forma concreta a través del denominado Consenso de Lima que es más radical y ortodoxo que el Consenso de Washington. Aquí los intereses particulares conducen siempre al interés colectivo [...]. Se procura un Estado Mínimo con reducida presión tributaria. [Se sustenta también que] ninguna empresa pública es justificable. No cabe intervención estatal alguna en los mercados. Se debe promover la apertura comercial y financiera total. No debe existir regulación alguna a las [adquisiciones y fusiones] empresariales. El Estado debe limitarse a la promoción de la igualdad de oportunidades, sin enfrentar la elevada desigualdad. La inversión privada es el único motor del crecimiento económico y los sectores extractivos su puntal. Los sobrecostos laborales, los conflictos sociales y la tramitología son la única causa para el menor crecimiento económico, entre otros (Alarco, 2017b)».
  91. Alarco, Germán. «Consenso de Lima». Gestión. Consultado el 13 de enero de 2024. 
  92. Dargent, Eduardo (1 de mayo de 2021). El páramo reformista: Un ensayo pesimista sobre la posibilidad de reformar al Perú. Fondo Editorial de la PUCP. p. 41. ISBN 978-612-317-654-9. Consultado el 13 de enero de 2024. 
  93. «Presidente de la Confiep: Alan García ha cambiado, pero no se le cree». portal.andina.com.pe. 2 de diciembre de 2005. Consultado el 18 de noviembre de 2023. 
  94. Jiménez, 2022, «Límites del crecimiento económico neoliberal», p. 214. «El gobierno de Alan García ha llevado hasta el límite la ideología neoliberal. Su discurso, supuestamente modernizador, se resumen en inversión extranjera sin condiciones, exportaciones competitivas con bajos salarios y un Estado que vende, consesiones y alquila "cerros y tierras del país para ponerlos en valor con compradores o inversionistas extranjeros", y que excluye a las comunidades campsinas y poblaciones nativas de la sierra y selva del país».
  95. Jiménez, 2022, «Límites del crecimiento económico neoliberal», p. 221. «Las políticas neoliberales han debilitado estructuralmente a la economía interna. Ahora es más dependiente de la economía internacional. Alan García restauró el estilo de crecimiento primario-exportador del fujimorismo. Alteró los precios relativos en contra de las exportaciones no tradicionales y eliminó, así, el tímido cambio emprendido durante el gobierno de Alejandro Toledo. Estimuló la competitividad de estas exportaciones mediante el mayor abaratamiento del costo de trabajo ("cholo barato") y abrió más el comercio a las importaciones al bajar aranceles y firmar los TLC».
  96. Mendoza, Duárez; Luis, Jorge (2018-12). «Ser aprista en tiempos neoliberales: Un análisis discursivo del segundo gobierno de Alan García Pérez (2006-2011)». Temas y Debates (36): 113-136. ISSN 1853-984X. Consultado el 27 de octubre de 2023. «Frente a la insuficiencia del "Consenso de Washington", García planteó la necesidad de un cambio, de un nuevo consenso basado en la unión y la justicia social. Este nuevo consenso significaría "la hora del pueblo", en otras palabras, las políticas de Estado bajo el gobierno aprista serían dirigidas preferentemente hacia aquél pueblo empobrecido». 
  97. «Francisco Sagasti: Tesis de "El perro del hortelano" es parte de una cantaleta que no extraña que sea apoyada por la CONFIEP». IdeeleRadio. 5 de noviembre de 2007. Archivado desde el original el 11 de noviembre de 2007. Consultado el 28 de marzo de 2024. «En otro momento, [Francisco Sagasti] afirmó que detrás de las movilizaciones que realiza el gremio minero y los cocaleros, existen motivaciones de carácter político, social y económico. Con respecto a la invocación del gobierno de no entorpecer la explotación de recursos naturales, señaló que más bien falta una visión de cómo redistribuir esta riqueza». 
  98. Gonzales De Olarte, 2006, p. 24. «Por ello, Alan García "derechizó" su discurso y sus promesas, se acercó a los organismos internacionales y, ya en el gobierno, firmó una carta de intención con el FMI (cuando ya no es técnicamente necesario), prometió continuidad jurídica sobre todo para la inversión extranjera, escogió a un economista ortodoxo para el puesto de Ministro de Economía, le ofreció la presidencia del Banco Central a la conservadora Unidad Nacional y conformó su gabinete con una mayoría no aprista, con un importante contingente de neoliberales. Al parecer, quería dar una señal clara, sobre todo hacia fuera, de que en su gobierno habría sobre todo continuidad y, eventualmente, algunos cambios que no alterarían las expectativas económicas».
  99. a b «El Consenso de Lima». La Republica. 11 de mayo de 2013. Archivado desde el original el 20 de julio de 2020. Consultado el 23 de febrero de 2022. 
  100. «Existe campaña poco solidaria con la industria nacional». La República. 26 de junio de 2004. Archivado desde el original el 9 de septiembre de 2004. Consultado el 2 de enero de 2024. 
  101. Drinot, 2014, p. 173. «For sure, export commodities continue to play a key role in Peru economic fortunes, but the export quantum, though still dominated by minerals, is increasingly diversified and includes both a growing range of nontraditional primary commodities (particularly foodstuffs such as asparagus, paprika, mangoes, and coffee) and manufactured foods».
  102. Drinot, 2014, p. 173. «One of the most interesting but little examined social consequences of Peru’s recent economic growth has been the consolidation of a new social stratification based primarily on patterns of consumption. [...] In a sense, Peruvian society is divided into three social classes: those with access to unlimited credit, those with access to some credit at still relatively high rates (although lower than in many other Latin American countries), and those excluded from credit».
  103. Adrianzén, Carlos (Septiembre de 2009). «"El Peru sigue el modelo chileno": ¿Realmente el desarrollo económico peruano viene encaminándose por el mismo rumbo que el que sigue el vecino del sur desde años atrás?». Perú Económico 32 (9). Archivado desde el original el 10 de enero de 2024. Consultado el 10 de enero de 2024. «Ellos se han gobernado comparativamente mejor que nosotros. A pesar de que tenemos gente emprendedora y más recursos naturales que ellos, los chilenos resultan mucho más ricos que nosotros. [...] El Perú en los últimos años ha aprendido mucho en materia de política económica, pero no ha avanzado tanto en tareas institucionales pendientes. [...] Pero no hemos avanzado ni una fracción del terreno caminado por nuestros vecinos en ámbitos como competitividad, mercado laboral, educación y salud públicas o reforma integral del Estado». 
  104. «María Antonieta Alva: "Algunos dicen que soy de Patria Roja, otros dicen que soy de la Confiep"». Gestión. 2 de septiembre de 2020. Consultado el 29 de enero de 2024. 
  105. a b Lust, 2019, p. 16. «In June 2016, it was the turn to former banker and declared neoliberal Pedro Pablo Kuczynski. Kuczynski was one of the two Peruvians present at the famous meeting in Washington that led to the Washington Consensus 1989. As one might expect, no changes were made in the development model. This model is based on the export of the country’s abundant mineral resources and a free and (relatively) unregulated functioning of the markets. It is accompanied by, among others, projects to provide infrastructure for a more effcient fow of these resources, and the fscal redistribution of wealth to social layers that are affected the most by this model (Lust 2014, 208–16; 2016, 203–5)».
  106. «Otro neoliberal». Página/12. Consultado el 28 de octubre de 2023. 
  107. Rivas Frías, Bruno (12 de diciembre de 2019). «PPKausas, una red digital juvenil que defendió el sistema neoliberal». Conexión (12): 73-90. ISSN 2413-5437. doi:10.18800/conexion.201902.005. Consultado el 28 de octubre de 2023. «En consecuencia, podríamos identificar que la propuesta política de la red virtual formada por los seguidores del candidato Pedro Pablo Kuczynski en las elecciones del 2011 habría sido conservadora porque buscaba defender el sistema neoliberal y obedecía a las dinámicas de la sociedad de consumo». 
  108. Reyes, Antonio Romero (28 de diciembre de 2018). «Neoliberalismo, antipolítica y crisis de la política en el Perú». Revista de Sociología (27): 53-69. ISSN 1609-7580. doi:10.15381/rsoc.v0i27.18963. Consultado el 29 de octubre de 2023. «El crecimiento económico que experimentó el Perú, y al que tanto se le rinde culto por parte de políticos, grandes empresarios y periodistas, vino acompañado por el descrédito de la política, los partidos políticos y la institucionalidad democrática en general. [...] Lo grave es que el desfallecimiento de esa política, en las condiciones actuales del Perú, está dejando un agujero negro que nadie, ningún actor colectivo, ningún “salvador providencial”, ninguna institución por muy democrática y confiable que fuese, es ni será capaz de llenar por sí mismo». 
  109. Amancio, Nelly Luna (30 de agosto de 2020). «Bruno Seminario: “Esta pandemia cierra el periodo neoliberal”». Ojo Público. Consultado el 29 de octubre de 2023. «Esas personas no han entendido lo que está ocurriendo. Lo que sí queda claro que esta pandemia cierra el período neoliberal, capaz diez años antes de lo que yo lo había anticipado. El período que se viene en el Perú ya no será el de un periodo neoliberal». 
  110. Francke, Pedro (20 de febrero de 2019). «Tres razones para decirle adiós al neoliberalismo». Consultado el 2 de noviembre de 2023. «Pero para Alfredo Torres el gran problema de la izquierda y Verónika Mendoza es “oponerse al rol del mercado en la asignación de recursos”. Usa el mismo discurso neoliberal de hace tres décadas que sostiene que el estado no debe intervenir en la economía para nada porque el ‘mercado libre’ supuestamente es eficiente. Un poquito desfasado, por decir lo menos; ya hace más de una década que hasta organismos como el BID o el Banco Mundial reconocen la necesidad de políticas industriales, que significan precisamente el apoyo del estado a determinadas actividades innovadoras». 
  111. «Auge y caída del orden neoliberal». Revista Ideele. 21 de febrero de 2023. Consultado el 29 de octubre de 2023. «En realidad, hay que reconocer que, en toda nuestra historia republicana, el único período que se podría denominar como de “orden político” es el neoliberalismo, que empezó con Fujimori en 1990 y que duró hasta el 2016, con Kuczynski; nada menos que un total de 26 años. Durante ese período se logró estabilidad económica, significativo consenso político, y un mayoritario respaldo de la población que sintió los beneficios del crecimiento económico y de las novedosas políticas sociales». 
  112. Lust, Jan (11 de mayo de 2022). «The continuity of the neoliberal state in Peru in the post-Covid-19 era» [La continuidad del estado neoliberal en Perú en la época post-COVID-19]. Cuadernos Iberoamericanos (en español y ruso) 9 (4): 101-119. ISSN 2658-5219. doi:10.46272/2409-3416-2021-9-4-101-119. Consultado el 29 de octubre de 2023. «El modelo económico vigente beneficia a grandes y pequeñas empresas, empresas transnacionales y empresas nacionales. También la alta burocracia estatal se ve favorecida por el modelo de desarrollo extractivista neoliberal. Un cambio de modelo implica una ruptura de la coherencia social entre todos estos actores económicos. [...] [U]n programa que apunta a un cambio del papel del Perú en la división internacional del trabajo debe ser un programa internacional, ya que la base del estado capitalista dependiente es la economía internacional. De ahí que un cambio del rumbo político y económico de la sociedad que pueda provocar una modificación radical de la correlación de fuerzas de clase dentro del país tendrá que confrontar a los grupos de capital organizados internacionalmente y a sus representantes en lo que podríamos llamar las instituciones multilaterales del imperialismo. Para que surja este nuevo modelo económico y este nuevo estado, deben existir las bases políticas y sociales, nacionales e internacionales, que sustenten estos cambios». 
  113. Castillo, Alison Serruto; Flores, Víctor Alfonso Rivera; Chalco, Fiorela Luz Sana; Cabrera, Luis Carlo Zanabria (5 de enero de 2022). «Desarrollo económico y social en el Perú en el contexto de la crisis sanitaria del COVID-19 y en el marco del bicentenario de la República». Socialium 6 (1): e1054-e1054. ISSN 2706-6053. doi:10.26490/uncp.sl.2022.6.1.1054. Consultado el 29 de octubre de 2023. «[P]or ello es dable afirmar que tras treinta años de liberalización económica del país, los grandes problemas sociales continúan desarrollándose y agudizándose debido a los problemas y dificultades inherentes de esta pandemia [...]». 
  114. Francke, Pedro (1 de diciembre de 2021). «10 Lecciones de la Pandemia para una economía que cuide nuestra salud». Económica (12): 41-44. Consultado el 29 de octubre de 2023. «Pero lo que se demuestra en todo el mundo y no solo en el Perú es que cuando se intenta reactivar la economía al estilo neoliberal, del estilo "haga cada quien lo que quiera y sálvese quien pueda" mientras la epidemia está a toda velocidad, eso no sólo agrava el ritmo de contagios y muertes sino que la demanda y el empleo siguen reducidos porque la gente no va a salir a consumir masivamente. [...] Para el Perú las estadísticas indican que más de la mitad de las mujeres y hombres adultos en el Perú tiene sobrepeso u obesidad, y muchos países americanos tienen este problema agravado, bajo el predominio de este "libre mercado" y que las empresas vendan lo que quieran sin avisos ni advertencias claras para que cada consumidor resuelva por su cuenta.» 
  115. Ayala-Colqui, Jesús (15 de febrero de 2022). «El nacimiento del "liberfascismo" y los distintos modos de gestión de la pandemia en América Latina». Prometeica - Revista de Filosofía y Ciencias (24): 182-199. ISSN 1852-9488. doi:10.34024/prometeica.2022.24.12956. Consultado el 1 de noviembre de 2023. «No hubo, por contraste, ninguna medida destinada a modificar el estatuto jurídico de la salud (en Perú) para que pase de ser un servicio social y económico a un derecho esencial libre y gratuito, sino tan solo una serie de disposiciones que tenían como objetivo regularizar la situación pandémica a efectos de no devastar la circulación neoliberal de la economía. Pasada la pandemia, la salud tendría que volver a ser un servicio precariamente brindado por el Estado y a una mercancía de precios exorbitantes vendida por el mercado. Y, por si eso no bastare, en este país». 
  116. Redacción (25 de junio de 2020). «Confiep responde a Vizcarra: Una posible expropiación causa profunda preocupación». RPP Noticias. Consultado el 27 de enero de 2024. 
  117. Vigo Castilla, 2021, p. 318. «La mala decisión de aquellos gobiernos de derecha, que durante estos treinta años de libre mercado a ultranza redujeron el gasto social en general, tanto en educación, como en salud, y en programas sociales —que se hayan creado nuevos programas sociales no implica que estos hayan sido entregados de forma adecuada, sino más bien, con insumos y atención precarios— ha generado que las grandes mayorías se vean desprotegidas y vulnerables frente a un Estado que las discrimina, debido a que no los reconoce y ni siquiera los tiene registrados adecuadamente para poder acceder a ofrecerles un apoyo de sobrevivencia temporal; prueba de ello es la ineficiente capacidad del Estado de otorgar los bonos de apoyo económico a las familias vulnerables en situación de pobreza, las cuales tienen que realizar largas colas a riesgo de contagio, para recibir un rescate mensual menor al sueldo mínimo, que no toma en cuenta los gastos en salud y protección que deben hacerse para evitar la propagación del virus».
  118. Díaz Maraví, Saúl Darío (5 de enero de 2022). «Pandemia y disparidades regionales de salud en el Perú: 1997-2020». Socialium 6 (1): e939-e939. ISSN 2706-6053. doi:10.26490/uncp.sl.2022.6.1.939. Consultado el 31 de octubre de 2023. «Todos los autores coinciden que el sistema de Salud en el Perú es ineficiente, caótico, con enormes déficits tanto en infraestructura y personal. La mayor cobertura de salud está concentrada en Lima Metropolitana. (Fernándezet al. 2020). Después de cuarto de siglo de modelo neoliberal las desigualdades regionales persisten y los sistemas de salud no han podido afrontar la pandemia del COVID-19. Por estas disparidades regionales,el Perú es uno de los peores países en gestionar la lucha contra la pandemia. También se evidencia que el modelo neoliberal es incapaz de reducir las disparidades. Más bien las potencia, ya que con la cosmovisión de que el mercado es un buen asignador de recursos se deja que los agentes económicos resuelvan sus problemas de salud y esto trae como consecuencia la fatalidad de las disparidades (Herrera, 2020)». 
  119. Vigo Castilla, 2021, p. 316. «Estos defensores del modelo neoliberal se han visto perjudicados debido a la conducta poco solidaria que han demostrado sus principales miembros, como las AFP, al negarse a reducir las comisiones y seguros que cobran de las pensiones de sus clientes, además de mostrarse en contra de las propuestas del congreso sobre la devolución de una parte de los fondos acumulados para que sus afiliados puedan sortear la crisis económica producto de la pandemia. Asimismo, los bancos por su parte han mostrado una actitud reacia a congelar los créditos en lo que dure el periodo de cuarentena, y que para evitar que la población les genere un mayor rechazo, se han visto obligados a refinanciar las deudas y aplazar los intereses generados hacia cuotas posteriores, si sólo si, el Estado les otorgue un rescate económico suficiente dentro del plan de Reactiva Perú, que financia y apoya también a las empresas en general. Las clínicas por su parte al cobrar tarifas elevadas, los colegios privados al negarse a reducir sus pensiones a pesar de la migración hacia la educación remota, las farmacias al elevar el costo de los medicamentos y evitar ofrecer alternativas genéricas que puedan ayudar a los bolsillos de las familias; son sólo algunos ejemplos de ciertos grupos de poder que intentan evitar que sus capitales excedentes se pongan en riesgo en lo que dura el Estado de Emergencia sanitaria y la paralización de ciertas actividades económicas que los perjudiquen».
  120. Bueno, Diana (1 de mayo de 2020). «Coronavirus: Estudiantes de universidades privadas e institutos exigen la reducción de pensiones». larepublica.pe. Consultado el 30 de octubre de 2023. 
  121. «Advierten que universidades deben sustentar los pagos exigidos a sus estudiantes por educación a distancia». Peru21. 4 de mayo de 2020. Consultado el 30 de octubre de 2023. 
  122. Ramos Medina, Aarón (4 de noviembre de 2023). «Presidente de CADE 2023: “No existe cercanía del sector privado con el ciudadano, pero hay una decisión de cambiarlo”». infobae. Consultado el 4 de noviembre de 2023. 
  123. «Neoliberalismo y socialismo se enfrentan en las urnas en Perú». France 24. 3 de junio de 2021. Consultado el 3 de diciembre de 2023. «El neoliberalismo de Keiko Fujimori o el socialismo de Pedro Castillo: los peruanos deben elegir entre dos propuestas económicas antagónicas en las elecciones presidenciales de este domingo. [...] Maestro de escuela rural, Castillo promueve un activo papel del Estado en la economía, mientras la hija del encarcelado expresidente Alberto Fujimori aboga por mantener el actual modelo liberal. [...] [En el caso de] Castillo, [sus] promesas implican un incremento del gasto público, un tabú para los neoliberalistas». 
  124. «Plan económico de Perú Libre traería resultados más nefastos que primer gobierno de García, según economistas». Gestión. 25 de abril de 2021. Consultado el 3 de diciembre de 2023. «Para el exministro de economía del gobierno de Ollanta Humala, Alonso Segura, la política macroeconómica de Perú Libre tiene matices similares con el del primer gobierno de García, pero es mucho más radical y podría llevar al Perú hacia un cataclismo económico. “El ideario tiene una animadversión hacia la inversión privada. Alan García estatizó la banca, pero Castillo propone estatizar múltiples sectores económicos, sea minería, energía, hidrocarburos, alimentos. Entonces, tienen el mismo concepto estatista, pero el de Perú Libre es más amplio”, sustentó». 
  125. «Empresarios privados se unen para rechazar el proyecto sobre Asamblea Constituyente de Castillo». La Lupa. 30 de abril de 2022. Consultado el 10 de diciembre de 2023. 
  126. «Solo el 26% cree que es favorable el desempeño de las empresas frente a la crisis política». Gestión. 19 de marzo de 2021. Consultado el 3 de noviembre de 2023. «Apoyo Comunicación realizó un sondeo que reveló que solo el 26% vio como favorable el desempeño de las empresas frente a esa situación. Un grueso 42% lo vio como neutro y un 37% lo calificó como desfavorable». 
  127. «Ipsos: La crisis política les pasa factura a los partidos». Peru21. 3 de diciembre de 2023. Consultado el 3 de diciembre de 2023. 
  128. «Hernando De Soto calificó de “Confiep de terrucos” a gabinete de Castillo». Gestión. 4 de agosto de 2021. Consultado el 15 de enero de 2024. 
  129. «Un gabinete técnico y sin políticos de peso, la apuesta de Boluarte para Perú». swissinfo.ch. 11 de diciembre de 2022. Consultado el 29 de octubre de 2023. «Es decir, frente al mundo rural, de movimientos sociales contestatarios y de tradición de la izquierda, Boluarte ha buscado un profesional del derecho, urbano y de profundas convicciones neoliberales». 
  130. Alarcón, Luz (22 de octubre de 2023). «El fin de un ciclo económico en Perú: recesión, baja recaudación y proyecciones negativas». Ojo Público. Consultado el 29 de octubre de 2023. 
  131. Ramos Medina, Aarón (31 de octubre de 2023). «Pesimismo en la industria: mayoría de empresarios no invertirá ni contratará más personal en los próximos seis meses». infobae. Consultado el 2 de noviembre de 2023. 
  132. Flores Diaz, Jose Antonio (14 de enero de 2024). «Kurt Burneo advierte que "absurda pugna" política puede afectar a la reactivación económica». rpp.pe. Consultado el 15 de enero de 2024. 
  133. Duárez Mendoza, Jorge Luis (Agosto de 2014). «Los estudios sobre el neoliberalismo en el Perú: entre legitimadores del discurso y críticos de la dominación». Revista de Sociología (24): 281-305. ISSN 1609-7580. Consultado el 24 de octubre de 2023. «[...] Víctor Vich ha analizado cómo cierta industria cultural en el Perú ha reproducido un mensaje con el objetivo de reforzar entre la población las promesas de la sociedad de mercado. Relacionando los contenidos de dos programas de televisión con alta sintonía con la reestructuración de los mercados de música popular, el autor identifica una nueva narrativa que busca incluir a amplios sectores sociales del país (los que en palabras de Arellano serían las otroras “clases menos favorecidas” del país) en los éxitos obtenidos por el neoliberalismo [...]». 
  134. Linares Vizcarra, Mitzi Lourdes Del Carmen; Montero Zúñiga, Evelyn Trinidad (25 de enero de 2022). «Cross - cultural Business, Negocios a la peruana: Orígenes, creencias, costumbres, tradiciones y fusiones». Iberoamerican Business Journal 5 (2): 99-132. ISSN 2521-5817. doi:10.22451/5817.ibj2022.vol5.2.11061. Consultado el 25 de enero de 2024. «El negociante peruano, es persistente e innovador en los negocios, es decir, culturalmente inteligente, a consecuencia de que, desde sus orígenes ha manejado técnicas de negociación través de sus costumbres, religión, idioma, adaptación al medio socio cultural económico, donde es capaz, con sus criolladas obtener los mejores beneficios en las transacciones comerciales, porque no sólo venden el producto, sino la historia y los valores intrínsecos que causan satisfacción a su potencial clientela. [...] La innovación en los negocios peruanos en la actualidad ha traspasado nuestras fronteras debido a su ingenio y habilidad, mismas que son conocidas internacionalmente». 
  135. Pease, Franklin (1993). Perú: Hombre e Historia III. Lima: La República. p. 181. Consultado el 26 de abril de 2020. «Se ha mencionado con frecuencia la alternabilidad de proyectos conservadores y liberales; ello no es falso, pero quizás no es -a la vez- tan cierto. Aun los más liberales criterios empleados fueron conservadores en el sentido de que se mantenían dentro de las viejas pautas coloniales que consideraban al Estado como la fuente de los beneficios y de la riqueza, al Estado como productor del bien público y de la bonanza económica. [...] Así, la primera República no fomentó el crecimiento de un empresariado dinámico, y fue conservadora en su diseño de un Estado con marcada tendencia al monopolio y al centralismo. Resultaría interesante investigar detenidamente el comportamiento de los comerciantes extranjeros, representantes voceados del liberalismo económico, pues al parecer aprendieron muy rápidamente como hacer negocios bajo las mismas pautas tradicionales». 
  136. Chueca, Francisco Quiroz (13 de noviembre de 2018). «Conmemoraciones e historiografía». En Líneas Generales (002): 17-29. ISSN 2616-6658. doi:10.26439/en.lineas.generales2018.n002.2664. Consultado el 14 de octubre de 2023. «No es posible hablar de una sola tendencia en la historiografía y, antes bien, nuestra historiografía ratifica su ancestral carácter conflictivo. La nueva tendencia conservadora ve la historia peruana en positivo en medio de un auge neoliberal exportador de minerales y de grandes obras de infraestructura que imprime optimismo económico y social al país». 
  137. Durand, 2004, pp. 42-43. «Varias obras marcaron inicialmente el debate en el Perú. y tomaron la iniciativa los defensores del neoliberalismo. El primero, y probablemente el más importante por el impacto internacional que tuvo, fue el libro de Hernando de Soto. En su bestseller El otro sendero, De Soto acusaba al Estado y la excesiva normatividad controlista de asfixiar las fuerzas del mercado y crear condiciones para que "alianzas redisbibutivas" populistas medraran con el "mercantilismo"».
  138. Lamas Zoeger, Leonor; Espinoza Portocarrero, Juan Miguel (2020). «¿Emprendedores y decentes?: una mirada histórico-comparativa a la raza, la distinción y la ciudadanía en el Perú contemporáneo». En Cánepa Koch, Gisela; Lamas Zoeger, Leonor, eds. Épicas del neoliberalismo: Subjetividades emprendedoras y ciudadanías precarias en el Perú. Pontificia Universidad Católica del Perú. pp. 170-171. ISBN 978-612-4355-06-6. Consultado el 21 de octubre de 2023. 
  139. a b c Tegel, Simeon. «How Peru Laid the Groundwork for an Oil Spill Disaster». Foreign Policy (en inglés estadounidense). Consultado el 23 de febrero de 2022. 
  140. Instituto Peruano de Economía (26 de mayo de 2021). «Los resultados del Estado empresario». El Comercio. Consultado el 2 de noviembre de 2023. 
  141. «Luna De Hiel». Caretas. 5 de abril de 2001. Archivado desde el original el 19 de octubre de 2009. Consultado el 2 de noviembre de 2023. «El modelo económico era aplaudido a rabiar en las CADES de esos años. La apertura de los mercados de bienes y capitales, la promoción sectorial a la minería, los aranceles bajos (en búsqueda del arancel plano) y el dólar barato eran el signo de los tiempos. Los estudios del Instituto Peruano de Economía (IPE), vinculado a la Confiep y que ahora dirigen Roberto Abusada y Fritz Dubois, ex asesores del ex ministro de Economía Jorge Camet, sirvieron de aliento intelectual a este modelo económico». 
  142. Maxwell, Cameron A.; Mauceri, Philip (1 de noviembre de 2010). «The Legacy of Past Choices». Peruvian Labyrinth: Polity, Society, Economy (en inglés). Penn State Press. pp. 89-90. ISBN 978-0-271-04324-1. Consultado el 2 de noviembre de 2023. «The early 1992 appointment of former Confiep president Jorge Camet as finance minister is also seen as a favorable step toward building a healthier rapport between the public and the private sector. Yet , there are still complaints across the Peruvian private sector that Confiep and its wenty-four-member froup have, in fact, had little input or say abour the present economic approach». 
  143. Salazar, Elizabeth (19 de julio de 2021). «Gremios empresariales forman nueva coalición luego de discrepancias políticas con Confiep». Ojo Público. Consultado el 2 de noviembre de 2023. 
  144. Ardito, Wilfredo (Enero de 1997). «The Right to Self-Regulation: Legal Pluralism and Human Rights in Peru». The Journal of Legal Pluralism and Unofficial Law (en inglés) 29 (39): 1-42. ISSN 0732-9113. doi:10.1080/07329113.1997.10756490. Consultado el 30 de enero de 2024. «[B]usiness disputes are usually settled through methods of arbitration. The legal system of the state has been openly criticised by power groups which consider its exaggerated formalism to be anachronistic (De Soto 1987). Such groups are also affected by social prejudices: currently judges belong to lower and less educated sectors, and the upper sectors are unwilling to submit their cases to them. However, the upper sectors use special mechanisms only as an extra option for solving concrete problems. For the poorer sectors those mechanisms are fundamental to survival and the achievement of basic needs. Moreover, more significant problems for human rights arise in the legal mechanisms developed by these sectors. [...] Finally, the non-state legal mechanisms also show the fragility of the lives and rights of the poor: regrettably we find here cases of loss of property, exploitation, and in some cases physical punishment, even including death». 
  145. a b Felices Luna, Maritza (1 de abril de 2017). «The Pacification of Peru and the Production of a Neoliberal Populist Order». State Crime Journal (en inglés) 6 (1). doi:10.13169/statecrime.6.1.0156. Consultado el 24 de octubre de 2023. «The anti-institutionalization practices of neoliberal populist leaders pave the way for the continuation of neoliberal populism after the end of their regime (Weyland 2006). As a result, the downfall of Fujimori represented the end of an authoritarian regime but not the end of neoliberal populism. Since 2001, the three democratically elected presidents have continued (in a more or less successful way) to engage in neoliberal populist politics in such a way that populist politics has become the norm. [...] Serious harms are also caused by neoliberal populist policies and practices which expropriate indigenous communities’ land, force the relocation or displacement of communities and populations, cause environmental pollution and degradation, criminalize social protest, generate unstable and dangerous working conditions and facilitate the predatory extraction of natural resources.» 
  146. Haya de la Torre, 2013, p. 69. «La exclusión y la pobreza mayoritaria se convierten así en terreno fértil para el neoliberalismo autoritario, que logra frenar la participación ciudadana y cercenar las instituciones representativas, al aprovechar las difíciles condiciones para el ejercicio real de los derechos ciudadanos de la mayoría de la población. [...] Estos pobres «que sobran» lo son también en la capacidad de practicar sus derechos políticos, en su falta de acceso a la información, en su imposibilidad de adoptar conscientemente por opciones razonablemente forjadas, al estar acosados por las necesidades de la supervivencia».
  147. Alarco Tosoni, 2019, p. 157. «Todos estamos indignados con la corrupción. Esta compromete a los tres últimos gobiernos y si a estos se suma la ocurrida durante el gobierno de Fujimori incluye a todos los regímenes neoliberales de los últimos 25 años».
  148. Solfrini, 2001, p. 45. «This enabled the neoliberal government of Fujimori to implement a drastic transformation of the economic model, which led to a drastic deterioration of workers’ rights».
  149. a b Díaz Andrade, Antonio (30 de junio de 2002). «Impacto del marco institucional en el desarrollo de las organizaciones empresariales en el Perú». Journal of Economics, Finance and Administrative Science (en inglés) 7 (12): 83-101. ISSN 2218-0648. doi:10.46631/jefas.2002.v7n12.04. Consultado el 11 de diciembre de 2023. «[S]e ha llegado a la conclusión de que las instituciones en el Perú, en general, no han favorecido el desarrollo de las organizaciones empresariales, porque se reconoce la existencia de hábitos y convenciones interiorizados en la sociedad que, por el contrario, han entorpecido el desarrollo de las empresa. [...] El hecho de que nunca se contara con una visión de país resultado del consenso de la mayoría de peruanos provocó que los diferentes gobiernos siguieran políticas cambiantes y a veces contradictorias cuyo propósito, en general, era favorecer a ciertos grupos. En ese contexto, muchos empresarios adoptaron actitudes cortoplacistas y rentistas y trataron de obtener favores del gobierno». 
  150. Redacción (1 de abril de 2009). «Incidencias del primer día de autodefensa de Alberto Fujimori en megajuicio». RPP Noticias. Consultado el 9 de diciembre de 2023. 
  151. Schuldt, Jürgen (12 de diciembre de 2006). «¿Técnicos independientes para el BCR?». La Insignia. Archivado desde el original el 4 de noviembre de 2007. Consultado el 4 de marzo de 2024. «[A] pesar de que los directores del BCR son personas de gran prestigio político, académico o empresarial, resulta inverosímil que los jueves en la tarde de todas las semanas -cuando se realizan las sesiones del directorio- se deshagan temporalmente de todo color político e interés y vistan mamelucos para adoptar decisiones "independientes" y 'técnicas", condimentadas por altas dosis de "pragmatismo", cual cirujano plástico. No hay nada de malo en ello, siendo lo más natural que tengan -ya que trabajan todos 'por el bien del país', aunque cada cual a su manera- ciertas preferencias políticas y por una escuela económica (aunque algunos no tengan plena conciencia de ello) y, por tanto, propongan medidas diferenciadas para asegurar la estabilidad monetaria, objetivo supremo del BCR. [..] [E]l BCR es -aún- una de las pocas oficinas serias y respetadas que sobrevivieron a la interesada desinstitucionalización de los organismos públicos que se procesara durante los años noventa». 
  152. Nolasco, Por Edwin Montesinos (23 de diciembre de 2023). «Este es el mall más visitado por empresarios peruanos: ¿en qué tiendas realizan más sus compras?». infobae. Consultado el 23 de diciembre de 2023. 
  153. Andrade, Rita de Cássia Gregório de (21 de diciembre de 2019). «SHOPPING CENTERS NO PERU SOB O NEOLIBERALISMO: EXPANSÃO EM LIMA E REPERCUSSÃO NAS DEMAIS CIDADES». Formação (Online) 26 (49). ISSN 2178-7298. doi:10.33081/formacao.v26i49.5978. Consultado el 2 de noviembre de 2023. «São espaços comerciais da cidade neoliberal, de um Peru que saiu da crise e se voltou para o mundo globalizado, na condição de país da periferia do capitalismo. Os supermercados, lojas de departamento homecenterssão as âncoras dos shopping centers, embora também funcionemcomo lojasem vias demaior fluxo. O comércio globalizouse com a chegada de marcas e franquias estadunidenses, chilenas e algumas europeias, brasileiras, argentinas e colombianas. [...] Enfim, Lima passou a ser uma cidade com heterogeneidade de espaços comerciais, seguindo com o tradicional atributo de servir de modelo de desenvolvimento para as demais cidades do país. A reestruturação neoliberal afetou Lima e, logo, reverberou em outras cidades, com novos espaços comerciais e modificação dos hábitos de consumo». 
  154. a b Ardito Vega, Wilfredo (2 de mayo de 2007). «Perú: La hora de los cuerazos peruanos». La Insignia. Archivado desde el original el 23 de octubre de 2007. Consultado el 3 de marzo de 2024. «Algunos publicistas insisten en que sus mensajes (de los anuncios publicitarios) son segmentados y que emplean modelos blancos porque se dirigen a un público de estas características, argumento que fácilmente podría desmentirse acudiendo a cualquier centro comercial. Incluso productos que todos los peruanos consumen. [...] El contraste entre el país real y el que muestra la publicidad es escandaloso… y sorprende que las agencias publicitarias peruanas, que tanto se jactan de su creatividad, se hayan quedado estancadas frente a otros países: desde los Estados Unidos hasta el Brasil y desde Inglaterra hasta Sudáfrica, las campañas publicitarias buscan ser inclusivas hacia los sectores tradicionalmente discriminados, además de reconocer su capacidad de consumo. En el Perú, en cambio, el permanente uso de imágenes monorraciales atenta directamente contra la autoestima en la mayoría de peruanos, especialmente niños y adolescentes, que pueden terminar convencidos que sus rasgos físicos los hacen inferiores». 
  155. «Protestan en Perú por supuesta discriminación de tiendas chilenas Saga y Ripley». La Tercera. 5 de mayo de 2007. Archivado desde el original el 26 de enero de 2008. Consultado el 3 de marzo de 2024. «"Saga Falabella y Ripley se encuentran entre las que más invierten en publicidad en nuestro país tanto en la televisión, en letreros, como en catálogos que envían a las casas, y esta inversión publicitaria es una inversión sumamente racista en los criterios que tienen para seleccionar a los modelos", manifestó Wilfredo Ardito,». 
  156. a b c Levitsky, Steven (Otoño de 2014). «First Take: Paradoxes of Peruvian Democracy: Political Bust Amid Economic Boom?». ReVista. Archivado desde el original el 22 de noviembre de 2014. Consultado el 24 de octubre de 2023. 
  157. «Mala y muy mala: así califican limeños la situación del empleo». La República. Archivado desde el original el 8 de junio de 2004. Consultado el 2 de enero de 2024. 
  158. Jauregui-Fung, Franco; Kenworthy, Jeffrey; Almaaroufi, Samar; Pulido-Castro, Natalia; Pereira, Sara; Golda-Pongratz, Kathrin (Noviembre de 2019). «Anatomy of an Informal Transit City: Mobility Analysis of the Metropolitan Area of Lima». Urban Science (en inglés) 3 (3): 67. ISSN 2413-8851. doi:10.3390/urbansci3030067. Consultado el 29 de diciembre de 2023. «Under the presidency of Fujimori, neoliberal free-market restructuring policies served as an immediate response to the high demand for transit with low cost solutions. Legislative Decree 651 in 1991 enacted free access to routes and permitted any natural person to provide transport service with motorized vehicles with more than two wheels without the request for approval from municipalities. Law N° 25789 of 1992 allowed the importation of used vehicles. Minibuses and the so-called combis (units with a capacity of sixteen seated passengers) that had already appeared as informal transit during the previous decades were very important as they involved less investment». 
  159. Redacción (7 de enero de 2016). «"La guerra del centavo" que se replica a diario en Perú». rpp.pe. Consultado el 29 de diciembre de 2023. 
  160. a b Pereyra Colchado, Gladys (26 de enero de 2024). «Rezagados en transporte público: Lima lleva una década sin implementar un nuevo sistema». El Comercio. ISSN 1605-3052. Consultado el 30 de enero de 2024. 
  161. Pablo León Almenara, Juan (4 de noviembre de 2023). «Colectiveros informales arman partido político y buscan ayuda del MTC | INFORME». El Comercio. ISSN 1605-3052. Consultado el 1 de enero de 2024. 
  162. Medrano Marin, Hernán (8 de mayo de 2023). «A 5 años de creación de la ATU la informalidad y el caos se imponen por completo en las vías de Lima». El Comercio. ISSN 1605-3052. Consultado el 4 de marzo de 2024. «Según denuncian las empresas operadoras, la ATU no ha cumplido con cláusulas fundamentales del contrato que permiten la recaudación necesaria para que sean sostenibles. Entre estas cláusulas está la exclusividad de las vías para los corredores y la fiscalización al transporte informal. Al no hacerse eso, se genera una competencia desleal con los corredores». 
  163. Vigo Castilla, 2021, p. 319. «Los defensores del modelo neoliberal alegan que todos estos problemas producto de la pandemia, así como la crisis política que desde el año 2017 viene develando escándalos de corrupción relacionados con el caso Odebrecht los cuales involucran a todos los expresidentes del Perú, al menos dentro del periodo de los años noventa en adelante; son consecuencia de los fallos que inherentemente constituyen al Estado, y que nadie más fuera de esa esfera tiene mayor responsabilidad».
  164. Osterling, Madeleine (17 de abril de 2024). «Los empresarios tienen que meterse la mano al bolsillo». Expreso. Consultado el 18 de abril de 2024. «Los empresarios deberían evitar poner un centavo en centros de estudios como la Universidad Católica o en medios como La República (excelente artículo de Jaime Althaus en Lampadia sobre esta prensa enemiga) y, neutralizar las radios de provincias que envenenan cerebros, especialmente de nuestros jóvenes en zonas rurales». 
  165. Chiroque, Chavely (10 de enero de 2024). «Christopher Gianotti desata polémica: “Yo conozco gente que ha salido de pueblitos y que hoy son empresarios”». infobae. Consultado el 10 de enero de 2024. 
  166. Ardito Vega, Wilfredo (24 de octubre de 2006). «Reflexiones peruanas: Cinco mitos sobre la pobreza en el Perú - La Insignia». La Insignia. Archivado desde el original el 19 de octubre de 2007. Consultado el 4 de marzo de 2024. «Un tercer mito se refiere a que los culpables de la pobreza son los propios pobres, señalando que se trata de personas ociosas y conformistas, y que quien persevera puede triunfar. Cualquiera que se acerque al mundo de los pobres advertirá los factores que bloquean sus posibilidades: la geografía, el idioma, la indocumentación, el racismo, el machismo y muchas más. Además, el mecanismo que durante décadas permitió enfrentar estas barreras, la educación pública, se ha deteriorado mucho en los últimos años. Estos problemas estructurales no son culpa de los pobres y es mas bien responsabilidad del Estado afrontarlos». 
  167. Paucar, Luis (30 de enero de 2024). «Dirigente que expuso complot de Produce contra Mininter denuncia intimidación y desmiente a ministra Choquehuanca». infobae. Consultado el 30 de enero de 2024. 
  168. «Mypes de regiones denuncian centralización de Compras Myperú: “nos dieron la espalda”». Gestión. 20 de diciembre de 2023. Consultado el 30 de enero de 2024. 
  169. «Para Fujimori voto empresarial no importa». La República (Perú). 23 de enero de 2000. Archivado desde el original el 27 de mayo de 2003. Consultado el 16 de noviembre de 2023. «Al margen de esta importante «ausencia que también enseña» como comentó el presidente IPAE, Drago Kisic, en aplaudida frase, esta nueva versión de CADE ha permitido corroborar el decidido ingreso de los empresarios a la actividad política». 
  170. Haya de la Torre, 2013, p. 103. «Desde 1990 se ha producido una colonización de la política por parte del mundo de los negocios y del comercio. Buena parte de los parlamentarios que han sido elegidos en los nuevos e improvisados grupos electorales, responden sobre todo a intereses particulares. Incluso los gabinetes ministeriales son hegemonizados por empresarios y en la actividad se ha impuesto el criterio mercantil del "costo-beneficio" por encima de los valores republicanos».
  171. Miro-Quesada Rada, Francisco (2017). «Partidos políticos y calidad de la democracia. El caso peruano». Ius Inkarri 6 (6): 113-140. ISSN 2519-7274. doi:10.31381/iusinkarri.vn6.1232. Consultado el 31 de octubre de 2023. «El artido Empresa está vinculado a la tendencia pragmática, pero en este caso se trata de un empresario millonario que funda con su peculio, un partido político. Ahora lo predominante no es la ideología, o las obras, sino los recursos económicos particulares como sustento de la vida partidaria. Por lo general este líder es dueño de universidades particulares. Puede conducir directamente el partido, o puede poner a otro candidato pero el control del partido lo tiene él, por los recursos que dispone. El partido empresa, es además de caudillista y oligárquico; plutocrático. Si el líder, que en el fondo es el dueño del partido, deja de financiarlo este desaparece, porque su militancia carece de aglutinamiento ideológico que mantenga en el tiempo lealtades». 
  172. Benza, Paolo (16 de noviembre de 2020). «Levitsky: “Los congresistas ni siquiera son políticos, son empresarios. Llegaron para hacer su negocio”». Sudaca - Periodismo libre y en profundidad. Consultado el 31 de octubre de 2023. «Hace mucho que los congresistas, los gobernadores y los alcaldes no son políticos partidarios. Son agentes libres, son empresarios. Compran su espacio en la lista para hacer negocios. Ojalá fuera exagerado, pero es concretamente así. Todavía existen ‘partidos’, pero ya desaparecieron hace rato. UPP, Somos Perú, Acción Popular: los llamamos partidos, pero no lo son. Son franquicias alquiladas a la gente para llegar al Congreso y hacer plata o negocio». 
  173. «[ENTREVISTA] Percy Medina: “Lo que hay en el Perú son franquicias”». Peru21. 27 de diciembre de 2023. Consultado el 3 de enero de 2024. 
  174. Salazar, Federico (29 de octubre de 2023). «La tentación empresarial». El Comercio. ISSN 1605-3052. Consultado el 3 de noviembre de 2023. 
  175. a b Alegría, Alicia (30 de noviembre de 2020). «La controversia en torno al enfoque de género en el currículo nacional de educación básica en el Perú por parte de la campaña #ConMisHijosNoTeMetas». La Colmena (13): 8-17. ISSN 2220-4490. Consultado el 9 de agosto de 2023. «Según Maruja Barrig (2002), en el Perú de los años noventa, el desarrollo del neoliberalismo viene conjuntamente acompañado con políticas a favor del enfoque de género, dada la “alianza implícita” del gobierno de Fujimori con los organismos internacionales y organizaciones no gubernamentales feministas en la Conferencia de Beijing en 1995. En esta, como señala Barrig (2002), el Estado se compromete, de manera general, a incentivar políticas para las mujeres, lo que permitió intervenir mediante programas de “planificación familiar”. Paradójicamente, lo que se presentó como una manera de empoderar a las mujeres sobre su vida sexual, condujo a la aplicación de un conjunto de políticas de esterilización que se implementaron privilegiando la maximización del capital sobre los derechos de los cuerpos de las mujeres». 
  176. Murakami, Yusuke (2012). Perú en la era del chino: la política no institucionalizada y el pueblo en busca de un salvador. Ideología y Política (Segunda edición revisada y actualizada). Instituto de Estudios Peruanos. p. 45. ISBN 978-9972-51-345-9. Consultado el 27 de septiembre de 2023. «Teniendo en cuenta lo anterior, es dable preguntarse: ¿por qué se le llama “neopopulismo” a la política de Fujimori? Para responder a esta pregunta es importante tomar en cuenta que mientras el populismo convencional se desarrolló bajo un esquema que asignaba al Estado un desempeño importante en la economía y la sociedad así como en la protección de las industrias internas, en el caso de Fujimori, el populismo se amoldó a las políticas “neoliberales” de minimizar en lo posible el rol del Estado, impulsar la apertura y liberalización de la economía y perfeccionar la economía de mercado». 
  177. Luque Brazán, José Carlos; Villa Salinas, Ana Sofía (22 de enero de 2022). «Neopopulismo, neoliberalismo y ciudadanía social en el Perú (1968-2000) : Neopopulism, neoliberalism and social citizenship in Peru (1968-2000)». Revista del Observatorio Digital Latinoamericano “Ezequiel Zamora” 4 (1). ISSN 2610-8194. Consultado el 1 de noviembre de 2023. «[H]emos descrito de manera general los cambios que se producen durante el período 1968-2000, en torno a la configuración de la relación entre populismo, neopopulismo, neoliberalismo y ciudadanía social en el Perú». 
  178. Luque y Hernández Vinalay, 2022, p. 288. «Curiosamente, los derechos sociales en el Perú, su despliegue, vigencia y diversas transformaciones han obedecido a golpes de Estado impulsadas por élites autoritarias. [...] Fujimori —también desde lógicas autoritarias— va a ocupar al Estado para rediseñar los derechos sociales y configurar una ciudadanía social neoliberal, en donde los derechos sociales serán sometidos a la oferta y la demanda de las relaciones mercadocéntricas».
  179. Stavig, Lucía Isabel (2 de enero de 2022). «Unwittingly agreed: Fujimori, neoliberal governmentality, and the inclusive exclusion of Indigenous women». Latin American and Caribbean Ethnic Studies (en inglés) 17 (1): 34-57. ISSN 1744-2222. doi:10.1080/17442222.2021.1935683. Consultado el 26 de enero de 2024. «Under the gaze of Fujimori’s neoliberal authoritarianism, the language of overt racism shifted to a more covert one based on economic class and specifically poverty. Fujimori did not mention indigeneity or Indigenous practices in his speech in Beijing. He did not have to. As Goldberg has argued, neoliberal racism is a ‘racism without race [...] where the targeted group is not identified through the use of explicit racial language. [...] Audra Simpson finds a similar shift in the terms of settler governance which has ‘adjusted itself in line with global trends and rights paradigms away from overt violence to what are seen as softer and kinder, caring modes of governing but governing, violently and still and yet, with a language of care upon still stolen land’.» 
  180. Reyes Lostaunau, 1999, pp. 70.71. En resumen, la garantía pública contra las contingencias sociales sólo ha alcanzado, desde sus orígenes, a determinados grupos sociales, aquellos que tuvieron la fuerza suficiente como para negociar con las administraciones de turno e imponerles sus intereses. Los beneficiarios han sido trabajadores urbanos, los campesinos siempre han estado excluidos, sin que esta situación haya sido revertida
  181. «"Pueden haber problemas de sanción económica"». La República (Perú). 24 de octubre de 1999. Archivado desde el original el 18 de diciembre de 2002. Consultado el 12 de noviembre de 2023. 
  182. Arce, Moisés (25 de abril de 2003). «The Sustainability of Economic Reform in a "Most Likely" Case: Peru» [La sostenibilidad de la reforma económica en un caso "más probable": Perú]. Apuntes. Revista de ciencias sociales (en inglés): 43-67. ISSN 2223-1757. doi:10.21678/apuntes.52/53.531. Consultado el 29 de octubre de 2023. «[I]n the early 1990s during the implementation of the fiscal austerity and economic adjustment program the orthodox phase of 1990-92 – technocrats dominated the policy debate, not withstanding the president surrounded himself with populists. [...] Populists were always critical players throughout the entire Fujimori regime. They attempted to capture the cabinet in the mid-1990s, albeit unsuccessfully. Growing doubts about the benefits of the market model also served toencourage changes in the state-business coalition from traditional exporters to industrialists. The discrepancies within the business sector ultimately led to the collapse of CONFIEP as an encompassing organization. Only in the late 1990s, aided by an economic recession and electoral uncertainty, did the ideas from populists and industrialists find a receptive audiencein the Executive. To be sure, the president was persuaded by these ideas. The results of their influence are made clear by the sets of policies that emanated from the Executive, whichin essence deviated from the prevailing market orthodoxy». 
  183. Comisión Investigadora Encargada de Cumplir las Conclusiones y Recomendaciones de las Cinco Comisiones Investigadoras Respecto al Periodo del Ex Presidente Alberto Fujimori Fujimori (2003). Informe final: Donaciones. Congreso de la República del Perú. p. 29. Consultado el 3 de noviembre de 2023. «Las donaciones fueron manejadas por el entorno familiar. [...] El manejo y distribución de las donaciones fue parte de la política "populista" de Alberto Fujimori y sirvió como estrategia de campaña». 
  184. Gonzales De Olarte, 2006, pp. 15-16. «Como quiera que la Constitución había reducido la intervención del Estado al suministro de educación, salud, infraestructura básica, programas de alivio a la pobreza y seguridad, el gobierno comenzó a focalizar el gasto público de manera asistencialista, en aquellos lugares donde el referéndum había perdido o se había abstenido (Graham y Kane 1998). Esto llevó al progresivo establecimiento de un asistencialismo populista de parte del presidente Fujimori, pues, él en persona se encargó de repartir víveres, de inaugurar escuelas y postas de salud, de ser el principal actor y líder de apoyo a los pobres, en un estilo que fue caracterizado como "neo-populista" (Grompone 1998)».
  185. Solfrini, 2001, p. 62. «Both programs (PRONAA and FONCODES) were extremely centralized, with the government strongly opposed to any attempt to switch funds in order to give financial autonomy to municipalities—institutional bodies more aware of the needs of the people».
  186. a b «Utilizaron Pronamachcs en campaña de Fujimori». La República. 8 de junio de 2000. Archivado desde el original el 13 de octubre de 2002. Consultado el 20 de noviembre de 2023. 
  187. Oré, María Teresa; Rap, Edwin (1 de abril de 2009). «Políticas neoliberales de agua en el perú. antecedentes y entretelones de la ley de recursos hídricos». Debates en Sociología (34). ISSN 2304-4284. doi:10.18800/debatesensociologia.200901.003. Consultado el 20 de noviembre de 2023. «En 1994 se presentó al debate el nuevo anteproyecto de Ley de Aguas, con el que se buscaba la privatización del recurso hídrico y la creación de un mercado de aguas. [...] Sus principales impulsores eran precisamente el ministro de Agricultura, funcionarios de la Intendencia de Recursos Hídricos y economistas funcionarios del Banco Mundial. Mientras que otras reformas legales para una liberalización de los mercados de recursos naturales no tuvieron semejante oposición, la proyectada nueva Ley de Aguas no pudo ser promulgada. El nuevo panorama económico neoliberal del Gobierno dio origen a nuevas leyes de tierras y bosques, así como numerosos decretos leyes. [...] El BM, que al inicio de los años noventa promovió el mercado de aguas, a fines de esa década ya no estaba seguro de las bondades de la privatización del agua. [...]». 
  188. Morón Pastor y Sanborn, 2007, p. 102. «A través del Pronaa, el gobierno recompensaba el apoyo de los comedores y los clubes de madres políticamente leales, y también favorecía a los agricultores y empresas leales comprándoles alimentos».
  189. «"Nos quieren obligar a ser parte de Perú 2000"». La República. 13 de mayo de 2000. Archivado desde el original el 18 de abril de 2001. Consultado el 20 de noviembre de 2023. «Pese a las presiones del gobierno y a las amenazas de quitarles el subsidio o los alimentos en caso de no apoyar la candidatura del presidente Alberto Fujimori [...]. La señora cuenta que la gente del Pronaa obliga a cada club de madres a dar una cuota para cualquier agasajo que quieran hacer a una autoridad del gobierno. "Eso sucedió para el cumpleaños del presidente Fujimori, querían que cada comedor dé 20 soles y además preparen de manera obligatoria un queque de un kilo", señaló [Manuela Orué de Arteaga, ex dirigenta del comedor Teresa de Jesús]». 
  190. «Dirigentas de comedores populares denuncian nuevas amenazas del gobierno». La República (Perú). 22 de mayo de 2000. Archivado desde el original el 2 de noviembre de 2001. Consultado el 20 de noviembre de 2023. 
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  192. a b Torres, Hernán (5 de septiembre de 2023). «En el Perú más del 96% de empresas son mypes, pero 8 de cada 10 aún son informales». larepublica.pe. Consultado el 3 de febrero de 2024. 
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  196. a b «Fujimori utiliza toda su maquinaria para captar voto de Pymes». La República. 29 de enero de 2000. Archivado desde el original el 25 de mayo de 2000. Consultado el 17 de noviembre de 2023. 
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  199. Mosso, Emilia (18 de septiembre de 2017). «Políticas {neoliberales} de regularización dominial del suelo urbano». Cuaderno Urbano 22 (22): 91-110. ISSN 1853-3655. doi:10.30972/crn.22222045. Consultado el 1 de noviembre de 2023. «De Soto considera que "los pobres urbanos peruanos, a lo largo de su historia, habían ocupado ilegalmente tierras con fines de vivienda y desarrollado expectativa de propiedad sobre la cual construyeron sus viviendas". [...] Además de una vasta producción teórica DE SOTO y su equipo de trabajo del ILD han promovido y redactado 187 decretos de ley en Perú desde finales de la década de 1980, en pos del acceso a la propiedad formal, entre otros. Concretamente para el tema propuesto, en el año 1988 el ILD presenta al parlamento peruano la Ley de Registro de la Propiedad, cuyo sustento tiene origen tras una investigación previa realizada en 1987. [...] Según lo expresado por el ILD, en 1995 el Banco Mundial y el ex presidente Fujimori, con visto bueno por el alcance del proyecto, solicitaron al instituto un nuevo proyecto para hacer masiva la formalización de los terrenos. Esto se concretó en marzo de 1996, tras el mencionado Decreto Ley N.º 803, la creación de Cofopri y la instrumentalización del Programa de Formalización de la Propiedad». 
  200. Cockburn, Julio Calderón (9 de septiembre de 2019). «El Estado y la informalidad urbana. Perú en el siglo XXI». Pluriversidad (3): 45-64. ISSN 2617-6262. doi:10.31381/pluriversidad.v3i3.2234. Consultado el 1 de noviembre de 2023. «En la década de 1990, a través de la contención del gasto público, el Estado empezó a desprenderse de instancias consideradas innecesarias. [...] Este fue el caso del sector vivienda cuya política desarrollada desde inicios de la década de 1960 fue desmantelada, eliminándose, en 1992, el Ministerio de Vivienda, el sistema mutual, el Banco de la Vivienda del Perú y el sistema nacional de planificación, entre otros. [...] En la década de 1990 la informalidad urbana creció a un ritmo mucho mayor que en los años previos al neoliberalismo. Pero esto no ocurrió, como plantea el discurso liberal, porque el Estado hubiera puesto muchas vallas y trámites a los mercados desde una perspectiva estatista. Por el contrario, se habían eliminado subsidios y programas públicos de vivienda (sistema mutual, acceso ordenado al suelo) y se había liberado a los propietarios de tierras de constreñimientos reguladores. [...] [E]l gobierno de Toledo continuó con la política de corte neoliberal, reconstruyó el sector vivienda». 
  201. Palacios Castillo, Emma (13 de octubre de 2003). «La Propiedad Privada Informal». Docentia et Investigatio 5 (7): 75-81. ISSN 1810-8490. Consultado el 24 de diciembre de 2023. 
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  203. Rosa Villalobos, María (10 de marzo de 2024). «“No me preocupa tanto el avance chino, sino que Estados Unidos no está dando la respuesta adecuada”». El Comercio. ISSN 1605-3052. Consultado el 10 de marzo de 2024. «Cuando he estado en China les he contado lo que he visto en el Perú. En lugar de darles propiedad, capital, a los mineros peruanos pequeños, se les da créditos. ¿Qué ocurrió con el Covid? Aproximadamente el 70% de todo lo que ellos habían recibido en dinero, desapareció. Capital ficticio. Quebraron el 50% de las empresas llamadas informales, que emplean al 70%. Un economista que me escuchó compartió la siguiente reflexión: no hay que calcular una inversión como se calcula el dinero. El dinero es para medir cosas en el momento de la transacción. El valor tiene que ser un reflejo de una cosa concreta. Ellos toman el verdadero valor del yacimiento y a partir de eso, telescópicamente y analizando en qué coyuntura cambia de mano, ven dónde están los superávits y crean esa inversión sin necesariamente pasar por los mercados financieros, que son un antro de corrupción, el capitalismo desornado. Esto es, en el fondo, lo que está ocurriendo en el Perú y si no se ve así, es un error». 
  204. Reyes Lostaunau, 1999, p. 71.
  205. Quintana García, Luis Alberto (3 de mayo de 2021). «El Sistema Privado de Pensiones como obstáculo para la construcción de la Seguridad Social en los países subdesarrollados: Lecciones desde el caso peruano». Lan Harremanak - Revista de Relaciones Laborales (45): 277-280. ISSN 2444-5819. doi:10.1387/lan-harremanak.22690. Consultado el 16 de abril de 2024. 
  206. Saldaña, Humberto; Bracamonte, Modesto De (2015). «Efectos de la contratación laboral a plazo determinado en las organizaciones sindicales en el Perú». Revista CIENCIA Y TECNOLOGÍA 11 (4): 107-119. ISSN 2306-2002. Consultado el 1 de noviembre de 2023. «La flexibilización laboral es una corriente neoliberal que apunta principalmente a desaparecer la estabilidad en el empleo; con ello, se debilitan a las organizaciones sindicales y, consecuentemente, el derecho de huelga, condenando a los trabajadores a soportar una suerte de explotación sin alternativas de reclamo. [...] El temor a la pérdida del empleo y la extensión de la precarización y de la contratación temporal, agudizada por la naturaleza de la política de ajuste aplicada en el Perú desde la última década del siglo pasado, han sido el marco del debilitamiento de un sindicalismo que no se renovó». 
  207. Haya de la Torre, 2013, p. 103. «En el Perú su mayor éxito ha sido la desaparición de los sindicatos como fuerzas negociadoras. No hay empresa que no exija a sus trabajadores no sindicalizarse. Así, creen haber resuelto el problema de la «paz laboral», pero al mismo tiempo, irracionalmente, han eliminado al interlocutor válido para negociar sobre los problemas que se les presente, ya sea tanto en la empresa como en la rama productiva».
  208. a b Jiménez, Félix (2001). «El modelo neoliberal peruano: límites, consecuencias sociales y perspectivas». En Sader, Emir, ed. El ajuste estructural en América Latina: Costos sociales y alternativas. CLACSO. pp. 145-169. ISBN 950-9231-56-8. Consultado el 6 de octubre de 2023. 
  209. Rodríguez Gamero, Marco (13 de julio de 2011). «Efectos de la Flexibilización Laboral a 20 Años de Vigencia: La Casi Eliminación del Mejor Instrumento de Inclusión Social que ha Inventado el Capitalismo. Entrevista al Dr. Alfredo Villavicencio Ríos». Derecho & Sociedad (37): 95-100. ISSN 2521-599X. Consultado el 17 de diciembre de 2023. «Entonces en los años de máximo crecimiento económico, cuando no hay derechos del trabajo, cuando no hay derechos laborales ni hay sindicato ni negociación colectiva, el resultado es que no hay instrumentos de redistribución y se produce una acumulación en el vértice. Por supuesto que en el Perú ha habido crecimiento, pero en materia de redistribución somos mucho más injustos que en el año 90 y no hemos conseguido revertir las tasas de informalidad y crear empleos con derechos como se pretendía». 
  210. Toyama Miyagusuku, Jorge Luis (3 de octubre de 1992). «La Ley de Relaciones Colectivas de Trabajo: ¿promoción a la negociación colectiva?». IUS ET VERITAS (5): 93-103. ISSN 1995-2929. Consultado el 17 de noviembre de 2023. «Uno de los aspectos más dispersos y retrasados en materia legislativa, lo constituía las relaciones colectivas de trabajo. La mayor parte de la normativa era previa a la Constitución de 1979, llegando a reguiarse algunos aspectos, como el derecho de huelga, con dispositivos de principios de siglo. Por ello, desde tiempo atrás se venían discutiendo varios proyectos de ley, sin que ninguno de ellos se promulgar. [...] Tras algunas modificaciones [como proyecto de ley], el 2 de julio se publicó en el Diario Oficial «El Peruano» el D.L. Nº 25593, Ley de Relaciones Colectivas de Trabajo (LRCT) y finalmente, el 15 de Octubre, el D.S. Nº 011-92-TR, Reglamento de la LRCT. Uno de los pilares de los derechos colectivos -conjuntamente con la libertad sindical y el derecho de huelga- lo constituye la negociación colectiva (NEC). El derecho de NEC está regulado en el Título Tercero de la LRCT y, es el que mayores cambios contiene respecto de la normativa anterior». 
  211. «Versión de candidata Sigrid Bazán sobre que en la Constitución se eliminó el derecho al trabajo es falsa». Ojo Público. 24 de marzo de 2021. Consultado el 16 de febrero de 2024. «En una sentencia del 2005, sobre un recurso de agravio interpuesto por el Sindicato de Trabajadores Mineros de Atacocha, el Tribunal Constitucional señaló "el derecho a la actividad sindical y el derecho de las organizaciones sindicales a ejercer libremente las funciones que la Constitución y las leyes le asignen, en defensa de los intereses de sus afiliados", según se puede leer en el fundamento 26 de la resolución respectiva». 
  212. a b «No se ha derogado despido arbitrario». La República. 3 de mayo de 2001. Archivado desde el original el 25 de junio de 2001. Consultado el 16 de diciembre de 2023. 
  213. «La política laboral en el período de Ollanta Humala». ArchivoRevista Ideele. Consultado el 18 de diciembre de 2023. «En sus cinco años de gobierno (de agosto de 2011 a julio de 2016), Ollanta Humala ha continuado la política de flexibilidad laboral dictada por el neoliberalismo e inaugurada por Alberto Fujimori en 1991 como procedimiento para reducir las remuneraciones reales y los derechos sociales de los trabajadores y, correlativamente, aumentar las ganancias de los empresarios. También el Congreso de la República durante este período ha ceñido sus decisiones a esta política. [...] La SUNAFIL ha sido creada como una institución pública descentralizada del ministerio de Trabajo a la cual este le ha transferido el fundamental servicio de inspección del trabajo. El proyecto fue firmado por el ministro de Trabajo Rudecindo Vega en noviembre de 2011, y se le aprobó en el Congreso de la República como la Ley 29981 en enero de 2013. Sin la inspección del trabajo los empleadores tendrían carta franca para desconocer los derechos de sus trabajadores y superexplotarlos». 
  214. «Gremios piden respetar libertad sindical». La República (Perú). 9 de abril de 1998. Archivado desde el original el 17 de enero de 2003. Consultado el 24 de diciembre de 2023. 
  215. Sarmiento, Jair (29 de febrero de 2024). «Trabajadores de Latina logran la inscripción de su sindicato». Wayka.pe. Consultado el 1 de marzo de 2024. 
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  217. Redacción (10 de noviembre de 2022). «CCL pidió al Congreso dejar sin efecto cambios en la tercerización». RPP Noticias. Consultado el 17 de noviembre de 2023. 
  218. «Gobierno busca reemplazar a la “agenda 19” por medidas laborales consensuadas». Gestión. 16 de noviembre de 2023. Consultado el 17 de noviembre de 2023. «El gobierno ya no sigue la ruta trazada por la “agenda 19″, impulsada durante la gestión de Pedro Castillo, sino que trabaja en medidas laborales que sean consensuadas entre empresarios y trabajadores». 
  219. «Empresas elevaron sus ventas el 2002 por encima del 50%». La República (Perú). 6 de junio de 2004. Archivado desde el original el 16 de junio de 2004. Consultado el 2 de enero de 2024. 
  220. Roberts, Kenneth M.; Arce, MoiséS (1998-04). «Neoliberalism and Lower-Class Voting Behavior in Peru». Comparative Political Studies (en inglés) 31 (2): 217-246. ISSN 0010-4140. doi:10.1177/0010414098031002004. Consultado el 11 de enero de 2024. «In this sense, the bulk of Peru's atomized popular sectors has returned to a pre-Velasco mode of political incorporation [...] The political loyalties that are generated by these new links are apparently fluid and contingent: They are neither structured by party institutions nor beholden to the figure of Fujimori beyond short-term calculations of material self-interest. Consequently, if a distinctive pattern of lower-class voting endures in Peru, it is likely to be volatile, thus continuing a tradition of sequential attachment to whichever populist figure seems most capable of providing concrete solutions to daily problems (Cameron, 1994, pp. 40-50; Parodi & Twanama, 1993). In politics, sometimes, the more things change, the more they stay the same.» 
  221. «El 68% desaprueba modelo liberal aplicado desde 1990». La República (Perú). 30 de noviembre de 1998. Archivado desde el original el 11 de diciembre de 2000. Consultado el 25 de diciembre de 2023. 
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  223. Arce, Moisés (1 de diciembre de 2011). «La repolitización de la acción colectiva tras el neoliberalismo en el Perú». Debates en Sociología (36). ISSN 2304-4284. doi:10.18800/debatesensociologia.201101.003. Consultado el 29 de diciembre de 2023. 
  224. a b Cavarozzi, Marcelo (1 de junio de 2020). «América Latina a fines de la segunda década del siglo XXI: ¿tiene salida la crisis?». REVISTA EUROLATINOAMERICANA DE ANÁLISIS SOCIAL Y POLÍTICO 1 (1): 35-54. ISSN 2683-7420. Consultado el 27 de octubre de 2023. «Por el contrario, en Perú y en Colombia ni el Estado ni el sistema de representación alcanzan el peso y la densidad capaces de contrarrestar o regular, siquiera mínimamente, la violencia ilegal y los impulsos desorganizadores/destructores de toda sociedad de mercado que coexisten con las pulsiones dinámicas vinculadas a la iniciativa privada. En el caso peruano, ambas facetas se manifiestan claramente: es una de las economías sudamericanas (junto a las de Paraguay y Bolivia) que más ha crecido en la segunda década del siglo actual. De todos modos, el dinamismo se basó, en buena medida, en la expansión de la economía informal y la extendida corrupción público-privada. A su vez, las debilidades se expresan en la incapacidad de las instituciones públicas para controlar las conductas ilegales, la operación de mafias de variados tipos en todos los estratos sociales y la violencia ejercida por actores públicos y privados en vastas zonas de frontera y en la desaparición práctica de los partidos políticos». 
  225. Alarco, Germán (2019). Riqueza y desigualdad en el Perú: visión panorámica (Primera edición). Oxfam. p. 156. ISBN 978-612-47775-4-7. OCLC 1101194367. Consultado el 26 de marzo de 2024. «La elevada desigualdad parte desde la estructura de la propiedad, pero pensar en cambios a ese nivel en la sociedad peruana es un sueño o una pesadilla. Al respecto, no hay que olvidar que los grupos de poder económico y mediático están más a la derecha del denominado Consenso de Washington». 
  226. a b c Drinot, 2014, p. 175. «At the same time, critics have commented on the ways in which neoliberal reforms in the economic sphere, begun by Fujimori (1990–2001) but continued by both Toledo (2001–2006) and García (2006–2011), have not led, as some theorists assume, to the consolidation of an idealized liberal democracy, but rather to a suboptimal politics characterized by clientelism, corruption, limited accountability, and authoritarianism. Perhaps inevitably, Peruvians have little to no confidence in their country’s public institutions and a high percentage view democracy as suspect».
  227. Fernandez Davila, Ruben Ticona (31 de diciembre de 2021). «La ciudad: Crecimiento(s) urbano(s) desconfigurados en los contextos de desigualdad y segregación en Lima Metropolitana». YUYAYKUSUN (11): 141-155. ISSN 2519-5751. doi:10.31381/yuyaykusun.v1i11.4561. Consultado el 27 de octubre de 2023. «Posterior a ello, hay que sumarle que durante los años de 1975 y 1990, se desarrollan dos procesos históricos mundiales en Lima: la globalización y el neoliberalismo respectivamente. Sin embargo, durante estos procesos, se visibiliza que el Perú durante la década de 1970 y 1980; vivió una de las crisis económicas más fuertes en su historia republicana. Ello no hizo más que fortalecer el patrón de centralidad que representaba Lima.» 
  228. García-Montoya, Laura; Manzi, Pilar (2023-08). «From Economic to Political Power: Economic Elites and Policymaking During Times of Crisis». Journal of Politics in Latin America (en inglés) 15 (2): 138-167. ISSN 1866-802X. doi:10.1177/1866802X231180897. Consultado el 27 de enero de 2024. «The literature on the historical ties between Peruvian economic elites has some discrepancies. Some authors argue that the Peruvian state has been "captured" by economic elites (see, for instance Durand, 2006, 2016) emphasising the multiple pressure points of elites, including their direct participation in the Ministry of Economy (Crabtree and Durand, 2017). Although most authors agree that bureaucrats in this ministry have close ties to business, they question the degree to which business interests have been unduly influential (Cotler, 2000; Vergara, 2012). Dargent (2015), for instance, recognises that these ties exist, but that "it is overreaching to call such proximity subordination" (p. 33). Similarly, Vásquez (2000) concludes that "[t]he literature has overestimated [economic groups’] influence over decision making" (p. 383)». 
  229. Eaton, 2015, p. 131. «What will become clear from this discussion is that political decentralization has generated opposition to economic liberalization by encouraging subnational candidates and incumbents to mirror their constituents’ opposition to neoliberal mining policies, even if these officials themselves are not normatively opposed to neoliberalism or do not campaign as opponents of neoliberalism».
  230. a b Nercesian, Inés; Mendoza, Marina (Enero-marzo de 2021). «Empresariado y poder político: PPK y Piñera (2010-2018)». Revista mexicana de sociología 83. ISSN 2594-0651. doi:10.22201/iis.01882503p.2021.1.60023. Consultado el 20 de noviembre de 2023. «La tercera etapa se abrió en el año 2000, tras la caída de Fujimori, y el rumbo económico continuó. A esta etapa la denominamos "neoliberalismo democrático". Se produjo un doble proceso de reestructuración de los grupos económicos limeños y de surgimiento de nuevos grupos en el interior favorecidos por el proceso de liberalización y ampliación de mercado durante los años noventa. Entre los limeños la internalización es más acentuada, operan en la bolsa y son más proclives a la recepción de capitales trasnacionales. Tienen más capacidad de presión en el Estado y peso en los conglomerados mediáticos como El Comercio, así como también una mayor influencia en los grandes gremios, particularmente en la Confederación Nacional de Instituciones Empresariales Privadas (Confiep)». 
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  234. a b Klaiber, 2007, p. 190. «The new Fujimori-controlled congress promptly wrote a new constitution which favored his neoliberal tendencies. All of these political crises directly affected education. The constitution of 1979 expressly forbade education for profit. The new Fujimori-controlled congress eliminated that particular article, and in 1996 put into effect a law to "foster investment in education". The new law aimed to attract private entities to enter the fi eld of education and thus take some of the burden off the state».
  235. «Nueva ley no busca desarrollo integral de la persona». La República. 24 de noviembre de 1996. Archivado desde el original el 28 de noviembre de 1996. Consultado el 16 de diciembre de 2023. 
  236. a b Huertas Vilca, Karla Stefanny; Durand Azcárate, Luis Augusto; Cabos Villa, Luigi; D'Angelo Panizo, Maria del Carmen (8 de febrero de 2022). «Modelo neoliberal en sistema educativo peruano: Crisis y limitaciones en el contexto de pandemia». Encuentros. Revista de Ciencias Humanas, Teoría Social y Pensamiento Crítico. (15): 352-365. ISSN 2610-8046. doi:10.5281/zenodo.5980107. Consultado el 10 de septiembre de 2023. «El modelo neoliberal pone al descubierto la mercantilización de la educación, en cuyo caso privatiza el saber y coloca al conocimiento y la información en un lugar privilegiado cuyo provecho se ve determinado por la capacidad y cobertura económica». 
  237. a b Maguiña, Juan Arturo; Dore, Rosemary (15 de marzo de 2022). «Cambios en el concepto de universidad en el Perú durante el siglo XX: De la universidad humanística a la universidad emprendedora». Education Policy Analysis Archives 30: (37)-(37). ISSN 1068-2341. doi:10.14507/epaa.30.6638. Consultado el 1 de noviembre de 2023. «A partir de la década de 1990 el Estado peruano fue capturado por políticos y empresarios neoliberales, los cuales introdujeron su ideología económica. La mentalidad mercadocéntrica penetró todos los ámbitos del Estado y la sociedad, incluyendo la educación, reconociéndose el lucro como un objetivo legal y legítimo en la acción educativa, gestionándola con una lógica empresarial y comercial más que humanista y científica. El proceso privatizador de la década de 1990, impulsado inicialmente por el gobierno autoritario de Alberto Fujimori (1990-2000), fue un viraje de 180 grados con respecto al sistema universitario pre-Fujimori». 
  238. Rivera Palomino, Juan (1 de junio de 2022). «Vida y muerte de la política educativa neoliberal en el Perú 2». Revista Ideele. Consultado el 20 de octubre de 2023. 
  239. Balarin, Maria (2008-06). «Promoting educational reforms in weak states: the case of radical policy discontinuity in Peru». Globalisation, Societies and Education (en inglés) 6 (2): 163-178. ISSN 1476-7724. doi:10.1080/14767720802061462. Consultado el 10 de noviembre de 2023. «Due to the neo-liberal character of policies promoted by international organisations (IOs), their neo-utilitarian aversion to "the state" and consequent emphasis on its reduction, rather than on strengthening its capacities (Bonal 2002a, b; Perera 2005), many of the problems that hinder reforms have not been addressed and will very likely prevail in spite of the more recent process of decentralisation that the country is undergoing (and which IOs have promoted). Such preferences on the part of IOs have translated, for instance, in the creation of temporary technical teams to run reforms, which are not integrated into the main bureaucratic apparatus and thus generally do not contribute to building capacity within the state, and are more prone to be removed when new ministers arrive for office; and also into the preference for "outsourcing" policy delivery, mainly into the NGO sector». 
  240. Redacción EC (20 de agosto de 2018). «Educación privada: ¿Por qué la oferta es tan heterogénea?». El Comercio. ISSN 1605-3052. Consultado el 16 de febrero de 2024. «El estudio añade que existe una elevada heterogeneidad de la oferta privada. Si bien hay colegios privados de alta calidad, que tienen pensiones más elevadas, también ha proliferado una oferta informal y más barata. Muchas veces, esta variabilidad dentro del sector privado se pasa por alto al analizar promedios sectoriales». 
  241. Castillo Rivadeneira, Oscar (31 de diciembre de 2021). «La sociología, el neoliberalismo y el traje del emperador». Pluriversidad (8): 27-49. ISSN 2617-6262. doi:10.31381/pluriversidad.v1i8.4569. Consultado el 9 de septiembre de 2023. «En ese aspecto, se puede decir que, los neoliberales, aliados con los conservadores de ultraderecha, y grupos fanáticos religiosos, también tuvieron éxito, asociando o ligando a la oposición de izquierda, la socialdemocracia y las ciencias sociales, con los conceptos de «terrorismo» «comunismo» y «violencia política». Así, a lo largo de las décadas de esta «larga noche neoliberal», disciplinas como la sociología y las ciencias políticas se debilitaron o desaparecieron en muchas universidades del país». 
  242. Solórzano, Rolando Oscco; Tasayco, Héctor Chico; Suarez, Eric Gálvez; Sotelo, William Flores; Lalupú, José Coveñas; Montes, Carmen del Pilar Gallardo (2 de enero de 2019). «Análisis crítico de las reformas educativas emprendidas desde 1990 en docentes investigadores de Lima Metropolitana». Propósitos y Representaciones 7 (1): 83-106. ISSN 2310-4635. doi:10.20511/pyr2019.v7n1.256. Consultado el 20 de octubre de 2023. 
  243. Hacer de Villa El Salvador una comunidad educativa: I Congreso Distrital de Educación de Villa El Salvador. Gobierno Local de Villa El Salvador. 2001. p. 89. ISBN 978-9972-670-16-9. Consultado el 28 de octubre de 2023. «[...] SUTEP se opuso desde 1991 al programa neoliberal y denunció ante la opinión pública las intenciones privatizadoras del gobierno de turno [...]». 
  244. «SUTEP: EN EL PERÚ NO MEJORA LA CALIDAD DE LA EDUCACIÓN». RCR Peru. 13 de mayo de 2019. Consultado el 28 de octubre de 2023. «"Los gobiernos neoliberales, desde Alberto Fujimori hacia adelante, lo que han buscado es desregularizar la labor docente y mellar la autoestima del magisterio. Y han buscado, en definitiva, generar desde la docencia, por ejemplo, que todos pensemos como ellos. Y es por eso que este gobierno, como los anteriores, buscan temas secundarios, para ser discutidos", anotó». 
  245. «Sutep estima que textos escolares cuestionados deben seguir usándose en las aulas». andina.pe. 3 de septiembre de 2008. Consultado el 28 de octubre de 2023. 
  246. Pacheco Lay, Gonzalo; Miranda Blanco, Arturo (2019). «Financiamiento de la educación en el Perú». Propuesta educativa (52): 57-68. ISSN 1995-7785. Consultado el 1 de noviembre de 2023. «En este nuevo contexto económico y social, las fuerzas políticas decidieron, primero, estimular el "mercado educativo" y modificar las fuentes posibles de financiamiento mediante la aprobación, en 1996, de una norma (Decreto Legislativo 882, Ley de Promoción de la Inversión en Educación) relativa al “lucro” en educación. En materia de financiamiento a la educación pública, acordaron destinar 6.0% del PBI al presupuesto mediante incrementos anuales de 0.25%. A pesar del acuerdo político, a la fecha no se ha logrado cumplir la meta. En el 2004, para finalizar la lista de modificaciones institucionales, el Congreso de la República aprueba la Ley 28332, Ley del Fondo Nacional de Desarrollo de la Educación Peruana – FONDEP, cuya finalidad es apoyar los proyectos de inversión de las instituciones educativas.» 
  247. Ruiz Caro, Ariela. «Reforma neoliberal - TLC y educación en el Perú». LaRepublica.pe. Archivado desde el original el 28 de octubre de 2014. Consultado el 8 de septiembre de 2023. «Es cierto que Fujimori realizó una reforma neoliberal en el sector educativo, que hoy, sin necesidad de modificaciones, se intenta perpetuar con el TLC. En la medida en que el Perú, en el marco de las negociaciones multilaterales que tienen lugar en la OMC, no ha presentado una oferta de liberalización de los servicios educativos (salvo centros de idiomas y arte culinario), un futuro gobierno podría realizar cambios en la legislación nacional sobre educación. [..] Este proceso [de neoliberalización] se ha profundizado desde inicios de los noventa con el telón de fondo de las políticas económicas aplicadas en el marco del denominado Consenso de Washington, cuyos ejes centrales fueron la plena libertad de mercado, la disciplina fiscal y la desregulación del Estado. Al Estado se le asignó un rol "subsidiario", hecho que connota una visión residual de las políticas públicas, pues a éste, según dicho Consenso, sólo le corresponde actuar allí donde el mercado no llega. El Estado debía limitarse a mantener el orden interno y externo y a la realización de tareas de asistencia social.» 
  248. Eaton, 2015, p. 130. «Due to the heavy dependence of Peru’s neoliberal model on the extraction of natural resources in large-scale mining projects by private firms, the most effective way that subnational officials can challenge neoliberalism is to challenge these projects».
  249. Valencia, Martha (20 de marzo de 2024). «Senador norteamericano pide explicaciones a empresa italiana por explotar a comuneros de Ayacucho». El Búho. Consultado el 28 de marzo de 2024. «Un reportaje de Marcelo Rochabrun para Bloomberg, empresa mundial de información financiera y noticias, publicado este 13 de marzo de 2024, recordó cómo es que una norma dada por Alberto Fujimori en sus últimos años de gobierno le daba a las empresas los mismos derechos que a las comunidades campesinas para esquilar vicuñas dentro de su propiedad». 
  250. Arellano, Javier (1 de enero de 2008). «Resurgimiento minero en perú: ¿una versión moderna de una vieja maldición?». Colombia Internacional (67): 38-59. ISSN 0121-5612. Consultado el 31 de octubre de 2023. «La actual fiscalidad de las industrias extractivas fue diseñada en los primeros años 90 para atraer la inversión extranjera. [Las] empresas consiguieron una serie de incentivos fiscales. [Entre ellos,] Fujimori firmó un acuerdo de estabilidad fiscal con las empresas, por el que el gobierno renunciaba a modificar la normativa fiscal sin la aprobación previa de las empresas». 
  251. Carey, Mark (17 de mayo de 2021). «Capítulo 7. El riesgo de los glaciares neoliberales». Glaciares, cambio climático y desastres naturales: Ciencia y sociedad en el Perú. Travaux de l'IFEA. Institut français d’études andines. pp. 243-275. ISBN 979-10-365-6294-5. Consultado el 1 de noviembre de 2023. «Las reformas neoliberales de Fujimori, sin duda, redujeron los programas de prevención de desastres de la Cordillera Blanca a finales de la década de 1990. Incluso pareció que la privatización pondría fin al apoyo del Estado para el monitoreo y mitigación de amenazas de lagunas glaciares. Pero los habitantes locales, expertos en glaciares, grupos ambientalistas y autoridades regionales previnieron el abandono completo de las lagunas glaciares por parte del Estado. Las mismas políticas cada vez más populistas de Fujimori y su interés personal en combatir el fenómeno de El Niño de 1997-1998 también hicieron que Lima tomara conciencia del retroceso de los glaciares de la Cordillera Blanca. Finalmente, el fenómeno de El Niño y el cambiante paisaje glaciar se volvieron poderosos recordatorios de los peligros del neoliberalismo y las razones por las que los gobiernos nacionales deberían seguir financiando programas sociales como la prevención de desastres». 
  252. Fisher, Jeffrey A. (18 de agosto de 1995). «Privatizando el medio ambiente ¿un rubro contradictorio para el desarrollo sostenible?». Agenda Internacional 2 (5): 113-129. ISSN 2311-5718. doi:10.18800/agenda.199503.007. Consultado el 27 de septiembre de 2023. «Desde que el Código del Medio Ambiente y los Recursos naturales (CMARN) se firmó en Septiembre de 1990, este se ha debilitado considerablemente, dejando de ser un "obstáculo" para la inversión privada. Cabe decir que desde el principio, el Código contenía omisiones e incongruencias que requerían ser clarificadas, pero muchos de los cam-bios que se han dado hasta ahora buscan solo que el Perú sea más atractivo para la inversión privada. Esto se evidencia en las leyes aprobadas después que se promulgó el CMARN. Por ejemplo, la ley de Promoción de las Inversiones en el Sector Agrario, del 11 de Noviembre de 1991, deroga el Artículo 71 del CMARM que prohibía desarrollar actividades de aprovechamiento energético o de recursos naturales no renovables en áreas naturales protegidas». 
  253. Salas, Fabio Manuel (15 de diciembre de 2022). «La economía política de la ambigüedad del reconocimiento: derechos colectivos de los pueblos indígenas bajo el neoliberalismo à la peruana (1990-2000)». La Colmena (15): 51-62. ISSN 2220-4490. doi:10.18800/lacolmena.202201.003. Consultado el 9 de agosto de 2023. «[B]ajo la Constitución peruana no se plantea reconocimiento alguno del territorio de los pueblos indígenas a pesar de que dicho concepto es referido explícitamente por el Convenio en su artículo 13 (OIT, 2014): “La utilización del término tierras en los artículos 15 y 16 deberá incluir el concepto de territorios (...).” (p. 35). Mientras que el concepto de "tierra" hace referencia al espacio físico que ocupan directamente los PI, el de “territorio” comprende dicho ámbito y lo supera, al incluir el espacio en que los PI obtienen recursos naturales que son necesarios tanto para la subsistencia como para el desarrollo, también aquel espacio en el que las costumbres y tradiciones se realizan, en última instancia constituyéndose como manifestación de su identidad (Landa, 2020)». 
  254. «Denuncian existencia de marco legal contra comunidades campesinas». www2.congreso.gob.pe. Consultado el 1 de noviembre de 2023. 
  255. Ortiz Ramírez, Marienella (24 de junio de 2000). «Tras 10 años de fujimorismo: El agro en quiebra». La República. Archivado desde el original el 17 de agosto de 2003. Consultado el 20 de noviembre de 2023. 
  256. Silva Santisteban, Rocío (1 de enero de 2016). «Perros y antimineros : discursos extractivistas y prácticas represivas en el Perú.». Tabula Rasa (24): 79-104. ISSN 2011-2742. doi:10.25058/20112742.58. Consultado el 19 de agosto de 2023. «De esta manera el discurso extractivista se engarza «naturalmente» sobre el discurso neoliberal fujimorista que apela a lo técnico como elemento neutro dentro del ámbito de lo político y desprestigia lo político asumiéndolo como ideologizado; y sin embargo se integra al sistema global en tanto que país productor de materias primas. Con el alza posterior de los commodities y el aumento de las inversiones mineras, de hidrocarburos y gasíferas a gran escala entrado el siglo XXI, así como la democracia en el Perú, el mismo sentido común permanece». 
  257. Crabtree, John (2020). «Democracia, poder de las élites y sociedad civil: una comparativa entre Bolivia y el Perú». Revista CIDOB d' Afers Internacionals: 139-162. ISSN 2013-035X. doi:10.24241/rcai.2020.126.3.139. Consultado el 17 de octubre de 2023. «A partir del año 2000, los principales signos de resistencia a la política gubernamental se dieron en aquellos sectores en los que el desarrollo de las industrias extractivas amenazaba los intereses de la comunidad, especialmente en la minería (en las tierras altas) y los hidrocarburos (en la selva amazónica). Otros sectores impulsaron acciones de retaguardia, como los cocaleros que se opusieron a los planes de erradicación del Gobierno. Con todo, la izquierda peruana resultó ser incapaz de coordinar estas acciones –hacer encajar todas las piezas– para aportar liderazgo y una ideología encaminada a la protección de los recursos naturales contra el capitalismo desbocado, por lo que los movimientos sociales siguieron atomizados y con proyección únicamente local». 
  258. Alarco Tosoni, 2019, p. 58. «Los defensores del actual modelo económico neoliberal identifican como enemigos de la competitividad y el crecimiento económico a un conjunto de actores económicos y sociales. La lista comprendería a todos los gremios sindicales y sus trabajadores, a los ambientalistas, a las comunidades campesinas y nativas vulneradas y a todos quienes según ellos tienen alguna objeción al modelo económico. Se incluyen también a los movimientos políticos progresistas y populares».
  259. Alayza Moncloa, Alejandra, ed. (2011). Transiciones: post extractivismo y alternativas al extractivismo en el Perú (Primera edición). Centro Peruano de Estudios Sociales. ISBN 978-9972-722-17-2. Consultado el 26 de septiembre de 2023. «Por un lado, tenemos la realidad de países como Colombia, Perú y con ciertos matices Chile (de Sebastián Piñeira), que continúan bajo los preceptos de las políticas del consenso de Washington y que tienen en el sector extractivo, sobre todo la minería y los hidrocarburos, a uno de los pilares de sus economías: en estos países las políticas se siguen caracterizando por la promoción abierta de estas actividades, bajo el predominio y el control de los recursos por empresas transnacionales, que desarrollan sus actividades en un escenario de desregulación total, con Estados que tienen una mínima presencia y participación». 
  260. Torres Arancivia, 2007, pp. 132-133. «El Perú nunca pasó por un proceso de industrialización. Más bien, optó por continuar en la línea económica antiguorregimental: exportación de materias primas, cargas tributarias a estamentos sobrevivientes —dígase indígenas, por ejemplo—, ingresos por aduanas y, lo más importante, el fomento del rentismo más que de una cultura capitalista».
  261. Rodríguez, Fabricio; Bazán Seminario, César (5 de marzo de 2023). «Authoritarian practices between ‘para-coloniality’ and ‘cheap security’: when Chinese state capital meets neoliberal copper mining (and protests) in Las Bambas, Peru». Globalizations (en inglés): 1-19. ISSN 1474-7731. doi:10.1080/14747731.2023.2179813. Archivado desde el original el 9 de noviembre de 2023. Consultado el 9 de noviembre de 2023. «Our argument is that China’s quest for Peruvian copper entwines state capital as well as neoliberal and authoritarian practices of state violence in a case of "para-coloniality". This term refers to the Chinese party-state’s self-serving deployment of Eurocentric coloniality to advance its own exploitative agendas in the name of South-South cooperation and post-Western ideas of modernity. [...] Thanks to the neoliberal and authoritarian character of the Peruvian state, Chinese state capital can purchase physical violence services at a convenient price, since the national police is a publically funded institution. Such policing services are ‘cheap’ (Moore, Citation2016) not exclusively because of their economic ‘value’ but because they transform the lives of police officers, as well as their bodies and workforce, into monetized and tradable goods, just as minerals are. In Peru, the state itself turns its policing services into commodities that private corporations can buy on the market, which fully undermines and delegitimizes the state’s monopoly on violence». 
  262. «¿Cómo formalizar el lobby en el Perú?». El Comercio. 8 de septiembre de 2014. ISSN 1605-3052. Consultado el 3 de agosto de 2023. «José de Echave, ex viceministro de Gestión Ambiental, acepta la validez del lobby, pues reconoce que también las ONG ambientalistas y de derechos humanos lo ejercen, sin embargo, indica que su ejercicio adolece de una gran falta de transparencia». 
  263. «Gestiones tras bambalinas: el poder según los ‘CornejoLeaks’». Panamericana Televisión. Consultado el 3 de agosto de 2023. 
  264. Vázquez, José A. Cortés; Beltran, Oriol (25 de noviembre de 2019). Repensar la conservación. Naturaleza, mercado y sociedad civil. Edicions Universitat Barcelona. p. 134. ISBN 978-84-9168-216-5. Consultado el 4 de agosto de 2023. 
  265. «Organizaciones indígenas y sindicales de Perú recolectarán un millón de firmas para exigir ley de debida diligencia empresarial | Oxfam en Peru». peru.oxfam.org. 17 de noviembre de 2022. Consultado el 30 de noviembre de 2023. «Sociedad civil anuncia campaña nacional para exigir una ley de debida diligencia que establezca las responsabilidades y obligaciones empresariales de respetar los derechos laborales, medioambientales, de pueblos indígenas, y los de otros derechos que puedan verse afectados por las actividades de dichas compañías. [...] Las organizaciones denunciaron que, actualmente, existen 8 mil pasivos ambientales producto de la industria minera y más de 3 mil como consecuencia de la actividad petrolera que no están siendo debidamente atendidos por los responsables». 
  266. a b Pérez, Luis Enrique. «Empresas extractivas no registran acuerdos con comunidades porque Minem aún no implementa mecanismo de transparencia». Convoca.pe - Agenda Propia. Consultado el 30 de noviembre de 2023. 
  267. «Se promulgó Ley de la Amazonía a pocas horas de su aprobación». La República. 31 de diciembre de 1998. Archivado desde el original el 28 de diciembre de 2002. Consultado el 24 de diciembre de 2023. 
  268. Rumrrill, Róger (2008). La Amazonía peruana: la última renta estratégica del Perú en el s.XXI o la tierra prometida. Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). p. 12. ISBN 978-9972-824-26-5. Consultado el 24 de diciembre de 2023. Resumen divulgativo (7 de julio de 2008). «Pero el problema de fondo es que las exoneraciones tributarias son sólo instrumentos de una política económica inexistente en una región donde el Estado ha permanecido históricamente o ausente o de espaldas. O más bien dé otra política económica. El estado no ha cumplido con su obligación de construir la infraestructura básica para el desarrollo». 
  269. a b Castillo Dextre, Cielo (13 de abril de 2017). «Gasto Tributario y la Política Fiscal para un Desarrollo Social en la Región Selva». Revista Lidera (12): 12-16. Consultado el 24 de diciembre de 2023. «Con la promulgación de la Ley de Promoción de la Inversión en la Amazonía del Perú-Ley N°27037), emitida el 30 de diciembre de 1998, se identificaron alrededor de 350 distritos (Perueconomico.com 2013) en la zona oriente del Perú que se constituyeron en los beneficiarios de la ley. [...] Desde entonces, se han aplicado políticas tributarias preferenciales, las cuales lejos de incrementar el bienestar y desarrollo de las áreas beneficiarias y el de alcanzar un objetivo de crecimiento económico, crearon exoneraciones populistas, lo cual fue un obstáculo para el desarrollo en la región. [...] "Estas pueden estar relacionadas con la existencia de presiones de lobbies privados y otros grupos de poder. Por ejemplo, las exoneraciones tributarias para la Amazonía" (Elmer Cuba 2006: 81)». 
  270. a b Ortiz Fernández, Carolina (16 de julio de 2018). «Bagua y el Perú: extractivismo, dominación patriarcal y comunalidad». Revista de Sociología (26): 91-124. ISSN 1609-7580. doi:10.15381/rsoc.v0i26.18986. Consultado el 15 de enero de 2024. 
  271. «Al descubierto: Intereses de alto vuelo para cambiar la ley forestal». Diario Voces. 11 de septiembre de 2023. Consultado el 16 de diciembre de 2023. «Fuentes consultadas del sector indicaron que el proyecto —al que accedió OjoPúblico- se presentó en una sesión de la Mesa Ejecutiva para el Desarrollo del Sector Forestal, un grupo de trabajo liderado por el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), donde el Gobierno coordina con el sector privado sobre distintas medidas para beneficio de este rubro económico. [...] Pese a la relevancia pública de los temas discutidos, los detalles de la agenda no son públicos debido a que el espacio según el MEF en respuesta a un pedido de acceso a la información pública realizado por este medio- no requiere suscribir actas dada su “operatividad” en las actividades que realiza. Las mismas, agregaron, son una “herramienta de gestión” entre el Estado y el sector privado.» 
  272. Redacción (17 de julio de 2020). «Acuerdo de Escazú: ¿Por qué cinco gremios empresariales se oponen al tratado?». El Comercio. ISSN 1605-3052. Consultado el 11 de enero de 2024. 
  273. «Confiep solicita al Congreso no ratificar Acuerdo de Escazú». Gestión. 13 de octubre de 2020. Consultado el 11 de enero de 2024. 
  274. «CNDDHH: Hubo un papel de la Confiep en el bloqueo de la ratificación del tratado de Escazú». Ideele Radio. 28 de febrero de 2021. Consultado el 11 de enero de 2024. 
  275. Castro, Aramís (14 de enero de 2024). «Los pedidos empresariales e inconsistencias detrás de los cambios en la Ley Forestal». Ojo Público. Consultado el 15 de enero de 2024. «El mismo día que el Legislativo incluyó al debate los cambios en la Ley Forestal, un grupo de 11 gremios y asociaciones difundió en sus redes sociales un comunicado para "exhortar" al Congreso para que apruebe el dictamen que planteaba las modificaciones en la referida norma. Entre los firmantes del comunicado [...] se encontraba Adex, la SNI, la Cámara de Comercio Americana del Perú (AmCham Perú) y la Junta Nacional del Café (JNC), entre otras. [...] [S]e solicitó a las asociaciones y gremios empresariales mencionados mayores detalles sobre las motivaciones de sus pedidos al Congreso. Sin embargo, hasta el cierre de este artículo, no hubo respuesta». 
  276. a b Gonzales, María (16 de diciembre de 2023). «Congreso aprueba modificación de ley que permite deforestación ilegal: estas son sus terribles consecuencias». infobae. Consultado el 16 de diciembre de 2023. 
  277. Gonzales, María (8 de febrero de 2024). «Estas son las 10 empresas de palma aceitera y cacao que han ocasionado daños y deforestación en la Amazonía». infobae. Consultado el 8 de febrero de 2024. «El estudio se enfocó en 10 empresas involucradas en la producción de estas materias primas, descubriendo que siete de ellas adquirieron tierras en áreas donde, de acuerdo con registros oficiales, más de 13 mil hectáreas fueron deforestadas. De estas, tres no contaban con los permisos necesarios para tal efecto. La investigación también reveló que en seis ocasiones, la adquisición de dichas tierras se hizo a través de procesos de titulación ilegales [...]». 
  278. «Selva vulnerada». La Encerrona. 5 de mayo de 2023. Consultado el 2 de marzo de 2024. «El Monitoring of the Andean Amazon Project estimó que un 77% del territorio deforestado para el cultivo de la palma que hoy administra el grupo Ocho Sur era bosque primario, o sea, una extensa cobertura forestal que no había sido intervenida o explotada por el ser humano. Aquella devastación se remonta al 2011, cuando empezaron a funcionar dos de las empresas que fundó en Perú el checo-estadounidense Dennis Melka: Plantaciones de Pucallpa, en Tibecocha, y Plantaciones de Ucayali, en Zanja Seca». 
  279. «Explicador: ¿Cómo afectarán a los bosques los cambios a la Ley Forestal y de Fauna Silvestre?». Convoca Verifica. Consultado el 16 de diciembre de 2023. «Otro factor de la problemática en el que este cambio influirá es que, según denuncia el ex director ejecutivo de Serfor, desde hace un tiempo el Midagri y los propios gobiernos regionales promueven, a cualquier costo, la expansión de una frontera agropecuaria dentro de la Amazonía. Esto quiere decir que, mediante un conjunto de programas, los agricultores pueden sembrar arroz, maíz, café, cacao, palma aceitera, entre otros, sin ningún impedimento. Asimismo, el experto menciona que existe una ausencia de incentivos para aprovechar el bosque en pie». 
  280. a b Fowks, Jacqueline (12 de enero de 2024). «Perú infringe acuerdos internacionales y aprueba una norma a favor de la deforestación ilegal». www.publico.es. Consultado el 13 de enero de 2024. «Según el Congreso; el defensor del Pueblo, Josué Gutiérrez; y la patronal de la gran empresa (Confiep), la legislación evita perjudicar a miles de caficultores. Pero especialistas estatales y de la sociedad civil denuncian que al no sancionar la deforestación, facilita la operación de organizaciones criminales en territorios de pueblos indígenas». 
  281. a b «Denuncian irregularidades en la publicación de la autógrafa que debilita la Ley Forestal». Caretas. 11 de enero de 2024. Consultado el 11 de enero de 2024. 
  282. a b Valdivia Blume, Daniela (11 de febrero de 2024). «“Está hecha para las grandes industrias”: la ministra del Ambiente y el director de Serfor no se pronuncian sobre la polémica Ley Antiforestal». infobae. Consultado el 13 de febrero de 2024. 
  283. Cotos, Henry (7 de febrero de 2024). «Agencia internacional advierte que Ley Forestal legaliza deforestación y fomenta más destrucción». larepublica.pe. Consultado el 7 de febrero de 2024. «Entre las conclusiones del informe de la Agencia de Investigación Ambiental dice que muchos de los problemas presentados "se deben a que un sector del Estado peruano sigue considerando a la Amazonía con una mentalidad del siglo XIX: como un territorio vacío que hay que colonizar y del que hay que extraer riquezas, mientras se castiga a las poblaciones que se oponen a este proceso"». 
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Bibliografía editar

Enlaces externos editar

  • Perú: el país más empresario del mundo, libro de Rolando Antonio Arellano Cueva
  • Para vivir mañana, ensayo del sociólogo Raúl Alonso Álvarez Espinoza que describe el contexto histórico de la economía en la sociedad y la aplicación del neoliberalismo en el país (publicado originalmente en Mañana.pe)